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CAPÍTULO 4 –Llamas inexpresivas

Mi instinto me decía “corre y escapa”. Había algo distinto en este chico, su mirada, era como si deseara hacerme sufrir. Su apariencia me era muy familiar, pero no se de donde. Su cabello algo rubio era desordenado, sus pupilas se dilatan cuando se da cuenta que lo escudriño con mi vista.

Mi cuerpo reacciona e intento alejarme pero sorpresivamente el me toma de la mano y mi cuerpo impacta contra el mapa hasta quebraron el cristal que lo protegía. Estaba por hablar pero un gruñido sale de su garganta, mis cuerpo se tensa al escuchar su advertencia.

 El aura que lo rodea era tan fuerte que logró intimidarme, sus ojos sólo observan los míos con fijeza y fiereza. Lo que pasó después me dejó con la boca abierta. Con la punta de sus dedos abrió los primeros botones de mi blusa.

Mi pecho se acelera mi cuerpo ardía al mismo tiempo que trago en seco pero no por su acción si no cuando vi una media sonrisa en la comisura de sus labios. Si, mi cuerpo reaccionó al solo ver esa sonrisa disfrazada.

Sus facciones eran Perfectas, su rostro era libre de cualquier imperfección, era como un ángel al mismo tiempo que parecía ser un demonio con disfraz de ángel. No pronuncia ni una palabra, el silencio era muy tenebroso cada vez que los segundos transcurren.

—S-Sue..ltame. —mi voz se quiebra sin entender el porqué.

—Tu!.

Al oír su voz mi cuerpo tembló como una gelatina, era profunda, varonil y áspera. No transmitió ningún sentimiento más que el de un asesino peligroso, lo podía sentir.

—¡Ethan sueltala!.

La voz de Miguel me hizo recobrar mis sentidos aturdidos por este chico al que Miguel llamó Ethan. Me aparta de él rápidamente y él chico no se le permitió por lo que el lo obligó a hacerlo cuando le dio un fuerte pisoton en el pie.

—Vamos!.

Corriendo subimos las escaleras sin detenernos, cuando llegamos a una puerta donde pudimos escuchar voces de un profesor hablando. Miguel mira a nuestras espaldas tratando de averiguar que ethan no nos haya seguido.

—Que suerte que llegue a tiempo.

No dije nada, ni siquiera para agradecerle por lo que hizo por mi. Nuestras respiraciones se controlan luego de cinco minutos esperando afuera.

—Olvidé que la primera clase era la misma que la tuya, por eso regresé. —explica viéndome, ni siquiera le pedí una explicación pero el me la dio. —Anda hay que entrar antes de que pasen los diez minutos de esper..

Ni siquiera pudo terminar su frase cuando la puerta fue abierta de golpe, una mujer mayor algo desaliñada nos veía con furia en sus ojos al vernos.

—¡¿Qué hacen ustedes afuera?!.

—Señora Crosforw. —dijo Miguel asustado. —Yo..

—Deja sus excusas y entre de una buena vez y usted. —la Mujer me mira con más furia. —Porque sea la nueva no significa que no será castigada por haber fallado a clases ayer. Después de clases irá a la oficina del decano.

Mi boca es una enorme O ya que apenas llegando ya me enviaban a la oficina del Decano. Ella dejó la puerta abierta para que entrara, cuando estaba por hacerlo una mirada llamó mi atención. Al ver de donde provenía mi piel se erizó.

Su mirada era sombría al verme, era tan transparente que podía sentir un miedo ascender desde mis pies hasta mi cabeza. Tenía una sonrisa siniestra y burlesca que logro congelarme por unos segundos.

—¡Maldita sea, entre de una buena vez!.

La mujer me tomó del brazo y cerró la puerta de golpe, molesta murmuro algo en italiano que no preste mucha atención ya que mi mente solo mantiene viva la imagen de ese chico Ethan.

—Para comenzar a estudiar cualquier lenguaje de programación se debe conocer cuales son los

conceptos que soporta, es decir, el tipo de programación que vamos a poder realizar con él.

Como el C++ incorpora características nuevas respecto a lenguajes como Pascal o C, en primer

lugar daremos una descripción a los conceptos a los que este lenguaje da soporte, repasando los

paradigmas de programación y centrándonos en la evolución desde la programación Funcional a

la programación Orientada a Objetos. Más adelante estudiaremos el lenguaje de la misma

manera, primero veremos sus características funcionales (realmente la parte que el lenguaje

hereda de C) y después estudiaremos las extensiones que dan soporte a la programación

orientada a objetos (el ++ de C++).

Ni siquiera pude concentrarme en la clase ya que mi mente intenta descifrar aquella mirada vacía.

Su piel era algo fría como un vampiro pero al mismo tiempo emanaba calor, el clima era friolento aquí así que supuse que su piel fría a mi tacto era por el viento cuando llegó. Recordé su gruñido, levemente fue pero logre escuchar que era el de un animal, era un lobo y posiblemente sea un Alpha.

—¡En la página de la web encontrarán la tarea pendiente para la programación básica. Finalizamos por ahora.

Al escuchar esto último parpadeo ya que tan rápido había terminado mi primera clase, Cuando guardé mis cosas para irme Miguel estaba de pie en la salida esperándome.

—¿Estas bien?.

—Puedes hablarme más de ese chico Ethan.

—No creo que sea buena idea hablar del. —Frunce el ceño molesto. —Nadie lo hace y es mejor así.

—Necesito saberlo. —exigí. —Debo saber a quien voy a enfrentar.

El vio con sorpresa la expresión en mi cara, luego se ríe de forma tierna para luego acariciar mi cabello de forma protectora como si fuera una chica débil.

—Me creerás un loco si te lo digo. —se ríe.

—¿Por qué, porque me dirás que es un hombre lobo?.

Su rostro se desencajado cuando lo dije sin sin importancia, luego entrecierra sus ojos antes de hablar.

—El apareció de la nada en este lugar aproximadamente hace 26 años. Despues de que llegó, su tiranía comenzó dos años después, se apoderó de las manadas de hombres lobos más grandes para ganar territorio.

Mis labios forman una media luna al ver que el sabía mucho de este tema, mi curiosidad por saber quien era este chico me hizo invitarlo a escaparnos una clase para hablar del tema y el no se opuso a mi invitación.

—No sabía que un humano ordinario supiera del tema de hombres lobos.

—Bueno, digamos que soy como tú, alguien curioso por descubrir lo que se esconde en las sombras. —ladea una sonrisa. —¿Quieres retomar el tema?.

Al escuchar sus palabras a mi mente se vino la imagen de la mejor amiga de mi hermana Alira. Según mi hermana ella fue humana antes de ser vampiro y ella tenía mucha fascinación por lo sobrenatural que ella estaba cien por ciento segura que los vampiros, lobos y brujas existían y tuvo razón.

—Cuéntame más. —Ahora que había encontrado a un fanático de lo que por un tiempo cazaba decidí aceptar su amistad. —¿Qué pasó después?.

—Según he escuchado, asesino a muchos sin piedad, los mataba a sangre fría por simple placer y diversión, su poder se expandió tanto que se convirtió en el alpha más temido en toda Italia, nadie se atreve a llevar la contraria o siquiera a retarlo porque al hacerlo los hacía sufrir hasta suplicar la muerte, no importa si eres mujer o niño, el te hará sufrir sus peores torturas.

¿¡Cómo es posible que alguien asi no haya sido cadzado por los cazadores?. Es inaudito que aún siga con vida o que los miembros del consejo no hayan ordenado su muerte.

—¿Siempre ha sido asi?.

—Según tengo entendido si. Nadie ha visto otro rostro el que tu mismo viste en el campus. Siempre tiene esa expresion sombria y fría en su rostro, su mirada siempre es vacía al mirarte pero si lo ves fijamente a los ojos descubrirás que detrás de esa mirada vacía hay mucho odio.

Creí que había sido mi imaginación pero no fue así, cuando lo vi a los ojos, su mirada era vacía sin sentimientos pero solo era un espejo que oculta una llamas ardientes de rencor y lo que las mantenían vivas era su odio.

—Parece que ya has tenido un encuentro con él.

—Mas que eso. —Miguel levanta la manga de camisa hacia arriba enrollados. Había una enorme cicatriz en su brazo, eran tres rasguños que deberieron ser profundos cuando fueron hechos para haber dejado esta cicatriz enorme. —Cuando el me hizo esta herida, entendí que meterse en su camino sería el peor error que uno podría hacer.

—¿Qué hiciste para que el te hiciera esto?. —no podía quitar los ojos de su cicatriz al sentir pena por él.

—Iba tarde hacia casa, mis padres me pidieron ir a la ciudad por algunas cosas, cuando venía de regreso claramente escuché unos gritos en las profundidades del bosque. Me detuve en seco cuando los oí más cerca pidiendo ayuda. Algo me decía que continuara mi camino a casa pero mi impulso por ayudar a ese chica gritando me hizo bajar del auto con todo el valor que tenía. —sus manos se hacen puños cuando se sumerge en los recuerdos del pasado. —Tomé el arma que papá guardaba y salí dejándome llevar por los gritos caminé en medio del bosque. Cuando volví mi vista al frente una chica chocó conmigo y pude reconocerla, era de primer año. Estaba llena de sangre. Ella me gritaba que debíamos huir pero no lo hice.

Su forma sonreír era triste y rota como si hubiera lamentado no haber escuchado aquella chica por no huir cuando tenían tiempo.

—Era enorme, un lobo gris tan enorme que yo parecía un pequeño conejo frente a él, sus ojos eran tan rojos, más rojos y vibrantes que la misma sangre, podía sentir el miedo paralizar mi cuerpo cuando lo vi. Sus dientes tenían trozos de carne, al ver eso reaccione y disparé para luego correr. Pero eso fue inutil ya que en simple salto logro llegar hasta la chica y de un mordisco desprendió su cabeza de su cuerpo.

Empuña su manos al revivir tan atroz momento donde presenció una muerte tan horrible, algo imposible de digerir para un humano. Pero el parecer logró sobreponserse.

—Como si fuera nada, escupió la cabeza, cuando vi la cabeza mi cuerpo tembló cuando vi los ojos de horror aún latentes en aquella chica. Lamio sus dientes indicándome que yo era su cena por haber arruinado su cacería. Pará tomar tiempo de correr volví a disparar sin fallar y cuando le di corrí pero el me tomó de un mordisco del brazo. Aún recuerdo el dolor y miedo que experimenté esa noche. Creí que era mi fin pero una flecha lo obligó a retroceder y es ahí cuando vi la verdadera imagen de ese enorme lobo. Ethan el estudiante de último año. Su mirada era de advertencia antes de desaparecer entre la oscuridad, mis ojos estaban escépticos de que alguien pudiera convertirse en animal, ni siquiera la voz de él sujeto que me salvó me hizo olvidar el rostro que vi.

Parecía aturdido con solo recordar esa noche traumatica por Ethan, pero en su voz no había miedo si no furia.

—¿Les dijiste a los demás lo que te pasó?.

Se ríe con sarcasmo.

—¿Para que?. Para que me tacharan por loco. No, lo hice, nadie creería mi historia, ya que este lugar es habitado por animales salvaje así que hicieron las muertes de esos chico como un ataque de un grupo de lobos y que yo sobrevivi por haber corrido lo suficiente para llegar a mi auto pero todo fue una mentira para cubrir los rastros de ese monstruo. —Suspira con decepción. —Desde ese día comencé a buscar información sobre personas cambia formas y es cuando descubrí que era un hombre lobo, viven entre los humanos y que los más temidos son los alphas.

—¿Siempre pasa seguido?.

—No siempre pero cuando elige una chica del campus, la obtiene para divertirse con ella y después matarla y comérsela. Su advertencia esa noche fue más que clara, el que se meta en su camino pagara el precio con sangre.

—Pero.. tú me ayudaste hace un rato.

—Porque no iba permitir que otra chica inocente cayera en sus garras para morir.

En verdad Miguel tenía remordimiento por no haber podido ayudar aquella chica, por eso el fue tan amable conmigo, la culpa lo carcome y cuando me vio con él su deseo por defenderme fue más potente que su miedo a la advertencia de Ethan quien lo marcó para siempre con una cicatriz horrible.

—Ya nos saltamos una clase. —se pone de pie y me ofrece su mano. —Hay que volver antes de que nos envíen a la oficina del decano.

Sonrío pues tenía razón, y lo menos que quería era otro castigo porque no planeaba volver a Beufort porque Aleck estaría esperándome para darme sus explicaciones que no escucharía.

—¿Qué hay de ti?. —habla Miguel. —¿Cómo conoces de este mundo de lo sobrenatural?.

—Bueno. —sonrío mientras mis manos buscan el anillo del anciano víctor. —Cuando tenía cinco años, conocí a un vampiro.

—¿¡De verdad!. —detiene sus pasos. —¿Qué hizo?. ¿Te atacó?.

—No. El me observo simplemente. fue amable Conmigo se llamaba Víctor. —sentí tanta nostalgia al recordar al anciano. —Pero yo lo llamaba anciano Víctor. Lo quería como un segundo padre y el me quería como su hija. Pero había vivido mucho tiempo y cuando lo vi por última vez, algo dentro de mí me decía que no lo soltara. —Podía sentir el dolor en mi pecho cuando recuerdo nuestro último abrazo. —Le pedí que volviera por mí, pero me dijo que debía ir. El me dio su más preciado objeto antes de irse. Luego no supe más de él y cuando supe de él ya dormía para siempre.

—¿Lo quería mucho?. —susurra al verme vulnerable.

—Si. El era una parte fundamental de mi vida, siempre quería estar con él anciano víctor. Creí que viviría mucho tiempo pero supongo que nada es para siempre.

Al decir esta última frase no sólo lo decía por el anciano víctor si no también por lo que pasó entre Aleck y yo. Cuando vi a los ojos a Miguel pude darme cuenta que supo que mis palabras iban en doble sentido pero lo ignoro y continuamos caminando hacia el campus.

Pero lo que no me esperaba es que varios chicos estuvieran afuera, cuando vi observan a Miguel fijamente, el entendió y se disculpó conmigo diciendo que debía irse porque tenía entrenamiento con el equipo de fútbol.

—Nos vemos a la salida.

—¿A la salida?. —dije confundida.

—Claro, te llevaré a tu hotel. Es peligroso que alguien como nosotros ande solo por el bosque, no con el acechando entre las sombras.

En verdad Miguel parecía odiar a Ethan por aquello, si no fuera por su forma de ser diría que debería matarlo para que pagara con creces sus crímenes pero como hacerlo, Al parecer es más fuerte que pudo obtener el control de todo Italia y nadie se trevia a desafiarlo. Todos le temían ya que no querían morir de una forma tan atroz en sus manos.

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