EnzoNunca en toda mi vida imaginé que estaría bajo la luna llena con tres cazadores frente a mí sin que intenten asesinarme. Las vueltas que da el destino son curiosas y un poco crueles a veces. Al menos dos de ellos están heridos de gravedad y no representan un peligro. Cyrene tampoco, de hecho, las ganas que tengo de tomarla entre mis brazos y alejarla de todo esto son demasiado difíciles de contener.—No confío en ese lobo —responde el cazador de cabello negro que está discutiendo con Cyrene.—No necesitas confiar en él, basta con que no se maten mutuamente —refuta ella.—Bueno, entonces vámonos de aquí de una vez —pide Max.Todavía me cuesta trabajo creer que le salvé la vida. A decir verdad, estuve a punto de dejar que esa bestia lo asesinara, pero lo pensé mejor, y creo que una alianza con los cazadores es mejor alternativa que simplemente hacer las cosas por separado.Esta noche me ha quedado claro una cosa, ese monstruo es mucho más poderoso que yo, que todos en realidad. Y n
Me quedo el resto de la madrugada esperando saber alguna noticia sobre Conri, Hailey o los demás.Estoy por perder las esperanzas de que lleguen cuando los diviso caminando a la distancia. Les hago una seña con la mano y apresuran el paso. Kent, Jean y Vincent no se ven tan bien como parecía anoche.—Al fin llegan.—Claro, como tú no tuviste que caminar medio bosque para llegar aquí —espeta Kent con desagrado.—¿Dónde están los demás? —pregunta Jean.—Adentro, están estables, pero necesitan atención médica.Vincent no dice ni una palabra, evita mirarme, creo que está avergonzado por lo que hizo anoche. Casi muere por ser tan testarudo. Al menos estuvo inconsciente todo el rato que la bestia nos atacó.Los tres me siguen hasta la habitación, donde Max ya se encuentra despierto. Está sentado intentando curar los zarpazos que le propinó la bestia en la pierna.—Me alegra ver que todos están bien —murmura cuando los ve entrar.—Yo no diría que bien, pero al menos vivos —responde Kent.—¿C
No pensé demasiado bien las cosas cuando le dije a Enzo que no me iría con él. Tuve que caminar dado que se habían llevado todos los transportes. No sabía lo agotada que me encontraba hasta que llegué al hotel.Para mi sorpresa, una patrulla de policía está aparcada afuera. Abro los ojos hasta el límite y me obligo a guardar el agotamiento dentro de mi cuerpo. Que ellos estén ahí solo puede significar que el caso avanzó y de algún modo yo estoy involucrada.Trato de disimular el hecho de que vengo desde el bosque, dejo las armas que traigo conmigo escondidas entre la maleza, sería demasiado sospechoso que me encuentren con ellas después de todo lo que ha pasado.Un oficial está dentro revisando mi habitación y la de mis compañeros cazadores, mientras el sheriff habla con el encargado.—¡Ahí está! —apunta con el dedo.El Sheriff se voltea y me mira de pies a cabeza. Estoy desaliñada, y creo que todavía tengo costras de sangre en el rostro.—Señorita Dagger, temo que tendrá que acompaña
“Sí, los Dagger. Recuerdo que se creían los dueños del pueblo, hasta que tuvieron que salir corriendo, arruinados…” Las palabras del Sheriff no dejan de darme vueltas en la cabeza.A decir verdad, no se me había despertado la curiosidad sobre el pasado de mi familia hasta ahora. En el gremio, Simon siempre se encargó de hablarme de mis padres, de cómo habían sido unos de los mejores cazadores de todos los tiempos. Tanto mi madre como mi padre pertenecieron al consejo, y se supone que yo debo dejar en alto el apellido como la última descendiente. Al menos hasta que tenga hijos.La idea de ver un retoñito que salga de mis entrañas me da escalofríos. No me imagino siendo madre, mucho menos ahora que Enzo y yo estamos juntos.Sacudo la cabeza para alejar esos pensamientos, no es lo que me compete en este momento.Sin embargo, sí que quiero saber sobre los Dagger.Según Simon, a mis padres lo mató el hombre lobo original. Ruslan. Hace veinticuatro años, cuando yo era solo un bebé. Ellos i
EnzoYa tenía la sospecha de que los cazadores no se quedarían conformes con esa breve alianza que habíamos realizado, pero, a decir verdad, creí que al menos duraría un poco más.Elijah los estaba vigilando a una distancia prudente, lo suficiente como para que no notasen su presencia. Le dejé indicado que me avisase cualquier cosa sospechosa, y así fue.Luego de haberse hecho una curación apresurada y mentir sobre el motivo de sus heridas, Kent se había ido del hospital dejando a sus amigos abandonados.Eso fue lo que Elijah me informó por teléfono cuando me llamó. No he querido decirle nada a Cyrene todavía, no deseo preocuparla, en especial después de lo que acabamos de pasar en la antigua casa de su familia.Ya sabía que ella me deseaba, pero ahora pude sentir algo mucho más fuerte que la simple atracción física, estoy casi seguro de que sus sentimientos por mí van más allá de lo que quiere admitirme, o incluso a sí misma.No la presionaré, le daré su tiempo para que pueda sentirs
Simon me mataría si supiera todo lo descuidada que he sido desde que llegué a este lugar. ¿Cómo pude olvidar la superluna? Un evento astronómico tan importante para los lobos como para los cazadores.Una cosa sí es segura, Simon me matará de todas formas cuando Kent le cuente lo que sucede acá. Al menos tendré la satisfacción de haber cazado a esa bestia antes de exhalar mi último aliento.Conseguí que Max y Jean se nos unan, aunque de forma temporal. Por Samuel y Mathew no puedo hacer mucho, sus heridas son demasiado graves como para tenerlos de algún lado, solo espero que cuando despierten, no decidan echarnos al agua como Kent.A lo mucho tenemos dos semanas antes de que el gremio entero se aparezca por aquí, y eso si es que contamos con suerte. Si no logramos matar al hombre lobo antes de eso, ya nada importará.Enzo y yo salimos del hospital. Elijah decidió quedarse a vigilar a mis amigos, porque a pesar de haber aceptado la alianza, ninguno de ellos puede confiar plenamente en e
La fiesta de los fundadores resulta ser todo un evento de categorías épicas en este pueblo. Al vivir alejada de aquí tantos años, ni siquiera tenía idea de que realizaban algo así. Ver el apellido de mi familia y la de las otras cuatro que fundaron el pueblo es extraño. Se supone que debería sentirme parte de esto, festejar a mis antepasados, sin embargo, lo único que siento es que soy un pez fuera del agua.Una extraña mal ubicada que busca apoderarse de algo por el simple hecho de llevar el mismo nombre.Por fortuna para mí, la máscara dorada hace su trabajo y a excepción de Enzo y la manada, nadie me reconoce.El Sheriff del pueblo está de pie en la tarima bajo la luz de los bombillos amarillos. Han hecho una bonita decoración en la plaza. De pronto parece que a todo el pueblo se le olvidó las tragedias que los han estado asediando en estos últimos meses.Un viento helado me hace estremecer, mi piel se pone de gallina. Algo me dice que esta noche pasarán cosas malas.Miro hacia el
El rugido gutural que sale de la garganta de Hailey me deja paralizada. Sus ojos están tan negros como la noche, tal y como se le ponen cuando cambia de forma.—Aléjate de ella —advierte Enzo doblado en dos.—¿Qué está ocurriendo? —Me acerco a él e intento ayudarlo a ponerlo de pie, pero no se ve nada bien.—Creo que había algo en ese ponche, me siento demasiado débil.—Alfa, yo también —asegura Alarick, mientras mira con impotencia lo que le ocurre a su amada loba.La cuenta regresiva que cantan los presentes ahoga el sonido de los gruñidos de mi amiga. Que ha empezado a transformarse. Dos enormes colmillos brotan de su boca, y sus manos comienzan a cambiar a garras y patas peludas.Ya sé lo que va a pasar, pero no quiero creerlo. Mi amiga va a transformarse en medio de toda esta gente, y nada de eso va a terminar bien.—Tengo que sacarlos de aquí, a ella también.—No, no puedes, ya ha empezado su transformación —refuta Alarick.En eso, se disparan los cañones de confeti, nadie se ha