¿Cómo demonios le digo a Logan Walker que tenemos una hija después de seis años de no habernos visto?
Faltaban dos semanas para que mi hija terminara sus clases y entrara en período de vacaciones, pero sus clases de baile sí las tuve que suspender. No podía seguir permitiendo que sus compañeras la siguieran molestando. Su maestra me entendió y nos deseó lo mejor.
Liv se había estado sintiendo un poco mejor y eso ocurrió cuando le dije que visitaríamos a su tía Yinah en la capital. Ella, por obvias razones, no la conocía en persona, pero yo me había encargado de contarle todo sobre su ella. Eso la había animado casi de inmediato, además de que mi pequeña jamás había salido del pequeño pueblo donde vivíamos. Estábamos por vivir una nueva aventura.
Un día antes del viaje, fuimos una vez más con su pediatra y confirmamos que su estado de salud se encontraba en perfectas condiciones. Con un gran peso menos encima, tomé todo el valor que poseía y empaqué nuestra vida en unas maletas, llena de miedo y dudas. No me sentía nada bien.
Al contrario de Liv, quien estaba emocionada. De nuevo tenía a mi pequeña niña de antes. Su humor también mejoró gracias a Evan y a su manera poco normal de recogernos en la terminal de pasajeros. Ya era oficial, el viaje desde el pequeño pueblo hasta la capital era un hecho. La ciudad que dejé atrás hace tantos años me saluda de nuevo y no sé cómo sentirme al respecto. Desde hace días no sé nada de nada.
—Tío Evan, ¿podemos comer helado de chocolate? —La dulce y pequeña voz de mi niña nos hace sonreír a ambos.
—Lo que mi pequeña princesa quiera —le responde él mientras conduce.
—Después de comer, señorita —digo yo con voz severa y mi pequeña se cruza de brazos y me hace el puchero más tierno de la vida.
Cuando hace eso me recuerda tanto a… ¡Basta, Larissa!
Después de un rápido almuerzo, cortesía de Evan, nos dirigimos a mi nuevo departamento. Mientras estuve planeando las vacaciones en la capital, le pedí ayuda a Evan para encontrar un lugar dónde quedarme; no quería pasar todo este tiempo en un hotel. El departamento era bastante grande y bonito, también el vecindario. Pude ver a varios niños corriendo por un pequeño parque cercano, al menos mi hija no se aburriría si todo esto llegaba a salir mal.
Ahora mismo me alegraba de haberme preparado económicamente para estos gastos. Creo que en el fondo sabía que esto pasaría algún día… Evan ayudó mucho también. Como siempre.
—Todo está listo y no te preocupes por la renta, ya te dije que pagué los tres meses que te quedarás aquí —dice mi mejor amigo y yo ruedo los ojos.
—Oye, déjame resolver las cosas por mí misma —le digo—. Sé que tener un amigo millonario ayuda mucho, pero es que simplemente tú lo exageras todo.
—Larissa…, piénsalo así; parte de todo este enredo es mi culpa. Si yo no hubiera bebido esa noche, nada de esto habría pasado y seguramente estarías viviendo con Logan y Liv como una hermosa familia feliz. —Evan está afectado, sé lo mucho que le duele lo que pasó. Siempre se culpa por todo, pero yo también estaba ahí, yo tuve la culpa también—. Ya que no puedo acercarme a Logan Walker, al menos puedo ayudarte con la renta y con algo de comida. Además, no es como si estuviera en banca rota, ¿sí recuerdas quién soy?
Me río y asiento para luego agradecerle. Mi mejor amigo, Evan Park. Un joven actor ya reconocido en la industria que se estaba tomando un largo descanso de su ajetreada vida o bueno, casi porque aún seguía yendo a algunos eventos y entrevistas, pero ya no era tanto como antes.
—¡Yo sí sé quién eres! —mi pequeña y emocionada niña sale de un pasillo con una enorme sonrisa—. ¡Eres el tío más genial del mundo!
—¿Alguna vez te he dicho que amo a tu hija? —bromea conmigo y luego llena a Liv de besos y abrazos.
Él adoraba a su sobrina y ella lo adoraba a él.
Poco tiempo después, Evan se marcha ya que tenía que cumplir con un compromiso importante y promete volver mañana, pero antes de irse me deja escrito en un papel la dirección de la nueva casa de Yinah. Ella ahora era la esposa del abogado y socio legal de Logan, Thomas Price y la madre de una pequeña bebé de apenas cuatro meses. Realmente me sentía feliz por ella; que superara mi partida y fuera feliz era todo lo que necesitaba para continuar, pero ahora necesitaba su ayuda. Ella era la única persona que me podía escuchar antes de juzgarme.
O eso creo... Espero.
[...]
El taxi me deja frente a la casa de Yinah. Bueno, yo no la llamaría casa, más bien, mansión… Me bajo del auto con mi hija en brazos y camino hasta la entrada donde presiono un botón y me responde una voz monótona preguntando mis datos y a quién deseo ver. Pongo a Liv en el suelo y le proporciono a aquel intercomunicador todo lo que me pide y doy a conocer mi relación con Yinah. Sé que ella no me dejará afuera, pero sí que se está tardando en autorizar mi entrada.
Apenas la puerta se abre, un guardia me dice que lo siga y eso hago. Luego me deja sola frente a la puerta principal y me dice que espere ahí a que Yinah me reciba. Mientras espero, las manos comienzan a temblarme y me pongo nerviosa. Iba a ver a mi mejor amiga después de seis años sin comunicación alguna, esperaba que pudiera escucharme, entenderme y ayudarme, porque si ella no lo hacía, dudaba mucho que Logan lo hiciera.
—¡Mami, perrito! —exclama Liv para luego salir corriendo hacia una especie de jardín muy bien cuidado.
—No, Liv… Hija, ven…
—¿Larissa? —escucho una voz a mis espaldas y entonces me congelo. Jamás pensé escuchar esa voz de nuevo…
Me giro lentamente y miro a la persona frente a mí con una pequeña sonrisa que no es retribuida en ningún momento.
—Hola, Yinah… —la saludo en voz alta—. Ha pasado mucho tiempo.
—Sí, seis años. —dice ella de una—. Seis años sin saber absolutamente nada de ti… ¿Qué haces aquí, Larissa?
—Yo… Yo, necesito tu ayuda.
—¿Qué? ¿Necesitas dinero? —pregunta con indignación y yo frunzo el ceño para luego negar con la cabeza—. ¿Entonces dime a qué viniste después de seis años? No tiene sentido venir a mi casa sin avisar, a quién sabe qué…
—Mami…, mira el perrito. —las palabras de Yinah son interrumpidas por la pequeña voz de mi hija. Ella se pone a mi lado, sosteniendo a la mascota de mi amiga en sus pequeños brazos. Se veía viejo y cansado, pero el perrito seguía siendo hermoso. Yinah, por otro lado, estaba bastante confundida con esta escena. Jamás se imaginó que traería una niña conmigo.
—¿Quién es...? ¿Quién es ella? —pregunta mi amiga realmente confundida. Toda expresión de enojo ha abandonado su rostro.
—Oh, ¿es suyo el perrito? —pregunta con inocencia Liv, y Yinah como puede asiente— Es muy lindo. Hola, soy Liv.
—¿Liv? —Susurra Yinah mirándome fijamente. Ella sabía la historia detrás de ese nombre.
—Sí, ella es Olivia… Mi hija.
El silencio reina entre las dos cuando nos sentamos en la enorme y lujosa sala. Liv está acariciando a Odie, el perro, quien se ha dormido en sus pequeñas piernas, y Yinah simplemente no sabe a quién mirar, si a mi hija o a mí.—Supe que te casaste, felicidades —le digo, intentando romper el hielo. No me gustaba esta tensión entre nosotras.—Sí, hace cuatro años —responde sin más y luego vuelve a reinar el silencio.No me gustaba para nada esta situación. Yinah está muy distante, actuando como si no me conociera. Siento su frialdad hacia mí y eso me duele, pero sabía que me merecía esto y mucho más.—Yinah, yo... quiero disculparme por lo que pasó entre nosotras —decido aprovechar el momento y disculparme, pero ella simplemente me mira sin ninguna expresión en su rostro, como si no le importara en absoluto mis palabras—. No quise irme sin despedirme de ti, pero es que ya no podía seguir quedándome un segundo más en ese lugar.—¿Y por eso me dejaste una carta diciendo "me voy, espero q
¿De verdad vale la pena todo esto? ¿Por qué no le dije a mi hija que su papá había muerto y ya? Sin duda, mi vida habría sido más fácil, pero al verla hoy abrazando a su papá, simplemente no pude pensar en otra cosa que no fuera decir la verdad. Tengo que decírselo, pero no aquí, no con esa mujer a su lado.[...] Cuando Liv se separa de los brazos de Logan, ella le sonríe a esos ojos perdidos en la deriva. Él simplemente no reacciona, solo la observa como si fuera alguna clase de tesoro perdido. Sin conocerla, la miraba con adoración.—¿Ella es tu hija? —me pregunta Haylee, pero sin mostrar ningún interés realmente, así que solo le asiento—Oh, ¿te casaste?—No, no me he casado.—¿Entonces el padre de la niña y tú están viviendo juntos sin estar casados?—No, no vivo con el padre de mi hija. Solo somos Liv y yo.En cuanto digo esas palabras, Logan me mira fijamente. Es muy extraño para él que aparezca seis años después con una niña de cabello negro y ojos oscuros afirmando que es mi h
Nunca, en mis cortos veintiséis años, imaginé que mi vida se convertiría en una película dramática al estilo francés. Nunca pensé que terminaría sola, viviendo con mi hija y luego diciéndole al amor de mi vida que es padre y que ha pasado seis años sin conocerla. La mirada que me dirige Logan Walker estaba llena de confusión, dolor y rabia. Me imaginaba todo lo que debía estar pasando por su mente, y eso que ni siquiera le había confirmado la verdad.—Dime, respóndeme la pregunta —vuelve a hablar cuando yo no respondo—. ¿Yo soy el papá? ¡Respóndeme!Justo cuando estoy por abrir la boca, la puerta del estudio de Thomas se abre, dejándonos ver a una Haylee bastante confundida al encontrarnos juntos.—Amor, te estuve buscando. ¿Qué haces aquí con ella? —le pregunta a su novio, y luego vuelve a mirarme, pero esta vez con una expresión fría e indiferente.—¿Y bien? ¿Vas a responderme?Sé que debería decirle que sí e irme de este lugar, pero no puedo... Esto es algo entre Logan y yo. No que
—Realmente eres una idiota —comenta mi mejor amigo con media sonrisa en el rostro, mientras bebe un trago de bourbon, su bebida favorita. Estamos en mi departamento temporal y Liv en su habitación viendo una película—. Debiste decírselo de una vez. ¿Para qué alargar esto?—Evan, no se lo iba a decir con Haylee ahí. Iba a ser súper incómodo y no pretendía regalarle la satisfacción de verme humillada frente a esa mujer. Eso jamás. Y no es cualquier noticia lo que le voy a dar; esto cambiará su vida para siempre.Cuando Evan me recogió un poco más allá de la casa de Yinah, me di cuenta de que Logan me estaba buscando y que también vio cuando me subí a un auto. Lo que no tengo claro es si pudo ver a Logan dentro de él; esperaba que no. Ya era de noche y él todavía no me había escrito, y la situación me tenía muy nerviosa.—Bueno, al menos no te gritó ni te insultó… todavía —sonríe una vez más mi amigo—. Además, veamos el lado positivo: pudiste hablar con Yinah después de tanto tiempo. Eso
Tres días habían pasado y Logan todavía no se había comunicado conmigo. Sabía que se tardaría, pero jamás imaginé que tanto. Así que… esta era la respuesta que buscaba. Supongo que no le interesaba formar parte de la vida de Liv, y es entendible… después de tantos años. Me doy cuenta de que su intención es mantenerme completamente lejos de su vida. Y repito, está en todo su derecho de tomar esa decisión. No lo juzgo. Después de seis años, Logan Walker finalmente era un hombre exitoso, adinerado y se le veía feliz con su nueva vida, al lado de su novia. Había heredado el puesto para el que fue preparado durante años y era el orgullo de su familia. Un hombre intachable ante el mundo y su círculo privado. ¿Qué derecho tenía yo de arruinar su nueva vida con una noticia como esta? ¿Debería aceptar la propuesta de Evan y mentirles a todos? No, no puedo hacer eso. Decir que Evan es el padre de Liv sería mentirle a todo el mundo, inclusive a ella. Ya había cometido muchos errores en mi
Nunca, en estos seis años, imaginé que regresaría a esta ciudad, ni mucho menos que el empresario Logan Walker se estaría refiriendo a Liv como su hija. Me juré a mí misma jamás decirle la verdad. Quería ser la única en la vida de mi hija y olvidarme de él para siempre, comenzar una nueva vida, pero… en mi acto egoísta me olvidé por completo de mi pequeña.El error más grande de mi vida.Jamás imaginé que Liv sufriría tanto al no saber nada sobre su padre. Que los niños la molestaran y afectaran su rendimiento y estado de ánimo fue la gota que derramó el vaso, así que, tragándome mi orgullo, decidí regresar y enfrentar mi pasado.Un pasado que debí enfrentar en su momento y no huir como una cobarde… Sigo siendo una cobarde.Debo entender que ya no soy una niña, no puedo pensar solo en mí. Tengo a una pequeña que necesita de mí y haré todo lo posible para hacerla feliz.Ya no puedo ser la misma mujer inmadura de siempre.Es por eso que, a las cuatro y treinta y nueve minutos de la madr
—Mami… Mami, despierta. —Un insistente susurro me despierta de mi turbio y oscuro sueño—. Mami… Hay alguien haciendo ruidos feos en el sofá… ¿Será un monstruo? Abro los ojos con dificultad y me estiro en la cama para escuchar de nuevo la pequeña voz de mi hija, quien se abrazaba a mí con temor. Estoy por reírme y decirle que no hay nada que temer, pero entonces recuerdo la visita inesperada de anoche. ¡Mierda! Me siento de golpe y con ese gesto solo logro asustar más a Liv, por lo que entro en razón, niego con la cabeza, le sonrío con dulzura y le digo que no se preocupe, que un amigo vino a nuestro hogar porque no tenía dónde pasar la noche. Esa información la relaja y de inmediato se pone a ver dibujos animados, pero yo estoy todo, menos relajada. ¿Qué pasará cuando Logan se despierte? ¿Recordará todo lo que me dijo anoche? ¿Me seguirá gritando? Suspiro y le doy un beso en la mejilla a mi hija, pidiéndole que se mantenga en la habitación mientras preparaba el desayuno. Ella s
—Dime algo, Liv… ¿Te gusta la escuela? —le pregunta Logan antes de tomar un bocado de sus panqueques. Ella estaba feliz con su desayuno.Este lugar era cálido y amigable, nada que ver con esos restaurantes caros y elegantes que solía visitar con Logan cuando éramos pareja.Me gusta.—Mmm, no mucho… La maestra me pone mucha tarea. —Eso hace reír al pelinegro— Me gusta más ir a bailar.—¿Te gusta bailar? —Ella asiente con alegría— ¿Estás en alguna escuela de baile?—Sí, practico ballet… Aunque ya no es muy divertido porque unas compañeras se ríen de mí todo el tiempo… —Liv baja la mirada con tristeza y se queda viendo sus panqueques sin tomar ni un solo bocado.A mí se me encoge el corazón al verla así. Mi hija normalmente era una niña tan llena de vida, habladora y con muchísima felicidad para desbordar, que verla así era algo que debería estar prohibido.Logan me mira y yo asiento, dándole a entender que esa era la razón por la que estábamos aquí. Él acababa de presenciar la razón por