“¿Lo mejor para quién exactamente? Porque definitivamente no lo era para mí. Eres una cobarde, Mayra. Tomaste el camino fácil en lugar de mantenerte firme y luchar por lo que es nuestro por derecho. Podrías haberlo obligado a hacerlo. Incluso si él nos iba a rechazar, tú podrías haber rechazado su rechazo”.

Suspiro. No entiendo por qué ella no puede ver lo incorrecto que es eso. No puedes obligar a un hombre que no te quiere a amarte.

“¿Y luego qué? ¿Vivir nuestras vidas en la miseria porque nuestra pareja está enamorada de otra persona? ¿Por qué no puedes ver que el amor de Ren y Sebastian es puro y verdadero? Están destinados a estar juntos y no podía separarlos, especialmente después de lo que Ren hizo por nosotras. Pertenecen juntos".

“¡Te odio, maldita sea!”, grita. “Todo lo que sucedió estos últimos años es tu maldita culpa”.

“Raya, yo…”. Mi oración se corta cuando noto un par de ojos rojos brillantes.

Me quedo congelada.

Así que ayer no estaba alucinando como pensé.

Estab