Vincent me agarra un poco fuera de base. Que tome mis manos de esa manera y me diga aquello mirándome con intensidad solo me hace pensar que tiene otras intenciones conmigo. Quizá me estoy equivocando, pero es lo que percibo.Alejo mis manos con todo el tacto que puedo, no quiero causarle daño.—Gracias.—De todos modos, mañana es luna llena, deberíamos hacer algo, si esos monstruos se escapan…—No te preocupes, tengo todo bajo control —miento.La verdad es que no tengo idea de lo que va a suceder mañana. En especial con Hailey ahora que es uno de ellos.—¿Estás segura? Quizá ellos no sean el verdadero peligro.—Lo sé, pero si esa cosa se aparece, estaremos preparados para matarlo de una vez por todas. Por favor, no hagas nada arriesgado, es mejor que te quedes en casa —advierto.—¿Acaso es preocupación lo que siento? —pregunta con un dejo de picardía en la voz.No sé si es la intensidad de su mirada o el repentino cambio en su voz, pero siento que mis mejillas se tiñen de rojo. Bajo
EnzoDoy vueltas en el sillón sintiéndome incómodo. No puedo dejar de pensar en Cyrene. Habíamos estado tan bien unas pocas horas, y luego, tuve que venir a arruinarlo todo; como siempre.En parte me arrepiento por haberle impuesto mi voluntad como su Alfa, pero no puedo permitir que arriesgue su vida de esa forma tan estúpida. Aunque me odie, aunque decida alejarse de mí y eso me rompa el corazón en mil pedazos, yo tengo que protegerla sin importar las consecuencias.Veo la hora en el reloj de la pared una vez más. Se fue hace muchas horas, si pensaba volver, ya debería estar aquí.La manada se ha ido a dormir luego de la deliciosa cena que hizo Adolph con Xander. Es extraño tener por fin a una chica en el grupo. Una que sea como nosotros. Hailey se adaptó bastante rápido, demasiado diría yo, pero no me molesta del todo. El único problema es que no recuerda nada de la noche en la que la atacó esa cosa. De todos modos, Hailey no tiene idea de quién la transformó, aunque lo recordase,
Quedarme en vela toda la noche no fue precisamente la mejor estrategia, pero no pude conciliar el sueño el resto de la madrugada.Al final no pude avisarle a Enzo sobre los cazadores, por alguna razón su celular estuvo sin señal todo el rato. Es por esa razón que voy a tener que hacer algo bastante estúpido y arriesgado.A penas sale el sol me levanto de la cama y me cambio a toda prisa. Necesito verlo antes de que salga la luna llena. No importa lo enojada que pueda estar con él, no quiero que salga lastimado.Cierro la puerta del hotel con el mayor cuidado de evitar hacer ruido, sé muy bien que Max tiene un oído agudo y sueño ligero.Todavía no puedo creer que anoche me coqueteara de esa manera, no sé qué es lo que está buscando con todo eso, cuando sabe muy bien que jamás lo perdonaría. A pesar de eso, me es difícil dejar de pensar en lo que dijo.Me nota diferente, ¿acaso tendrá que ver con que ahora soy parte de una manada? Se supone que nada en mí debería haber cambiado, sin emb
Voy mirando hacia atrás cada cinco minutos como si esperase que él me siguiera, sin embargo, sé muy bien que no lo hace.A la distancia está el hotel donde se supone que me esperan los cazadores, pero estoy demasiado distraída pensando en lo último que me dijo Enzo antes de salir huyendo como una loca, que no me doy cuenta de a quien tengo en frente sino hasta que tropiezo de lleno con su cuerpo.—¡Oh! Lo siento. —Levanto la mirada y Vincent está ahí sonriendo como siempre.Esa forma tan peculiar en la que suelo encontrármelo ya me está comenzando a parecer un poco… extraña.—Tenemos que dejar de toparnos así —dice sacudiéndose la ropa.—¿Qué haces aquí?—Vine a buscarte y te vi andando hacia acá, pero parece que venías muy distraída.—Sí, lo sé, es…—¿Luna llena? ¿Ellos están por aquí?—¿Qué? No.Me distrae ver a Max y los demás viniendo hacia mí.—Quiero ayudarte, entre más seamos, mejor, ¿no lo crees?—Gracias por tu ofrecimiento Vincent, y no quiero ofenderte, pero no creo que pue
La noche cae tan pronto que ni siquiera me doy cuenta. Llevo todo el día en el bosque intentando hacer que Max se desvíe de los rastros de la manada, pero no he tenido el éxito esperado. Por mucho que odie admitirlo, es mejor que yo rastreando.—Creo que ya hemos puesto suficientes trampas, volvamos al punto de reunión.—Esto es una pérdida de tiempo. Te estás centrando en cazar a los equivocados, esa cosa es lo que importa, y créeme, es demasiado astuta como para caer en esto.Hemos puesto trampas de sogas con acónito, bombas de luz e incluso las de gas de acónito. A decir verdad, sospecho enormemente que ese monstruo tenga debilidad con estas cosas. Todavía ni siquiera he tenido la oportunidad de atacarlo.—¿Qué dices? Esa manada es nuestra prioridad, sabes que debemos acabar con todos.—¿Por qué? ¿Quién lo dice?Max se detiene en seco ante mi cuestionamiento.—¿Cómo que quién? El gremio, la organización a la que le sirves desde que naciste y quien ha cuidado de ti. Sabes que no pod
—¡Cuidado! —grito de nuevo.Me pongo de pie con un poco de dificultad y tomo la ballesta. Tal vez si le disparo cuando esté distraído podré darle sin que lo detenga.Max lucha contra él con todo lo que tiene, yo intento ir por detrás para que no me note, sin embargo, veo como su mirada se desvía hacia mi dirección.—¡Hazlo ahora! —ordena Max.Le disparo con la ballesta, sé que él lo detendrá, pero sirve como distracción para que Max lo ataque. Le da un tajo con la espada que consigue herirlo en el pecho. Ver que brota sangre de su pelaje me da el alivio que necesito. No es inmune a todo.No obstante, ese ataque solo lo enfurece más. Abro los ojos hasta el límite cuando veo como su herida se sana en un dos por tres.—No es posible —murmuro.Le da un zarpazo a Max que le desgarra la pierna. Este da un alarido de dolor.—¡Max! —grito.Corro hacia él para ponerme en frente y protegerlo, cuando esa cosa se acerca a mí a toda velocidad. De pronto lo tengo tan cerca que puedo oler su aliento
EnzoNunca en toda mi vida imaginé que estaría bajo la luna llena con tres cazadores frente a mí sin que intenten asesinarme. Las vueltas que da el destino son curiosas y un poco crueles a veces. Al menos dos de ellos están heridos de gravedad y no representan un peligro. Cyrene tampoco, de hecho, las ganas que tengo de tomarla entre mis brazos y alejarla de todo esto son demasiado difíciles de contener.—No confío en ese lobo —responde el cazador de cabello negro que está discutiendo con Cyrene.—No necesitas confiar en él, basta con que no se maten mutuamente —refuta ella.—Bueno, entonces vámonos de aquí de una vez —pide Max.Todavía me cuesta trabajo creer que le salvé la vida. A decir verdad, estuve a punto de dejar que esa bestia lo asesinara, pero lo pensé mejor, y creo que una alianza con los cazadores es mejor alternativa que simplemente hacer las cosas por separado.Esta noche me ha quedado claro una cosa, ese monstruo es mucho más poderoso que yo, que todos en realidad. Y n
Me quedo el resto de la madrugada esperando saber alguna noticia sobre Conri, Hailey o los demás.Estoy por perder las esperanzas de que lleguen cuando los diviso caminando a la distancia. Les hago una seña con la mano y apresuran el paso. Kent, Jean y Vincent no se ven tan bien como parecía anoche.—Al fin llegan.—Claro, como tú no tuviste que caminar medio bosque para llegar aquí —espeta Kent con desagrado.—¿Dónde están los demás? —pregunta Jean.—Adentro, están estables, pero necesitan atención médica.Vincent no dice ni una palabra, evita mirarme, creo que está avergonzado por lo que hizo anoche. Casi muere por ser tan testarudo. Al menos estuvo inconsciente todo el rato que la bestia nos atacó.Los tres me siguen hasta la habitación, donde Max ya se encuentra despierto. Está sentado intentando curar los zarpazos que le propinó la bestia en la pierna.—Me alegra ver que todos están bien —murmura cuando los ve entrar.—Yo no diría que bien, pero al menos vivos —responde Kent.—¿C