Ecos De Un Amor Perdido
Ecos De Un Amor Perdido
Por: Denisetkm
Prólogo

*—Nick:

Hace diez años…

No tenía mucha suerte en el amor.

La primera chica que le había gustado había caído en los brazos de su mejor amigo y Nick Sinclair tuvo que rendirse al instante, porque una vez que caes en las redes de Leo Summers, no había escapatoria. Después de ese primer amor, el cual no recordaba tanto porque fue cuando estaba en quinto grado, Nick trató de nunca enamorarse de la misma chica que Leo, pero años después de ello, Nick volvió a caer por otra y fue igual que aquella vez.

Nick miró la botella vacía de Whisky que se había robado de la alacena de la casa vacacional de los Summers. Quería beber y emborracharse hasta olvidar su patética vida, porque eso era lo que tenía, una patética vida. Siempre había vivido como la sombra bajo el perfecto Leo Summers, quien era el hijo del alcalde de Seasons, siendo siempre comparado con su amigo con cualquier cosa que hiciera y dejando que este siempre se le fuera delante, incluso en el amor.

Escuchó un ruido y se volvió para ver a Leo salir por la puerta trasera de cristal de la casa vacacional. Ambos conectaron miradas y este sonrió nerviosamente para luego irse de allí. Nick notó que llevaba una bolsa entre sus manos y como conocía a su mejor amigo, sabía que planeaba. 

Un pesado suspiro salió de él y se cubrió la cara con las manos. 

Leo iba a verse con su amada, quien era la misma chica que a Nick también le gustaba. A Nick, una vez más, le gustaba una chica que estaba enamorada de Leo, solo que esta vez, la cosa era mutua. Esmeralda Vázquez era la mejor amiga de la hermana menor de Leo, por lo cual, está siempre estuvo rondando entre ellos desde que eran niños. Nick no fue el primero que la vio, pero sí el primero que había caído por ella. Siempre le había parecido tan exótica y bella, pero para su desgracia, Leo fue quien la tuvo primero. 

Había sido otro amor no correspondido y creyó que, al Leo comprometerse, al fin tendría el camino libre. Ja, qué va, Esmeralda le dejó muy claro que nunca iba a tener una oportunidad con ella. También, a pesar de que Leo estaba comprometido, aún estaba viéndose con Esmeralda y no parecía que se iba a rendir. Podía ver que el chico iba a luchar por romper el compromiso y quedarse con su amada. Nick, como su amigo, sabía que debía de olvidarse de Esmeralda y apoyar a Leo, pero era duro hacerlo y por eso ahogaba sus penas en alcohol en esta fresca noche de verano, para olvidar y para levantarse al día siguiente con una nueva resolución en la cabeza: Olvidarse de Esmeralda y buscar un nuevo amor.

Nick extendió la mano hacia la botella que iba por la mitad de Whisky y cuando se la iba a llevar a la boca, sintió unos pasos detrás de él. Leo se había ido, Diego y su hermano Rowan no estaban en la casa, Esmeralda debía haber salido para seguir a Leo, y las únicas que quedaban era la chica de la panadería y la prometida de Leo.

—¿Por qué estás tan solo aquí? —preguntó una voz femenina y Nick la identificó al instante.

Aquí venía… 

Nick le dio una mirada a Noelle O'Brien, la prometida de su mejor amigo. Noelle era una chica que conocía desde que era un mocoso, en aquel entonces había sido molesta y aunque había crecido, seguía siendo molesta, pero si había una cosa que sí había cambiado en ella, su aspecto. Nick no quiso mirarla de esa manera, pero sus ojos azules pasaron por el cuerpo maduro de Noelle. Antes había sido muy delgada, pero ahora era un poco más curvilínea. Era alta y delgada, pero tenía unos senos muy generosos, una cintura estrecha y unas caderas prominentes. Esa noche tenía un ligero pijama de top de tirantes y unos shorts, por lo cual, podía ver su cuerpo claramente y Noelle no hacía nada para cubrirse, es como si hubiera salido de su habitación de esa manera solo para llamar su atención.

No entendía por qué Noelle había aceptado este compromiso cuando sabía perfectamente que esta no sentía nada por Leo y que, como hija única, podía hacer que su padre cambiara de opinión sobre el compromiso que unirá a su familia con la de este. Además, era sabido por todos que estaba enterada de la relación de Leo y Esmeralda, no obstante, tampoco hacía nada y eso le hacía preguntarse: ¿por qué hacía esto? No era ciego, sabía que Noelle gustaba de él, desde jóvenes había sido así, pero Nick había estado prendado por otras chicas y como Noelle siempre le pareció molesta, nunca le dio la hora. No que ahora lo haría, Noelle por muy buena que este, no le parecía interesante y lo sentía mucho por ello. 

—¿Qué quieres? —preguntó Nick un poco aburrido. No quería hablar con nadie, quería estar solo y ahogar sus penas en soledad. Además, no tenía ganas de hablar con Noelle, era una pérdida de tiempo hablar con una chica tan vacía como ella. 

—¿Hablar? —sugirió Noelle mirándolo con sus grandes ojos verdes. 

Noelle tenía unos exóticos ojos y nada que decir de su cabello anaranjado que era natural, también tenía la piel muy pálida, lo que la hacía verse como si fuera un hada. No era ciego, lo había dicho antes que Noelle era guapa, pero no iba a dar su brazo a torcer y meterse con ella cuando estaba deseoso por otra mujer.

—Regresa adentro —le pidió Nick alejando la mirada de ella y mirando hacia la playa a unos metros de la casa. 

—No quiero —se negó Noelle y haciendo caso omiso a su pedido, sintió como la chica se sentaba en los escalones de la terraza que llevaba hacia la playa. Hacía un poco de frío y aunque era verano, las noches eran frescas y esa ropa que tenía Noelle no la cubría del todo, por lo cual podía darle un resfriado. 

—Noelle… —la llamó Nick mirándola y la chica en ese momento se abrazó al brazo de Nick con fuerza. La sintió tiritar de frío y la miró con preocupación—. ¿No tienes frío? —le preguntó al verla temblar.

—Esa pregunta te la hago a ti también, Nick —murmuró Noelle mirándolo con esos bellos ojos suyos.

Esa noche tenía unos pantalones cortos y una camiseta. Tenía frío, pero no iba a admitir que la noche estaba fría para él. Además, en un rato, el alcohol ingerido lo golpearía, al menos esperaba que fuera así. Nick estaba acostumbrado a beber y últimamente tenía que beber de más si quería emborracharse, conociéndose, tendría que regresar a buscar otro tipo de bebida, quizás mezclar el alcohol hará que su mente borrara todo lo que no quería.

En ese momento, sintió como Noelle se apretaba contra él y a Nick se le secó la garganta al sentir sus generosos pechos presionar su brazo. Noelle estaba jugando con fuego esa noche, Nick podía dejar de negarse y hacer una locura con ella. Estaba esa noche muy susceptible y podía caer en la tentación que era Noelle.

—Estás calentito —escuchó que decía Noelle frotando contra su brazo. Era una locura de su parte y Nick debería detenerla, pero no se sentía mal. Había pasado tiempo desde la última vez que estuvo con una chica, pues se había estado negando a dicho placer para verse como un tipo serio ante Esmeralda, pero que va, no había resultado nada.

—¿Qué haces, Noelle? —le preguntó Nick mirándola a la cara. 

—¿Por qué me ignoras si sabes lo que siento por ti? —preguntó Noelle a su vez mientras acercaba la cara hacia él.

Nick volvió a apartar la mirada de ella cuando comenzó a sentir su cuerpo reaccionar ante Noelle. Debía de ser porque había tomado y porque estaba sensible esa noche, pues no entendía por qué tenía una erección entre sus piernas cuando no deseaba para nada a Noelle. Abrió las piernas y agradeció al cielo que su pantalón corto era un poco holgado y que era de noche. Noelle no podía ver su estado a menos que lo tocara o que Nick se pusiera de pie. 

—No es recíproco —espetó Nick respondiendo su pregunta. 

—Lo sé, pero también sé que pierdes tu tiempo persiguiendo a Esmeralda.

Nick hizo una mueca. No tenía que decírselo, lo sabía. Siempre lo supo, que nunca tendría una oportunidad con Esmeralda, pero una pequeña parte de él había creído que con Leo fuera del camino, tendría una oportunidad.

Ni una m****a y ahora veía que había sido una mala idea venir. Para todos los veranos, sus amigos y él siempre buscaban algún lugar en el cual disfrutar del mismo, la mayor parte de las veces siempre era en Green Coast, uno de los pueblos aledaños al que vivían. Este verano no fue diferente, aunque la ejecución de los planes sí, ya que siempre eran Leo, Diego y él contra el mundo, pero esta vez la hermana de Leo, Rose; su novio Josh, quien se había unido al grupo en primavera; la mejor amiga de Rose, Esmeralda; la chica de la panadería del pueblo llamada Sienna, el hermano de Diego Rowan y por último, Noelle se habían unido a la fiesta.

Los primeros en hacer el viaje fueron Rose y su grupo, pues al Leo comprometerse con Noelle a sabiendas de que había estado saliendo con Esmeralda, digamos que su hermana no le cayó en gracia, así que esta planeó un viaje para su novio Josh y sus amigas Esmeralda y Sienna, a este se le unió Diego quien nunca decía que no a una salida y a Diego se le había pegado Rowan, su hermano mayor. 

Como había dicho antes, había sido una muy mala idea, sus ánimos estaban peor que antes de venir a Green Coast y no debió de tomar la propuesta de Leo y Noelle, debió de quedarse en Seasons y ser menos miserable.

Nick le dio una mirada a Noelle. Sabía que Leo lo había traído con el fin de tener entretenida a la chica y conociendo la relación que tenían esos dos, sabía que era de esa manera. Incluso ahora, Leo se había escapado y Esmeralda por igual, y era para verse en privado, pero su amigo había sido astuto y había dejado a Noelle atrás con el fin de que Nick la mantuviera bajo su mirada.

Sintió ira.

—¿Qué estás buscando en mí esta noche, Noelle? —le preguntó Nick directamente, porque era obvio que Noelle quería algo de él y Nick podía imaginarse que podría ser. 

—Quiero gustarte —admitió Noelle y sintió sus manos sobre su brazo. Nick desvió el rostro, pero rápidamente su barbilla fue tomada y su cabeza girada hacia Noelle. Los ojos verdes de la chica se veían decididos—. Quiero que me mires, Nick —pidió la chica sin apartar la mirada de él. La mano de la chica pasó desde su barbilla hacia su mejilla y Nick sintió la suavidad de su tacto—. Es duro que me ignores, ¿sabes?

A Nick no le gustaba mirar a Noelle a los ojos, pues se sentía desnudo cuando lo hacía, como si ella estuviera leyéndolo y descubriendo cada uno de sus secretos y problemas. Sin embargo, la belleza de sus ojos lo cautivaba y no tan solo la belleza de sus ojos, en verdad Noelle era muy hermosa. 

¿Era el alcohol que le estaba haciendo ver de más? ¿O estaba viendo a Noelle con otros ojos?

—Siempre has sido muy directa, ¿eh? —dijo Nick divertido, pues Noelle nunca dudaba en decir lo que pensaba.

—¿Por qué ocultar lo que siento? —cuestionó la chica mientras ladeaba la cabeza y continuaba acariciando su mejilla—. Siempre me has gustado y lo sabes, Nick —dijo Noelle sin titubear y Nick sintió su cuerpo excitarse nuevamente.

M*****a sea. Noelle lo estaba poniendo caliente y estaba viéndola de una forma diferente. ¿Debería?

Los ojos de Nick recorrieron a Noelle, quedándose en sus generosos pechos. Podía ver sus pezones erectos bajo el top del pijama. ¿Serían rosados así como su piel? ¿Qué tal el centro entre sus piernas? Nick bajó más la vista hacia la unión de sus muslos. No podía ver nada, pero se preguntaba si lo tendría del mismo color que su cabeza. 

Alzó la mirada hacia los ojos de Noelle.

Debería dejar las dudas y lanzarse. No tenía que rendirle cuentas a nadie, era obvio que Leo estaba con Esmeralda y que prontamente este compromiso innecesario entre Leo y Noelle iba a desaparecer. Además, Noelle gustaba de él y Nick necesitaba un poco de alivio esta noche. ¿Qué tal si se liga con Noelle? Viendo lo deseosa que estaba esta, dudaba que se echara hacia atrás, su Nick daba el paso.

Nick se lanzó y se puso de pie. Noelle parecía confundida y Nick extendió una mano hacia ella.

—Vamos, Noelle —le dijo Nick mirándola.

Creyó que Noelle tomaría su mano al instante, pero la vio titubear y Nick ladeó la cabeza. ¿Dónde estaba la Noelle Traviesa que se había acercado a él esa noche? Ahora parecía temerosa de lo que podría pasar entre ellos. 

—Te gusto, ¿no? —le preguntó al no obtener respuesta de ella y vio como Noelle asentía—. ¿Qué te detiene entonces? —cuestionó al verla tan silenciosa y temerosa.

Noelle se mordió los labios y movió la cabeza. Parecía que tuvo un arrebato de valentía, pues tomó su mano y Nick sonrió al verla decidida. 

Juntos entraron a la casa y subieron al segundo piso. Ya que solo estaban ellos y la chica de la panadería, Nick los llevó hacia su habitación que quedaba al fondo. No sabía el tipo de relación que tenían Leo y Noelle, pues estaban durmiendo juntos y al mismo tiempo no parecía que estuvieran haciéndolo tampoco, pero no lo sabría hasta que uno de los dos se lo confirmara, aun así, no iba a preguntar.

Nick se detuvo en su puerta y la abrió, pero no pasó. Vio que Noelle estaba con las manos agarradas y que se veía muy nerviosa. Si no quería esto, ¿por qué estaba allí? No la entendía.

—Es tu última oportunidad —le hizo Nick saber por qué no iba a obligar a nadie a dormir con él. Noelle volvía a estar indecisa y Nick no iba a dormir con nadie que estuviera así. Se sentía como si estuviera obligándola a hacer esto. Se pasó una mano por el rostro y miró a la chica a los ojos—. Lo siento, estoy un poco borracho y… —se disculpó Nick y decidió que no iba a hacer esto—. Es mejor que te vayas a dormir y me dejes solo, ¿sí? —pidió Nick dando un paso hacia su habitación asignada para encerrarse allí por lo que quedaba de la noche, pero cuando se disponía a entrar, sintió una pequeña mano en su muñeca. 

—¡No te vayas! —exclamó Noelle deteniéndolo.

Nick se volvió hacia la chica. Seguía viéndose temerosa y la verdad es que Nick no comprendía. ¿Por qué se hacía esto a sí misma? Si no quería hacerlo y si tenía miedo, era mejor que lo dejara ir.

—Noelle, te estoy dando la salida para que no pase algo que no quieres que pase —explicó Nick mirándola con pena.

Noelle lo miró con esos ojos hermosos suyos brillando. 

—¿Y si quiero que pase? —preguntó la chica, pero ya Nick no sabía ni qué decir—. Sé que estoy comprometida con Leo, que estamos durmiendo juntos, pero en estos momentos, debe de estar haciéndole el amor con Esmeralda y a decir verdad, no me importa si lo hace —espetó la misma y Nick no pudo evitar mirarla con sorpresa. Los hombros desnudos de Noelle se alzaron—. Leo no me gusta y quien me gusta eres tú, Nick —admitió y Nick no sabía si fue el alcohol, pero su confesión hizo que su corazón latiera rápidamente en su pecho.

M*****a sea. ¿Qué se supone que debía de hacer?

Nick pasó la mirada por Noelle. Una parte de él quería sacar a la chica de su vida, ya que no estaba bien dormir con la prometida de su mejor amigo, aun cuando su relación solo era por obligación. Tampoco estaba bien hacerlo porque recientemente lo habían rechazado. Sin embargo, había otra parte de él, la que el alcohol había sacado de su ser. Estaba deseoso por descubrir cómo era Noelle en la cama. 

—Vas a hacer que mi conciencia me mate, ¿sabes?

Noelle se mordió esos generosos labios suyos y dio un paso hacia él, viéndose otra vez decidida. La chica alzó las manos y las colocó sobre sus hombros.

—Disfrutemos hoy y pensemos mañana, ¿sí? —susurró y Nick se dijo a sí mismo que no iba a pensar más. Mañana será otro día y así como decía Noelle, pensaría en las consecuencias de sus actos, pero esta noche iba a disfrutar pase lo que pase.

Nick le pasó un brazo por la cintura y bajó la cabeza para tomar sus generosos labios con los suyos, deleitándose con su suavidad y su rico sabor a menta. Sentir el cuerpo curvilíneo de Noelle apretado contra el suyo, lo excitó de sobremanera, tanto así que la tomó en sus brazos y se metió en la habitación, cerrando la puerta con un pie y dando rienda suelta a aquella química palpable que había entre ellos.

Aquel candente momento había sido para sacarse un amor de encima, para aliviar sus ganas y pasar un momento maravilloso, pero no pensó que caería tan fuertemente por Noelle después de esa noche y que se arrepentiría de sus decisiones luego. Tampoco se imaginó que Noelle se metería tanto bajo su piel, que sufriría tanto por la ida de esta y que, diez años después, aún la seguía esperando.

Sabía que tenía que rendirse, diez años era demasiado tiempo y Noelle no tenía nada que la atara a este pueblo ni había nada que la hiciera volver, por lo cual era imposible que regresara. Sin embargo, una parte de él quería seguir esperando por ella y no quería rendirse aún. No obstante, por lo que veía, pronto tendría que tirar la toalla. 

Nick alzó la mirada hacia la mujer de pelo castaño y ojos mieles frente a él, su prometida y la chica con la cual se iba a obligar a sí mismo a olvidar a Noelle. Su viejo amor nunca regresaría ni aunque el mundo se derritiera y él tenía que ser feliz. 

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Esta es la cuarta historia de una mini serie:

1. Luchando Por Tu Amor (No esta en Buenovela)

2. Eternamente Juntos

3. El Arte de Amarte

4. Ecos de un Amor Perdido

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