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Capítulo 03: La boda I

—¿Entonces cuál será su decisión?— Preguntó Matt.

La manada de lobos blancos hizo un círculo. Por lo tanto, llegue a la conclusión de que estaban hablando con respecto a la decisión que iban a tomar.

—Pueden tomar la decisión que quieran. Pero recuerden que más allá del odio deben pensar en el bienestar de nuestra manada.— Dijo Abraham.

—Puede que Cloe haya pertenecido a una manada rival. Pero miren, yo también pertenecía a una manada rival y aquí estoy demostrando fidelidad.

Sonreí ante las palabras de Matt.

—No importa el color de nuestro pelaje y tampoco de dónde venimos.— Dijo Abraham, —Lo importante es que podamos sacar adelante a ésta manada.

La manada de lobos se quedó pensativa durante unos breves segundos. Estaban en el círculo todavía y yo simplemente estaba esperando una respuesta de parte de ellos.

—Ya hemos tomado una decisión.— Dijo uno de los lobos.

Abraham observo a Matt de manera breve y luego me observo a mí.

—¿Cuál fue su decisión?— Le pregunte.

—Lo sentimos; pero, no eres la indicada para nuestro futuro Alfa.— Contestó el lobo y los demás aullaron.

—¿Están seguros de la decisión que están tomando?— Preguntó Matt, —No piensen en nuestra enemistad pasada con la manada de lobos grises, sino piensen en el bienestar de la nuestra y el beneficio que traería para nosotros.

—Pueden vengar a sus familiares.

El lobo suspiro.

—Ya creo que ellos tomaron su decisión y no creo que la quieran cambiar, ¿O sí?

El lobo me observo y movió su cabeza de un lado a otro.

—Así que con su permiso, creo que lo mejor es que me vaya de aquí.

—Cloe...— Matt trato de llamar mi atención.

No lo logro, me estaba alistando para irme.

—Cloe, por favor, escúchame.— Está vez la voz era de Abraham.

—Sí.

—No te rindas. Cloe, demuestra que si eres digna de ser la Luna de nuestro futuro Alfa.

—¿Qué puedo hacer?— Pregunte. Bueno, ya había mencionado que tenía un as bajo la manga. Pero aun no era momento de usarlo.

—Dile unas palabras para poder convencerlos.— Está vez la respuesta me la dió Matt.

—Bien.

Camine y todos los lobos me observaron.

—Lobos, ¿Están totalmente seguros de la decisión que están tomando?

—Sí.— Dijo el lobo.

Observe a Matt y luego a Abraham.

—Bueno, me retiro.

Después de decir eso, tome mi forma de humana.

Comence a caminar para retirarme hasta que de repente escuche la palabra “Espera.” y no era de la boca de Matt o Abraham, era uno de los lobos de la manada.

—¿Si?— Pregunte, orgullosa de que mi plan haya funcionado. Sabía que no se podían resistir a la voluminosas piernas.

—Hemos cambiado de decisión.— Dijo el lobo sonriente.

—¿Cuál fue el motivo de su inesperado cambio de decisión?— Pregunte. Bueno, aunque ya sabía el porqué.

—Hemos pensado muy bien las cosas y creemos que tienen razón...— El lobo elevo su pecho y trago saliva, —Tenemos que pensar en el bienestar de la manada y olvidar los rencores pasados.

Sonreí. Matt  y Abraham me observaron sonrientes. Al parecer ya sabían que mi transformación de loba a humana fue un plan para hacerlos cambiar de decisión y funciono.

—Bueno, entonces ya que cambiaron de decisión. ¿Qué tengo que hacer ahora?

—Tienes que casarte lo más pronto posible con Matt.— Dijo Abraham, —¿Cuándo te quieres casar con él?

—Lo antes posible.— Dije con seguridad, —Puede ser mañana en la noche.

Matt se me quedó viendo.

—¿Estás segura?— Me preguntó.

—Sí, ¿Por qué?

—No te quiero presionar.

—No me estás presionando.— Sonreí.

—¡Mañana tenemos boda!— Exclamó Abraham y todos los lobos comenzaron a aullar.

*

Me levante a primera hora de la mañana, Abraham me había preparado una habitación y tenía que reconocer que era cómoda. Dormí como toda una futura Luna de un Alfa.

Cierto, está noche me volvería la Luna de Matt, el nuevo Alfa de ésta manada.

—El desayuno.— Uno de los lobos me toco a la puerta.

Me levante para abrir y me sorprendí. Era la primera vez que veía a ese lobo. La noche anterior no lo había visto en la reunión. Él también parecía sorprendido de verme.

—¿Es usted la futura Luna de nuestro nuevo Alfa, Matt?— Él tenía una bandeja en sus manos y estaba en forma de lobo.

—Sí.— Tome la bandeja y la deje en una mesita pequeña, —Mi nombre e Cloe.

—Mi nombre es Dan.— El tomo su forma humana y me sorprendí por su belleza.

Sacudí mi cabeza. No podía dejar que mis pensamientos me llevarán a cometer una locura. Estaba a horas de casarme con Matt y de poder tener el poder de llevar a cabo mí venganza.

—Es un privilegio conocerte.

—Para mí también.— Dijo y estaba sonriendo.

Trague saliva.

—¿Sucede algo?— Le pregunte.

—No.

—Se puede retirar.— Señale la salida y tome la puerta para cerrarla.

—¿No cree que es demasiado rápido para casarte?—

—Sí. Pero...

—¿Conoces a Matt bien?

—No.

—Espero y tu boda con Matt sea un éxito.— El sonrió, —Nos vemos en la noche.

Sin dejar que yo dijera algo más, cerro la puerta él mismo. Me quede pensativa y recordando su hermosura.

¡Caray, Cloe! Deja de pensar en esas cosas. Ya estás a punto de ser la pareja de Matt y no puedes dejar que nada ni nadie te haga cambiar de planes.

—No puedo enamorarme de todos los lobos que vea... No puedes, Cloe, no puedes...— Me regañe a mí misma y me sente a desayunar.

*

Más tarde estaba en un vestíbulo, midiéndome varios vestidos de novia. En realidad no estaba interesada en saber cuál me quedaba mejor o perfecto, lo único que quería era casarme de una buena vez y comenzar mi venganza en contra del Alfa Owen.

—Ese te queda perfecto.— La impresión de la loba al verme salir del closet fue de asombro, me observo de pies a cabeza y de cabeza a pies.

—Gracias.— No sabía cómo me veía. Pero estaba conforme con la opinión de la loba delante de mí.

—Necesitas verte en un espejo.— Ella al parecer me leyó la mente y me señalo un espejo que había en la pared lateral.

Fuí hasta el espejo y quedé boquiabierta cuando me ví. El vestido me quedaba excelente y mi cuerpo lucía atractivo.

—Me veo hermosa.— Hice una pose delante del espejo.

—Y sexy.— Bromeo la loba entre risas.

Le guiñe el ojo.

—¿Cómo te sientes de ser la futura Luna del nuevo Alfa?

—Me siento emocionada.— Sonreí, —Nunca imagine llegar a tener un cargo tan importante y anhelado por muchos lobos.

—Yo también he querido ser la Luna de algún Alfa.

—Puedes ser la Luna del Alfa Owen.— Reí, —Ese Alfa la va a tratar como una reina.

Ella me observo con una cara de: ¿Oye estás loca?

—¿Te asusté?— Le pregunte.

—Es más que lógico. Yo casarme con Owen, eso seria el inicio de una pesadilla.

—Owen es una bestia. ¿Ya te enteraste que asesinó a mi padre?

—Lo escuche por parte de los lobos de la manada.— Me observo, —Creeme que lo siento mucho.

—Por eso quiero ser la Luna del nuevo Alfa. Primero para ayudar a los integrantes de la manada para vengar la muerte de sus seres queridos y para vengar la muerte de mi padre...

—¿Has pensado recuperar tu manada?— La pregunta de ella me había interrumpido.

Era una muy buena pregunta, ¿Estaba o no interesada en recuperar mi manada?

—Siento que después de una traición es imposible que yo pueda ver a mi manada con los mismos ojos.— Conteste.

—Te los puedes quitar y ponerte otros.— Ella comenzó a reír.

—Oye ya que estamos aquí y estamos en confianza, ¿Cómo te llamas?— Le pregunte interesada.

—Mi nombre es Priscila.— Ella estaba sonriente.

—Mi nombre es Cloe.

La observe por un momento y en ese instante me familiarice con alguien más. Es decir, ella era idéntica a alguien que ya había visto hace poco.

¿Dan?

—¿Qué sucede?— Ella parecía confundida.

—¿Tienes hermanos?— Le pregunte.

—Tengo uno.

—¿Cómo se llama?

—Se llama Dan.

Abrí más mis ojos.

—¿Dan?

—Sí, ¿Por qué?

—No por nada es que lo conocí hace poco y ahora te veo a tí y note que son iguales.

—Entiendo.— Ella sonríe, —Oye me tengo que retirar. Si quieres puedes terminar de arreglarte.

—Gracias, Priscila.

Priscila salió del vestíbulo, cerrando la puerta. Me observe en el espejo y decidí cambiarme un momento para medirme otros vestidos de novia.

Tome mi forma humana y me comence a quitar el vestido. Estaba en ropa interior delante del espejo y tuve un periodo breve de autoestima. Estaba hermosa.

Alguien toco a la puerta. No tuve tiempo de reaccionar o de avisar que estaba adentro.

—Cloe.— Dan había entrado.

¡No puede ser! ¿Por qué él?

—¡Dan!— Me tape con la misma ropa que no tuve tiempo de ponerme.

—Lo siento.— Él no parecía arrepentido. Ni siquiera salió del vestíbulo.

—Oye, ¿Te puedes ir?

El cerro la puerta, quedando dentro del vestíbulo.

—Estás hermosa.

—Y comprometida.

—Comprometida. Pero no casada.— Él me guiño el ojo.

—¿A qué te refieres?— Eleve una ceja.

Dan se comenzó a acercar a mí en su forma humana. Yo me comence a alejar hasta que mi trasero toco la pared y ya no tenía por dónde ir.

—Siento que eres una loba muy atractiva.— Él estaba cerca de mí.

—Yo...— Apenas y podía mantener el aliento, su cálido aliento rozaba mi rostro y sus labios estaban a centímetros de los míos.

Y antes de poder reaccionar, me beso en lo labios.

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