Respiro hondo antes de buscar en el bolsillo de mi pantalón el papel doblado donde estaban inscritos mis horarios, al ver que la siguiente si era muy importante comencé a correr ya que en poco tiempo sonaría la campana.
Justo cuando llegué adentro mi piel se eriza cuando escucho de nuevo su voz a mis espaldas. ¿Qué pasa con mi cuerpo?. No reacciona, se paraliza al sentir su presencia tan cerca de mi. ¿Acaso era miedo?.
Lentamente volteo para verlo sobre mi hombro, efectivamente detrás de mi. Su mirada era la misma, fría, inexpresiva pero cuando mis pies reaccionaron fue cuando vi sus intenciones contra mi.
—¿Dime tu nombre?.
—¿Eh?. —fue lo que murmuré cuando vi su molestia. —¿Mi nombre?. ¿Para que?...
Iintente desafiarlo sin imaginar que eso, sería un grave error. Sus frías manos ya no sostienen mis muñecas como en nuestro primer encuentro, estas sujetan mi cuello con una mirada ardiente y sedienta de sangre.
—¡Habla!.
—P-Pudrete.. —escupí aún desafiandolo. —Tu.. no eres nadie..
Jadeo cuando su agarre es más fuerte, sentí que el poco aire que mis pulmones poseían se había terminado al intentar respirar, me estaba asfixiando con intenciones de matarme. No entiendo que le pasa a este tipo. ¿Por qué se ensaña conmigo?.
De la nada me suelta. Tosiendo caigo de rodillas mientras mi mano derecha cubre mi cuello para verlo furiosa por casi matarme. Al poco tiempo la campana suena y los estudiantes salen de los salones. Me coloco de pie encarandolo pero retrocedo lejos de él.
—¿¡Que carajos te pasa?!. —todos se detienen para observarnos. —¿¡Ni siquiera te conozco y me quieres matar?!.
Todos comenzaron a murmurar y vieron nervioso al rubio frente a mí, su semblante sombrío intimida tanto que con solo caminar hasta donde me encontraba, su mirada era decidida y quería atacarme de nuevo sin importar que hubieran personas presentes siendo testigos.
—¡Aléjate de mi!. —sé detiene de inmediato, no deja verme con esa mirada inexpresiva. —Aléjate Ethan.
—¿O si no que?.
Todos murmuraron cuando escuchan su pregunta casi en burla.
—Esa chica es tonta, no sabe con quien se mete.
—Si. Oí que casi mató a golpes al anterior Mariscal del equipo de fútbol.
—Si, que terror, pero aún así no deja de verse atractivo.
—Si, incluso se ve más guapo Ethan.
Mis palabras no fluyen de mi garganta, estaban atacadas con tener su mirada penetrante sobre mí con deje de amargura y odio.
—¡¿Qué Demonios esta pasando aquí?!.
Era la profesora Crosforw, ella maldice al ver que no íbamos a nuestras respectivas clases y al ver que era por nuestra culpa nos señala a ambos.
—¡Ustedes dos. A la oficina del decano
—¿Qué?. —Palidezco. —P-Pero.. no es mi culpa. Él..
—¡Carajo, que no oyó. A la oficina.
Ella me grita en el oído y me ordena caminar con el a la oficina del decano. Apresuró mis pasos para llegar antes de que Ethan pudiera alcanzarme pero eso fue inutil ya que bruscamente tomó mi muñeca.
Mi corazón se acelera ya que no podía siquiera saber en que estaba pensando y porque su insistencia en perseguirme si no le hecho nada malo. Mi único pecado fue haber chocado por accidente con el.
—¿Cuál es tu nombre?.
—Tanto quieres saberlo. ¿Cuál es el interés?.
—Yo soy el que pregunta ahora responde si no quieres morir.
—Tú no me intimidas. —dije segura. —Quieres matarme, dime la razón.
Su rostro estaba tan cerca del mío que pude sentir su aliento cálido sobre mis labios. Sus ojos gateados se vuelven rojos demostrando que estaba dispuesto a cumplir su palabra, su comportamiento conmigo era extraño, ¿Cuál era el interés de saber mi nombre?.
Mi cuerpo tiembla por una extraña razón cuando recuerdo que una de sus manos tiene prisionera una de mis muñecas, ahora que lo veía más de cerca podía darme cuenta que era apuesto pero era una belleza que solo oculta al verdadero monstruo que es.
—Lamento interrumpir su momento romántico. —Nuestras ojos pierden la concentración cuando oímos una voz a nuestro costado derecho. —¿O quieren duplicar el castigo?.
—Señor decano. —empujo de inmediato a ethan lejos de mi. —No, señor no es lo que cree.
—Pues eso no es lo que yo vi. —dije con severidad dejándonos atrás con la puerta abierta para que entraramos.
De inmediato lo seguí detrás para tomar asiento frente a su escritorio. Al poco tiempo el rubio de ojos gateados entró y se dejó caer sobre la silla sin siquiera mostrar preocupación alguna.
—Bien, señorita Archer, faltó un día entero a clases, y faltó a una clase hace una hora atrás y ahora armó un escena amorosa en el pasillo.
—¿Qué?. No. Señor, no fue ninguna escena amorosa. El fue quien atacó primero, quiso asfixiarme sin motivo alguno. ¿Cómo podría tener algo con este sujeto que me mira como su peor enemigo? Ni en mis peores pesadilla imaginaria tener algo con él y lo de ayer, bueno, falté a clases porque los demás chicos me hicieron una broma y me llenaron de pintura y plumas.
El me mira fijamente —Entonces tendrá un castigo por haberse escapado durante la clase anterior y usted joven Baltimore, estará castigado por lastimar a la nueva estudiante de intercambio.
—¿Cómo asegura usted de que no está mintiendo?.
Mi cara es de asombro cuando dijo eso, una sonrisa ladeada se forma en sus labios de forma siniestra. ¿Acaso me estaba llamando mentirosa?. Como puede ser tan cínico si estuvo a punto de ahogarme por simple capricho.
—Las marcas en el cuello de la señorita Archer son la prueba. —dijo anotando haciendo que el dejara de sonreír. —Deberán presentarse aquí el sábado a las cuatro la tarde. Limpiaran el gimnasio y se quedarán hasta el anochecer del siguiente partido para limpiarlo.
—Pero señor decano.
—Pueden irse.
No podía creer que este lugar fuera tan estricto con los castigos, era imposible que pudiéramos limpiar un campo de fútbol solo nosotros dos, cuando creí que todo mejoraría al parecer empeora y todo gracias a este tipo que solo me causa problemas.
—Así que eres una Archer.
Su voz resuena en mi oído al hablar después de salir de la oficina del decano, su mirada era más sombría y siniestra que antes. ¿Acaso tenía algún asunto pendiente con mis padres?.
—Si lo soy. —dije con orgullo. —Y como una Archer te advierto que si vuelves a atacar a otro humano, te voy a matar.
Puja al reírse como si lo que había dicho era algún chiste. Eso me molestó ya que el no sabe de lo que puedo ser capaz de hacer cuando sostengo mi espada.
Mantiene su mirada sin pronunciar otra palabra, su silencio era abrumador que no quise permanecer más viéndolo así que caminé para alejarme de él pero me detengo cuando volvió hablar.
—No sabes lo mucho que disfrutaré cuando estés en mi poder.
Giro sobre mis talones incrédula de lo que oí, acaba de decir que estaré en su poder. ¡es enserio!. No definitivamente este idiota está loco. Por su forma de actuar y hablar estoy segura que tiene muchos años viviendo.
—¿Quieres enfrentarme?.
—Una mocosa como tú solo sirve para ser una perra en la cama.
Mi pecho se oprime cuando dijo eso, fue como un puñal que abrió una herida enorme para llenarla con odio. ¡me ha llamado perra!.
Con una sonrisa lo observo al creer que caería en su palabras blasfemas contra mí.
—Puede que sea una perra, pero es una que nunca vas a disfrutar porque por muy atractivo que seas por fuera, estas podrido por dentro y eso me da asco. —su cejas se frunce y gruñe. —Es por eso que nadie jamás podrá amar a alguien tan insignificante como tu, porque eres b****a.
A grandes pasos se aproxima de nuevo a mí pero se detiene cuando el decano abre de nuevo la puerta y sale. Al ver que aun seguíamos afuera de su oficina eleva una ceja observando nos fijamente.
—¿Qué hacen aquí?.
Ethan me lanza una mirada de advertencia antes de marcharse, cuando siento que se fue realmente, el decano me mira así que salí de ahí para retomar mis clases pero bajando las escaleras me detengo pues al ver mis manos, estas no paran de temblar.
El era el causante de que mis nervios estuvieran al cien. En verdad este sujeto es muy peligroso. Nunca antes había sentido este miedo un miedo que hiciera temblar tanto por fuera como por dentro.
Durante la clase, su mirada aparece en mi mente, sus ojos gateados me ven hambrientos de venganza. Acaso antes mis padres le hicieron algo y por eso su interés en saber mi nombre. Jamás les pregunté a mis padres de vidas como cazadores, pues yo quería vivir mi propia experiencia.
—¡Alis!. —todos ven a Miguel cuando grita mi nombre, avergonzada traté rápidamente para decirle que no gritara. —Somos amigo, es normal que te trate con cariño.
—Miguel, —unos chicos del equipo de fútbol se acercan a nosotros. —¿No nos vas a presentar a tu chica?.
—Ella es Alicia Archer, la nueva estudiante de intercambio y mi amiga.
Me sorprendió cuando el aclaró ante todos que éramos amigos nada más. Uno de ellos me mira descocado logrando incomodarme.
—¿Eso quiere decir que esta soltera?.
—Bueno..
—Miguel, ¿puedes llevarme a casa?. —Pedí y el con una sonrisa amistosa accedió. —Adiós.
Tajante me despedí de esos chicos para luego irme con Miguel hacia el hotel pero de la nada observo que cambia de ruta hacia la ciudad y sin esperarlo nos encontramos en su casa, confundida le pedí una explicación.
—Mamá me llamó para decirte que estabas invitada a cenar con nosotros.
—Yo no puedo..
—Ella no acepta un no por respuesta.
Su última respuesta me recordó a mamá. Nostálgica sonrío ya que ella también odia que se nieguen a alguna petición suya, nunca acepta un no por respuesta. Al final termine bajando del auto para aceptar su invitación.
—¡Mamá ya llegamos!.
Escuchamos su voz de nuestro lado derecho, cuando la vimos ella se encontraba sirviendo la cena, cuando me ve sonríe amablemente invitándome a pasar a la meza. No quería incomodar pero ella al ver que no me movía de mi lugar se acercó y me tomó de la mano para que tomara asiento junto a su hijo.
—Cuandl supimos que estabas estudiando en la universidad que nuestro bebé estudia, le dije a Miguel que te invitará aquí.
—Gracias por su hospitalidad señora. —murmuro apenada. —No esperé volverlos a ver después de que me ayudarán en el aeropuerto.
—Aunque es un lugar pequeño, sabía que te volveríamos a ver cariño.
Ellos eran tan gentiles que no pude evitar sentirme a gusto en su casa, pero después de cenar y ver que ya era tarde le pedí a Miguel que si podía llevarme a casa y el aceptó. En el camino el no dijo nada pero parecía feliz desde que salimos de su casa, no comprendía la razón pero decidí ignorarlo.
—¿Quieres que pase por ti mañana?.
—No. —me negué de inmediato. —No quiero molestarte y abusar de su amabilidad. Tomaré un taxi.
—Vamos, acepta, somos amigos ahora, un taxi hasta la universidad te costará una fortuna, mira, solo piensa que es mientras tu consigues un empleo y te mudas al pueblo.
Eran un punto muy grande a su favor, la última vez que me vine en taxi me cobraron demasiado y eso alteró mis planes de ahorro ya que ahora debía apresurarme a conseguir un empleo lo antes posible para mudarme al pueblo y pagar un apartamento pequeño.
Suspiro en rendición y acepté su propuesta.
—Entonces paso por ti mañana. Buenas noches.
—Buenas noches.
Al marcharse Miguel, pedí mi llave en recepción y subí a mi habitación para descansar un poco antes de comenzar mis tareas. Suspiro ya que en este momento desearía tener un celular pero no tengo ya que se lo deje a Aleck antes de venirme.
La razón es porque el me lo regaló el año pasado para mi cumpleaños dieciocho, en ese entonces todo estaba bien entre nosotros, pero el seguía con la insistencia de presentarme a sus padres y al final eso arruinó nuestros planes juntos.
A la mañana siguiente, Miguel estuvo puntual esperando por mi, esta vez el ya se encontraba listo para ir a clases, en el camino me percaté que traía una chaqueta deportiva con el lobo de la universidad y un lobo detrás dibujado.
Antes no lo traía y ahora lo traía y eso fue curioso pues no sabia que pertenecia al equipo de fútbol, ahora entiendo porque ayer aquellos chicos le hablaron con suma confianza.
—No tenía idea de que formas parte del equipo de fútbol.
—Bueno, eso es porque ayer olvide la chaqueta en la cama y porque olvidé mencionartelo. No creí creí eso fuera de tu interés.
—Supongo que es de interés si piensas ser mi amigo.
Sonríe de lado mientras acelera. Al llegar a la universidad casi todos posaron sus ojos sobre mi al ver que salía del auto de Miguel, al darme cuenta, todos los chicos del equipo de fútbol se encontraban acompañados de una chica y Miguel lo estaba conmigo así que bajé y me alejé de él sin siquiera despedirme pues no quería que malinterpretaran nuestra relación.
—Así que la mosquita muerta ya tiene novio.
—¿Qué?. —dije al ver a la rubia frente a mí. —Estas loca.
Intenté pasar por su lado pero esta me tomó del cabello pero reaccioné y le hice una llave a su mano porque jamás dejaría que nadie tocará mi cabello. La rubia se queja de dolor mientras grita desesperada.
—Si intentas tocar mi cabello nuevamente, destrozare tu lindo brazo.
La suelto y esta asustada se va corriendo como su hubiera visto al peor monstruo, con una sonrisa triunfante giro sobre mis talones solo para encontrar un par de ojos fríos viéndome fijamente.
—¿Lista para sufrir?.
Sin decir nada me alejé de él y cuando lo hice me sorprendió de que no hiciera nada para detener mi andanza así que nerviosa de que planeaba algo, cambie mi camino para ir al baño. Busco una explicación a mi nerviosismo cada vez que lo veo.
—Vamos Alis. —intento controlarme. —Tu no eres así.
Ese tipo estoy segura que me hizo algo, tal vez algún hechizo y no me di cuenta. Es demasiado peligroso tenerlo cerca, puede valerse de artimañas para vengarse de mis padres. Mi mente solo recuerda una cosa de él, sus ojos gateados y fríos como él hielo.
Cuando mis ojos se perdían al ver los suyos fijamente, un escalofrío recorre mi cuerpo. Agitó mi cabeza para dejar de pensar en él, al ver la hora en el resol que llevaba en mi muñeca me apresuró para salir del baño y volver a clases, tenía veinte minutos encerrada en el baño y ni cuenta me habia dado.
Pero al salir del baño, el aire se escapa de mi cuando lo veo salir del baño de chicos que estaba frente al de chicas, se me dificulta respirar pero mi cuerpo se paraliza cuando un aire frío sopló en mi cara cuando vi que una chica estaba detrás suyo.
<ETHAN>A veces el amor puede destruir hasta el más bondadoso hombre, sin embargo, el hombre puede reponerse a ese dolor al enamorarse nuevamente de otra persona olvidando aquella persona que le causó mucho sufrimiento.En cambio para un ser sobrenatural, es más difícil volver a amar ya que amar es un alto riesgo a que puedas morir por un rechazo o por la pérdida de tu alma gemela o mate. En mi caso fue diferente.Ella me abandonó, me dejó por vivir nuestro anhelado sueño con mi hermano mayor, Bastián. Ella solo pensó en su felicidad, no le importaba en lo absoluto lo que pasara conmigo, si estuviera vivo, si aun seguía sufriendo al creer que aun seguía muerta.Cuando la vi caer por ese acantilado, mi corazón se detuvo, aún recuerdo esa noche como si fuese ayer, la creí muerta y por eso sufrí con agonía su fingida muerte, me mataba el vacío al creer que había muerto por mi culpa quería darlo todo por ella, por eso la tomé y la mantuve cautiva en ese lug
Mi corazón late de forma extraña, mis nervios se incrementan al verme en la misma posición por tanto tiempo, debo salir de esta y lo único que se me ocurrió darle un codazo fuerte para voltearme y darle una patada pero antes de que pudiera llegar a mi ultimo objetivo toma mi pierna para después empujarme hacia atrás.Antes de que pudiera retroceder más me toma de la cintura y con una sonrisa algo confusa para mi me toma del cuello nuevamente como si disfrutara de mis intentos de huir pero siempre terminaba de una forma incomoda con el.Al verlo en medio de mi entrepierna, mi cara ardió más ya que esto jamás lo había hecho con un hombre, solo con Asher pero era un forma de alegría cuando nos veíamos después de un largo tiempo.—¿No me digas que te incomoda tener a un hombre entre tus piernas?.—¡Ca-llate idiota!..Forceje
Preocupada de que estuviera alucinando al ver sombras en la oscuridad, me encerré en el baño y lave mi rostro para hacerme ver a mi misma que solo era paranoia causada por la marca que tenía en el cuello.Después de varios minutos frente al espejo suspiro para volver a la cama y esta vez ya no fueron mis ojos los que me preocupan si no lo que acababa de oír dentro de mí cabeza. De golpe cierro la puerta porque podría haber jurado que había sido él quien susurró mi nombre.—No!.. esto.. debe ser un sueño. —cierro mis ojos. —Si, eso debe ser, sigo dormida.—¿Entonces crees que fue un sueño lo que pasó en el baño?.Mi espalda chocó contra la pared cuando vuelve a hablar en mi cabeza. ¿Qué está pasando?. ¿Cómo es que es que el está en mi cabeza?.—Sal de mi cabeza..<
<ALIRA>Esto no esta marchando bien, mis planes se habían desmoronado y todo gracias a Ethan, pero lo que más me mata es que mi orgullo sea pisoteado por un lobo de sangre fría. No podía creer que me obligara a alejarme de mi único amigo por simple capricho.Como podría negarme si esta Maldita marca me hacia aceptar sus ordenes sin ninguna objeción, y por si fuera poco, algo dentro de mí lo deseó cuando estábamos encerrado en aquel salón. Aún podía sentir su respiración sobre mis labios aunque aún fuera un imbécil estaba segura que había algo que el atesoró tanto y que por eso quiere desquitárselas conmigo.He escuchado que cuando un alpha pierde a su pareja, es algo que solo puede pasar cuando un cazador asesina a la pareja de un hombre lobo para que así su pareja se vea afectada al dolor para morir lentamente. La cue
<ALICIA>Furiosa me encerré en el baño mientras maldecir su nombre y una y otra vez por haberme llamado insípida y copia barata de rubia. Una cosa es que me quiera alejar de Miguel y hacerme la vida imposible en la universidad pero otra muy cosa muy distinta es que me ofenda por mi apariencia.Yo no soy una copia barata, yo, soy Alicia Archer, soy yo misma yo no soy la versión de nadie, es el colmo que me ofenda tanto y más después que dijera.. aquello. ¡Pero que estoy pensando!.—¡Alira no seas estúpida.Me reprende una y otra vez porque a veces suelo ser ingenua y eso es una debilidad mía cuando los que me conocen creen que no tengo ninguno pero, soy tan ingenua que he caído en bromas de mal gusto de parte de mis ex compañeros de cacería.—Si, no yo tampoco creo que quiera algo con esa insípida.—¡Mierda!.Al
Es viernes, es el último día de clases, estaba optando por no asistir a clases pero el director llamó a recepción el día de ayer para recordarme que ahora se realizaría el partido de fútbol americano y que tenía que quedarme en el campus hasta que terminará el partido que comenzaría después de la terminación de clases.No quería ir a la universidad porque es muy seguro que el estaría esperándome para nuevamente torturarme a su horrible manera pero tenía que ir si no mi castigo sería peor o eso fue lo que el decano me dejó dicho en Recepción cuando llamó.Al ver mis ahorros mi rostro muestra la frustración con que sentí cuando vi lo poco que me quedaba y lo peor es que no he podido salir a buscar empleo por los drásticos cambios en mi vida que jamás imaginaba que me sucedería esta jodida situación con un enemigo de posiblemente de mamá.Tomando el valor, salí y tomé un taxi hasta el campus, al pagar y voltear mi vista hacia el edificio inhalo para luego suspirar
—No!.. no, tu no puedes hacerme esto yo..—No me hagas repetirlo. Esta será tu nueva habitación, aun no cuenta con disponibilidad de electricidad. Deberás trabajar para obtener algunas comodidades entre ellos supongo que querrás una cama.—¡Tú como puedes ser capaz de tratarme de esta forma tan miserable!. ¿Acaso tienes sentimientos?.—No. —vos fue tajante y su expresión terrorífica. —No los tengo.Salió de la habitación azotando la puerta volviendo a dejarme en oscuras, de rodillas caí sobre el suelo mientras mi mente procesa sus palabras y la idea de que estaré confinada a ser su sirvienta hasta que se aburra de mi.¡Es increíble que haga todo esto por una simple venganza!. No quería demostrar debilidad ante el por ello me forcé a mi misma a contener mis lágrimas para no llorar pero mi est
—Glenda. —una señora de edad aparece con un rostro serio. —El señor ha ordenado que la chica deberá ser castigada otro día más por si insolencia, se quedará encerrada y no comerá nada.—¡¿Qué?!. —dije cuando la escuche hablar. —¡El no puede encerrarme por su capricho!.—Qué se te grabé en la cabeza jovencita. Ahora el es tu dueño, tu debes aceptar lo que el te diga o si no, atente a las consecuencias. Sal ahora Glenda y comienza a limpiar la cocina porque necesitan ocuparla para el almuerzo.—Si señora Mittson.Glenda salió de la habitación dejándome sola con la señora a la que llamó señora Mittson, era seguro que era su jefa, ella me da una última mirada severa para luego cerrar la puerta con llave dejándome a sola como una prisionera y sin comida.