¡Hola mis amores! ♥️ Siento mucho el atraso de dos días pero he tenido un par de días complicados :( Quiero ir cerrando tramas y dirigiendo el libro hacia la recta final jajaja. ¿Qué os parece? ¡Os quiero un montón! ♥️ ¡Sois los mejores! ♥️ ¡Os leo! ♥️
— ¡ALTO! — grité acercándome a la persona encapuchada mientras expandía mi aura de Alfa y Bendito.Se giró y la miré sorprendida: con su pelo castaño ondulado y sus ojos marrones, Sophie me devolvió la mirada.— ¿Sophie? ¿Qué estás haciendo? — le pregunté acercándome a ella.— Recoger la pastilla. Anoche no la tomaste. ¿Por qué?— La pastilla no está donde estás buscando. ¿Qué estás haciendo, Sophie?— Oh, ¡qué descuido..! — dijo con un tono ligeramente burlón y después, miró la hora — Bueno, incluso sin la toma de anoche... sí, faltan diez minutos.— ¿Diez minutos? ¿Para qué?"Esteban, ésto no me gusta ni un pelo. Ten cuidado." — me dijo Roy.— Para que la pastilla haga su función. — dijo con una sonrisa malévola.Me acerqué a ella mientras Sophie retrocedía ligeramente. Busqué el poder de ver el pasado en mi interior: ahora que conocía la sensación, me sorprendí de lo fácil que era llamarlo.— Vas a decirme qué haces aquí y qué es lo que estás buscando, Sophie. — dije imponiendo una
Noté cómo la conciencia de Esteban se debilitaba cada vez más y la desesperación me invadió mientras corría como nunca lo había hecho en la vida."¡ESTEBAN! ¡AGUANTA!" — le grité mientras subía corriendo las escaleras dentro de la casa de la manada. Ni siquiera noté que Mar, Jake, Isa, Julián y Ana me seguían preocupados: ellos corrían más despacio que yo."Lo siento. Te... amo"— escuché decirle justo antes de que su conciencia desapareciese."¡NO!¡NO!¡NONONO!¡ESTEBAN!¡ESTEBAN!" — le grité desesperada pero no obtuve ninguna respuesta y corrí aún mas rápido mientras intentaba alejar el miedo: él estaba... estaba... estaba bien. Tenía que estarlo.Llegué a nuestra habitación unos segundos después: en el suelo, tirado de cualquier manera, se encontraba Esteban, totalmente inconsciente. En el brazo tenía clavada una jeringuilla a medio vaciar. Me abalancé sobre él mientras un grito de dolor salía de mis labios y arranqué la aguja de su cuerpo. La lancé lejos.— ¡ESTEBAN! ¡DESPIERTA! ¡DESPI
Alguien venía corriendo a toda velocidad, sus pasos cada vez mas cercanos resonaban por el pasillo. Maldije y salí por la ventana para bajar poco a poco por la pared: no podía arriesgarme a quedarme y que me descubriesen. El Bendito había perdido la consciencia pero no había podido darle la dosis completa, así que no sabía el resultado. Esperaba que muriese porque era un concentrado de acónito y plata imposible de realizar sin magia, pero dependiendo de quien fuese, existía la posibilidad de que le pudiesen salvar. Si era alguien con capacidades curativas... era muy difícil pero no imposible, evitar su muerte, sin la dosis completa."Debió de avisar a alguien mientras estaba consciente." — me dijo mi loba."Eso ya lo sé. Lo que me jode es que esa inyección era la única que tenía y Laida no puede fabricarnos otra.""Si hubieses sido una bruja como ella, estarías muerta. Alégrate de seguir con vida""Soy una híbrida que lo único que tiene es una loba en su mente y ni siquiera podemos tra
Los siguientes tres días fueron una locura en la que muchos lobos se acercaron preocupados para ver como se encontraba Esteban o conseguir una actualización de su estado. Yo había decidido no salir de la habitación: echaba de menos la forja pero alguien tenía que atender los papeles de las dos manadas: me sorprendí cuando vi que no había mucho que hacer porque Esteban había dejado casi todo cerrado. Así que tranquilizaba a las dos manadas, diciendo que todo estaba bien y que se estaba recuperando lentamente, mientras me quedaba a su lado. Isa, Ana y Julián habían conseguido las plantas y habían creado un gotero y unas inyecciones que ayudaban a eliminar las toxinas, y aunque era un remedio efectivo al estar potenciado con magia, seguía siendo lento. Por eso mismo habían montado una pequeña clínica improvisada en la habitación, con algunas máquinas, medicamentos, utensilios y las plantas.— ¿No hay algo más que podáis hacer? — les pregunté el tercer día, agotada por el insomnio: no habí
Me sorprendí de la rapidez con la que la inyección comenzó a hacer efecto.— Me siento mucho mas renovada. — dije levantándome con cuidado mientras notaba como la energía recorría mis venas — ¿Es como el café, que después hace un efecto rebote?— No, es energía pura. Sintetizada mediante magia verde pero sin ser alterada por ella. Para que lo entiendas, es como sobrealimentar cada célula de tu cuerpo, con la comida lista para ser ingerida en las cantidades adecuadas. Al ser una inyección viaja mucho más rápido por todo el organismo, por lo que el efecto es bastante rápido.— ¿Y la otra? Esta parece muy eficaz, es difícil pensar en una más potente.— La otra tiene la energía más concentrada y utilizando la magia, se mantiene mucho más tiempo en el cuerpo mientras potencia el efecto. Para que lo entiendas, es como si envolviese en una burbuja cada célula y las modificase de forma temporal para que la absorción sea mucho mayor con una dosis menor. Eso le da más energía a las células, por
"Ha sobrevivido." — le dije my molesta a mi loba, cuando hicieron el comunicado."Sí. Hicimos bien en huir, no hubiesemos podido vencerla. Lo que no sé es el estado del Alfa de SunLight: ¿cuánto puede curar la liebre?""No lo sé, tendremos que tener cuidado."Muy pronto supimos que Esteban no había recuperado la conciencia porque nadie vino a por nosotras. Lo malo era el dispositivo de seguridad que habían montado y que nunca estaba solo. Incluso su m*****a novia estaba ahí todo el tiempo."Mira sus ojeras, Sophie: el Alfa debe estar peor de lo que están dando a entender. Quizás aún podamos seguir con nuestro plan.""¿Seguir? ¿Cómo pretendes meterte con toda esa seguridad?""Sabemos de venenos, artimañas y tenemos los juguetes de Laida. Algo podremos hacer."Sonreí."Tienes razón. Todos creen que el Alfa y yo teníamos buena relación. Podemos aprovecharlo."La oportunidad se presentó un par de días más tarde, después de que la novia hubiese salido a la forja.— Hola, ¿podrías hacerme un
Cerramos la forja y nos dirigimos a la casa de la manada."Ehh... Betas, Reina, líderes... Nosotros no podemos... subir ahí." — dijo Mike cohibido cuando nos habíamos dirigido hacia el ala con nuestras habitaciones."Es... zona restringida para nosotros..." — dijo otro chico de la forja.Les miramos sorprendidos."Ahora sois nuestros guardias. ¿Cómo vais a protegernos si os quedáis aquí?"— les pregunté."Nadie va a decccirosss nada porque venísss con nosssotrosss y lo permitimosss."Aunque inseguros, los chicos avanzaron con nosotros por nuestras alas privadas. Llegamos a nuestra habitación. Tocamos a la puerta y Julián nos abrió.— ¡Vaya! Venís todos. Vamos a estar un poco apretados. Isa y Ana están de camino para buscar pistas. — dijo Julián después de que pasásemos y cerrase la puerta. Me dirigí a la cama y me senté en un lado mientras cogía la mano de Esteban. Parecía bastante tranquilo a pesar del sudor que le acompañaba.— Encontraremos a quien te ha hecho ésto... y te pondrás b
— Ya he llamado a Sophie, dijo que ahora venía, en unos cinco minutos. — dijo Mar mientras me incorporaba y me secaba las lágrimas.— Gracias.— Julián y Angie tan solo sonrieron.— No hay de qué. — me dijo Angie.Pasaron diez minutos y no vino nadie.— Mar, ¿cuánto mas va a tardar Sophie en venir? — le pregunté.— No lo sé, voy a preguntarle de nuevo. Quizás le haya surgido algo... — los ojos de Mar se volvieron distantes durante unos momentos y frunció el ceño.— Creo que tenemos a la asesina. — dijo Mar enfadada cuando sus ojos volvieron a ser los de siempre — Sophie ha desaparecido, ha abandonado las manadas.Todos miramos a Mike que se puso muy nervioso y tragó saliva con fuerza, mientras el ambiente se volvía tenso.— ¿Q-qué sucede?— ¿Cómo se te ocurrió todo lo que dijiste? — preguntó Jake — Ha resultado ser bastante preciso.— Y-yo s-sólo p-pensé e-en cóomo veencer aa aalguien maas fueerte que yo, coon lo que habiáis dicho.— Mike.— le dije mirándole fijamente a los ojos — Quie