~ 3 ~

*—Nick:

Por lo que veía, era un psíquico.

La noticia de la boda de Leo apareció a la mañana siguiente de su reunión y fue todo un escándalo en todo el pueblo. Algo obvio, pues el antiguo hijo del alcalde de Seasons se casaba y dado que Leo era muy popular tanto por eso, por su aspecto y por lo sociable que era, la noticia se esparció como pólvora.

No había lugar donde no se escuchara sobre ello y uno de los contras de vivir en pueblos pequeños era eso. Fue tres días después cuando la llamada de su padre vino y Nick no tenía que escucharlo decir para qué era, sabía que quería hablar de su vida. Cumpliría 32 años en enero y aún seguía soltero. Como hijo único que era, su padre tenía que asegurarse de que dejara descendencia para heredar la fortuna de los Sinclair y ya estaba preocupado.

Nick aspiró aire y tocó levemente la puerta de la oficina de su padre. Se había estado preparando para esta conversación, sin embargo, sabía que la preparación no sería suficiente para lo que le esperaba. Escuchó la voz de su padre desde el otro lado y Nick abrió la puerta para pasar dentro de su oficina. Lo que no esperaba era que además de su padre, estuviera su madre.

Okay, doble partida.

Nick se acercó al juego de muebles que tenía su padre en su amplia oficina. Sus padres estaban sentados en el mismo sofá grande y sonreían como si no estuvieran allí para darle algún sermón o quejarse de algo. Nick se desabotonó la chaqueta del traje que llevaba y se sentó cruzando las piernas.

—¿Para qué soy bueno? —preguntó y sus padres intercambiaron una mirada entre ellos.

—¿Ni un saludo ni nada? —cuestionó Jonathan Sinclair ante su mala educación.

Nick soltó una carcajada. Solo era para molestar a su padre, por lo cual se puso de pie y fue hacia su madre para besarle la mejilla con dulzura y luego darle un apretón de manos a su padre. Regresó a su asiento y se acomodó como antes.

No tenía una mala relación con sus padres. Era muy cercano a ambos, pues al ser el único hijo de estos siempre había tenido a sus padres apoyándolo, eso sí, de igual forma fueron estrictos con él, principalmente su padre, quien había estado luchando toda una vida con el señor Gabriel Summers, el padre de Leo, lo cual hizo que Nick también viera a Leo como un rival. Gracias a Dios, después del compromiso de Leo y de la renuncia del señor Summers a la alcaldía de Seasons, todo había cambiado. Su padre fue el alcalde por un tiempo, pero se dio cuenta de que no era lo suyo y le dejó el puesto a otro. Ahora no había rivalidad y cada quien estaba en sus asuntos.

—¿Para qué soy bueno? —volvió a preguntar Nick.

Su madre, Cristal Sinclair, de la cual había heredado los ojos azules que poseía, lo miró fijamente para luego desviar la mirada hacia su esposo, como buscando apoyo. 

¿Por qué se tardaban tanto en decir lo que tenían que decir?

Nick suspiró cansado y miró a su padre, quien fijó sus ojos oscuros en él. Nick era una mezcla de sus padres. Su madre era una mujer rubia con unos intensos ojos azules y con la piel caramelizada, mientras que su padre tenía tanto el cabello como los ojos muy negros y una piel muy pálida, por lo cual Nick había sacado de su padre su color de pelo y piel y de su madre sus ojos. Sin embargo, sus padres eran muy efusivos y extrovertidos, y eso sí que no lo había sacado de ellos.

—Dadas las noticias que han rondado en el pueblo —comenzó diciendo su padre y Nick no pudo evitar sonreír al percatarse de que sí era psíquico y que sus padres iban a tocar ese tema—. Sobre la boda de Leo, hemos estado preguntándonos…

—¿Eres homosexual? —su madre preguntó rápidamente y Nick la miró con sorpresa. Vio cómo su madre hacía una mueca—. No es que esté mal, pero queremos saberlo si es así, pues he escuchado los rumores —fue su madre tomándose las manos y jugando con sus dedos—. Durante tu juventud fuiste muy promiscuo, pero después de lo de Leo, quizás…

Espera. ¿Qué sus padres estaban tratando de decir?

—¿Es por Leo? —preguntó su padre mirándolo fijamente y la boca de Nick cayó abierta.

¿Acaso sus padres creían que estaba soltero por Leo? ¿Por qué? No entendía, pero luego la mente se le aclaró y Nick los miró a ambos con sorpresa. El comentario de antes sobre su posible homosexualidad y la pregunta de su padre sobre si era por Leo, le hicieron llegar a la conclusión de… Nick soltó una carcajada estridente.

—No, no es por Leo —les respondió a sus padres, aún divertido por la conclusión de estos. 

Sus padres habían creído que era homosexual y que quizás había estado enamorado de Leo, por lo cual, se había mantenido soltero por este. Había que aclarar ciertos puntos y claro, decirles sobre lo que pasó con Noelle, ya que se veía que sus padres no tenían idea sobre ello.

—No soy homosexual, tampoco —continuó Nick mirándolos—. Simplemente, caí locamente enamorado de alguien que se fue de Seasons hace mucho —admitió haciendo una mueca y vio cómo sus padres intercambiaron una mirada, viéndose confundidos poco después. Solo sus amigos sabían parte de lo que pasó con Noelle, así que era obvio que sus padres no sospecharan de ello.

—¿De quién estás hablando? —quiso saber su padre, viéndose muy curioso ahora.

—Noelle O’Brien —les respondió fuerte y claro, y las expresiones de sus padres cambiaron a unas llenas de sorpresa. 

Nick no pudo evitar sonreír. Para ellos era una gran sorpresa, ya que, cuando Noelle estuvo viviendo en Seasons, aunque fueron cercanos, puesto que sus padres se conocían y estaban en el mismo círculo, Noelle siendo amiga de Rose y Nick de Leo. Nick recordaba quejarse de lo molesta que había sido cuando esta era joven, por lo cual, era esa la sorpresa de sus padres. Y claro, había otra sorpresa…

—¿Noelle? —preguntó su madre y movió la cabeza—. Pero Noelle se fue hace… —comenzó a decir su madre y luego se cubrió la boca con las manos—. ¡Oh Dios! —exclamó al darse cuenta de la cantidad de años que tenía Nick soltero y esperando por Noelle. Eran diez largos años que Nick tenía esperando por un amor del pasado sin futuro. A decir verdad, esta situación era muy patética. A los tres años debió de darse cuenta de que su amor no iba para ningún lado. Aún no lo entendía.

—Estuvimos juntos antes de que se fuera —admitió Nick ante sus padres mientras cerraba los ojos y recordaba ese momento maravilloso. Ni siquiera el alcohol que había ingerido esa noche le había hecho olvidar tan grato recuerdo y hubiera querido que fuera así.

Después de esa noche, Nick tuvo que fingir que ese momento de pasión no le afectó, que estaba bien viéndola al lado de Leo y con su estúpido compromiso sin futuro. Pensó que cuando el compromiso se terminará, Noelle iría a sus brazos, pero ni bien la unión desapareció, Noelle junto a su familia regresaron a la tierra de su padre y Nick se quedó allí esperando.

Pasó el primer año y Nick pensó que regresaría para verano, pero no regresó y los años posteriores fueron de esa manera. No sabía por qué se había hecho esto. Pudo haberla sacado de su mente con otras chicas y olvidarla como había hecho con otras, pero Noelle simplemente se le había tatuado en su piel y no había podido sacarla de su alma.

—No pude confesarme a tiempo y al final Noelle terminó yéndose de Seasons —continuó Nick sintiendo un peso en su pecho—. No he podido olvidarla porque aún me sigo aferrando a la estúpida idea de que volverá y… —Nick desvió la mirada mientras se sentía estúpido.

Confesar esto en voz alta le hacía ver lo patético que era. Estaba enamorado de una chica con la cual no pudo compartir tanto, solo porque durmieron juntos y porque esta se le confesó. Debía de ser el karma por haber sido tan grosero y malo con esta cuando eran jóvenes.

—Lo siento, yo… —murmuró Nick, volviendo la mirada hacia sus padres para ver las expresiones de estos. Sus padres se veían muy preocupados por él—. Son diez años, lo sé, es mucho tiempo. Debí haberla olvidado y seguir mi vida, pero aquí estoy —dijo y se rio de sí mismo—. Aun sufriendo por ella como un estúpido cuando sé que no tiene caso hacerlo —se dijo y se encogió de hombros—. Estoy seguro de que Noelle hizo su vida, tal vez tiene pareja e hijos, pero yo… —Nick no terminó y vio cómo sus padres se ponían de pie para acercarse a él.

Su madre lo abrazó y luego su padre a su madre, logrando así un abrazo familiar.

—Lo siento mucho, Nick —murmuró su madre con mucho pesar en su voz—. No teníamos idea de que pasabas por esto. Siempre has sido un chico muy introvertido y silencioso, que… —su madre no terminó y la escuchó llorar. Nick no pudo evitar sentirse afligido y sus ojos comenzaron a hormiguear.

¿Por qué iba a llorar? ¿Por qué era patético? ¿Por qué, a diferencia de sus amigos, no había sido bendecido con su chica ideal? ¿Por qué todavía seguía allí esperando por un amor? 

Nick enterró la cabeza en el pecho de su madre y lloró en silencio. Dejando salir todo su dolor, por ser tan tonto, por sentirse tan patético, por no correr con la misma suerte con otros y por hacerse tanto daño a sí mismo. Sabía que fue un estúpido al dejar que todo esto le afectara cuando pudo vivir diferente, pero se había aferrado como un idiota y ahora sufría las consecuencias.

Cuando estuvo un poco mejor, sus padres se separaron de él para dejarlo asimilar lo que había pasado. Nick nunca había expresado sus sentimientos o siquiera se había quejado en la vida, pero la botella al fin se había destapado y dejó salir todo lo que había guardado en esta.

—No lo sabíamos —fue su padre quien comentó. Nick le dio una mirada para verlo con los ojos enrojecidos. Nunca pensó que su padre lloraba por él, aunque había sido un buen padre siempre, también había sido estricto y esto que había pasado le había sorprendido.

—Nunca se los dije —admitió Nick haciendo una mueca.

Como había dicho antes, sus amigos lo sabían porque habían estado allí esa noche, pero si no hubieran estado, tampoco se los hubiera comentado. Era vergonzoso lo que pasó y también le daba vergüenza admitir lo que había estado sintiendo por una chica durante más de diez años.

—Ahora me siento mal —murmuró su madre con tristeza—. ¿Cómo es que nunca sospeché por lo que habías estado pasando? —continuó mientras movía la cabeza—. Mi hijo ha estado sufriendo todo este tiempo y no es justo.

Nick se acercó a su madre y le dio un abrazo. Sacarlo de adentro le había hecho sentir mucho mejor y ahora que esto había pasado, pensaba que tenía que buscar la manera de superar lo que pasó con Noelle. No podía seguir pensando en el pasado por siempre, esperando por alguien que nunca volvería y que, si lo hace alguna vez, nada sería igual. Era mejor que se olvidara de ella.

—Mereces ser feliz, no mereces estar pensando en alguien del pasado que no sabemos si va a volver —comentó su madre lo mismo que había pensado.

Tenía razón. No sabía si Noelle volvería al pueblo, pues al final, los negocios que los O’Brien habían tenido allí, los manejaron los Patterson y pasaron a ser parte de estos. Noelle no tenía nada que buscar en Seasons, y, si se daba la casualidad de que su familia volviera para la boda de Esmeralda, dudaba de que fuera como antes. Era mejor no esperar nada.

—Sé que debo de olvidarme de ella y ser feliz, pero ha sido tan difícil —admitió Nick y se mordió los labios—. Cuando veo a otra mujer, no me siento atraído por esta. Tampoco me dan ganas de intentar tener una relación con alguien, es que… —Nick hizo una mueca y se encogió de hombros.

—Esa chica se metió bajo tu piel, ¿eh? —bromeó su padre sacándole una carcajada a Nick.

—No te queremos presionar ni nada por el estilo —continuó su madre—. Simplemente, estábamos preocupados, pues has estado tanto tiempo soltero que nos tenías dudando —comentó haciendo una mueca, pero Nick entendía. Si tuviera hijos y uno de estos no tuviera pareja, o fuera, así como Nick, también estaría preocupado.

Nick miró a sus padres. Ya que era su único hijo, estaba seguro de que estos esperaban que continuara en el camino que dictaba la sociedad. Casarse y tener hijos era lo que se hacía por estos lados y, como pasaba de los treinta, la preocupación de estos era más grande.

¿Acaso debería casarse por conveniencia para así satisfacer a sus padres y de paso obligarse a sí mismo a olvidar a Noelle?

—Ustedes quieren que me case, ¿verdad? —les preguntó a sus padres y estos lo miraron sorprendidos.

—Solo queremos que seas feliz —fue su padre quien comentó.

Nick también quería eso, pero conociéndose, hasta que no se obligara a sí mismo a hacer algo o que algo fuera impuesto por otra persona, no podría conseguir la felicidad, por lo que, tendría que comprometerse por conveniencia con alguien con el fin de olvidar y tratar de ser feliz. Si Nick encontraba a la chica indicada, prometía dar lo mejor de sí con esta y tener una familia próspera.

—¿Creen que debería comprometerme?

Sus padres lo miraron sorprendidos. No parecía agradarles la idea, pero viendo cómo iba a su vida amorosa, quizás era lo mejor.

—¿Estás seguro? —fue su padre quien preguntó. 

Los hombros de Nick se encogieron.

—Ya que no he podido sacarla de mi mente estando solo, quizás si me comprometo con alguien, esta persona logre hacer que la olvide —explicó y volvió a alzar sus hombros—. Creo que las obligaciones harán un cambio en mí y estoy dispuesto a poner de mi parte —admitió dándoles una mirada, pero sus padres no se veían muy convencidos.

—Me gustaría que tuvieras una gran historia de amor como la nuestra, Nick —murmuró su madre con una sonrisa mientras miraba a su esposo, quien a su vez le correspondió la sonrisa con mucho amor.

Nick sonrió mientras pensaba en la bonita historia de amor de sus padres. Estos habían estado saliendo desde que eran unos adolescentes cuando sus abuelos paternos le pidieron a su padre que se comprometiera con la hija mayor de la gran familia Patterson. Sin embargo, Katherine Patterson, ahora O’Brien, había conocido al amor de su vida mientras vacacionaba en Green Coast, por lo cual, canceló el compromiso y su padre pudo estar con su madre al suceder esto.

No obstante, la situación no se aplacó tan fácilmente. Sus abuelos trataron de que su padre volviera a comprometerse, pues su madre no había sido de una familia muy influyente de Seasons y no la habían querido en ese entonces como nuera, pero ninguno de los dos se rindió. Más bien, su historia era como la de Leo y Esmeralda, y así como estos, resultaron victoriosos.

Tenían más de treinta años juntos y se amaban como si fuera la primera vez. Nick admitía que había querido un amor como el de sus padres cuando era joven, pero dado la vida que tuvo, lo promiscuo que fue antes de Noelle y lo que paso luego de esta, se había rendido. Era imposible que a esta altura del juego encontrará un bonito amor.

—Lo sé, pero… —Nick volvió a encogerse de hombros—. No quiero quedarme atrás —admitió y sus padres lo miraron sorprendidos, por lo que Nick agregó—: Las conversaciones con los chicos son un poco incómodas y nunca tengo nada para agregar, por lo cual, me gustaría ir a la par —confesó. 

Quería también hablar de su pareja, de la persona que estuviera a su lado, así como hacían sus amigos y estar a la par. Sí, quizás se veía como si estuviera haciendo esto de mala forma, pero en realidad sí quería olvidar a Noelle y ser feliz. Si esta era la única manera, lo aceptaría.

—No hagas esto por encajar, hazlo porque en verdad lo deseas, Nick —se quejó su padre.

—Quiero ser feliz y quiero olvidar a Noelle, si esta es la manera, iré a por ello —expresó con decisión a sus padres quienes intercambiaron una mirada, viéndose no muy alegres con su decisión, pero dado que Nick era un poco terco, sabía que no iban a hacerle cambiar de opinión una vez que algo se le metía entre ceja y ceja.

—Está bien —aceptó su padre sin más preámbulos, pues sabía que no podría hacerle cambiar de opinión—. Le pediré a Ronald que nos haga una lista con algunas prospectas de buenas familias para que puedas revisar y elegir a la que quieras —comentó este mientras iba hacia su escritorio—. Sin embargo, no te desesperes y elige bien, ¿sí? —fue el consejo que le dejó su padre.

Nick asintió. No iba a desesperarse e iba a elegir bien, pues iba a ser la persona con la que planeaba pasar toda su vida.

Una vez casado, no iba a pensar en el divorcio e iba a pensar en ser feliz, pase lo que pase.

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