*—Sienna:Salir con alguien se sentía muy bien.Habían pasado dos semanas desde que Sienna y Diego comenzaron a salir y no había un día en el que no hablaran o se vieran. Diego iba todas las tardes a verla a la panadería y se quedaba un rato con ella hasta que tuviera que irse, y claro, se iba con algún postre hecho por Sienna con el fin de ayudar a su novia a mejorar. Sienna podía decir que gracias a sus opiniones había mejorado bastante. Había hecho una lista de las opiniones que Diego le dio sobre sus anteriores postres y había tomado nota sobre estos.Otra cosa era que al final del día, Diego volvía a aparecer con el fin de que salieran a cenar o para llevarla a su casa. Este había sido su diario vivir desde entonces y aunque Sienna quería más, tenía que disfrutar de igual forma estos bellos momentos, pues Diego siempre estaba ocupado.Había veces en que estaban juntos y este tenía que irse rápidamente porque tenía que ver a su padre, otras veces solo se veían en la noche cuando l
*—Sienna:Al parecer, la conversación que tuvieron sobre su relación hizo recapacitar a Diego. En la noche, su novio la llamó y le dijo que iban a ir a la hacienda de su familia en Tawny Town y que se preparara para el pasadía. Esto emocionó a Sienna, tanto así que fue de compras al día después con Esmeralda y Rosé para la anticipada cita. Quería verse presentable para su novio, así que compró un vestido, ropa interior sexy y un bañador, ya que Rosé le había dicho que había una gran piscina en la hacienda de los Woodbury.El día de la famosa cita llegó y Sienna se sentía tan emocionada, que la misma ansiedad le había hecho doler el estómago. Cada vez que se emocionaba por algo, su estómago sufría las consecuencias, pero no iba a dejar que este arruinara su día, por lo cual, tomó algunos medicamentos antes de que Diego llegará a su casa.—Alguien está muy emocionada, ¿eh? —escuchó que decía su hermana y cuando miró hacia la puerta de su recámara, Layla estaba allí con su ropa de casa.
*—Sienna:Para el almuerzo, a pesar de que Sienna estaba emocionada por saborear los alimentos de otra persona, no comió mucho porque la misma Evie les dijo que tenían que guardar espacio para el postre, sin embargo, la comida estuvo excelente y se dijo que tenía que llevarse consigo la receta de lo que más le gustó del menú.Evie volvió con el postre, que era una torta de chocolate cubierta de azúcar en polvo. Diego soltó una carcajada y se vio emocionado, pero Sienna lo miró curiosa, pues creía que este no comía dulces, pero allí estaba dejando que Evie le sirviera un trozo de la tarta. Cuando Evie se fue, Sienna le preguntó.—Creía que no te gustaban los postres —le cuestionó Sienna con confusión.Diego sonrió y vio como este cortaba un pequeño trozo de la torta de chocolate.—Y no me gusta —confirmó y se llevó el tenedor con el trozo a la boca. Sienna vio como lo saboreaba—. Sin embargo, Evie hace estas tortas bajas en azúcar y además de eso, es el postre favorito de mi madre y e
*—Sienna: Para prepararse para la aventura, subieron al segundo piso hacia la habitación de Diego donde Marcus había dejado sus cosas. Una vez dentro, Sienna pasó la vista por ella, notando algunos dibujos enmarcados y varios libros. Quería husmear, pero tampoco quería ser indiscreta, así que se dijo que luego los vería y se acercó a las ventanas, notando que estas estaban en dirección hacia la hermosa vista y se imaginó amaneciendo en esta para toparse con un lindo amanecer.—Me cambiaré en el baño —escuchó que Diego decía y cuando se volvió hacia él, lo vio con su bañador en la mano.Sienna se ruborizó, pero recordó que no era la primera vez, sin embargo, ahora eran novios y era diferente. Asintió y Diego salió de la habitación dejándola sola. Sienna se acercó a su maleta y sacó el bikini que había comprado con las chicas. Cuando fueron a Green Coast, Sienna no había estado del todo consciente de Diego, pero como había dicho antes, eran novios y sí que estaba consciente. ¿Le gustar
*—Sienna: Su amado le tomó de la mano y la guio hacia el camino que llevaba hacia las profundidades de la hacienda. Sienna se quejó porque estaban dejando sus teléfonos y sus cosas en la cama balinesa, pero Diego le aseguró que Evie llevaría todo hacia la habitación.Sienna no entendía cómo tendrían un picnic si no llevaban nada consigo, pero luego de caminar por unos minutos, llegaron a un bonito lugar a orillas de un arroyo. Había un gran árbol de arce que se adentraba hacia la orilla del arroyo, pero parte de la sombra de este quedaba en tierra y bajo la misma había una gran manta de cuadros azules tendida sobre el pasto. Sienna notó la canasta y miró hacia Diego.—Le pedí ayuda a Evie —le informó Diego para luego hacer que caminaran hacia la manta.Diego le indico que dejara las sandalias fuera de la gran manta y así lo hizo antes de sentarse en la misma. Diego se sentó a su lado y la acercó a su cuerpo.—¿Este es tu lugar secreto? —quiso saber Sienna, pues recordaba que Diego ha
*—Sienna: Ante su negativa, Sienna comenzó a sentirse nerviosa.¿Había hecho enfadar a Diego?Este estaba silencioso y no decía nada.¿Debería explicarle el porqué de su decisión antes de que Diego se enfadara por completo?Abrió la boca para replicar, pero vio como su novio hacia una mueca y luego la miró como si estuviera suplicando con la mirada, pero Sienna se la aguantó, mirándolo con seriedad. No iba a ceder por más ojitos lindos que pusiera. Este entendió que no iba a aceptar y sacó la mano de sus bragas. Sin embargo, este se llevó los dedos que estuvieron tocándola a la boca y la mirada que le dirigió esta vez era lujuriosa.Sienna tragó nerviosa y se apartó de Diego. Se arregló el bikini y luego de ello fue hacia la canasta para ver qué había dentro de esta. No eran muchas cosas, pero había dos botellas de lo que parecía ser jugo de naranja, varios emparedados con pasta de jamón y queso, algunos paquetes de galletas saladas y otra porción de la torta de antes. Diego se acerc
*—Sienna:No podía creer que había pasado una semana desde aquella cita que terminó con ellos peleados y desde ese entonces, Sienna no tenía idea que pasaba con Diego. Luego de que él la dejara en su puerta, Sienna subió llorando a su habitación y había ignorado las llamadas que vinieron después, Diego se percató del error cometido y trató de remediarlo, sin embargo, Sienna no quiso tratar con él esa noche.No obstante, aunque pensó que todo se resolvería al día siguiente, no fue así. No hubo más llamadas y tampoco recibió mensajes de este pidiéndole perdón. Diego tampoco fue a visitarla en la panadería o volvió a su casa para hablar con ella. Sienna no quería pensar en que todo se había terminado de esa forma, pero este parecía ser el caso.Una parte de ella quería ser la primera en buscar el contacto, pero no había sido la del error y era bastante orgullosa como para dar su brazo a torcer. Decía que era Diego quien tenía que buscar la manera de volver a su lado para excusarse, por
*—Sienna:Había llegado temprano de la panadería, pues dejó a Joseph, quien era la segunda mano de su padre, a cargo para que cerrara el lugar. Cenó con sus padres en el comedor y ayudó a su madre a lavar los trastes de la cena. Le explicó a su madre que iba a hablar con su padre sobre el viaje y que era mejor que los dejara solos. Cuando terminaron, su madre se excusó para ir a leer un libro, dejando a su padre en la sala mientras este veía un poco de televisión.Sienna aspiró aire y salió para encontrarse con su padre. Este veía una serie en Netflix, por lo cual, Sienna la pausó y se interpuso entre la televisión y este. Vio como su padre arqueaba las cejas ante su interrupción.—¿Podemos hablar? —preguntó Sienna con educación.Su padre, quien era bastante alto, pero un poco obeso, ladeó la cabeza, mirándola con los mismos ojos mieles que Sienna había heredado de él. Era obvio que este sabía que era lo que Sienna quería hablar con él, pero se hacía el tonto. Si era así, Sienna tambi