Los días fueron pasando y Dan no estaba conforme con aquella respuesta que Alfa le dio, así que no le quedaba más que aplicar la técnica desesperada de un hombre enamorado… perseverar, insistir, fastidiar a la chica hasta que dijera que sí.

Pero ahora mismo, Alfa ni siquiera estaba segura de su intento de relación con Matías, porque después de esos cuatro días encerrados, no paraba de llamarla o buscarla. Para ella y para su trabajo, la actitud de Matías como casi novio super preocupado no era bueno, porque tenía más cosas que hacer y esa actitud solo la retrasaba o interrumpía

“Seguro que Dan no sería así”, eso era algo que su consciencia le decía constantemente, solo con el afán de incordiarla por haber dejado ir a ese hombre.

Mueve su cabeza con negación, para que esos pensamientos la deje