-Alfred... ¡No!... él no deja de tocarme, sus labios se posaron en mí, sus besos hace que mi cuerpo se estremezca.

Con él nunca es suficiente, quiero más de sus besos, sus caricias... se posó sobre mí, mientras su lengua hacia un recorrido por mi cuerpo... ¡Ayyy cómo me gusta!

Nunca en mi vida nadie me había hecho sentir de esta manera... su lengua acaricio cada centímetro de mí, atesorando cada rincón. ¡Uff!

Su lengua está en mi entrepierna, siento su lengua acariciando mi clítoris, mi cuerpo se curva de manera involuntaria, por el placer que siento, amo como me besa. Mis gemidos hacen eco en la habitación, no puedo parar de moverme.

-¡Oh!... mmm, no puedo evitarlo, siento mi cuerpo estallar y eso despierta su lado animal.

Escucho un gruñido y me encanta, él me gira dejando boca abajo, mientras besa mi cuerpo, siento como acomoda su miembro, lentamente comenzó a ingresar y me encanta. Puedo escuchar sus gemidos que me enloquecen, sus movimientos son duro, y cada vez más rápido.

-O