~ 2 ~

*—Nick:

A pesar de que la noticia de la boda de Leo le sorprendió, Nick decidió ignorarla, alegrarse y prestar atención a la conversación para no levantar sospechas de que no se sentía muy emocionado por ella.

—Pensé que sería el año que viene —escuchó que decía Josh sacando una información a la luz. Así que Leo al final sí había estado planeando casarse, solo que ahora había adelantado la celebración.

—Sí, pero… —Leo soltó otra risita—. Ha habido unos cambios —admitió y Nick volvió la mirada hacia este. ¿Unos cambios? Vio como la sonrisa de Leo se agrandó y Nick lo confirmó antes de que lo dijera—. Esmeralda está esperando —les dio la información y Diego se levantó como un resorte de su asiento.

—¿Qué? ¡No! —exclamó Diego y se lanzó hacia Leo para abrazarlo y llenarlo de besos—. ¡Felicidades! —gritó el chico muy emocionado—. Te acuerdas cuando estabas loco por poner uno dentro de ella y…

—¡Diego por Dios! —exclamó Josh avergonzado, pero todos sabían a lo que se refería. 

Cuando Leo estuvo comprometido con Noelle y había estado tratando de librarse de ese compromiso sin futuro, muchas veces comentó su arrepentimiento de no embarazar a Esmeralda con el fin de buscar una excusa para estar con su amada por siempre. 

Nick sonrió. 

Diez años después y se le había cumplido el sueño.

—Solo estoy recordando viejos momentos —se excusó Diego encogiéndose de hombros.

—Bueno… —Leo sonrió feliz—. Es lo que está a punto de pasar, seré padre pronto, pues Esmeralda ya tiene tres meses y… —comenzó a decir, pero Diego volvió a exclamar sorprendido.

—¡¿Tres meses?! —gritó Diego ante todos.

—Sí, hemos estado manteniéndolo en secreto, pues queríamos pasar el tiempo de riesgo y asegurarnos que todo esté bien —les confirmó Leo y Nick le dio la razón. Estuvo bien que lo mantuvieran en secreto mientras aseguraban que todo estuviera marchando bien y Nick se alegraba de que al menos ya había salido de riesgo. En verdad se alegraba por ellos.

—Esto sí que es una gran noticia, Leo —le dijo Nick con una sonrisa sin malas vibras, pues no había por qué tenerlas. Lo que sintió aquella vez por Esmeralda estaba en el pasado y les deseaba a ambos mucha felicidad.

—Gracias, Nick —le agradeció Leo respondiéndole la sonrisa.

—Me imagino que por ello van a adelantar la boda, ¿no? —comentó Josh.

—Planeábamos que fuera a principio de año —confesó Leo sorprendiendo a todos—, pero si calculamos, Esmeralda estaría en la etapa final de su embarazo y el vestido que compró no le va a servir, por lo cual, quiere que lo hagamos ahora —terminó diciendo su amigo mientras se encogía de hombros—. Y como saben que los deseos de mi reina son órdenes para mí, ahora será a finales de agosto —informó y en ese momento, Nick decidió abrir la invitación.

Como había mencionado antes, el sobre era de un amarillo pálido y lo que había dentro era la invitación, solo que no era la tradicional en papel, más bien era en acrílico y transparente. Nick notó las flores que representaban el verano en las esquinas, con tonos anaranjados, amarillos y rojos y los nombres de la pareja en un intenso dorado.

Las cejas de Nick se arquearon al ver el lugar donde iba a ser celebrada la ceremonia.

Una sonrisa divertida surcó en sus labios al recordar el lugar. La boda iba a ser en la capilla que había estado abandonada en Green Coast, que quedaba cerca de la casa vacacional de la familia de Leo. Había escuchado que era un sitio importante para Leo, puesto que cuando era niño llegó a ir a la capilla el mismo día que se celebraba una boda y había quedado muy enamorado de esta. Podía decir que era posible que allí fue donde Leo se percató de lo que era el amor verdadero entre dos personas, puesto que todos sabían que la relación entre sus padres en ese entonces no había sido maravillosa.

Nick sonrió feliz y miró a su amigo mientras este hablaba con Diego sobre las cosas que habían estado cambiando y haciendo para la boda, que, por lo que veía en la invitación, se celebraba en dos semanas, ya que estaban en agosto. Leo debía de estar feliz de que al fin iba a unir su vida con su amada y tener una familia con esta. Se alegraba sinceramente por él, porque se lo merecía.

Más bien, todos allí se merecían ser felices, incluyéndose, pero si tan solo fuera así de fácil olvidarse de alguien, así no estaría sufriendo por un amor del pasado que después de diez años no había dado señales de vida, al menos a él.

—Estamos feliz por ti, Leo —escuchó que Josh dijo poniéndose de pie y acercándose a Leo para darle un abrazo—. Sé que todo marchara bien y quiero que sepas que estamos a tu disposición para todo, amigo —le aseguró Josh en nombre de todos.

Leo asintió y le palmeó la espalda a su cuñado.

—Lo sé, gracias, chicos —dijo Leo sonriente y pasó la mirada por ellos—. Sé que están ahí apoyándome siempre y sé que estarán en ese momento tan especial, por igual —comentó muy alegre—. Espero verlos a todos algún día llegar a este punto de sus vidas —continuó y sus ojos del color miel se posaron en los azules de Nick—. Incluyéndote —terminó diciendo para Nick.

Nick hizo una mueca y desvió la mirada.

No quería pensar en ello ni que tocaran ese tema, pero se imaginaba que seguiría saliendo a relucir cuando sus amigos hablaban de sus vidas privadas y ahora con Leo casándose, iba a ser traído a colación más frecuente. Cuando la noticia se esparciera por Seasons, Nick sabía que pronto sería llamado por sus padres para tener esa conversación que había estado evitando desde hace mucho tiempo.

—Bueno, ahora sí que podemos brindar —exclamó Diego haciendo que cambiaran de tema y Nick le agradeció en silencio por ello—. Sienna me perdonará, puesto que esta es una ocasión muy especial —continuó Diego y vio cómo le hacía señas al mesero que los estaba atendiendo.

Diego pidió una botella del mejor vino de la casa, que fue traída al instante. El mesero sirvió sus copas con el mismo y luego se retiró para dejarlos brindar por las emocionantes noticias dadas por Leo. Nick miró a sus amigos y decidió ser quien brindara.

—Todos aquí sabemos los obstáculos que tuvo que sobrepasar para estar con la mujer que ama con locura —comenzó a decir Nick con una sonrisa en sus labios—. Pero Leo nunca se rindió y es por eso que hoy está cosechando esos frutos —Nick alzó la copa de vino al aire—. Por Leo y Esmeralda —expresó Nick un poco alto.

—Por Leo y Esmeralda —repitió el resto del grupo antes con la misma efusividad.

Brindaron y continuaron con su velada hasta que llegó la hora de que cada uno tenía que regresar a sus casas, los chicos con sus parejas y Nick con su gato, que era la única compañía que tenía en su casa en las afueras de la ciudad. Leo fue el primero en irse con Josh, puesto que vivían cerca y de paso, había escuchado que Rose estaba en la casa con Esmeralda. Sin embargo, Diego iba para Tawny Town, que era el lugar donde vivía, pero en vez de enfilar hacia este. Se quedó esperando que Nick fuera al baño y que regresara. Nick ya sabía lo que venía, por lo cual se preparó.

Salieron juntos del restaurante y caminaron hacia el estacionamiento. Diego le dio una buena propina al guardia de seguridad del lugar para luego dirigirse hacia su vehículo que estaba muy cerca del suyo.

—¿Podemos hablar? —pidió Diego cuando llegaron al todoterreno blanco de Nick y este se volvió un poco cansado. Sabía qué tipo de conversación iban a tener—. Te noté animado, pero ahora estás… —comenzó a decir su amigo, pero no terminó, sin embargo, entendía a qué se refería. Había estado feliz antes, pero ahora su sonrisa no estaba.

—Yo siendo yo, ¿no?

Diego frunció el ceño.

—Nick, mira quisiera que…

—No, no lo digas —lo cortó Nick alzando una mano y deteniéndolo.

Su amigo lo miró con una expresión enfadada ante su interrupción, pero Diego debía de entender que estaba cansado de estos sermones. No era un niño, sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal. Sabía que seguir pensando en Noelle no estaba bien, no obstante, eso no evitará que no continuará pensando en ella.

—No es justo que te hagas eso y, así como todos, te mereces ser feliz —comentó Diego como cada vez que se veían y hablaban de sus vidas—. Mereces a alguien que te ame por lo que eres y que no te deje esperando por tanto tiempo —terminó diciendo el hombre, pero lo sabía, Nick sabía que tenía que dejar ir el pasado, sin embargo, no podía, aún seguía aferrado a este como un estúpido.

—No es su culpa —dijo Nick pensando en que sus amigos culpaban a Noelle de su soltería, de su aferro hacia ella, pero Nick sabía que no era culpa de la chica. Noelle nunca le prometió nada, nunca dijo que serían pareja o que volvería, solo le confesó que le gustaba y durmió con él, eso fue todo. Quien cayó rendido a sus pies fue Nick, pero cuando paso ya era muy tarde y ahora estaba sufriendo por haber sido un idiota.

—Quizás no lo es, pero siento que ustedes nunca tuvieron un cierre a lo que sea que tuvieron —continuó Diego, pero Nick volvió a interrumpirlo para reírse estridentemente. Eso era lo que todos creían, que habían tenido algo más que aquella anoche de sexo en la casa vacacional.

—No tuvimos nada —admitió Nick mientras apretaba las manos y dándose cuenta de lo patético que era por pensar tanto en Noelle cuando, al final… Nunca fueron nada—. Ese es el asunto —continuó y le dio una mirada a su amigo—. Nunca tuvimos nada y no entiendo por qué me aferré a algo que nunca pasó —dijo volviendo a sentirse patético.

Diego se acercó y alzó las manos para colocarlas en sus hombros, le dio un ligero apretón mientras lo miraba a los ojos.

—Nunca no has dicho que fue lo que pasó exactamente, tampoco quise preguntar por qué como no hablas de ello y parece un tema delicado para ti, pero quiero que sepas que cuando necesites a alguien que te escuche, yo estaré allí para ti, Nick —comentó su amigo y Nick no pudo evitar sentirse afligido, lo sabía, pero el que no se sincerará con nadie no tenía que ver que no confiará, sino que prefería reservarse cosas personales suyas. No sabía con qué fin lo hacía, pero siempre ha sido así.

—Gracias, Diego —le agradeció Nick siendo sincero, pues sabía que les importaba a sus amigos, pero era tan reservado y a veces tan tímido, que no le gustaba que la gente supiera sus cosas, incluyendo a sus amigos que eran muy cercanos a él.

El chico sonrió ampliamente y palmeó sus hombros antes de dejar caer las manos.

—Solo quiero desearte lo mejor, que la olvides y que mires hacia delante —continuó Diego sin dejar de mirarlo seriamente—. No está bien seguir pensando en el pasado y seguir aferrado a un amor antiguo, pues como dije antes, te mereces lo mejor, Nick —terminó diciendo su amigo con sinceridad y Nick sabía que no mentía.

—Gracias —le agradeció una vez más.

Diego asintió y luego se separó de él. Se despidieron y Nick fue hacia la puerta del piloto para subir a su guagua. Sin embargo, Diego lo detuvo.

—Otra cosa —le dijo Diego llamando nuevamente su atención y Nick le dio una mirada. Diego se veía incómodo, como si hubiera algo que no quería decir. Nick esperó hasta que este lo miró a los ojos y se lanzó—. Es posible que Noelle vuelva a Seasons para la boda de Leo y Esmeralda, por lo cual… —Diego hizo una mueca—. Sería bueno que la olvidaras, no sabes si ella ya hizo su… —Diego no terminó la frase, pero Nick sabía leer entre líneas.

Nick le dio una sonrisa y para luego subir al fin a su vehículo.

En la soledad de este, Nick echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Diego se había referido a que era posible que cuando Noelle volviera, no estuviera sola. Muchas veces pensó que Noelle había hecho su vida y que lo había olvidado. Algo que debería hacer también, pues como había estado diciéndose a sí mismo, no era sano. Sin embargo, allí estaba sufriendo como tonto.

Quizás…

Tal vez si debería dejar lo que pasó en el pasado y tratar de vivir una vida diferente.

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