Muchas gracias a los lectores que han tenido la amabilidad de llegar hasta aquí. Está es la primera historia que escribo en éste género y al no saber mucho del tema de los lobos y sus rangos, el camino se me ha hecho difícil. Pero gracias a ti lector que te mantienes fiel en la lectura y espero que puedas seguir disfrutando cada capítulo que escribo con mucho amor.
—Creo que llegue en un mal momento o me equivoco.— Dije con un tono de voz medio ni tan alto ni tan bajo.Priscila se levantó del lugar donde estaba sentada... En la parte íntima de Billy. Ella me miro con mucha timidez y bajo la mirada.—No es lo que tú crees.— Dijo en voz bajita.—¿Cómo está él?— Le pregunte, buscando la manera de cambiar de tema.—Está estable.— Contestó Priscila.Observe a Billy.—Ya veo que estás muy bien.— Dije esbozando una sonrisa, —Billy quiero darte las gracias por ayudarme a recuperar el cadáver de mi padre. También quiero pedirte disculpas por todo lo que te hice pasar.—No te preocupes. Lo hice por nuestra amistad y en gratitud a todo lo que tu padre hizo por mí.— Billy suspiro, —Y disculpa por lo que acabas de ver, no es lo que crees.Sonreí.—En fin, Billy solo necesito que me hagas un pequeño favor, ¿Puedes?— Le pregunte y al ver que aprobo con un movimiento de su cabeza, dije: —Nadie se puede enterar que yo estuve aquí, ¿De acuerdo? Estoy castigada po
—Te dije que la sueltes y no pienso volver a repetirlo, Owen.— Esa era la voz de Matt.Owen me dió una mirada llena de odio para segundos después levantarse, no perdí la oportunidad de elevar mi pierna derecha y darle en las bolas.—¡Eres una estúpida!— Exclamó él, retorciéndose del dolor y dando saltos como Bambi sobre hielo.—Y tú un imbécil.— Le dije, colocándome sobre mis pies, —Ahora si te tengo en mi poder y te vas a morir.—¿Me estás amenazando?— Owen se había comenzado a reír de manera sarcástica, —Te reto a un duelo. Tú contra mí, solo uno vive, solo uno muere.—Cloe, no es necesario que te pelees con este infeliz.— Matt se paro a mi lado, —No vale la pena. No dejes que te provoque.—Déjala que se defienda por su cuenta.— Owen dijo con sinceridad.—Mira imbécil...— Matt dió unos pasos hacia Owen. Pero un lobo negro se interpuso en su camino, —¿Qué prefieres que iniciemos una guerra en este lugar o que cada uno se vaya por su camino?No, Matt. ¿Cómo vas a desperdiciar está val
Todavía seguía en total desacuerdo de que Dan me estuviera ayudando a lavar la ropa. Pero él insistió demasiado y tuve que aceptar su ayuda, claro asegurando que no me haría responsable de las consecuencias.Unos veinte minutos después ya casi todas las cestas con ropa sucia están vacías y solamente nos queda colgarlas en las cuerdas para que se sequen.—Debes estar cansada, Cloe.— Dijo Dan.—Al menos es mejor esto a estar por allá en el bosque de noche.— Le dije.—Todavía sigo estando en desacuerdo de que te hayan puesto este castigo.— Dijo y suspiro.—Dan, yo no tengo ningún problema en haber lavado toda está ropa.— Suspire y cerre mis ojos por breves segundos, —Pero, ¿Si quieres hablo con Abraham y le pido que me envíe de nuevo al bosque? —Por supuesto que no, Cloe.— Dan me estaba comenzando a ayudar a terminar de colgar la ropa.—Entonces guarda silencio, ¿Puedes?— Le dije con seriedad, —Es más, ve a practicar boxeo.—Yo...—Y no es una sugerencia, es una orden y no quiero que me
La granada estalló muy cerca de la posición en la que estaba Owen. Él salió despedido hacía atrás.—¡Ahora!— Exclame y segundos después, Priscila arrojo un flechas que atino en la pierna de Owen, este libero de sus labios un grito de dolor al mismo tiempo que caía de rodillas cerca de la orilla del río.—Dan ha llegado tu momento!— Exclamó Priscila y en cuestión de segundos Dan le salto encima a Owen en su forma de lobo y uso su fuerza para evitar que escapada.—¿Qué creen que están haciendo?— Gruño Owen, tratando de liberarse. Pero la fuerza con la que Dan lo tenía sujetado, sumado con la herida en su pierna producto del flechazo y el impacto de la granada, estaba débil.—Hemos venido a cobrarte una deuda, Owen.— Baje del árbol y me pare delante de él en su forma de loba, dándole una patada en el rostro.—¿Qué es lo que te pasa?— Owen se estaba comenzando a alterar.—Ni lo sueñes.— Dan lo tomo con más fuerza.—¿Qué haremos con él?— Preguntó Priscila con los brazos cruzados por encima
Owen:Cuando él llegó para salvarme. Estaba perdiendo mucha sangre y si fuera llegado unos minutos más tarde, de seguro me hubiera encontrado muerto.—No pierdas el tiempo. Primero quiero que detengas el sangrando y después te preocupas por liberarme.— Le dí órdenes y él simplemente abrió una kit de primeros auxilios.—Dame diez segundos.— Me dijo él y comenzó a hacer unas cosas extrañas en mi pierna. Me estaba doliendo. Pero en breves segundos ya el sangrado se había detenido en su totalidad, —Ahora te liberare.—No me gusta reconocer ésto. Pero eres mi héroe.— Le dije con gratitud. Pero sin eliminar mi tono de voz frío y duro.—Cloe se pasó de la raya.— Dijo envolviendo la soga alrededor de su cuello, —¿Qué hago con esta soga?Me quede pensando y se me ocurrió una idea.—Deja esa soga en el suelo. Tengo el presentimiento de que Cloe vendrá de nuevo.—¿Y qué tiene que ver eso con que deje la soga sobre el suelo?— Él me preguntó.—Ella va a creer dos cosas: La primera que los integrant
Cloe:Tres días...Tres días han pasado desde que me entere de la muerte de Owen. En el fondo de mi corazón me sentía satisfecha de que la muerte de mi padre ya había sido vengada. Pero también he pasado estos últimos días envuelta en luto y melancolía. No había llorado mucho la muerte de mi padre y esto debido a sus palabras.«No demuestres debilidad ante nadie.»Lo hice fuí fuerte en todo el momento y cuando me entere de la muerte de Owen me alegre, salte de alegría. Pero al caer la noche y estar en mi habitación fue que comence a sentir su ausencia. Me dí cuenta que mi papá no volvería.Esa noche llore como nunca antes lo había hecho. Matt estaba a mi lado en silencio, no quería hablar ya que entendía mi dolor y sabía que con su compañía era suficiente.En fin, tres días después me levante a primera hora de la mañana. Tome una breve ducha y me vestí con ropa cómoda. Tenía que ir a las montañas junto con Priscila ya que era parte del plan del día.—¿Llevas agua?— Me preguntó ella,
Lo sabía...Sabía que no debía permitir que Steve le fuera entregar esa carta a Priscila. Pero claro, soy una tonta.Escuche unas voces masculinas que provenían de la habitación de Priscila y no, no eran voces pacíficas, eso parecía una gallinero.¿Acaso Steve y Billy se estaban peleando por el amor de Priscila?Ese es el sueño de toda loba.Elimine mis tontos, inútiles e innecesarios pensamientos de mi cabeza y salí corriendo en dirección a la habitación de Priscila.—¿Qué es lo qué está pasando?— Tengo que reconocer que me sorprende mi tono de voz lleno de un carácter autoritario.—Ellos que están discutiendo.La mirada de Priscila se movilizó de Billy a Steve y viceversa. Billy estaba sobre el suelo y se levanto, sacudiendo su regazo. Steve se levanto y se comenzó a pasar la mano por su cabello.—Muy bien, ¿Cuál fue el motivo de su discusión o pelea?— Hable con seriedad.—Este lobo de la nieves que me viene a quitar a mi futura Luna...Tengo que reconocer que me causo gracia la fra
La manada de lobos negros y grises habían destruido casi todo el lugar. Por lo tanto, tuvimos que caminar varias horas, hasta que encontramos el sitio ideal.—Tenemos que trabajar sin descanso.— Ordenó Matt, haciendo señales a los lobos de nuestra manada para que continuarán con la labor.Ellos tenían que usar equipo de construcción para hacer nuevas casas. Todo lo que teníamos antes había sido destruido por el impacto de las explosiones, no fueron solo dos granadas, sino más de una docena que acabaron con todo.Por suerte no perdimos ninguna vida. Todos logramos salir sanos y salvos. Pero perdimos todo lo material. Sí, sabemos que la vida es más importante. Pero la manada tenía cosas valiosas en ese lugar y mi lugar favorito era: El salón de práctica de boxeo.—¿Cómo te sientes?— Abraham entro al espacio en el que estaba. Él venía apoyándose de un bastón. Yo estaba sobre una camilla, el impacto de la granada que me hizo volar por los aires, provoco que me hiciera un rasguño en el bra