Dave tumbó la puerta al instante de escuchar el grito, tenía el corazón latiendo a millón por hora y detrás de él venían todos rápidamente.La habitación estaba llena de guardias a los pocos segundos, Dave se acercó corriendo donde estaba Amaris y la abrazó para protegerla contra su pecho aunque no veía peligro alguno, por que no veía nada que le estuviera amenazando a su alrededor.'¿Que paso?' Preguntó Minerva estando en posición de ataque preparada para cualquier cosa.Ninguno sabía lo que pasaba y veían a su alrededor, cuando Dave la apretó contra su pecho, ella lloraba desconsoladamente mientras soltaba gritos desgarradores de dolor, todos veían a su alrededor a ver si era algo invisible para ellos, sin entender mucho Dave volteo a ver el regalo que estaba abierto por un segundo, se puso pálido y volteó otra vez hacia donde estaba el regalo, cuando volvió a ver interior de la caja se quedó totalmente horrorizado.Dentro de aquel regalo que estaba hermosamente decorado con un pape
'¿Qué? ¿Como que una venganza por cobrar, Amaris? si te acabas de desmayar' 'Si no te diste cuenta, te acaban de decir antes que no pasa nada. Está bien, estoy bien''Aunque en esta situación prefiero no estar involucrado, pero Amaris, está vez me tengo que poner del lado de Dave, de todos modos es un sedante y creo que deberías descansar un poco aunque sea' Interrumpió lord Brarthroroz.'No, tengo muchas cosas por hacer. Por quedarme quieta esperando que varias personas resolvieran mis problemas, mira todo lo que ha pasado Dave, mi padre está muerto, cientos de personas están muriendo por culpa de quedarme sentada esperando, no voy a dejar que me sigas pidiendo que me quede sentada esperando que se resuelva, esta gente me necesita.Mira a tu alrededor, asómate a las fronteras y mira todo lo que está mal, ahora tenemos tres hermosos niños a nuestro cargo y no es de la forma que quisiera, simplemente es por que sus padres están muertos y no tienen nadie en este mundo, ¿Y sabes por qué
Amaris dibujó una sonrisa que, atisbada por cualquier observador, podría haber sido interpretada como una sonrisa malévola, pero en su interior, era la manifestación de su determinación. Sus labios curvados escondían una amalgama de emociones, tejida con hilos de rencor y anhelo. Cuando habló, su voz resonó en un tono que era más que palabras; era un eco de la oscuridad que habitaba en su corazón, causando que los vellos en la piel de Greyson se alzaran en respuesta a la inquietante cadencia.'Quiero venganza, Greyson...', sus palabras susurraron en el aire, cargadas de un deseo intenso y ardiente, 'Quiero mover todas mis fuerzas sin ningún problema y tú serás la espada que llevaré en mi mano por el camino que lograra llevarme hacia mi destino y venganza' Anhelaba canalizar su furia con una precisión implacable, y en esa búsqueda, vio en Greyson la espada que llevaría en su mano, una hoja afilada que forjaría el camino hacia su destino de redención y venganza.Sus ojos se encontraro
Después de que Amaris finalmente lograra liberarse de aquel intenso dolor que desgarraba su alma, Coral, con una expresión seria y preocupada, se acercó a ella para entregarle la información que hacía temblar sus cimientos. La impactante noticia de que el mensajero responsable de llevar la macabra ofrenda, la cabeza de su padre y el antiguo rey, había sido capturado y ahora permanecía confinado en los lúgubres calabozos del castillo, aguardando el implacable interrogatorio que lo esperaba.El rostro de Amaris, una mezcla entre determinación y furia contenida, se iluminó mientras escuchaba las palabras de Coral. Sus ojos centelleaban con una intensidad que denotaba una férrea resolución. En ese instante, parecía que el peso del mundo recaía sobre sus hombros.Maena, su loba interior, se agitaba con inquietud en la profundidad de su mente. Un torbellino de emociones revolvía su ser, la rabia hirviendo en su interior, anhelando venganza por la cruel muerte de su padre. Cada fibra de su
El mensajero finalmente alza la mirada, sus ojos llenos de angustia y miedo. Tragó saliva de nuevo y balbucea: 'Yo... yo solo... fui contratado. No sé quién me contrató. Prometieron recompensarme y así podría sacar a mi familia de la pobreza, ellos prometieron...' Su voz tiembla mientras las palabras fluyen de su boca, confesando lo que sabe bajo la intensidad del escrutinio de Amaris.Amaris frunce el ceño, desconfiando de la respuesta. 'No me importa quién te prometió recompensas', dice con frialdad. 'Quiero nombres, quiero saber quién está detrás de esto. Si no hablas, te aseguro que lo que sucederá a continuación será mucho peor que cualquier recompensa que hayas imaginado'Las palabras de Amaris caen como un martillo, cargadas de una amenaza oscura y siniestra. El mensajero traga saliva de nuevo, su rostro empalideciendo ante la perspectiva de lo que podría sufrir si no coopera.Amaris sostiene su espada con un firmeza implacable, sus ojos clavados en el hombre que se encuentra a
Sin más que hacer, Amaris decidió irse a su despacho, sabía que el mensajero no mentía.No había manera de que supiera los nombres de sus enemigos principales, estos no habían sido revelados y como Amanda había sido reina consorte, no era una información fácil de conseguir.Amaris caminaba por los largos pasillos con la mirada conectada en nada en específico, solo no quería perder ideas, que cuando llegó a su despacho vacío en un papel antes de que se le olvidará.Llegó a su escritorio, tomo el papel y rápidamente comenzó a escribir mientras Dave, que venía con ella se la quedó viendo curioso de lo que hacía.'Si yo no puedo detenerlos de la forma que quiero, voy a jugar un rato con ellos' declaró Amaris cuando terminó de escribir, mientras lo doblaba con cuidado, terminando por hacer un pequeño barco de papel.Dave quiso entender pero ya había perdido el hilo de los pensamientos de Amaris hace rato y se había dado cuenta de que a veces solo son pensamientos frenéticos apoyados por Ma
Con los primeros rayos del sol iluminando el horizonte, Amaris y Dave abandonaron la mansión junto con un grupo de guardias, todos ellos con rostros serios y determinados, incluyendo que estaban armados hasta los dientes.Cuando iban a salir del castillo, Minerva los interrumpió.'¿A donde vas, reina?' Hablo Minerva curiosa por ver a Amaris salir con un séquito a sus pies.'Voy a la cabaña de mi padre, quiero averiguar unas cosas' A Minerva esto le pareció raro, claro, sabía que Amaris quería venganza por lo sucedido pero no sé imagino que iría por una pista o dos cuando mucho, ella misma.'Quedate aquí, yo voy' Hablo Minerva cuando los vello de su nuca se erizaron al pensar que a Amaris le podía pasar algo, no quería arriesgarse y menos cuando un pensamiento paso por su cabeza, las dos veces que Amaris casi pudo haber muerto dándole algo más de un susto a ella.'No' hablo Amaris cortante.'¿No? ¿te has visto en un espejo, verdad?' Amaris volteo hacia donde estaba ella y le dedicó un
El silencio en la cabaña se volvió espeso y palpable mientras Amaris depositaba con determinación el pequeño barco de papel sobre la mesa de madera desgastada. Era un gesto que trascendía las palabras, una declaración de guerra en su forma más silenciosa pero contundente, Ella sabía que si Amanda estaba con Eromaug, el una a entender que significaba. Los presentes podían sentir el cambio en el ambiente, una atmósfera tensa y cargada de anticipación.No pasó mucho tiempo antes de que una risa retorcida y amenazante resonara en la sala, rompiendo el silencio como un cuchillo afilado. La risa parecía vibrar en el aire, un eco siniestro que retumbaba en los corazones de todos los presentes. En respuesta, los rostros de Dave, Minerva y los guardias se tensaron aún más, listos para enfrentar cualquier amenaza que se presentara, mientras que Amaris presentaba un rostro tranquilo.Y entonces, como si el mismo tejido de la realidad se hubiera rasgado, un portal se abrió en el centro de la