Después de romper el lazo con Eco, el joven Alfa abandonó el lugar importandole poco el estado de quien era su compañera. En un principio se había propuesto a solo preguntar por donde yacían los restos de su madre pero una vez más dejo que la bestia tomara el control, descargando la furia sobre la única persona que conocía tal respuesta.

La bestia no experimenta ningún remordimiento, pues en su conciencia crece una tranquilidad perturbadora. Según sus demonios Hizo pagar a la persona correcta.

Se mira las manos, tiene rastros de sangre, lentamente la acerca a su lengua y no le provoca nada en lo absoluto. El rechazo funcionó, el lazo se ha roto y aquella sangre le sabe común y corriente sin embargo el olor de Eco yace impregnado en toda su ropa. Poco a poco Rildo y Caled, dos conciencias separadas pero unidas al mismo cuerpo van recuperando el control. Desgraciadamente Rildo es el primero en sufrir las consecuencias del rechazo. El cuerpo golpeado de Caled no sana al ritmo que lo hací