Caled.
---Llegamos joven Monroe— anuncia el chófer.
---Bien.
Al bajar observo la mansion, el hogar donde pase mi infancia junto a ella, mi madre. Solo el echo de saber que al pasar por esas puertas no esta ella ahí me parte el alma pero adopto mi actitud seria y fria al entrar en la mansion.
---Buenas tardes joven Monroe --- se inclina una chica con uniforme.
---¿Donde esta mi padre?--- pregunto.
---El alfa lo espera en su despacho--- sonríe. Creo percibir un coqueteo de parte de ella, la hubiera corrido de inmediato pero tal vez cuando este aburrido me divierta con ella.
---Gracias--- paso al lado de ella dandole una mirada provocativa haciendo que esta sonríe mas.
Se aleja contoneando las caderas.
---<<Ya tengo quien me entretenga>>--- pienso.
Subo las inmensas escaleras hasta llegar al despacho de Eban. Entro y lo primero que veo es el retrato de mi madre en su escritorio, observo todo el despacho, éste sigue igual a cuando tenía nueve años, al parecer nada a cambiado.
---Llegaste pronto--- dice sentado en su silla, dandome la espalda mientras ve la gran ventana.
---¿Qué era eso tan importante que tenías que discutir conmigo?--- digo irritado.
---¿Cómo has estado?--- se voltea ---. Eres todo un hombre ya, a pesar de tu edad.
---No vengas a creerte el buen padre--- espeto. Su rostro luce cansado y su cabello pinta varias canas.
---Se que no lo soy--- apoya sus manos en el escritorio para levantarme, lo que me permite ver lo delgadas y pálidas que estan ---. ¿Tienes hambre? Puedes comer lo que quieras y...
---Quisiera que hablaras de una vez--- estoy por perder la paciencia. Se levanta, luce alto pero un poco encorvado.
---Acabas de llegar y es tarde, lo discutiremos mañana. Descansa.
---Espero que sea importante--- doy media vuelta y salgo del despacho dando un portazo.
<<Como pretende ser un padre ahora>>--- pienso.
Cuando desaparicio mamá la buscamos por cada rincón de la manada, incluso el pequeño pueblo humano que está cerca y en la ciudad que queda a una hora de aquí. Revisamos todo y a pesar de mi corta edad, busque y ayude a tratar de dar con ella, pero era como si la tierra se la trago, no había nada de nada ni siquiera pudieron hallar un rastro.
Recuerdo el dolor y el sufrimiento que pase todos esos dias, mi padre lamentaba su desaparición y también la manada pero su dolor pronto se transformó en locura. A mitad de la noche lo escuchaba aullar y gritar, todo ese dolor y locura se mezclo con ira, la cual descargo sobre mi.
Era pequeño y lo que más necesitaba era que él estuviera ahí, su indiferencia y coraje dolían demasiado, a veces me miraba a los ojos y se marchaba llorando, tengo los ojos igual a los de mi madre. No fue mi culpa su desaparición e igual sufría como él, tanto que ya no me molestaba en salir ni a la escuela. Pero de algun modo me hacia sentir culpable y odiaba eso.
Justo cuando creí que nada más podia pasar, él llegó a decirme que tenia que irme a otra manada, pues quería que me entrenaran personalmente y él no podía hacerlo. Luche por quedarme, no queria dejar mi casa con los recuerdos de mamá y la manada pero no importó cuanto negue, al final me marché. Me llevaron a una pequeña manada al norte de Escocia, Gealach Iàn o full moon se llama, donde vive el tío Malcom. Me entrenaron cual maquina asesina y formaron mi fuerte caracter, no son una manada grande pero sus entrenamientos y disciplina son dignos de admirar. Mi tío se encargó de mi personalmente, ahora agradezco cada gota de sudor y sangre que derrame, pues no era un débil. Al ser alfa real, nací con más fuerza y resistencia pero debía entrenar para canalizar todo eso cuando lo necesitara, de lo contrario sería inutil, mientras al mismo tiempo que retomaba mis estudios.
Pienso en eso y como hace un año atacaron la manada, me secuestraron junto con otros. Aún recuerdo el maldito dolor de esas cadenas de plata que expresaban mis muñecas. Soporte torturas pero me deleite cortando las gargantas de esos infelices cuando logre escapar de los calabozos.
Libere a muchos que estaban conmigo y juntos terminas con la mayoría de esas escorias pero varios lograron huir lejos.
<<¿Seguirás recordando? Es ridículo>>--- dice mi lobo Rildo, fastidiado. Ya que puedo comunicarme con el por medio de mi mente. Él sale cuando debo transformarme, somos diferentes pero en el mismo cuerpo.
<<No lo haré más, si eso te molesta>>--- respondo.
<<Espero que esto valga la pena>>
<<Yo también>>
Termino el enlace con mi lobo para dirigirme a lo que será mi habitación.
---¿¡Caled!? ¡Oh mi niño estas aquí de nuevo!--- volteo la vista hacia la voz.
---¿Cecilia?
---La misma pero ¡Ven, dame un abrazo!--- me acerco y la abrazo con fuerza. Ella fue mi nana cuando era muy pequeño, ella y mamá no paraban de cuidarme en ese entonces. Después de la desaparición de mamá Cecilia estuvo velando por mi y sufrió cuando tuve que partir de la manada.
---Pero mira como has crecido, ya eres todo un hombre--- deshace el abrazo y me mira de pies a cabeza ---, y uno muy guapo--- sonríe. Aprovecho para mirarla, esta algo mayor ahora, es increíble lo diferente que encontramos a la personas después de mucho tiempo. Pero al ser hombres lobo el envejecimiento es muy lento, no somos inmortales pero podemos sanar a cualquier herida o enfermedad, siempre y cuando está no lo provoque la plata. A parir de los veinte en adelante nuestros cuerpos envejecen demasiado lento, incluso podemos vivir muchos siglos y vernos jovenes. Ceci tiene 214 años pero aparenta de cuarenta y ocho años.
---Gracias Cecilia, ¿Cómo has estado?
---Pues..bien, todo bien mi niño pero dime ¿Te vienes a quedar aqui? O sólo estas de paso.
---Solo vengo de paso Ceci.
---Oh, ya veo--- su rostro se entristecio --. Bueno entonces te consentire todo lo que pueda ¿Si? Dime que quieres comer, aún te siguen gustando la lasaña o prefieres postre.
---Lo que tu quieras Ceci--- le sonrió.
---Muy bien, por cierto ¿Donde dormiras?.....¿En tu cuarto de...
---No, no quiero dormir ahí, ese dejó de ser mi cuarto--- digo con molestia.
---Entiendo, bueno mi niño, ahora preparare una habitación en el tercer piso ¿Te gustaría? O ¿Una habitación en el segundo?
---El el tercero está bien Ceci, gracias. Te he extrañado mucho.
--- Oh mi niño, también yo--- su voz suena amable y cariñosa, hace mucho que no escuchaba una así.
Pasamos por la gran sala rumbo a las escaleras, todo luce exactamente igual, eso me reconforta y a la vez lo odio, esta dejo de ser mi casa.
Eco.
Termino de ayudar a la señora Millar, luego de que me pagara y regalara seis huevos, me marchó contenta a casa antes que mamá llegue.
Doy la vuelta en una calle, solo para pasar por la panadería saboreando el exquisito aroma de pan recién horneado que sale del establecimiento.
Me detengo enfrente de esta y observo los billetes que acabo de ganar con sudor, si mucho sudor. Quiero entrar y comprar aunque sea un tarta pero tenemos deudas y es más importante eso ¿No?
<<Tarta o deudas>> <<Tarta o deudas>> <<Tarta o deudas>>
Creo que mejor las deudas, ademas si lo compro mamá preguntara sobre donde saque dinero y me descubrirá. Me alejo de la panadería un poco decepcionada, gracias a que me desvíe del camino, voy llegando a casa del lado de atrás de esta. La rodeo y paso por la ventana donde está la habitación de Abuela....mia. Alzó la cabeza con tristeza hasta que una sombra pasa rápido por la ventana.
<<¿¡Que!?>>--- me detengo en seco y miro con atención la ventana, la única cortina que tiene está abierta ---<<¿Que no la había dejado cerrada?>>
Esto sólo significa que mamá ya llego y estoy en problemas.
Corro a la entrada principal. Pero...
---La puerta está con llave ¿No ha venido aún?--- susurro para mi.
Abro la puerta con mi propia llave lento y sin hacer ruido, si es otra vez ese mapache conocera la escoba. Miro la pequeña mesa y todo está igual como lo dejamos en la mañana, coloco los huevos sobre esta. Subo las escaleras sin hacer ruido.
Ya estando arriba, escucho ¿Susurros? ¡Del cuarto de la abuela!
<<¡Es un ladrón, seguro!>>
<<¿¡Que hago ahora!?>>
<<¿Que hago? >>
<<¿Que hago?>>
Dejo de pensar y me lleno de coraje.
---¡¡QUIEN ESTA AHI!!--- grito.
Abro la puerta dando un sonoro golpe. Pero no veo a nadie solo a una muñeca en el suelo cerca de la cama. Instintivamente corro hacia la ventana pero esta cerrada, la abro y saco mi cabeza para ver si alguien está cerca, pero no hay nadie, entro y reviso debajo de la cama, el closet y detrás de este pero no hay nada.
---Pero... estoy segura que escuche... Me estoy volviendo loca--- froto mis ojos. Llevo la vista hacia la muñeca ---. ¿Eh?
La recojo del suelo frunciendo el ceño.
---¿Cómo llegaste hasta aqui si estabas allá?--- pregunto a la muñeca como si está fuera a contestar.
La otra muñeca descansa inmóvil en el pequeño mueble, pero la otra estaba en el suelo cerca de la cama. El mueble esta cerca de la pared y este está lejos de la cam....
MIro fijamente a la muñeca.
---Nah, estoy loca, seguro lo imagine--- la vuelvo a colocar junto con la otra.
Limpio las marcas de lodo que deje por la casa, después de haber ordenado me baño, lavo la ropa mugrosa y me dispongo a preparar la cena, haré una sopa de pollo.
Al tener todo listo en la cocina miro la televisión. Solo hay noticias <<Que aburrido>> las veo todo el tiempo, mejor leere un libro.
❇-❇-❇-❇-❇
---Ya llegue cielo--- ¡Mamá! ---¿Cómo te fue en el instituto?--- dice, bajo corriendo las pequeñas escaleras.
---¡Vaya es muy tarde! Son las siete de la noche--- digo.
---No es tan tarde, lo que pasó fue que Camila no vino a hacer su turno y pues me tocó a mi pero mira lo que tengo--- sacude una bolsa de deliciosas manzanas ---. Aquí están las propinas que gane por esas dos horas extra que hice.
---Que rico--- brillan mis ojos.
---Lo se, pero bueno dime como te fue.
Platicamos de nuestro día mientras tomabas sopa. Al terminar lavo los tazones, enjabono la olla. No se como o no se porque pero dirijo mi vista hacia la ventana del frente del fregadero y lo que observo me eriza la piel. Una persona esta parada en frente de la casa, la noche lo cubre por completo pero logro visualizar su apariencia, es una mujer. Rápido cierro la puerta de entrada y llamo a mamá quien recién salió de la ducha.
---Mamá, hay una mujer afuera y está viendo hacia aca--- balbuceo.
---¿Que? Déjame ver--- se ajusta la toalla de baño y observa por la ventana ---. Pero no hay nadie.
---Si, ahí.... estaba..--- pego mi cara a la ventana --- Enserio, yo lo vi era alto.
---Bueno tal vez era alguien que pasaba por casualidad--- hace un gesto con la mano restándole importancia.
---Si...tal ve era eso--- digo mas para mi que para ella.
Una extraña sensación me invade por completo, es como un presentimiento de que algo va pasar. La inquietud se apodera de mi y con ello las ganas de saber que pasará.
<<Si no es que ya está pasando>>
Entro al cuarto y me dispongo a dormir.
Antes de quedarme con el cuarto de la abuela, al pasar por el un sentimiento de tristeza me invadía por completo, la extraño muchísimo pero ahora, por primera vez.....siento miedo estar aqui y no se porque.
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Salgo de la casa rumbo al instituto, aprovecho está caminata para reflexionar sobre los acontecimientos ocurridos hace dos días. Recuerdo que eran susurros, alguien o algo estaba ahí ayer y en definitiva no lo imagine, pase toda la noche sin poder dormir pensando en todo eso. Esta mañana me siento cansada pero al menos el maquillaje cubre un poco las ojeras. No soy de usar maquillaje pero esta vez lo necesitaba.
Paso por el parqueo, noto que no hay nadie como otras veces.
<<¿Que estará pasando?>>
---¿Me veo bien cierto?--- pregunta Annie a una de sus amigas, que no logro ver.
---Si, te vez bien--- responden varias.
Es cuando recuerdo la conversación, donde hablan de Caled pero ¿Será el mismo Caled que conocí?
Un auto que a mi parecer luce muy lujoso y caro se acerca al parqueo, seguido de cuatro autos más atrás de este. Annie y las otras se emocionan, dando pequeños saltitos.
---¿Pero quien sera ese...--- mi corazón late desenfrenado y mis mejillas arden.
<<Es él>>
---Caled..... --- digo en un suspiro.
Caled.Luego de comer la deliciosa comida que preparo Ceci voy a la habitación. Traje una maleta pero creo que no sera necesario desempacar todo, solo tomo lo necesario que necesito ahora como ropa limpia para darme un baño.Salgo vestido con ropa casual y tomo mi traje para llevarlo a lavanderia.Toc-Toc---Mi niño ¿Estas ahi?--- habla Ceci desde afuera de la puerta.---Si, pasa.---Gracias, te traje un poco más de postre por si querías--- lo coloca en una pequeña mesita ---. Yo..eh..tengo que hablar contigo de...algo--- junta ambas manos.--Gracias por el postre--- tiene toda mi atención ---. Te escucho.---Bueno, por donde empiezo--- mueve sus manos en señal de nerviosismo ---. Es que...vas a vivir aquí ahora--- una sonrisa plana se forma en su rostro.---¿De qué hablas?--- enarco una ceja.---Serás el alfa y tendrás que...--- aclara la garganta ---.Tendrás que quedarte para que conozcas como se maneja la manada--- me mira fijamente, parpadea evitando que salgan algunas lágrimas.-
Eco.Llego a casa, sin perder tiempo cambio mi vestimenta, otra vez iré a la granja de los señores Miller. Salgo a toda velocidad, cada minuto cuenta, además es más dinero. ---Buenas tardes...--- saludo con la respiración agitada ---.... Señora Miller..---¡Pero respira jovencita! ¿¡Como se te ocurre venir corriendo!?--- reprende la señora. Se levanta de su comoda silla en el patio y entra a su casa, sale con un vaso --- . Toma, es jugo de naranja.---Gracias--- lo bebo ¡Esta frio! Perfecto para mi agitado cuerpo ---. ¿El señor Miller está aquí?---Si, está con Clara en el corral de las vacas--- se sienta en su silla --- . Hoy decidí darme un respiro--- dice. Es cuando noto que la e estado viendo sorprendida.---Perdón, yo no quería....bueno es que siempre la miraba trabajar, es raro verla por primera vez descansar...--- digo extrañada ---. Pero esta bien--- sonrío. ---Bueno, tengo que descansar de vez en cuando, además ya me siento un poco débil--- suspira.---Entiendo--- murmuro.
Caled.Desde que la vi esa tarde en el pasillo mi cabeza no deja de dar vueltas. Ese rostro, esa voz. No puedo creer que la olvidé, pero fue tan extraño la manera en como me sentí. Cuando dijo que era Eco todo regreso como una película en retroceso. Llegó a mi pecho una sensación que creí muerta. No pude contenerme, verla ahí, tan cerca, la niña que quería muchísimo era ahora toda un chica. Sin entender mi comportamiento, la estampo en los casilleros, observo su rostro y luego sus labios, la sensación en el pecho se incrementa.Ella se sonroja, pero no se si es por la vergüenza o por mi.> >>> Solo faltaban centímetros para que nuestro labios se tocaran, por un momento solo quería llevarla lejos y besarla. Pero no, yo no puedo sentír algo por ella y menos siendo humana. No es mi ma
Al entrar una bella canción resuena en el lugar, no tiene letra pero se escucha tan hermosa como misteriosa. —Bien, yo iré a terminar unas quehaceres y tu.. —Te ayudaré— digo —. No voy a estar aquí sin hacer nada. —Mmmmm, Bueno, entonces limpia los muebles de madera con este líquido— me da un trapo y un liquido naranja —. Por favor con cuidado Eco. Asiento. Se va por un pasillo hasta que dejo de escuchar sus pasos. La canción resuena aún más, como instandome a buscarla. Suena tan hermosa pero tiene algo que es difícil de describir. Limpio una estatua de una dama tallada en madera y luego otra y otra, avanzo cada vez a donde proviene la canción. >— pienso. Sigo la canción que proviene detras de una puerta. Medito si entrar, no quiero ser inrespetuosa, pero la curiosidad me gana. Abro la puerta y lo que veo me deja sin habla. —Woa..... Hay libros por doquier, podría jurar que hay MILLONES DE LIBROS. Parece un biblioteca, los estantes l
Caled. La veo salir sola del instituto, la observo sin perder ningún detalle. >— pienso. Quiero llevarla hasta su casa, solo para saber a donde vive. Se que no debería sentír algo por ella pero verla y más desde atrás me hace querer perder la cordura.Arranco el auto y freno al llegar junto a ella. —¿Te llevo?— veo como se sonroja. Luce linda, igual a cuando eramos niños. —Eeh... S..si— balbucea. —Sube. —Gra... Gracias— en parte me siento bien de saber que la pongo nerviosa. Conduzco sin decir nada, ruego por que no mencione lo que ocurrió cuando la vi al llegar al instituto en mi primer día. Me doy cuenta que me ve de reojo y solo provoca que quiera parquear el auto, aferrarla a mi y follarla atrás. Hago un esfuerzo brutal por contenerme. No entiendo que me pasa, creo percibir un debil aroma delicioso pero es muy débil ¿Podrá ella ser mi mate? Me encantaba de niño ¿Que cambió? Pues el echo de que ella es humana y ahora comprendo que significa eso. Evito mir
—SEMPITERNO...Es lo único que logro leer, el libro está escrito en latín, lleno de dibujos y símbolos raros. Para mí gran suerte al parecer en algunas páginas hay traducciones de ciertos escritos. Mi libro de las sombras. Dice la primera traducción. Hojeo sin parar y muchos dibujos llaman mi atención pero uno se la lleva por completo. Un bello y majestuoso elefante descansa dibujado en una página, Los dioses de la naturaleza. Dice la traducción. —¿Pero que clase de libro es esté? Primer conjuro para hacer una wicca: Invocar al espíritu animal. Como si dejaran caer un balde de agua helada sobre mi, me doy cuenta que clase de libro es este. —Es para ser una especie de bruja, ¿Pero porque estaba en nuestro sótano?— abro de nuevo el diario, buscando respuestas. Página 14: Tengo que cuidarlo muy bien, necesita estar en agua una vez que nazca pero ¿Donde lo tendré? Todavía no lo se pero mientras siga siendo un huevo lo podre ocultar. Estoy tan emocionada de que por fin me dieran uno
Eco. Me levanto al oír la alarma, froto mis ojos acostumbrandome a la claridad de la mañana. >Ordeno mi cama cuando veo la ventana abierta ¿Que no la había cerrado ayer? >Es lo único lógico que encuentro y la cierro. Por otro lado dormí como reina, siento mis piernas ligeras y relajadas. No me despertó ningún ruido, de hecho no hubo ruidos. Pienso en la extraña mano falsa que estaba en la pared y me pregunto si tiene algo que ver, además los diarios que encontré incrementan mi curiosidad de saber a quién le pertenecen. >Me baño y comienza la misma rutina. Bajo las escaleras y me sirvo un poco de cereal. Veo a mi madre como se peina, haciendo un moño su cabello. La curiosidad es tentadora. —Mami ¿Tu tienes o tenías algún diario antes?—pregunto sin rodeos. Ella me mira con el ceño fruncido y vuelve la vista. —¿Porque?— dice, mirando
—¿Que haces aquí?— digo molesta y sorprendida —¿Como sabías donde vivo? —Me entere de lo que iba a hacerte Cedric. Solo quería saber que estuvieras bien. —Si, estoy bien— me mira de arriba a abajo, incomoda me cruzo de brazos —. Bueno, si era todo puedes irte, no sea que hagas esperar a Annie por mi culpa— espeto. —Sabes, estoy empezando a cansarme de tu manera de hablarme— se acerca. Trato de cerrar la puerta pero me lo impide —. Si sabes algo de nosotros, debes saber también que seré el próximo alfa de esta manada ¿Verdad? —¡Se eso! Pero este pueblo no está dentro de tu territorio. —Eso no me impediría a querer apoderarme de el— su voz es intimidante —. Te aconsejo que te dirijas a mi con respeto o... habrá consecuencias. —¿Que te a pasado? Ya no eres el mismo Caled que conocí— digo con pesar. —Es cierto, ya no lo soy y por favor, deja de compararme a cuando era niño...— hace una pausa y vuelve a escanearme de arriba a abajo —. Me alegro que estés bien y ya estamos enca