Preocupada de que estuviera alucinando al ver sombras en la oscuridad, me encerré en el baño y lave mi rostro para hacerme ver a mi misma que solo era paranoia causada por la marca que tenía en el cuello.
Después de varios minutos frente al espejo suspiro para volver a la cama y esta vez ya no fueron mis ojos los que me preocupan si no lo que acababa de oír dentro de mí cabeza. De golpe cierro la puerta porque podría haber jurado que había sido él quien susurró mi nombre.
—No!.. esto.. debe ser un sueño. —cierro mis ojos. —Si, eso debe ser, sigo dormida.
—¿Entonces crees que fue un sueño lo que pasó en el baño?.
Mi espalda chocó contra la pared cuando vuelve a hablar en mi cabeza. ¿Qué está pasando?. ¿Cómo es que es que el está en mi cabeza?.
—Sal de mi cabeza..
<<ALIRA>Esto no esta marchando bien, mis planes se habían desmoronado y todo gracias a Ethan, pero lo que más me mata es que mi orgullo sea pisoteado por un lobo de sangre fría. No podía creer que me obligara a alejarme de mi único amigo por simple capricho.Como podría negarme si esta Maldita marca me hacia aceptar sus ordenes sin ninguna objeción, y por si fuera poco, algo dentro de mí lo deseó cuando estábamos encerrado en aquel salón. Aún podía sentir su respiración sobre mis labios aunque aún fuera un imbécil estaba segura que había algo que el atesoró tanto y que por eso quiere desquitárselas conmigo.He escuchado que cuando un alpha pierde a su pareja, es algo que solo puede pasar cuando un cazador asesina a la pareja de un hombre lobo para que así su pareja se vea afectada al dolor para morir lentamente. La cue
<ALICIA>Furiosa me encerré en el baño mientras maldecir su nombre y una y otra vez por haberme llamado insípida y copia barata de rubia. Una cosa es que me quiera alejar de Miguel y hacerme la vida imposible en la universidad pero otra muy cosa muy distinta es que me ofenda por mi apariencia.Yo no soy una copia barata, yo, soy Alicia Archer, soy yo misma yo no soy la versión de nadie, es el colmo que me ofenda tanto y más después que dijera.. aquello. ¡Pero que estoy pensando!.—¡Alira no seas estúpida.Me reprende una y otra vez porque a veces suelo ser ingenua y eso es una debilidad mía cuando los que me conocen creen que no tengo ninguno pero, soy tan ingenua que he caído en bromas de mal gusto de parte de mis ex compañeros de cacería.—Si, no yo tampoco creo que quiera algo con esa insípida.—¡Mierda!.Al
Es viernes, es el último día de clases, estaba optando por no asistir a clases pero el director llamó a recepción el día de ayer para recordarme que ahora se realizaría el partido de fútbol americano y que tenía que quedarme en el campus hasta que terminará el partido que comenzaría después de la terminación de clases.No quería ir a la universidad porque es muy seguro que el estaría esperándome para nuevamente torturarme a su horrible manera pero tenía que ir si no mi castigo sería peor o eso fue lo que el decano me dejó dicho en Recepción cuando llamó.Al ver mis ahorros mi rostro muestra la frustración con que sentí cuando vi lo poco que me quedaba y lo peor es que no he podido salir a buscar empleo por los drásticos cambios en mi vida que jamás imaginaba que me sucedería esta jodida situación con un enemigo de posiblemente de mamá.Tomando el valor, salí y tomé un taxi hasta el campus, al pagar y voltear mi vista hacia el edificio inhalo para luego suspirar
—No!.. no, tu no puedes hacerme esto yo..—No me hagas repetirlo. Esta será tu nueva habitación, aun no cuenta con disponibilidad de electricidad. Deberás trabajar para obtener algunas comodidades entre ellos supongo que querrás una cama.—¡Tú como puedes ser capaz de tratarme de esta forma tan miserable!. ¿Acaso tienes sentimientos?.—No. —vos fue tajante y su expresión terrorífica. —No los tengo.Salió de la habitación azotando la puerta volviendo a dejarme en oscuras, de rodillas caí sobre el suelo mientras mi mente procesa sus palabras y la idea de que estaré confinada a ser su sirvienta hasta que se aburra de mi.¡Es increíble que haga todo esto por una simple venganza!. No quería demostrar debilidad ante el por ello me forcé a mi misma a contener mis lágrimas para no llorar pero mi est
—Glenda. —una señora de edad aparece con un rostro serio. —El señor ha ordenado que la chica deberá ser castigada otro día más por si insolencia, se quedará encerrada y no comerá nada.—¡¿Qué?!. —dije cuando la escuche hablar. —¡El no puede encerrarme por su capricho!.—Qué se te grabé en la cabeza jovencita. Ahora el es tu dueño, tu debes aceptar lo que el te diga o si no, atente a las consecuencias. Sal ahora Glenda y comienza a limpiar la cocina porque necesitan ocuparla para el almuerzo.—Si señora Mittson.Glenda salió de la habitación dejándome sola con la señora a la que llamó señora Mittson, era seguro que era su jefa, ella me da una última mirada severa para luego cerrar la puerta con llave dejándome a sola como una prisionera y sin comida.
<ALICIA>Mis ojos no ven más que el piso cubierto por la comida y el café caliente que el me arrojo, ni siquiera sentía el ardor en mis brazos por las quemaduras por el café caliente.Mi paciencia había llegado a su límite y no estaba dispuesta a soportar más humillaciones de Ethan, se había sobrepasado y no lo iba a permitir, al levantar mi vista se da cuenta que me encontraba realmente furiosa.Pero mis ojos dejan de verlo cuando veo que a sus espaldas está mi espada. ¿Qué esta haciendo ahí?. ¿Acaso husmeo en mi habitación?. Solo me observa fijamente al ver mis quemaduras y reacciona cuando de un salto fui por mi espada para acabar con esto.—¿Piensas matarme?.No lo dude ni un instante y su sonrisa ladeada desaparece cuando el arma toma un color rojo vibrante. Ya no quería seguir, no podía dejar que mi orgullo fuera
<ALICIA>Al despertar mis ojos se entrcierran por el resplandor del sol atravesando por mi ventana. Mi nuca dolía demasiado, al tocar mi marca esta también dolía demasiado.Recordando lo que pasó el día de ayer me di cuenta que me había dejado llevar por la ira y lo ataqué. En verdad mamá tenía razón al decir que era impulsiva, Dios, siento que mis brazos arden. Ahora recuerdo bien lo que pasó.Él me lanzó la comida y un café ardiendo y me quemó los brazos, no sabía si las quemaduras eran de graves así que me levante para vermelas en el espejo.—Ay dios!..Mis heridas estaban rojas, en verdad el café estaba para quemarse y más la enorme tasa que era. Como alguien puede tomar esa cantidad enorme de café.Adolorida salgo del baño y me siento al borde del colchón mientras suspiro f
—Lo siento señor… yo jamás quise..—¿No quisiste qué?—Yo solo quería .. que ella supiera cual era su lugar, .. por eso yo.—Así que .. tuviste la maldita osadía de desafiarme. —me rio de una forma siniestra logrando asustarlo. —fuiste capaz de desafiar a tu propio señor.El se arrodilla pidiéndome perdón por lo que había hecho, no era la primera vez que interfiere cuando jamás se lo he ordenado y eso me enfurece ya que el aun pese a mis advertencias sigue desafiando mis ordenes.Di unos pasos hacia a el sus ojos no se atreve siquiera a verme a la cara, cuando todo permanece en silencio por unos minutos es que lo hace inclinar su cabeza para verme. Ladeo una sonrisa y lo que sucedió después hizo que todos se dieran cuenta del enorme estruendo que retumbo por toda la casa.—Pero que esta pasa