—Glenda. —una señora de edad aparece con un rostro serio. —El señor ha ordenado que la chica deberá ser castigada otro día más por si insolencia, se quedará encerrada y no comerá nada.
—¡¿Qué?!. —dije cuando la escuche hablar. —¡El no puede encerrarme por su capricho!.
—Qué se te grabé en la cabeza jovencita. Ahora el es tu dueño, tu debes aceptar lo que el te diga o si no, atente a las consecuencias. Sal ahora Glenda y comienza a limpiar la cocina porque necesitan ocuparla para el almuerzo.
—Si señora Mittson.
Glenda salió de la habitación dejándome sola con la señora a la que llamó señora Mittson, era seguro que era su jefa, ella me da una última mirada severa para luego cerrar la puerta con llave dejándome a sola como una prisionera y sin comida.
<ALICIA>Mis ojos no ven más que el piso cubierto por la comida y el café caliente que el me arrojo, ni siquiera sentía el ardor en mis brazos por las quemaduras por el café caliente.Mi paciencia había llegado a su límite y no estaba dispuesta a soportar más humillaciones de Ethan, se había sobrepasado y no lo iba a permitir, al levantar mi vista se da cuenta que me encontraba realmente furiosa.Pero mis ojos dejan de verlo cuando veo que a sus espaldas está mi espada. ¿Qué esta haciendo ahí?. ¿Acaso husmeo en mi habitación?. Solo me observa fijamente al ver mis quemaduras y reacciona cuando de un salto fui por mi espada para acabar con esto.—¿Piensas matarme?.No lo dude ni un instante y su sonrisa ladeada desaparece cuando el arma toma un color rojo vibrante. Ya no quería seguir, no podía dejar que mi orgullo fuera
<ALICIA>Al despertar mis ojos se entrcierran por el resplandor del sol atravesando por mi ventana. Mi nuca dolía demasiado, al tocar mi marca esta también dolía demasiado.Recordando lo que pasó el día de ayer me di cuenta que me había dejado llevar por la ira y lo ataqué. En verdad mamá tenía razón al decir que era impulsiva, Dios, siento que mis brazos arden. Ahora recuerdo bien lo que pasó.Él me lanzó la comida y un café ardiendo y me quemó los brazos, no sabía si las quemaduras eran de graves así que me levante para vermelas en el espejo.—Ay dios!..Mis heridas estaban rojas, en verdad el café estaba para quemarse y más la enorme tasa que era. Como alguien puede tomar esa cantidad enorme de café.Adolorida salgo del baño y me siento al borde del colchón mientras suspiro f
—Lo siento señor… yo jamás quise..—¿No quisiste qué?—Yo solo quería .. que ella supiera cual era su lugar, .. por eso yo.—Así que .. tuviste la maldita osadía de desafiarme. —me rio de una forma siniestra logrando asustarlo. —fuiste capaz de desafiar a tu propio señor.El se arrodilla pidiéndome perdón por lo que había hecho, no era la primera vez que interfiere cuando jamás se lo he ordenado y eso me enfurece ya que el aun pese a mis advertencias sigue desafiando mis ordenes.Di unos pasos hacia a el sus ojos no se atreve siquiera a verme a la cara, cuando todo permanece en silencio por unos minutos es que lo hace inclinar su cabeza para verme. Ladeo una sonrisa y lo que sucedió después hizo que todos se dieran cuenta del enorme estruendo que retumbo por toda la casa.—Pero que esta pasa
—No puedo creer que el señor haya aceptado tu comida. —la mujer de hermosas piernas se acerca y me sonríe. —Soy Carolina, ¿y tu debes ser Alicia?... ¿Cuál es tu apellido?.—Alicia Archer, y pues ni yo puedo creer que la haya comido, creí que la rechazaría como la ultima vez que me hizo esto.Ella observa mis brazos con lastima, al ver su mirada que había bondad en su mirar en cambio las otras me veían con desdén.Y tal vez sea por lo que paso con el desayuno o porque ven que a pesar de que siempre desafío a ethan el sigue.. podría decirse que me alcahuetea mis actos de desobediencia ya que lo he hecho un sinfín de veces desde que llegue aquí y aun sigo con vida en cambio hasta poco estuvo a punto de asesinar a su mayordomo que aunque sea nuevo también lleva mas tiempo que yo en este lugar.—No les prestes atención a las demás. —llama mi atención al ver que veo con demasía a las demás empleadas. —Ella solo tienen celos de ti porque lograste que el gran señor c
—¿Por qué tanto interés en ella Pedro?—Sabes que no es ningún interés en ella Ethan, sabes que te he visto crecer y te he apoyado desde que dejaste la casa de tus padres, he tratado de que siempre estuvieras en el camino correcto.—Agradezco que te hayas preocupado por mi Pedro sé que has tenido siempre buenos sentimientos por mí, por esa razón es que decidí que ya era hora de tu retiro y tuvieras una vida pacifica con tu hija—¿Y tu crees que yo podría tener paz sabiendo que mi hija tiene una obsesión contigo?.—Ese no es mi problema.—Lo es, ya que tu eres quien ha hecho que ella se haga ilusiones contigo al creer que será tu mujer. —suspira. —Ethan, conoces a Isabel tanto como yo, hará lo que sea por ser tu mujer y eso me preocupa porque no quiero que cometa una locura, ella es lo único que me queda de mi esposa.—Pedro, tu hija ya es lo suficientemente grande como para que tu vengas a mi para pedirme que hable con ella, aunque lo haga sabes q
No sé que diablos pasa, pero si ella estaba dispuesta a pelear se la daría, ella se da cuenta de mi forma de verla, cuando intente dar unos pasos al frente ella retrocede y me lanza otro plato sin dejar de sonreír y eso me cabrea más.Pero ella se detiene al pensar en que si buscaba problemas no volvería a la universidad tal y como se lo prometió Ethan, si ella peleaba con ella seria mas problemas para mi y es lo menos que deseo ahora, inhalo profundo profundamente mientras cierro los ojos para controlar mi furia.—Eres tan patética. —ella se ríe mientras sigue quebrando los platos.—No soy patética. Solo soy mas lista que tu. Si te ataco iras diciéndole a todos que yo te lastime y no te daré el placer de hacerlo.—Estúpida. Aunque no lo hagas, —ella corta su brazo erizando mi piel. —Todos creerán que lo hiciste.—Estas loca. —dije al ver la sangre brotar de su herida causada por ella misma. —En verdad necesitas ayuda.—La que va necesitar ayuda s
No se que pasa conmigo, ¿Por qué siento compasión por ella?. ¿acaso es la marca que me hace sentirme de esta forma tan extraña. No, se supone que esa marca solo debe afectarle a ella y no a mi pero, aun así siento que mis sentimientos han cambiado ahora, ya no son los mismo que antes.Cuando la conocí, sentí el inmenso deseo de asesinarla, hacerla sufrir hasta que suplicara piedad de rodillas, ahora que la veo dormir como una niña lastimada e ignorada como si fuera un vagabundo, me sentí muy culpable.No estoy seguro, pero creo que tal vez sea el deseo que sentí aquella noche cuando me deje llevar por el olor a rosas que emanaba de ella lo que me hace sentirme de esta forma. Si, tal ves sea eso, entonces, si tan solo volviera a pasar esto dejaría de torturarme y hacerme verla como una chica cuando antes la veía como mi peor enemiga.Aquella noche me hizo experimentar un deseo tan infernal que me dejo atónito porque hacia mucho que no experimentaba algo similar.
El deseo que puedo sentir con este beso me ha dejado sin aliento, tanto que tuve que alejarlo al sentir que necesitaba respirar, mi corazón no deja de latir tan fuerte que sentía que se brincaba de felicidad y no entendía porque si el no significa nada para mí.Cuando siento que podía respirar nuevamente siento que sus manos estrujan mi uniforme, podía sentir el calor de sus manos sobre mi ropa, pero era como si la quemara para poder tocar mi piel. Inclino mi cabeza hacia el suelo y al hacerlo pude sentir la calidez de su respiración sobre mi cabello.Ni el ni yo dijimos una sola palabra, incluso creo que el se encuentra confundido por haberme besado, me esperaba todo menos que el me besara. Intento alejarme de el pero sin previo aviso toma mi mentón para volver a besarme.Pero había algo diferente en este beso, sus labios tienen un sabor dulce, aunque su piel era un poco fría podía sen