*—Noelle:

La vida como padres era caótica, preocupante, pero hermosa y maravillosa.

Había pasado casi un año desde que fueron bendecidos con la llegada de su pequeña y podía decir que sus manos habían estado muy ocupadas desde el nacimiento de Enya.

Los primeros meses fueron como una montaña rusa para ellos, eran padres primerizos que no tenían ni la menor idea, pero gracias a Dios que los padres de ambos se quedaron con ellos pudieron sobrellevarlo. Cuando Enya cumplió el primer mes, los padres de Noelle regresaron a casa y los suyos, tomaron su distancia para que ellos empezaran a trabajar por sí solos. Nick y Noelle tuvieron que ponerse las pilas y apañárselas ellos.

No iba a decir que fue fácil solo por embellecer esta etapa cuando fue todo lo contrario, pero la costumbre era una cosa magnífica. Ambos estaban tan acostumbrados a los horarios de su bebé que trabajan en conjunto para responder las necesidades de este. Decidieron contratar a una niñera al tercer mes de vida de Enya,