—¿Y después de eso no tuviste ningún contacto con él, Larissa? —me pregunta Mackenna, una de las gerentes del hotel donde trabajo. Ella era de las pocas personas a las que le tenía confianza.
Había pasado una semana desde aquella pregunta de Liv y, a pesar de que me gustaría decir que las cosas fueron mejorando poco a poco, me temo que no. Ahora mi hija estaba igual de deprimida que en sus clases de baile. A pesar de que se tuvo una reunión con sus compañeras de clase y sus padres, ellas habían seguido molestando a mi pequeña por el tema de su padre. Algo estúpido, pero los niños a veces podían ser muy crueles. Incluso pensé en cambiar a mi hija de escuela, pero considerando la ciudad tan pequeña donde vivimos, el lugar donde está ahora es el mejor en cuanto a educación. Me sentía en una encrucijada.
La profesora de baile me recomendó llevar a Liv con un psicólogo infantil y, con un poco de dudas, la llevé. Tuve que contarle muchas cosas vergonzosas a una desconocida, quien me dio algunos consejos para aumentar la autoestima de mi hija, pero nada había funcionado. Liv estaba en un estado de ánimo que no quería cambiar, cosa que me impresionaba porque, para su edad, no era normal lo que estaba pasando.
—No. —Niego en voz baja—. Nuestra relación no terminó bien y, pues… él no sabe acerca de ella.
La vergüenza quema mis mejillas, pero eso es obvio; uno no va por ahí diciendo cosas como esas. Sobre todo teniendo en cuenta el personaje principal de todo este embrollo. Sería una locura si la noticia se diera a conocer.
—Larissa Myers —Mackenna me mira fijamente, sin embargo, no veo que me esté juzgando con la mirada; al contrario, veo que quiere sentir empatía por mi situación—. Aquí la prioridad es Liv. No soy quien para meterme en tus asuntos, pero te sugiero que hables con el padre de la niña para acordar un encuentro con ella. Liv es una niña pequeña, pero inteligente; ella intuye las cosas y esto la está afectando, y mucho. Ya afectó sus actividades extracurriculares y su vida en el hogar; es cuestión de tiempo para que le afecte en la escuela. Esto no es sano y, según lo que me cuentas, puedo notar su anhelo de conocer a su padre. Tú misma le dijiste que tenía un padre. Lo mejor que puedes hacer es presentárselo.
—Pero… ¿y si él la rechaza? —le comento mi mayor temor.
—¿Es una mala persona?
—No. —Niego porque es cierto. En mis recuerdos no hay nada negativo de él.
—Entonces tú y el padre de Liv pueden acordar un ambiente tranquilo la primera vez. Olivia no necesita estar pegada a su padre, no ahora. Ella necesita saber quién es la persona que representa el papel de padre para sus compañeras. Ella quiere saber quién es su papá, es así de simple, y si tú le puedes dar esa información, más un encuentro personal, será mucho mejor para ella —termina mi amiga y yo me quedo en silencio.
No puedo creerlo... ¿Por qué tuvo que llegar tan pronto este día?
—¿Tengo que viajar hasta la capital para hacer sentir mejor a mi hija? —pregunto después de un rato.
—Larissa, esa respuesta solo tú la conoces. Si quieres ir a buscar directamente al padre, hazlo. Si quieres, solo muéstrale una foto de él a Liv e inventa una excusa. Lo importante aquí es que tu pequeña no siga viviendo en una oscuridad solo porque tienes miedo o no sabes qué decirle. Lo que sientas o no, ya no es importante; ahora importa ella y que pueda seguir disfrutando de su niñez lo más normal posible.
Ni siquiera soy capaz de decir algo.
—¿Por qué hablas con tanta seguridad sobre esto, Mackenna? —me atrevo a preguntar y ella me sorprende soltando un largo suspiro.
—Después de un divorcio y tres hijos, tuve que aprender que, sin importar qué tan hijo de puta era él, seguía siendo el padre de mis hijos y tenía derecho a convivir con ellos.
Y después de esas palabras supe que mi vida entraría en caos de nuevo.
[...]
—Señorita Myers, tenga presente que solo estoy aceptando esta solicitud por su gran desempeño y porque sé que podrá manejar los pendientes de manera virtual. —El señor Brown, mi jefe, mira mi solicitud con rostro impasible.
Él era un bloque de hielo, una pared triple de concreto duro que no se podía derribar ni con una bola de demolición. Sin embargo, eso no significaba que fuera una mala persona.
—Le aseguro que si no fuera una emergencia no le estaría pidiendo esta solicitud. —recalco con voz segura, pero con mis manos sudando y temblando sin control. No podía permitirme ser despedida; este trabajo era lo único que tenía.
—Lo sé, has sido de mis mejores trabajadoras. Incluso trabajaste de más estando embarazada; sé quién eres y lo que eres capaz de lograr. —Suspira y me mira a través de sus enormes lentes—. Solo te daré el permiso por tres meses; creo que será tiempo suficiente para que resuelvas todo y regreses. Sabes que sin ti, el departamento de recepción enloquece.
Cuando veo su mano moviéndose al compás de la hoja, estampando su firma con precisión sobre mi permiso, sonrío tranquila y nerviosa. Me parecía increíble que hubiera aceptado algo así.
—Gracias, señor Brown. —Agradezco con una pequeña sonrisa en el rostro—. Le prometo que, incluso estando en la capital, estaré al pendiente de mis obligaciones y entregaré cada uno de mis informes a tiempo.
Aún no puedo creer lo que estoy haciendo. Incluso puede que esta sea la peor decisión que haya tomado en mi vida, pero necesito saber y aclarar algunas cosas. Dependiendo de lo que pase, sabré qué decirle exactamente a Liv.
Mackenna tiene razón; su felicidad es lo más importante para mí y mi misión en esta vida es hacer todo lo posible para hacerla feliz. Mi pequeña tiene que volver a sonreír, volver a ser ella misma. Y creo que un cambio de ambiente nos vendría bien a ambas... aunque eso signifique volver al infierno que me hizo inmensamente feliz, pero que también me llevó a los límites más profundos de la tristeza.
¿Cómo demonios le digo a Logan Walker que tenemos una hija después de seis años de no habernos visto?Faltaban dos semanas para que mi hija terminara sus clases y entrara en período de vacaciones, pero sus clases de baile sí las tuve que suspender. No podía seguir permitiendo que sus compañeras la siguieran molestando. Su maestra me entendió y nos deseó lo mejor.Liv se había estado sintiendo un poco mejor y eso ocurrió cuando le dije que visitaríamos a su tía Yinah en la capital. Ella, por obvias razones, no la conocía en persona, pero yo me había encargado de contarle todo sobre su ella. Eso la había animado casi de inmediato, además de que mi pequeña jamás había salido del pequeño pueblo donde vivíamos. Estábamos por vivir una nueva aventura.Un día antes del viaje, fuimos una vez más con su pediatra y confirmamos que su estado de salud se encontraba en perfectas condiciones. Con un gran peso menos encima, tomé todo el valor que poseía y empaqué nuestra vida en unas maletas, llena
El silencio reina entre las dos cuando nos sentamos en la enorme y lujosa sala. Liv está acariciando a Odie, el perro, quien se ha dormido en sus pequeñas piernas, y Yinah simplemente no sabe a quién mirar, si a mi hija o a mí.—Supe que te casaste, felicidades —le digo, intentando romper el hielo. No me gustaba esta tensión entre nosotras.—Sí, hace cuatro años —responde sin más y luego vuelve a reinar el silencio.No me gustaba para nada esta situación. Yinah está muy distante, actuando como si no me conociera. Siento su frialdad hacia mí y eso me duele, pero sabía que me merecía esto y mucho más.—Yinah, yo... quiero disculparme por lo que pasó entre nosotras —decido aprovechar el momento y disculparme, pero ella simplemente me mira sin ninguna expresión en su rostro, como si no le importara en absoluto mis palabras—. No quise irme sin despedirme de ti, pero es que ya no podía seguir quedándome un segundo más en ese lugar.—¿Y por eso me dejaste una carta diciendo "me voy, espero q
¿De verdad vale la pena todo esto? ¿Por qué no le dije a mi hija que su papá había muerto y ya? Sin duda, mi vida habría sido más fácil, pero al verla hoy abrazando a su papá, simplemente no pude pensar en otra cosa que no fuera decir la verdad. Tengo que decírselo, pero no aquí, no con esa mujer a su lado.[...] Cuando Liv se separa de los brazos de Logan, ella le sonríe a esos ojos perdidos en la deriva. Él simplemente no reacciona, solo la observa como si fuera alguna clase de tesoro perdido. Sin conocerla, la miraba con adoración.—¿Ella es tu hija? —me pregunta Haylee, pero sin mostrar ningún interés realmente, así que solo le asiento—Oh, ¿te casaste?—No, no me he casado.—¿Entonces el padre de la niña y tú están viviendo juntos sin estar casados?—No, no vivo con el padre de mi hija. Solo somos Liv y yo.En cuanto digo esas palabras, Logan me mira fijamente. Es muy extraño para él que aparezca seis años después con una niña de cabello negro y ojos oscuros afirmando que es mi h
Nunca, en mis cortos veintiséis años, imaginé que mi vida se convertiría en una película dramática al estilo francés. Nunca pensé que terminaría sola, viviendo con mi hija y luego diciéndole al amor de mi vida que es padre y que ha pasado seis años sin conocerla. La mirada que me dirige Logan Walker estaba llena de confusión, dolor y rabia. Me imaginaba todo lo que debía estar pasando por su mente, y eso que ni siquiera le había confirmado la verdad.—Dime, respóndeme la pregunta —vuelve a hablar cuando yo no respondo—. ¿Yo soy el papá? ¡Respóndeme!Justo cuando estoy por abrir la boca, la puerta del estudio de Thomas se abre, dejándonos ver a una Haylee bastante confundida al encontrarnos juntos.—Amor, te estuve buscando. ¿Qué haces aquí con ella? —le pregunta a su novio, y luego vuelve a mirarme, pero esta vez con una expresión fría e indiferente.—¿Y bien? ¿Vas a responderme?Sé que debería decirle que sí e irme de este lugar, pero no puedo... Esto es algo entre Logan y yo. No que
—Realmente eres una idiota —comenta mi mejor amigo con media sonrisa en el rostro, mientras bebe un trago de bourbon, su bebida favorita. Estamos en mi departamento temporal y Liv en su habitación viendo una película—. Debiste decírselo de una vez. ¿Para qué alargar esto?—Evan, no se lo iba a decir con Haylee ahí. Iba a ser súper incómodo y no pretendía regalarle la satisfacción de verme humillada frente a esa mujer. Eso jamás. Y no es cualquier noticia lo que le voy a dar; esto cambiará su vida para siempre.Cuando Evan me recogió un poco más allá de la casa de Yinah, me di cuenta de que Logan me estaba buscando y que también vio cuando me subí a un auto. Lo que no tengo claro es si pudo ver a Logan dentro de él; esperaba que no. Ya era de noche y él todavía no me había escrito, y la situación me tenía muy nerviosa.—Bueno, al menos no te gritó ni te insultó… todavía —sonríe una vez más mi amigo—. Además, veamos el lado positivo: pudiste hablar con Yinah después de tanto tiempo. Eso
Tres días habían pasado y Logan todavía no se había comunicado conmigo. Sabía que se tardaría, pero jamás imaginé que tanto. Así que… esta era la respuesta que buscaba. Supongo que no le interesaba formar parte de la vida de Liv, y es entendible… después de tantos años. Me doy cuenta de que su intención es mantenerme completamente lejos de su vida. Y repito, está en todo su derecho de tomar esa decisión. No lo juzgo. Después de seis años, Logan Walker finalmente era un hombre exitoso, adinerado y se le veía feliz con su nueva vida, al lado de su novia. Había heredado el puesto para el que fue preparado durante años y era el orgullo de su familia. Un hombre intachable ante el mundo y su círculo privado. ¿Qué derecho tenía yo de arruinar su nueva vida con una noticia como esta? ¿Debería aceptar la propuesta de Evan y mentirles a todos? No, no puedo hacer eso. Decir que Evan es el padre de Liv sería mentirle a todo el mundo, inclusive a ella. Ya había cometido muchos errores en mi
Nunca, en estos seis años, imaginé que regresaría a esta ciudad, ni mucho menos que el empresario Logan Walker se estaría refiriendo a Liv como su hija. Me juré a mí misma jamás decirle la verdad. Quería ser la única en la vida de mi hija y olvidarme de él para siempre, comenzar una nueva vida, pero… en mi acto egoísta me olvidé por completo de mi pequeña.El error más grande de mi vida.Jamás imaginé que Liv sufriría tanto al no saber nada sobre su padre. Que los niños la molestaran y afectaran su rendimiento y estado de ánimo fue la gota que derramó el vaso, así que, tragándome mi orgullo, decidí regresar y enfrentar mi pasado.Un pasado que debí enfrentar en su momento y no huir como una cobarde… Sigo siendo una cobarde.Debo entender que ya no soy una niña, no puedo pensar solo en mí. Tengo a una pequeña que necesita de mí y haré todo lo posible para hacerla feliz.Ya no puedo ser la misma mujer inmadura de siempre.Es por eso que, a las cuatro y treinta y nueve minutos de la madr
—Mami… Mami, despierta. —Un insistente susurro me despierta de mi turbio y oscuro sueño—. Mami… Hay alguien haciendo ruidos feos en el sofá… ¿Será un monstruo? Abro los ojos con dificultad y me estiro en la cama para escuchar de nuevo la pequeña voz de mi hija, quien se abrazaba a mí con temor. Estoy por reírme y decirle que no hay nada que temer, pero entonces recuerdo la visita inesperada de anoche. ¡Mierda! Me siento de golpe y con ese gesto solo logro asustar más a Liv, por lo que entro en razón, niego con la cabeza, le sonrío con dulzura y le digo que no se preocupe, que un amigo vino a nuestro hogar porque no tenía dónde pasar la noche. Esa información la relaja y de inmediato se pone a ver dibujos animados, pero yo estoy todo, menos relajada. ¿Qué pasará cuando Logan se despierte? ¿Recordará todo lo que me dijo anoche? ¿Me seguirá gritando? Suspiro y le doy un beso en la mejilla a mi hija, pidiéndole que se mantenga en la habitación mientras preparaba el desayuno. Ella s