—Se acabó, por fin todo termino —Lucilda hablo entre lágrimas, mientras que sus ojos observaban aquel lugar incendiarse.—Somos libres, podemos volver a nuestros hogares —Erika sonreía al tiempo que derramaba lágrimas de felicidad.Todas chillaban por la emoción de saber que muy pronto regresarían con sus familias, ya no serían unas prisioneras y nunca más volverían a tener que acostarse con nadie por obligación.—Volveremos, volveremos —Todas se reían llenas de dicha y felicidad.[…]Cauther corrió detrás del edificio, las llamas lo estaban siguiendo, pero no le importo. En cuanto salió al exterior justamente una camioneta negra arrancaba bruscamente. De pronto su deportivo aparece de la nada y de este se baja Santino.—Ve tras ella, y mata a ese infeliz.—Saca a esas chicas de aquí, llévalas a unas de mis casas.Se sube al coche y lo arranca de golpe yendo detrás de la camioneta donde Casey iba. Cauther acelero el deportivo localizando las luces de la camioneta. Fue tras ella a todo
bueno, su matrimonio solo fue un contrato y nada más. Su padre le dijo que, una vez todo acabara ella seria libre de continuar casada con Cauther, pero ¿era lo que deseaba en realidad? ¿Dejarlo? ¿Qué pasaba con todas esas veces que ambos estuvieron juntos?—Vamos Casey, necesitas descansar un poco —Su padre aprieta su mano.—Padre, yo…—Le dice sin quitarle la mirada a Cauther.—No es un matrimonio real, estoy seguro que mis abogados podrán solucionar lo del divorcio en cuestión de días.—Pero…—Hija, Cauther no es para ti.El hombre conduce a su hija hasta su coche, pero ella seguía mirando a Cauther quien no se había percatado de que ella se marchaba. Casey muerde sus labios sintiéndose mal, algo no estaba bien, no estaba bien que se marchara sin despedirse de Cauther, o de agradecerle por haberle salvado la vida.De pronto se vio dentro del coche de su papá y segundos después ya estaban alejándose del aeropuerto…Cauther estaba al tanto de todo, des
Cauther observa a Casey tomar la decisión entre su mano, se mantuvo serio y firme, pero su corazón estaba que explotaba. Solo esperaría que ella firmara para luego hacerlo él y de esa manera largarse de allí.La pelinegra muerde la carne interna de sus labios, sintiendo un extraño picor en la comisura de sus ojos ¿iba a llorar? ¿De verdad? Su corazón estaba latiendo tan fuerte que creyó que se le saldría por la boca. Sentía tanta presión por todas esas miradas sobre ella.La sensación de levantar la vista era tan fuerte que no se aguantó, en cuanto alzo la mirada, como un magneto sus ojos conectaron con la intensa mirada de Cauther. Y fue allí que lo supo, no se quería divorciar de él y la razón era que se había enamorado perdidamente del amigo de su padre.Ambos se miraron, pero ella no vio en Cauther nada. Su mirada era tan fría, sin expresión alguna. En esos momentos ella deseo saber que era lo que sentía. Entonces de la nada, la pelinegra se pone en pie siendo el centro de atenció
Dos mes después…—¿Estás segura de que quieres hacer esto, Serena? —Casey sujetaba las manos de su amiga con fuerza mientras la interrogaba.—Tranquila, voy a estar bien —La morena le sonríe abiertamente.—Pero… —Casey mira por encima del hombro de su amiga fijándose en la figura masculina de un hombre que se encontraba recostado de un extravagante coche —. ¿Crees que él quiera algo serio contigo? —Regresa la mirada hacia la morena.—Mark no es un mal tipo, si bueno, iba al club, pero nunca maltrato a las chicas. Y bueno —Ella sonríe como apenada —. Me gusta mucho como me trata.—Eso es una cosa, pero irte con él a Italia es mucho Serena. No sabemos que intensiones tiene para contigo.La morena le sonríe a su amiga, desde que conoció a Casey supo que la chica era muy linda. Se preocupaba mucho y eso lo apreciaba, ya que no tenía a nadie que lo hiciera por ella.— No te angusties por mí, prometo llamarte todos los días para contarte como me va con él ¿eso te tranquiliza?—Un poco sí, p
La música que sonaba a fondo era seductora, atrayente y envolvente. La idea principal era atraer al cliente, engancharlo y hacerle gastar todo el dinero que traía consigo esa noche. Las chicas estaban más que dispuestas a complacer a cualquiera hombre, con tal de que pagaran la exorbitante suma de dinero que Otto exigía por cada una de ellas.Y si alguna se negaba a acceder a las peticiones de su jefe, entonces, la que se resistiera pagaría el precio por su desobediencia. Para Otto u cualquier otro cliente, estas chicas únicamente eran objetos sexuales que se podían utilizar para follar y complacer, y nada más… eran un negocio lucrativo, que llenaba las cuentas bancarias del dueño.Una feroz mirada azulada se posó en el baile de una delgada joven de piel canela, esta realizaba movimientos eróticos al punto de llegar a ser obscenos alrededor de un tubo metálico bastante brillante. La chica iba ataviada únicamente con unas bragas de encaje que hacían juego con el brasier, y unos impresi
—Cómo eres nueva, mi consejo es que dejes que te hagan lo que quieran. Si desean follarte por el trasero, permítelo, si te rehúsas entonces te… —Ella guarda silencio, ganándose una mirada llena de miedo por parte de la joven —. Solo complácelo y ya, y no te lastimarán.—Si —Asiente sorbiéndose la nariz.La morena aplana los labios, se valía mentir de vez en cuando. Sobre todo cuando la chica ante ella era tan ingenua. A pesar de no ser virgen, era evidente que no tenía nada de experiencia en cuanto se trataba de follarse a un tío.—¿Qué estás haciendo aquí, Serena? —La voz del idiota que siempre las acosaba resonó a sus espaldas, como odiaba a ese sujeto.—La ayudo a prepararse para que se vaya.—Eres una jodida entrometida, nadie te autorizo para que hicieras esta mierda. Sal a trabajar, te toca bailar en la tarima, es lo único que debes hacer aquí. No dándotela de consejera.Serena escucha las palabras de aquel hombre muy cerca de su persona, si decía una palabra más, ese tipo era
Casey se despide de ambos hombres, pero antes de que pudiera salir del despacho la voz de Genaro llama su atención.—Casey, mañana por la noche estaré esperando la presencia de tu padre y con tu compañía. Por favor encárgate de que este viejo aparezca por mi casa. Daré una pequeña reunión.—Vamos Genaro, sabes que no tengo tiempo para ese tipo de eventos.—Rafael, es para un bien mayor. Una reunión benéfica, ya sabes, para apoyar la institución de los niños y niñas.La joven castaña ve como su padre rueda los ojos, casi nunca asistía a esas reuniones. Su razón, era porqué su tío Genaro siempre buscaba la manera de emparejarlo, y para esas alturas no estaba nada mal la idea de que se consiguiera una novia.—Asistiremos tío.—¡Esa es mi niña!El padre observa a su hija quien le dedica una sonrisa de victoria, era imposible que se negara a su petición. Era lo único en lo que su padre no había cambiado para con ella, creyó que era porque su parecido con su difunta madre era increíble. Par
Sin más remedio se sentó al lado de su padre, pero sin quitarle la vista a Cauther. Era irritante saber que después de que le puso los nervios a millón se encontrara allí sentado como si nada hubiese hecho. De pronto, la secretaria de su padre deposita una carpeta ante ella, sacándola de sus cavilaciones.En eso se pregunta, ¿Qué carajos estaba haciendo? ¿Por qué demonios estaba mirando a Cauther de esa manera? Desde que era muy joven nunca sintió curiosidad por ese hombre y viceversa. Niega, debía prestar atención a la junta y no a… algo, la llevo a levantar un poco la mirada, observo solo por encima de la carpeta, en cuanto observa a Cauther se da cuenta de que él la estaba mirando de igual forma.Del susto, bajó la vista e intento concentrarse en lo que decía aquellos documentos, ella no pudo ver el rostro completo de ese hombre, pero si claramente la fiera mirada que poseía. ¡Mierda! Temblaba como un pudin… contaba con que no se fuera de las lenguas con su padre metiéndola en prob