¡Hola mis amores! ♥️ Siento mucho el atraso pero tal y como puse en mi F4c€b00k, estoy en un viaje familiar por el cumpleaños de mi abuela. ¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Esperábais eso de los chicos de la forja? ¡Os quiero un montón! ♥️ ¡Sois los mejores! ♥️ ¡Os leo! ♥️
"Ha sobrevivido." — le dije my molesta a mi loba, cuando hicieron el comunicado."Sí. Hicimos bien en huir, no hubiesemos podido vencerla. Lo que no sé es el estado del Alfa de SunLight: ¿cuánto puede curar la liebre?""No lo sé, tendremos que tener cuidado."Muy pronto supimos que Esteban no había recuperado la conciencia porque nadie vino a por nosotras. Lo malo era el dispositivo de seguridad que habían montado y que nunca estaba solo. Incluso su m*****a novia estaba ahí todo el tiempo."Mira sus ojeras, Sophie: el Alfa debe estar peor de lo que están dando a entender. Quizás aún podamos seguir con nuestro plan.""¿Seguir? ¿Cómo pretendes meterte con toda esa seguridad?""Sabemos de venenos, artimañas y tenemos los juguetes de Laida. Algo podremos hacer."Sonreí."Tienes razón. Todos creen que el Alfa y yo teníamos buena relación. Podemos aprovecharlo."La oportunidad se presentó un par de días más tarde, después de que la novia hubiese salido a la forja.— Hola, ¿podrías hacerme un
Cerramos la forja y nos dirigimos a la casa de la manada."Ehh... Betas, Reina, líderes... Nosotros no podemos... subir ahí." — dijo Mike cohibido cuando nos habíamos dirigido hacia el ala con nuestras habitaciones."Es... zona restringida para nosotros..." — dijo otro chico de la forja.Les miramos sorprendidos."Ahora sois nuestros guardias. ¿Cómo vais a protegernos si os quedáis aquí?"— les pregunté."Nadie va a decccirosss nada porque venísss con nosssotrosss y lo permitimosss."Aunque inseguros, los chicos avanzaron con nosotros por nuestras alas privadas. Llegamos a nuestra habitación. Tocamos a la puerta y Julián nos abrió.— ¡Vaya! Venís todos. Vamos a estar un poco apretados. Isa y Ana están de camino para buscar pistas. — dijo Julián después de que pasásemos y cerrase la puerta. Me dirigí a la cama y me senté en un lado mientras cogía la mano de Esteban. Parecía bastante tranquilo a pesar del sudor que le acompañaba.— Encontraremos a quien te ha hecho ésto... y te pondrás b
— Ya he llamado a Sophie, dijo que ahora venía, en unos cinco minutos. — dijo Mar mientras me incorporaba y me secaba las lágrimas.— Gracias.— Julián y Angie tan solo sonrieron.— No hay de qué. — me dijo Angie.Pasaron diez minutos y no vino nadie.— Mar, ¿cuánto mas va a tardar Sophie en venir? — le pregunté.— No lo sé, voy a preguntarle de nuevo. Quizás le haya surgido algo... — los ojos de Mar se volvieron distantes durante unos momentos y frunció el ceño.— Creo que tenemos a la asesina. — dijo Mar enfadada cuando sus ojos volvieron a ser los de siempre — Sophie ha desaparecido, ha abandonado las manadas.Todos miramos a Mike que se puso muy nervioso y tragó saliva con fuerza, mientras el ambiente se volvía tenso.— ¿Q-qué sucede?— ¿Cómo se te ocurrió todo lo que dijiste? — preguntó Jake — Ha resultado ser bastante preciso.— Y-yo s-sólo p-pensé e-en cóomo veencer aa aalguien maas fueerte que yo, coon lo que habiáis dicho.— Mike.— le dije mirándole fijamente a los ojos — Quie
Pasaron tres días en completa calma. Mar había enviado a las sombras, las abejas y en el último momento, también a las arañas, para encontrar a Sophie. Mientras tanto, algunos lobos salían todos los días buscando a Sophie o alguna señal que ella hubiese podido dejar, y Esteban... no había despertado, pero confiaba en su avance y en los diagnósticos porque... ¿qué mas podía hacer?.— Tu bebé está perfecto, Emily. — me dijo Julián con una sonrisa. Estaba mirando la pantalla del ecógrafo, en la que junto con un brebaje especial que me había dado, podía ver un punto negro: al parecer, éso era mi hijo, aunque a mi me parecía una mancha sin forma.— Te creo pero... parece una mancha deformada. ¿Estás seguro de que eso es mi hijo?Julián se rió.— Totalmente seguro, Emily.Desvié la mirada a Esteban, que seguía inconsciente en la cama.— Ojalá él pudiera verlo. Seguro que le hacía mucha ilusión. — dije con un suspiro.— Lo verá, Emily, no te preocupes. Estoy imprimiendo todo el proceso para q
Los tres días pasaron bastante rápido. Gracias a la capucha de Laida pude salir los dos primeros días de mi escondite sin tener miedo de ser reconocida. Los Benditos habían enviado algunos patrulleros en mi búsqueda, pero no me creí su juego: Casi maté al Alfa de SunLight así que sabían que era peligrosa, pero en ningún momento los Betas acompañaron una sola vez a aquellas tropas. Además, las sombras estaban recorriendo toda la ciudad en vez de acompañar a los grupos, por lo que me dieron a entender, de forma muy clara, que sabían que estaba dentro. Las patrullas tan sólo eran una distracción de lo que yo esperaba que ellos hiciesen. Tenía que reconocer que los había subestimado y eran mucho más capaces de lo que había creído, ya que a finales del segundo día, una sombra miró hacia mi dirección dubitativa. Cuando al día siguiente vi, a lo lejos, a varias sombras y arañas buscando algo, me alegré de que hubiese sucedido lejos de mi escondite. Sonreí y me dirigí hacia el bosque: si Silve
Julián y yo observamos como la liebre se acercaba a Esteban para realizar su curación. Un buen rato después, se separó y desapareció. Julián se acercó a Esteban para analizarlo.— El veneno ha desaparecido por completo. Está limpio. Puede despertar en cualquier momento. — me dijo con una sonrisa que le devolví.— ¿Sabes que lucharé, verdad? — le dije a Julián un buen rato después.— No debes hacerlo. Estás embarazada y de muy poco tiempo. Puedes perder al bebé con mucha facilidad.— Lo sé. Pero... ¿qué es más importante? ¿Mi bebé o las manadas?— ¡Todo! Tu bebé es un secreto. Si todo lo demás falla, con él habrá un Bendito sobre la tierra.— ¿Y de qué servirá si no tendrá ninguna manada que gobernar? No sabemos cuando despertará Esteban, si despierta en algún momento.— Mar tampoco tenía una manada que gobernar. Ni siquiera sabía quién era ella, y ahí está. Cogió un puñado de supervivientes que vivían en la pobreza y creó una manada enorme y diversa. El poder de los Benditos es algo qu
Observamos el inicio de la batalla: la manada de Silver Bone era brutal. Ninguno de los golpes o las heridas que recibían parecían afectarles. — Ése tiene el brazo roto... estoy convencido por la posición. — dijo Julián horrorizado mientras señalaba a uno de los lobos de Silver Bone — Y aún así, sigue luchando... ¿cómo pueden hacerlo? Debe ser muy doloroso.— Parece que la única forma de frenarlos es matándolos. — dijo Angie — Y son... muy fuertes. Esa fuerza... no es normal. Es como si...— Como si estuvieran fuera de sí, en un ataque de adrenalina por la furia y la rabia... o el dolor — susurré mientras de forma instintiva llevaba las manos a mi vientre.— Pero no son fáciles de matar. — dijo Julián — Espero que logren detenerlos a tiempo... la otra opción no es muy buena.Seguimos observando la batalla: los animales de la Diosa brillaban en el campo de batalla y habían matado a unos pocos enemigos. Mar luchaba en su forma licántropa y era todo un espectáculo ver cómo lanzaba por lo
— ¿Y cuál es el plan? — preguntó Angie mientras nos esforzábamos en ignorar los gritos, cada vez más cercanos, de la planta de abajo.— No hay ninguno. — dijo Julián — Debemos aguantar como podamos. Emily y Angie, si al final no se puede copiar el fuego de Erika, coged a la princesa y salid corriendo. Los entretendré lo máximo posible para que podáis escapar.— ¡Pero..! — comencé a protestar cuando Julián me interrumpió desesperado — ¡No hay peros, Emily! Sois el futuro, los Benditos no pueden desaparecer de nuevo. Si debo morir para salvaros, ¡que así sea!De forma repentina, las manos de Julián se iluminaron, y la enredadera de la puerta creció con una ferocidad salvaje hasta cubrirla por completo. Pero lo que realmente llamó mi atención fueron las espinas que surgieron de los tallos: largas, curvas y afiladas, como garras letales que emergían del denso follaje.Angie y yo miramos de forma interrogativa a Julián mientras escuchábamos cómo las ramas seguían creciendo y rodeando la pue