Siete años después....
Eco.
---Creo que...puedes dormir en el ¿si?--- sonrié débilmente.
---Eso creo--- estudio su pequeña habitación. No me atrevia a entrar por respeto pero creo que lo mejor será usarla.
---Bueno, no cambiaré nada, no hace falta. Además tendrás tu propio espacio y...
---Lo se mami--- la interrumpo ---. Es sólo que es extraño que ya no esté Abu aquí y ahora vaya a dormir en su cuarto--- acomodo uno de sus adornos de gatito que estaba volteado, sobre la mesita de noche.
---Sé eso--- baja la cabeza ---. Quisiera poder tener más dinero y talvez..no se, hacer otro cuarto o remodelar la casa pero no tengo. Ya sabes, darte tu propio espacio y que sea a tu gusto, eres una adolescente.
---Mami, no importa. Claro que puedo dormir aqui y sobre el dinero ya tengo diecisiete años. Creo que puedo ayudar trabajando los fines de semana a...
---No--- toma mis manos —, hasta que salgas del instituto, ¿Entendido?
---Mami, solo son tiempos cortos, el señor Miller y su esposa dijeron que podía ayudarlos en su granja y la señora Borges te dijo que podía ayudarte los fines de semana a limpiar su casa.
---No estoy segura--- pasa una mano por su cabeza, cansada.
---Yo te puedo ayudar y lo haré--- la abrazo ---. Dormiré aquí está noche.
---Me ayudarás mucho si estudias, quiero que estes muy aplicada en tus examenes--- toma mi rostro en sus manos.
---Soy muy responsable mamá--- afirme.
---Bueno, entonces..--- mira cada rincón de la habitación --- Buenas noches mi cielo.
---Descansa.
Cierro la puerta, camino con cuidado como si el piso se fuera a romper. Acaricio los libros que reposan en un pequeño estante de madera, hay quince libros, esperando a ser leidos.
Me encanta leer, creo que los leeré todos en una semana, no son muchos. Giro mi vista hacia un mueble con unos cajones en la habitación, no es correcto ser curiosa con las cosas de la abuela así que saco esa idea se mi cabeza. Todo está tal y como lo dejo la última vez, incluso todavía están las bolas de lana en su silla mecedora donde tejia por horas, tenía unos dedos muy ágiles a pesar de su edad. Me invade la melancolía al recordar como tejia abrigos y bufandas, ella me enseñó a tejer como a los seis años. Ahora esos abrigos que tejió para mi los atesoraré por siempre.
Aun no puedo creer que después de mi cumpleaños diecisiete muriera, fue un golpe muy duro. Definitivamente no me esperaba algo asi. Solo an pasado tres meses y medio, demasiado reciente como para no sentir dolor.
Me siento en la cama, acomodando la almohada, miro nuevamente todo. Me percató de algo que no había visto.
---Las muñecas de la abuela--- me acerco a ellas. Son tres, están sentadas en una tabla de madera pegada a la pared ---. Son lindas.
La abuela nunca me dejó jugar con ellas, pues eran adornos, no juguetes, eso me pareció grosero de su parte cuando era pequeña pero ahora que lo pienso estas muñecas se ven muy lindas, tanto que es más bonito que decoren la habitación a que estén en mi caja de juguetes que guardo en el pequeño sotano, ya soy una adolescente como para jugar con juguetes pero tal vez encuentre a alguien que le sirvan.
Dejo a las muñecas en su postura eterna para recostarme en la cama, saco mi diario y me acerco un poco a la luz de la lámpara de noche.
Querido diario :
Hoy duermo en la habitación de la abuela, se que es difícil y duele, solo espero sanar pronto.
Mami esta otra vez preocupada por el dinero, dice que no me quiere ver trabajar hasta que salga del instituto pues no le pondría mucha atención al estudio y en parte tiene razón. Pero eso no me detendrá, aunque sea por ratitos trabajaré en lo que sea. La voy a ayudar en lo que pueda.
Por otro lado :
Ya son siete años que no lo veo, de seguro se olvidó de mi, eso me lastimaria.
Como me arrepiento de no haberle dicho que me gustaba en aquel entonces, solo se fue y no regreso. Al menos me hubiera dicho a donde pero ni eso.
Quisiera verlo de nuevo, le diría todo lo que siento ahora. Fui una tonta por tener miedo, era una niña y mis sentimientos jugaron en mi contra. Yo sabía lo que sentía pero decidí callar.
Mi único amigo, como me enamore de ti, espero verte algún día, no pierdo las esperanzas de que regreses.
Eco.
Cierro el diario y lo guardo bajo la almohada. Saco de mi mochila que está en suelo, el libro de La manada Bloodymoon. Saqué éste libro de una sección privada de la biblioteca, donde sólo los adinerados que estudian ahí tienen permitido entrar, me escabulli como pude y ''tome prestadoʼʼ varios libros. Al principio creí que lo que decía el libro era fantasía, pero poco a poco todo lo extraño de la zona fue encajando con el libro. Los hombres lobo.
Gracias esté descubrí mucho.
El Alfa se le dice al supremo líder de la manada, según el libro, esta manada es una de las más poderosas del continente. Todo Alfa tiene un segundo al mando que se le conoce como beta.
Abro el libro justo donde dejé el separador. Observo las fotos del Alfa, un hombre muy apuesto, posa en la imagen con un traje elegante, acompañado de otros dos igual de apuestos. Yo lo vi una vez, llego al instituto para ese entonces yo tenía diezciseis años.
Eban Monroe Glenn, lee la descripción. Paso a la próxima página y veo a... Caled. No evito la tentación de besar la imagen de mi único amigo de infancia. No me dio miedo al descubrir lo que él era.
<<Bueno, quizá un poquito>>
Caled Monroe John, próximo a tomar el cargo de Alfa supremo, dice la descripción. Sonrío como boba al mirar esos hermosos ojos verdes ¡Si que es guapo! A pesar de ser un niño, aunque con el tiempo que a pasado debe verse diferente. En la otra foto, esta él con el Alfa, su padre, ambos lucen elegantes. Paso a la página siguiente y.....
La luna de la manada, lee la descripción pero la foto esta arruinada, parece que alguien la cubrió con tinta, rayones y rayones es lo único que se ve.
<<Que raro>>
<<Estaba en la sección privada y no creo que lo pusieran así en la estanteria. Cuando lo tomé no lo leí, hasta terminar los otros libros que tomé>>
Elizabeth Monroe John. Esposa del Alfa Eban Monroe Glenn, madre de Caled Monroe John y luna de la manada Bloodymoon.
Ella es la luna que desapareció misteriosamente.
Recuerdo el ir y venir de muchos sujetos en todo el pueblo el día después que mi Abuela me dijo que desapareció la luna. No entendí en ese momento pero ahora si.
Me sorprendió saber que mi abuela sabía sobre la existencia de estos seres, pero al cabo de un tiempo comprendí que la mayoría del pueblo saben sobre su existencia, pero callan, algunos por miedo y otros por respeto.
Por eso Caled faltó a clases, su madre había desaparecido, pero lo que aún no logro entender es porque se fue de aquí.
Hojeo velozmente el libro completo para ver si no hay otra foto de la luna pero no encuentro nada. Las veces que estaba con Caled, nunca tuve la oportunidad de verla.
Cierro el libro con mucho curiosidad, lo coloco nuevamente en mi mochila y me dispongo a dormir, tras apagar la pequeña lámpara.
.........
Un golpe..
Me remuevo en la cama.
Dos golpes..
Entre abro mis ojos.
Tres golpes..
Estoy despierta.
Me siento en la cama, miro el reloj de gatito que marca las tres de la mañana.
<<¿Qué eran esos golpes?>>--- pienso.
Decido bajar e investigar que a sido eso, ya no se escuchan más golpes. Abro la habitación de mamá sin hacer mucho ruido, ella duerme profundamente, cierro la puerta confirmando que no fue ella pues duerme a gusto, eso significa que no los escuchó.
---Seguro fue algún mapache o algún animal pequeño afuera--- le resto importancia.
Me dirijo a mi cuarto sin hacer ruido pero de nuevo suena el golpe. Páro en seco, atenta a todo. Me acerco a donde se escuchó el golpe.
Dos golpes se escuchan y provienen del...¿sotano?
<<Que raro>>— pienso.
Abro la pequeña puerta que está en el suelo para ir al sotano. Una vez dentro enciendo la luz y reviso todo.
---Parece estar todo bien--- sin embargo siento que algo no está bien aqui. Apresurada me salgo del sótano directo a mi cuarto.
---Algo está pasando....en esta casa--- cierro los ojos presa del sueño.
Ya de mañana, me preparo para ir al instituto. Hago un moño en mi largo y voluminoso cabello negro, humecto mi piel café oscura, al hacer esto me recuerdo que este fin de semana mamá y yo iremos a ver a la tía y eso significa que veré a Darcy y las otras. Siempre me molestan por mi color de piel, ellas son un poco más mayor que yo, pero al parecer eso no les importa cuando me molestan.
termino de arreglarme para bajar a desayunar lo más rápido que pueda.
---Buenos días cielo--- saluda mamá --- ¿Ya estás lista?--- da un sorbo a su café humeante.
---Buenos dias, si ya estoy lista--- me sirvo un poco de cereal ---¿Vas a la casa de la señora Borges?
---No--- responde, se coloca su abrigo y se mira por última vez al espejo ---. Hoy solo voy a la cafetería.
---bueno, te veré en la tarde--- digo para salir no sin antes darle un abrazo.
---Adiós cielo, cuidate mucho.
---Adiós.
Llego al instituto.después de caminar veinte minutos, lo primero que veo como siempre es el parqueo de varios autos caros, por dicha no hay muchas personas ahí. Me dirijo rápidamente al aula de la primera clase de hoy. Es curioso que no me encontrase con Annie y su grupito de matonas engreidas, las odiosas les encanta molestarme.
Las clases comienzan con normalidad, respiro profundo al sentirme en paz en la clase, tal vez no duraría mucho hasta que Annie apareciera a amargarme el día pero disfrutaría este corto momento de tranquilidad.
En la hora del receso, voy al baño cuando una conversación me detiene antes de entrar.
---!Va a venir mañana!--- escucho un pequeño grito de alegria seguido de muchas risas. Es Annie y sus amigas.
---Oye ¿Y está igual de guapo?--- pregunta una, que por la voz reconozco como Rachael.
---Más que guapo, está para comérselo y cuidado que él es MIO--- amenaza. Quien sea de quien hablen de seguro Annie ya lo conoce.
---Uy que genio, yo sólo decia.
---¿Encontraría a su mate?--- pregunta Savannah.
---No lo sé, creo que no, pero yo con gusto tomaré ese lugar--- rieron todas ---, además dudo que Caled me rechaze.
Ese nombre, mi corazón empezó a palpitar rapido.
Caled....
¿Será el mismo Caled que yo conozco? Sólo hay un Caled en este lugar, bueno al menos hasta donde sé.
---Entonces tendrás que andar detrás de él--- dijo Krista ---. Por que van a hacer muchas las que querrán acercarse a él.
---Mataré a cualquier zorra que se le acerqué--- pronunció Annie con tono amenazante, me asusté de inmediato ---. El alfa es todo mio--- ¿Alfa? ¿Suyo?
Escucho que se aproximan a la puerta, rápido corro lejos de ahi. Siento una profunda alegría, solo el echo de que tal vez sea el mismo Caled de mi infancia me llena de nervios.
Paso todo el día sumergida en mis pensamientos. Preocupación y nerviosismo se mezclan dentro de mi, ¿Qué haré si es él?
El día en el instituto termina, salgo a toda prisa de allí, paso por el estacionamiento rápido antes de que me encontre a....
---Vaya, vaya Eco ¿Dónde estabas metida lindura?--- oh no, lo que me faltaba, Cedric.
---Yo ya voy saliendo--- trato de esquivarlo pero se para frente a mi.
---¿Cual es la prisa muñeca?--- sonríe de manera sexy según él, pero en realidad parece un idiota. Cree que porque luce como un adonis todas deberían caer a sus pies, es un tonto.
---Me tengo que ir, así que adiós--- paso junto a él pero me agarra el brazo con fuerza.
---Estoy empezando a casarme de que me ignores, preciosa.
---¡Sueltame! --- exijo. Maldigo haberlo encontrado, no se porque se interesa en mi si tiene a muchas chicas bonitas que babean por él.
---¿Y si no qué?--- desafía.
---Lo reportare a la dirección, aún no e salido del instituto--- advierto.
---¡Ja! ¿Crees que ellos me diran algo?--- enarca una ceja ---. Aquí mandamos nosotros chocolatito--- suelta mi brazo para intentar acariciar mi mejilla pero me alejo corriendo. Escucho su risa de triunfo por haberme intimidado, desearía ser más fuerte emocionalmente, talvez asi dejarían de pisotearme todos. Solo porque vienen de una familia adinerada se creen los dueños de todo y de todos, es muy deprimente y triste de saber que no soy la unica, también hay otros que los molestan como a mi.
Aunque comprendo el porque de su comportamiento, si tienen su propio lugar apartado del pueblo y dinero para consentirse en todo, era obvio que actúen como niños mimados.
Me detengo dando a mi cuerpo un descanso después de correr como loca. Camino despacio hacia la casa de Abu, una vez dentro me quito mi uniforme y me coloco la vestimenta mas desgastada y fea que tengo, hago una larga trenza en mi oscuro cabello para luego ponerme un sombrero viejo que no se de donde lo saco Abu, seguro lo compro hace mucho pues es horrible pero perfecto para el trabajo. Por ultimo me pongo las botas de hule y listo.
---¡Estoy lista!
Salgo de casa y me dirijo a la propiedad de la señora y el señor Miller.
---Hola, buenas tardes--- saludo a la señora Miller, quien esta barriendo el patio de su linda casa.
---Buenas tardes Eco ¿Cómo estas?
---Muy bien señora Miller ¿Y ustedes?--- sonríe con gentileza.
---Estamos bien, gracias ¿Vienes a ayudar a Teo?
---Si señora--- frunce el ceño uniendo las arrugas de la frente.
---Creí que lo de ayudar en la granja no te interesaría--- se inclina un poco a hacia mi ---¿Porque?
---¿Ah?
---¿Porque no estas en esas fiestas de los jóvenes de ahora? O ¿Jugando con esas pantallas raras?
Sonrío, en realidad no me importa hacer esto pues necesito el dinero, y las fiestas no dan nada, además no tengo esas pantallas raras como le dice ella, por eso necesito trabajar para tener una de esas, aunque si la tuviera no me negaría al trabajo.
Solo encojo los hombre para responder sus preguntas a las cuales solo asiente.
---Bueno, que te parece si vamos donde las gallinas y después a alimentar a los cerdos.
---Lo que usted diga señora--- coloco mejor el sombrero de tela en mi cabeza.
Caled.---Llegamos joven Monroe— anuncia el chófer. ---Bien.Al bajar observo la mansion, el hogar donde pase mi infancia junto a ella, mi madre. Solo el echo de saber que al pasar por esas puertas no esta ella ahí me parte el alma pero adopto mi actitud seria y fria al entrar en la mansion.---Buenas tardes joven Monroe --- se inclina una chica con uniforme.---¿Donde esta mi padre?--- pregunto.---El alfa lo espera en su despacho--- sonríe. Creo percibir un coqueteo de parte de ella, la hubiera corrido de inmediato pero tal vez cuando este aburrido me divierta con ella.---Gracias--- paso al lado de ella dandole una mirada provocativa haciendo que esta sonríe mas. Se aleja contoneando las caderas.--->--- pienso.Subo las inmensas escaleras hasta llegar al despacho de Eban. Entro y lo primero que veo es el retrato de mi madre en su escritorio, observo todo el despacho, éste sigue igual a cuando tenía nueve años, al parecer nada a cambiado.---Llegast
Caled.Luego de comer la deliciosa comida que preparo Ceci voy a la habitación. Traje una maleta pero creo que no sera necesario desempacar todo, solo tomo lo necesario que necesito ahora como ropa limpia para darme un baño.Salgo vestido con ropa casual y tomo mi traje para llevarlo a lavanderia.Toc-Toc---Mi niño ¿Estas ahi?--- habla Ceci desde afuera de la puerta.---Si, pasa.---Gracias, te traje un poco más de postre por si querías--- lo coloca en una pequeña mesita ---. Yo..eh..tengo que hablar contigo de...algo--- junta ambas manos.--Gracias por el postre--- tiene toda mi atención ---. Te escucho.---Bueno, por donde empiezo--- mueve sus manos en señal de nerviosismo ---. Es que...vas a vivir aquí ahora--- una sonrisa plana se forma en su rostro.---¿De qué hablas?--- enarco una ceja.---Serás el alfa y tendrás que...--- aclara la garganta ---.Tendrás que quedarte para que conozcas como se maneja la manada--- me mira fijamente, parpadea evitando que salgan algunas lágrimas.-
Eco.Llego a casa, sin perder tiempo cambio mi vestimenta, otra vez iré a la granja de los señores Miller. Salgo a toda velocidad, cada minuto cuenta, además es más dinero. ---Buenas tardes...--- saludo con la respiración agitada ---.... Señora Miller..---¡Pero respira jovencita! ¿¡Como se te ocurre venir corriendo!?--- reprende la señora. Se levanta de su comoda silla en el patio y entra a su casa, sale con un vaso --- . Toma, es jugo de naranja.---Gracias--- lo bebo ¡Esta frio! Perfecto para mi agitado cuerpo ---. ¿El señor Miller está aquí?---Si, está con Clara en el corral de las vacas--- se sienta en su silla --- . Hoy decidí darme un respiro--- dice. Es cuando noto que la e estado viendo sorprendida.---Perdón, yo no quería....bueno es que siempre la miraba trabajar, es raro verla por primera vez descansar...--- digo extrañada ---. Pero esta bien--- sonrío. ---Bueno, tengo que descansar de vez en cuando, además ya me siento un poco débil--- suspira.---Entiendo--- murmuro.
Caled.Desde que la vi esa tarde en el pasillo mi cabeza no deja de dar vueltas. Ese rostro, esa voz. No puedo creer que la olvidé, pero fue tan extraño la manera en como me sentí. Cuando dijo que era Eco todo regreso como una película en retroceso. Llegó a mi pecho una sensación que creí muerta. No pude contenerme, verla ahí, tan cerca, la niña que quería muchísimo era ahora toda un chica. Sin entender mi comportamiento, la estampo en los casilleros, observo su rostro y luego sus labios, la sensación en el pecho se incrementa.Ella se sonroja, pero no se si es por la vergüenza o por mi.> >>> Solo faltaban centímetros para que nuestro labios se tocaran, por un momento solo quería llevarla lejos y besarla. Pero no, yo no puedo sentír algo por ella y menos siendo humana. No es mi ma
Al entrar una bella canción resuena en el lugar, no tiene letra pero se escucha tan hermosa como misteriosa. —Bien, yo iré a terminar unas quehaceres y tu.. —Te ayudaré— digo —. No voy a estar aquí sin hacer nada. —Mmmmm, Bueno, entonces limpia los muebles de madera con este líquido— me da un trapo y un liquido naranja —. Por favor con cuidado Eco. Asiento. Se va por un pasillo hasta que dejo de escuchar sus pasos. La canción resuena aún más, como instandome a buscarla. Suena tan hermosa pero tiene algo que es difícil de describir. Limpio una estatua de una dama tallada en madera y luego otra y otra, avanzo cada vez a donde proviene la canción. >— pienso. Sigo la canción que proviene detras de una puerta. Medito si entrar, no quiero ser inrespetuosa, pero la curiosidad me gana. Abro la puerta y lo que veo me deja sin habla. —Woa..... Hay libros por doquier, podría jurar que hay MILLONES DE LIBROS. Parece un biblioteca, los estantes l
Caled. La veo salir sola del instituto, la observo sin perder ningún detalle. >— pienso. Quiero llevarla hasta su casa, solo para saber a donde vive. Se que no debería sentír algo por ella pero verla y más desde atrás me hace querer perder la cordura.Arranco el auto y freno al llegar junto a ella. —¿Te llevo?— veo como se sonroja. Luce linda, igual a cuando eramos niños. —Eeh... S..si— balbucea. —Sube. —Gra... Gracias— en parte me siento bien de saber que la pongo nerviosa. Conduzco sin decir nada, ruego por que no mencione lo que ocurrió cuando la vi al llegar al instituto en mi primer día. Me doy cuenta que me ve de reojo y solo provoca que quiera parquear el auto, aferrarla a mi y follarla atrás. Hago un esfuerzo brutal por contenerme. No entiendo que me pasa, creo percibir un debil aroma delicioso pero es muy débil ¿Podrá ella ser mi mate? Me encantaba de niño ¿Que cambió? Pues el echo de que ella es humana y ahora comprendo que significa eso. Evito mir
—SEMPITERNO...Es lo único que logro leer, el libro está escrito en latín, lleno de dibujos y símbolos raros. Para mí gran suerte al parecer en algunas páginas hay traducciones de ciertos escritos. Mi libro de las sombras. Dice la primera traducción. Hojeo sin parar y muchos dibujos llaman mi atención pero uno se la lleva por completo. Un bello y majestuoso elefante descansa dibujado en una página, Los dioses de la naturaleza. Dice la traducción. —¿Pero que clase de libro es esté? Primer conjuro para hacer una wicca: Invocar al espíritu animal. Como si dejaran caer un balde de agua helada sobre mi, me doy cuenta que clase de libro es este. —Es para ser una especie de bruja, ¿Pero porque estaba en nuestro sótano?— abro de nuevo el diario, buscando respuestas. Página 14: Tengo que cuidarlo muy bien, necesita estar en agua una vez que nazca pero ¿Donde lo tendré? Todavía no lo se pero mientras siga siendo un huevo lo podre ocultar. Estoy tan emocionada de que por fin me dieran uno
Eco. Me levanto al oír la alarma, froto mis ojos acostumbrandome a la claridad de la mañana. >Ordeno mi cama cuando veo la ventana abierta ¿Que no la había cerrado ayer? >Es lo único lógico que encuentro y la cierro. Por otro lado dormí como reina, siento mis piernas ligeras y relajadas. No me despertó ningún ruido, de hecho no hubo ruidos. Pienso en la extraña mano falsa que estaba en la pared y me pregunto si tiene algo que ver, además los diarios que encontré incrementan mi curiosidad de saber a quién le pertenecen. >Me baño y comienza la misma rutina. Bajo las escaleras y me sirvo un poco de cereal. Veo a mi madre como se peina, haciendo un moño su cabello. La curiosidad es tentadora. —Mami ¿Tu tienes o tenías algún diario antes?—pregunto sin rodeos. Ella me mira con el ceño fruncido y vuelve la vista. —¿Porque?— dice, mirando