EnzoLlevar a Cyrene en mi espalda es como cargar una pluma ligera. Ni siquiera porque mi fuerza supera a más de cien veces la de un humano; a pesar de eso, estoy seguro que no representa ningún esfuerzo cargarla.Corro a toda velocidad para llegar hasta la parte de arriba de la montaña.Los bosques de Numore son mucho más inmensos de lo que conocen los pobladores, para estos lados casi nunca se acercan humanos, primero porque es zona inexplorada, y segundo porque de algún modo saben que es territorio prohibido.Este lugar casi en su totalidad le ha pertenecido a la familia Volk desde hace más de quinientos años. Eso hasta que aparecieron los cazadores.Sé muy bien que el apellido de Cyrene desciende de ese primer gremio de cazadores, sin embargo, no suelo pensar mucho en eso, porque si lo hago me volveré loco.Si mi padre viera quién terminó siendo mi luna, creo que volvería a morirse.Consigo alcanzar la cima en menos de cinco minutos. Aquí puedo ser yo mismo, y no me atemoriza demo
Estar debajo de el calor de su cuerpo me hace sentir viva.Nunca imaginé que Enzo y yo terminaríamos así, ni en mis sueños más húmedos me habría pintado perteneciéndole a un hombre lobo, y, sin embargo, aquí estoy, dejando que haga con mi cuerpo lo que quiera.Después de darme una pequeña probada del placer que es capaz de ofrecer, nos volvemos a vestir. Sé que él lo hace solo para acompañarme, pero yo sí que me estoy muriendo de frío.Nos quedamos recostados sobre el tronco caído un poco más. Sin darnos cuenta ya el sol está abriendo paso a la tarde, eso solo significa que la temperatura seguirá aumentando hasta que ya no sea capaz de soportarla.Enzo me abraza con fuerza, es como mi enorme horno personal, a su lado ya no siento tanto la inclemencia del clima.—Ojalá pudiésemos quedarnos así, sin preocuparnos por hombres lobos misteriosos y salidos de una película de Joe Johnston —bromeo.Él se echa a reír por mi referencia a la película del 2010.—Es gracioso ver como nos retratan,
Siento la mirada intensa de Enzo sobre mi espalda hasta que me alejo con la moto. No quiero imaginar lo que pueda estar pensando, y no me interesa tampoco. Ha cruzado una línea que no pienso tolerar.Si es verdad que puedo escoger no estar a su lado, entonces creo que eso es lo que haré.Me siento tan furiosa, que sin querer una lágrima escapa de mis ojos. La limpio con el dorso de mi mano y freno de golpe cuando me doy cuenta de que estoy a punto de chocar contra el tronco de un árbol.Conducir por el bosque con la moto no es tan sencillo como él lo hace parecer.Vuelvo a reanudar la marcha, esta vez con más calma, hasta que alcanzo la carretera. La nevada de la noche anterior ya ha parado, por suerte, sin embargo, el asfalto todavía se siente bastante resbaloso debido al hielo.No quiero volver a estrellarme como aquella vez, así que tengo extra de cuidado. Cuando finalmente alcanzo a divisar las casas más cercanas del pueblo, relajo un poco el agarre a los manubrios.Todo aquí se v
Vincent me agarra un poco fuera de base. Que tome mis manos de esa manera y me diga aquello mirándome con intensidad solo me hace pensar que tiene otras intenciones conmigo. Quizá me estoy equivocando, pero es lo que percibo.Alejo mis manos con todo el tacto que puedo, no quiero causarle daño.—Gracias.—De todos modos, mañana es luna llena, deberíamos hacer algo, si esos monstruos se escapan…—No te preocupes, tengo todo bajo control —miento.La verdad es que no tengo idea de lo que va a suceder mañana. En especial con Hailey ahora que es uno de ellos.—¿Estás segura? Quizá ellos no sean el verdadero peligro.—Lo sé, pero si esa cosa se aparece, estaremos preparados para matarlo de una vez por todas. Por favor, no hagas nada arriesgado, es mejor que te quedes en casa —advierto.—¿Acaso es preocupación lo que siento? —pregunta con un dejo de picardía en la voz.No sé si es la intensidad de su mirada o el repentino cambio en su voz, pero siento que mis mejillas se tiñen de rojo. Bajo
EnzoDoy vueltas en el sillón sintiéndome incómodo. No puedo dejar de pensar en Cyrene. Habíamos estado tan bien unas pocas horas, y luego, tuve que venir a arruinarlo todo; como siempre.En parte me arrepiento por haberle impuesto mi voluntad como su Alfa, pero no puedo permitir que arriesgue su vida de esa forma tan estúpida. Aunque me odie, aunque decida alejarse de mí y eso me rompa el corazón en mil pedazos, yo tengo que protegerla sin importar las consecuencias.Veo la hora en el reloj de la pared una vez más. Se fue hace muchas horas, si pensaba volver, ya debería estar aquí.La manada se ha ido a dormir luego de la deliciosa cena que hizo Adolph con Xander. Es extraño tener por fin a una chica en el grupo. Una que sea como nosotros. Hailey se adaptó bastante rápido, demasiado diría yo, pero no me molesta del todo. El único problema es que no recuerda nada de la noche en la que la atacó esa cosa. De todos modos, Hailey no tiene idea de quién la transformó, aunque lo recordase,
Quedarme en vela toda la noche no fue precisamente la mejor estrategia, pero no pude conciliar el sueño el resto de la madrugada.Al final no pude avisarle a Enzo sobre los cazadores, por alguna razón su celular estuvo sin señal todo el rato. Es por esa razón que voy a tener que hacer algo bastante estúpido y arriesgado.A penas sale el sol me levanto de la cama y me cambio a toda prisa. Necesito verlo antes de que salga la luna llena. No importa lo enojada que pueda estar con él, no quiero que salga lastimado.Cierro la puerta del hotel con el mayor cuidado de evitar hacer ruido, sé muy bien que Max tiene un oído agudo y sueño ligero.Todavía no puedo creer que anoche me coqueteara de esa manera, no sé qué es lo que está buscando con todo eso, cuando sabe muy bien que jamás lo perdonaría. A pesar de eso, me es difícil dejar de pensar en lo que dijo.Me nota diferente, ¿acaso tendrá que ver con que ahora soy parte de una manada? Se supone que nada en mí debería haber cambiado, sin emb
Voy mirando hacia atrás cada cinco minutos como si esperase que él me siguiera, sin embargo, sé muy bien que no lo hace.A la distancia está el hotel donde se supone que me esperan los cazadores, pero estoy demasiado distraída pensando en lo último que me dijo Enzo antes de salir huyendo como una loca, que no me doy cuenta de a quien tengo en frente sino hasta que tropiezo de lleno con su cuerpo.—¡Oh! Lo siento. —Levanto la mirada y Vincent está ahí sonriendo como siempre.Esa forma tan peculiar en la que suelo encontrármelo ya me está comenzando a parecer un poco… extraña.—Tenemos que dejar de toparnos así —dice sacudiéndose la ropa.—¿Qué haces aquí?—Vine a buscarte y te vi andando hacia acá, pero parece que venías muy distraída.—Sí, lo sé, es…—¿Luna llena? ¿Ellos están por aquí?—¿Qué? No.Me distrae ver a Max y los demás viniendo hacia mí.—Quiero ayudarte, entre más seamos, mejor, ¿no lo crees?—Gracias por tu ofrecimiento Vincent, y no quiero ofenderte, pero no creo que pue
La noche cae tan pronto que ni siquiera me doy cuenta. Llevo todo el día en el bosque intentando hacer que Max se desvíe de los rastros de la manada, pero no he tenido el éxito esperado. Por mucho que odie admitirlo, es mejor que yo rastreando.—Creo que ya hemos puesto suficientes trampas, volvamos al punto de reunión.—Esto es una pérdida de tiempo. Te estás centrando en cazar a los equivocados, esa cosa es lo que importa, y créeme, es demasiado astuta como para caer en esto.Hemos puesto trampas de sogas con acónito, bombas de luz e incluso las de gas de acónito. A decir verdad, sospecho enormemente que ese monstruo tenga debilidad con estas cosas. Todavía ni siquiera he tenido la oportunidad de atacarlo.—¿Qué dices? Esa manada es nuestra prioridad, sabes que debemos acabar con todos.—¿Por qué? ¿Quién lo dice?Max se detiene en seco ante mi cuestionamiento.—¿Cómo que quién? El gremio, la organización a la que le sirves desde que naciste y quien ha cuidado de ti. Sabes que no pod