—¿Estás segura que tienes la capacidad de poder matar al peligroso Alfa Owen?— Me preguntó Matt.—¿Acaso tú me estás subestimando?— Le pregunte, —¿O crees que el arañazo que te dí en la mejilla es un signo de debilidad?Él me observo.—¿O crees que no soy capaz de algo peor para vengar la muerte de mi padre?— Lo mire y coloque mi mano sobre mi mandíbula, —Si me toca entregar mi vida para ver al Alfa Owen muerto. La daré. Al menos moriré sabiendo que vengue la muerte de mi padre.—Número uno, no te estoy subestimando. Por supuesto que tienes la capacidad para derrotar al Alfa Owen y número dos, tú no te vas a morir, ¿Okey?— Matt me tomo de la mano, —Nos acabamos de casar, quizás no por amor, sino por intereses y propósitos. Pero eso no significa que no te vaya a proteger de cualquier mal.—Yo me sé cuidar sola.— Le dije.—No seas tan orgullosa, Cloe. Todos en la vida necesitamos de alguien que nos cuide.—El único que me cuidaba era mi padre y ni el mismo se logró cuidar.— Dije enojada
Owen:Desde el momento en que use mis garras para desgarrar el cuello de Philippe, me gane el respeto de cada uno de los integrantes de la manada de lobos negros.Ellos mismos me habían aceptado como su nuevo Alfa. Bueno, yo mismo me autonombre Alfa de ésta manada y ellos decidieron aceptarme por temor a terminar igual que Philippe.Todos eran obedientes a todas las órdenes que yo les daba, sean para bien o sean para mal y él que no cumpliera con esas órdenes fácil...Le dábamos un baño con agua hirviendo o lo encerrabamos en un oscuro ático que mandé a construir por más de una semana.—Abreme.— Le ordene a uno de los lobos grises.—Si, señor.— El lobo comenzó a abrir una puerta de madera. Al abrirla había un túnel subterráneo que conducía al ático.—¡Por favor!— La voz de un lobo hacia eco desde la profundidad del mismo. No lo podía ver debido a la alta oscuridad. Pero sonreía al saber que estaba sufriendo.—No te muevas de aquí.— Le ordene al lobo gris, encendí mi linterna y entre.
Cloe:—Te lo dije, Cloe.— Me regaño Matt. Yo simplemente suspire, aceptando mi error, —Tienes que dejar de dejarte llevar por las emociones.—Lo siento.— Dije apenada.—Nunca debiste enviar una manada para atacar a la manada de lobos grises y mucho menos sin mi autorización.— Me dijo, —Las órdenes las da el Alfa.Asentí y lo ayude a vendar la herida de uno de los lobos que fue alcanzado por las flechas. Él gritaba de dolor y Matt simplemente le rociaba alcohol en la herida.—No te preocupes en los próximos días estará como nueva tu pierna.—Le dijo Matt al lobo.—¿Quién es el otro herido?— Le pregunte.—Son muchos.— Matt Contestó.—Pero me refiero los heridos productos de las flechas.—Él...— Matt señaló a el lobo que estaba tendido en la camilla, —Y el otro es Dan.No sé por qué sentí una sensación extraña invadir mi corazón al escuchar la mención del nombre de Dan. Pero si, sentí mi corazón quebrantarse al meter en mi cabeza la idea de que estuviera herido.Herido y por mi culpa. Per
—Muy bien estoy dispuesto a cumplir con mi sentencia.— Dije y me prepare para escuchar lo que Abraham tenía que decirme.—No se trata de una sentencia.— Dijo Abraham con suavidad, cerrando el libro y dejándolo sobre sus muslos, —Se trata de un castigo.Trague saliva. La palabra «Castigo.» me daba pánico, temor, terror y todos sus sinónimos. Recorde los castigos que mi padre ordenaba cuando un lobo desobedecía una regla. Pero aquí era diferente, ¿Acaso aquí los castigos eran más dolorosos que los de mi padre?—¿Cuál será mi castigo? Estoy dispuesta a sufrir lo que sea. En fin, me lo merezco.—Nuestra manada tiene reglas específicas.— Abraham abrió el libro nuevamente, —Pero vamos a enfocarnos en las reglas de la Luna del Alfa de la manada, en éste caso, tú.—Adelante, puede leer.—Solamente te dire la regla que necesitas escuchar.— Dijo. Asentí. Él leyó en voz ni tan baja ni tan alta:—Si la Luna envía a los lobos de la manada a una guerra y sin el consentimiento del Alfa...— Hizo una
Comence a arañar la espalda peluda de ese lobo negro que estaba encima de mí. No estaba dando ningún resultado. Por lo tanto, use otra estrategia para poder liberarme de él.—Toma esto para que vayas bien.— Le grite y arañe su mejilla.—No...— Él comenzó a rodar por el suelo, chillando de dolor y cuando se quedó boca arriba me dí cuenta de quién era.Matt.—Es que mira tú eres el que me provoca, ¿Por qué carajos te apareces así? ¿Estás loco?— Le reclame. Tome mi forma humana y cruce mis brazos sobre mi pecho.—Solamente te quería hacer una broma.— Él se estaba acariciando la mejilla, —Ya sé perfectamente que cada vez que te tenga que ver, tengo que usar una máscara.—Una máscara no serviría de nada.— Baje mis brazos a mis costados, —Con mucha facilidad te la arrebataría de la cara y te araño la mejilla.—¿Para qué haces esto?— Él tomo su forma humana al misma tiempo que se levantaba.—¿Y para qué me atacas?— Le pregunte, haciendo énfasis en la palabra «Atacaste.», —¿Qué estás haciendo
—Creo que llegue en un mal momento o me equivoco.— Dije con un tono de voz medio ni tan alto ni tan bajo.Priscila se levantó del lugar donde estaba sentada... En la parte íntima de Billy. Ella me miro con mucha timidez y bajo la mirada.—No es lo que tú crees.— Dijo en voz bajita.—¿Cómo está él?— Le pregunte, buscando la manera de cambiar de tema.—Está estable.— Contestó Priscila.Observe a Billy.—Ya veo que estás muy bien.— Dije esbozando una sonrisa, —Billy quiero darte las gracias por ayudarme a recuperar el cadáver de mi padre. También quiero pedirte disculpas por todo lo que te hice pasar.—No te preocupes. Lo hice por nuestra amistad y en gratitud a todo lo que tu padre hizo por mí.— Billy suspiro, —Y disculpa por lo que acabas de ver, no es lo que crees.Sonreí.—En fin, Billy solo necesito que me hagas un pequeño favor, ¿Puedes?— Le pregunte y al ver que aprobo con un movimiento de su cabeza, dije: —Nadie se puede enterar que yo estuve aquí, ¿De acuerdo? Estoy castigada po
—Te dije que la sueltes y no pienso volver a repetirlo, Owen.— Esa era la voz de Matt.Owen me dió una mirada llena de odio para segundos después levantarse, no perdí la oportunidad de elevar mi pierna derecha y darle en las bolas.—¡Eres una estúpida!— Exclamó él, retorciéndose del dolor y dando saltos como Bambi sobre hielo.—Y tú un imbécil.— Le dije, colocándome sobre mis pies, —Ahora si te tengo en mi poder y te vas a morir.—¿Me estás amenazando?— Owen se había comenzado a reír de manera sarcástica, —Te reto a un duelo. Tú contra mí, solo uno vive, solo uno muere.—Cloe, no es necesario que te pelees con este infeliz.— Matt se paro a mi lado, —No vale la pena. No dejes que te provoque.—Déjala que se defienda por su cuenta.— Owen dijo con sinceridad.—Mira imbécil...— Matt dió unos pasos hacia Owen. Pero un lobo negro se interpuso en su camino, —¿Qué prefieres que iniciemos una guerra en este lugar o que cada uno se vaya por su camino?No, Matt. ¿Cómo vas a desperdiciar está val
Todavía seguía en total desacuerdo de que Dan me estuviera ayudando a lavar la ropa. Pero él insistió demasiado y tuve que aceptar su ayuda, claro asegurando que no me haría responsable de las consecuencias.Unos veinte minutos después ya casi todas las cestas con ropa sucia están vacías y solamente nos queda colgarlas en las cuerdas para que se sequen.—Debes estar cansada, Cloe.— Dijo Dan.—Al menos es mejor esto a estar por allá en el bosque de noche.— Le dije.—Todavía sigo estando en desacuerdo de que te hayan puesto este castigo.— Dijo y suspiro.—Dan, yo no tengo ningún problema en haber lavado toda está ropa.— Suspire y cerre mis ojos por breves segundos, —Pero, ¿Si quieres hablo con Abraham y le pido que me envíe de nuevo al bosque? —Por supuesto que no, Cloe.— Dan me estaba comenzando a ayudar a terminar de colgar la ropa.—Entonces guarda silencio, ¿Puedes?— Le dije con seriedad, —Es más, ve a practicar boxeo.—Yo...—Y no es una sugerencia, es una orden y no quiero que me