Después del shock inicial que le dio a Connor al descubrir todo lo que había sucedido en estos meses en su ausencia, el ambiente se relajó bastante.Hicimos todo lo posible por deshacernos de los cuerpos de los cazadores, y el de Ryko, lo enterramos en un lugar especial, con una protección extra, en caso de que sea capaz de regenerarse a un nivel que solo los primeros lobos son capaces de hacer.Ha pasado un día entero desde el evento de la superluna, y a pesar de que la manada está incompleta y perdimos muchas cosas, se siente una extraña fuerza entre todos, algo intangible, y de lo que ni siquiera hablamos, simplemente sabemos que está ahí, y hace más fuerte a la manada.—Todavía no me puedo creer que haya sido su hermano, no tenía idea de que su padre había hecho algo así —comenta Mía.Aun no se ha ido, y la verdad es que no deseo que lo haga. Con el poco tiempo que ha estado aquí, siento que se ha convertido en una gran aliada.—Nadie lo sabía, ni siquiera su propio tío —responde
Enzo y yo nos demoramos un poco más de lo previsto en bajar a la cocina. Para cuando lo hacemos, ya Alarick nos da una mirada de pocos amigos, y yo no sé dónde meter la cabeza de la vergüenza, ya es bastante malo tener que vivir en una casa donde todos se enteran cuando hago el amor con Enzo, pero sus miradas de complicidad y ligera burla me ponen todavía más incómoda.—Muy bien, aquí estamos —dice el Alfa como si nada.—Un poco tarde, ¿no lo crees?—Es la hora correcta, ¿tienes algún problema con eso? —pregunta con un ligero gruñido por lo bajo.Al momento que él hace eso, todas las miradas cesan.—No, no por supuesto que no.—Bien, entonces, ¿de qué se trata tu anuncio?Alarick carraspea su garganta y se pone de pie invitándonos a todos a la sala. Lo seguimos en silencio, incluso Mía todavía se encuentra ahí con nosotros. El hombre trata de controlar sus emociones todo lo que puede, pero cuando mira a Hailey su corazón comienza a latir de forma errática y se pone muy nervioso.No ha
EnzoSiempre estuve seguro de que Cyrene es la mujer con quien quiero pasar el resto de mis días. La ceremonia de luna me unió a ella de formas que una boda común no conseguiría, pero no me desagrada la idea de estar con ella de todas las formas creadas posibles.Sin embargo, también estaba convencido de que ella no querría casarse conmigo de ese modo, después de todo, solo hasta hace poco fue capaz de aceptar su destino como mi luna y dejar atrás esos miedos de haber sido hecha solo con el único fin de pertenecerme.Ahora que sé que es una posibilidad a la que no le daría un rotundo rechazo, no me quedó ningún atisbo de duda para preparar este picnic romántico en medio del lago y pedirle que sea mía en todos los sentidos.—¿Celebramos algo especial? —pregunta mirándome con esos hermosos ojos azules que brillan debido a la luz de las velas.—Mmm, ¿acaso tiene que haber un motivo especial para hacer algo así?—No, supongo que no —responde encogiéndose de hombros.Tomo su mano y la llev
Los lobos festejaron toda la noche la ceremonia de matrimonio del Alfa y el Beta de la manada. Ninguno de ellos sospechaba que, entre las sombras, una nueva amenaza los acechaba. En lo alto, la luna llena brillaba con intensidad, sin embargo, ni siquiera la luz de la diosa luna era lo suficientemente fuerte como para que pudiesen ver los ojos azules que los miraban desde la distancia. Una sonrisa se formó en su rostro, porque sabía que había encontrado a los que tanto había perseguido durante años, y ahora nada lo detendría para cobrar su venganza. De pronto, n aullido hizo resonar todo a su alrededor, el lobo plateado salió corriendo a toda prisa de allí, mientras un par de cuervos volaban de entre los árboles, dejando la advertencia de su venida.
Hace más de veinte años que no vengo a este endemoniado pueblo. Numore Falls era un recuerdo borroso de mi pasado más tierno, cuando solo era una pequeña niña. Ya sabía que tendría que volver algún día, y aunque la idea no me emociona del todo, sé que estoy aquí por una misión en especial: cazar a la manada de hombres lobo que se ha asentado en este pueblo.Mucho se dice de los hombres lobo que habitan este lugar. Llevan siglos en guerra con los de mi clase, el gremio de cazadores. Creímos que los habíamos eliminado a todos, pero ahí están, volviendo a aparecerse como cucarachas, rehusándose a morir o a largarse.Cuando mi moto atraviesa la frontera de la entrada del pueblo siento un escalofrío recorrer mi espalda. Hace demasiado frío, pero no me importa en realidad. Con mi chaqueta de cuero negra puedo soportarlo.El camino a los lados está franqueado por un bosque espeso, puedo incluso oler el aroma del césped húmedo. Atravieso el puente que pasa por encima del río y finalmente lleg
Es la primera vez que ver a una víctima me descoloca tanto. Un par de lágrimas se escapan de mis ojos sin que pueda controlarlas. Sé que es tonto decir que me duele su muerte, como si lo conociera de toda la vida, sin embargo, siento un dolor en mi pecho que oprime y no me deja respirar.Trato de tomar aire para tranquilizarme. Las temperaturas han descendido demasiado, puedo ver el vaho de aliento cálido escapar de mi boca cada vez que respiro agitada. Limpio mis ojos con el dorso de la mano y saco de la mochila que traje a mis espaldas un par de guantes.Necesito confirmar si este hombre ha muerto a manos de un hombre lobo.Levanto la cabeza hacia el cielo nocturno. Los árboles casi no me dejan ver, aún así, sé que todavía no hay luna llena. Es extraño. Ellos no pueden transformarse sino hasta ese momento. Y para eso aun faltan un par de días.Volteo su cuerpo con mucho cuidado. Algo dentro de mí dice que le debo respeto. Está totalmente destruido, todo es un mar de sangre y víscera
Me niego a creer que se trate del mismo hombre, sin embargo, todo lo que me gustó de él en un principio sigue ahí. Esos ojos, su cabello despeinado, ese cuerpo que ahora puedo detallar un poco más sin la chaqueta que llevaba.—¿Cómo es posible? —susurro.Hace unas pocas horas creí que estaba muerto, incluso lloré por él. ¡Qué tonta! ¿Cómo no pude darme cuenta antes de lo que era? Es obvio que me cegué por su atractivo.—Ella no pudo haberle hecho eso a Connor —dice mientras mantiene su mirada fija en mí. Su expresión ha cambiado. Antes me había mirado con picardía, interés, incluso algo de deseo, pero ahora me mira con desprecio.—Pero Enzo, ella…—¡Te he dicho que no! ¡Mira su cadáver! ¡Míralo! —gruñe con los puños apretados.Alarick, quien antes parecía muy alzado, ahora baja la cabeza y no vuelve a refutarle nada más.Da media vuelta para alejarse de la jaula, ¿de verdad pretende dejarme aquí?—¡Espera! —lo llamo.Él se da media vuelta y me mira solo de reojo.»Libérame o mátame —e
Desde que le dije mi nombre, Enzo decidió que no me dejaría ir. Aquello era obvio desde un principio, no sé cómo pude ser tan tonta como para confesarle mi nombre real. Este lobo tiene algo que todavía no logro descifrar qué es, simplemente es algo que me atrae hacia él, que me hace obedecerlo, aunque no quiera. No lo entiendo, es extraño, y, sobre todo, peligroso. Encerrada en esta jaula he visto como el astro nocturno avanza hacia el paso de su ciclo a la luna llena. Mis chances de huir se hacen cada vez más reducidos; nadie me dice que pasa, solo de vez en cuando logro ver a Enzo ir y venir con algunos de sus perritos falderos, y se niegan a contestar a mis preguntas. Los intentos por escapar también se han visto frustrados, dado que siempre hay un guardia observando cada uno de mis movimientos las veinticuatro horas. Al menos he tenido la suerte de que el Beta, Alarick, no ha vuelto a acercarse a mí. Tres días han pasado donde me he mantenido con lo poco que se dignan a darme