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CAPÍTULO 6 –El juguete del lobo

<ETHAN>

A veces el amor puede destruir hasta el más bondadoso hombre, sin embargo, el hombre puede reponerse a ese dolor al enamorarse nuevamente de otra persona olvidando aquella persona que le causó mucho sufrimiento.

En cambio para un ser sobrenatural, es más difícil volver a amar ya que amar es un alto riesgo a que puedas morir por un rechazo o por la pérdida de tu alma gemela o mate. En mi caso fue diferente.

Ella me abandonó, me dejó por vivir nuestro anhelado sueño con mi hermano mayor, Bastián. Ella solo pensó en su felicidad, no le importaba en lo absoluto lo que pasara conmigo, si estuviera vivo, si aun seguía sufriendo al creer que aun seguía muerta.

Cuando la vi caer por ese acantilado, mi corazón se detuvo, aún recuerdo esa noche como si fuese ayer, la creí muerta y por eso sufrí con agonía su fingida muerte, me mataba el vacío al creer que había muerto por mi culpa quería darlo todo por ella, por eso la tomé y la mantuve cautiva en ese lugar.

Quería que solo me amara, que no tuviera ojos para nadie más que a mí, quería ser la razón de su felicidad de sus sonrisas. Que fuera mi esposa amada, creí que con varios días lo lograría aunque sea a la fuerza pero aún así, ella me engañó con sus encantos para escapar y salvar al imbécil de Bastián.

No podía creer que después de todo lo que hizo aún lo amara, el me arrebató lo único perfecto que tenía conmigo, lo hizo pedazos al punto de matarla y me encerró lejos de ella jurando con regocijo que ella estaba muerta así como yo había matado a su mate.

El fue un vil desgraciado que arruinó mi futuro junto a ella, la engañó durante mucho tiempo mientras no estaba, por eso busque la forma de salir pues creía que con eso ella volvería a mis brazos como antes pero me llevaría la enorme decepción de que se había enamorado de él.

Hice todo lo que estaba en mis manos para que ella se diera cuenta de la verdad, creí que eso bastaría para recuperar su amor por mí y que todo sería como antes cuando descubriera el verdadero monstruo que era Bastian pero no fue así.

Ella lo perdonó le dio otra oportunidad, yo no estaba dispuesto a renunciar a mi única felicidad luché y le di lo mejor de mi, la trate como una princesa, la cortejaba y le daba su espacio, siempre fui honesto con ella, nunca le mentí algo que bastian jamás hizo Bastián, ¿y que hizo ella?. Darle un hijo y casarse con él aun después de todo.

Por un solo momento creí que yo le importaba, que se preocupaba por mí, que me amaba como yo lo hice desde el día en que la vi perdida en bosque cuando apenas era una niña tierna y frágil presa de cualquier depredador en el bosque.

Yo la amaba con todas mis fuerzas, haría cualquier cosa por ella, protegerla con mi propia vida si fuera posible, ella era mi mundo entero, no había ningún segundo en el cual yo dejara de pensar en ella y sentir ese amor infinito que sentía por ella con solo decir su nombre.

Pero, al descubrir que ya tenía su vida hecha, incluso le dio un hijo a mi hermano, mi corazón que alguna vez sintió infinito amor por ella… se había marchitado como una flor sin agua, se volvió negro haciendo que mis demonios internos resurgieran nuevamente y está vez con una fuerza poderosa.

Antes cuando pensaba en ella y decir su nombre con tanta dulzura, anhelaba verla y estrecharla entre mis brazos para sentirla cerca de mi mientras susurraba cuanto me amaba. Ahora cuando ella aparece en mi cabeza un odio quema mi pecho, susurrar su nombre hace que mi rencor crezca por su traición. Ahora lo único que anhelo no es a ella si no una dulce venganza, hacerla sufrir por haber sido una embustera al haberme engañado con falsas palabras de amor.

Quería poder y lo conseguí, ahora el dueño de toda Italia pero eso no bastaba para mi, quería más que eso. Mi único objetivo era arruinar la vida tan perfecta que llevan ellos, felicidad mientras disfrutan de una vida normal como cualquier humano.

Quería verlos sufrir así como yo lo hago en silencio, no, yo quiero verlos sufrir y verlos a ambos arrodillados ante mis pies rogando como un par de perros por sus vidas. Pero ¿Cómo vuelvo a ese lugar para vengarme?. Muchos los protegen ahora y sin olvidar que no puedo revelar mi verdadero ser por que los cazadores lo ven como aberración.

No quería arriesgarme, no le temo a nada pero si quería venganza debía pensar fríamente lo que haría en contra de todos. Ellos creen que desaparecí o probablemente creen que estoy muerto pero para sus desgracias, aun sigo con vida y con la oscuridad consumiendome cada día que transcurre.

Ese día que ella cayó, creí que murió amándome y que por esa razón mi oscuridad había desaparecido, pero después me daría cuenta de lo equivocado que estaba pues quien pudo librarse de la Maldición fue él, Bastián.

Ella murió amandolo y por eso la Maldición se rompió en el y en cambio yo, recibí más sufrimiento, dolor y oscuridad. El odio y el rencor es lo único que habita ahora en mi putrefacto corazón y todo gracias a Bastián y Alira quienes dijeron amarme tanto que me apuñalaron por la espalda con todo su maldito amor.

Deseo una venganza discreta una en la cual todos se desesperen por no saber noticias de ellos y cuando al fin los encuentren desmembrados en su paraíso de hogar, sepan de lo que soy capaz de hacer cuando me traicionan.

Nadie se burla de mi y eso lo demostraría por eso había tomado la decisión de viajar a Beufort, todo estaba organizado según mis planes hasta que ella apareció accidentalmente cunado chocó contra mi pecho. Mi cuerpo reaccionó de inmediato y la tomé de la muñeca cuando vi que iba caer.

La ansiedad se apoderó de mí cuerpo cuando la vi por primera vez, su rostro era muy parecido al de ella,, sus hoyuelos, sus labios, sus cejas perfectas, todo su rostro era muy parecido a ella excepto sus ojos, estos eran color café mas tierno y claro, una mirada muy difícil de descifrar.

El sentimiento crecía cada vez que la tenía frente a mi y se hacía más fuerte cuando la sentía, mis ojos destellaban tanto odio contra ella que todos se dieron cuenta que iba por ella. Aunque ese humano estuviera con ella, no me impedirá que se convierta en mi títere. No me importa si debo matarlo pero si vuelve a interferir cuando estoy con ella, lo mataré sin pensar.

Cuando oí su voz entendí que no era ella, entonces me di cuenta que podría ser algún pariente suyo. Entonces lo decidí que la haría sufrir de otra forma, por eso mi interés por saber su nombre creció así que le exigí decirme su nombre incluso estuve a punto de matarla pero era muy obstinada y no me lo dijo.

Si no fuera por el decano no sabría que es Alicia Archer, su hermana menor. La busqué en Internet y pude ver una foto de ellas dos juntas en un picnic. Eran muy parecidas físicamente pero esta chica demostró poseer un carácter especial y eso lo hacía más divertido pues a diferencia de Alira siempre fue más delicada y frágil pero esta chica no era como ella, lo pude ver en sus ojos la segunda vez que la tuve muy cerca de mi rostro, ella no le teme a manchar sus manos con sangre.

Eso hacia cada vez más interesante el juego pues, ya tenía muchas cosas planeadas para ella y pronto daría comienzo a nuestro pequeño juego de venganza, cuando ella se de cuenta sufrirá tanto que me suplicará por su vida.

Hoy comenzaría nuestro juego así que la busqué para empezar a divertirme y al encontrarla observo desde lejos lo que pasaba, ahí estaba la zorrita con la que creí que sería el mejor juguete pero al sentir un olor nauseabundo porvenir de ella la rechace, estaba enferma, una enfermedad de transmisión sexual, es lógico si se acuesta con el primero que le susurro al oído.

—Así que la mosquita muerta ya tiene novio.

—¿Qué?. —dijo al ver a la rubia frente a mí. —Estas loca.

La rubia intentó tomarla del cabello cuando pasó a su lado y lo hizo, creí que lloraría como.una cobarde pero me llevé una gran sorpresa cuando vi que le hizo una llave a su brazo con la furia resaltando en sus ojos.

—Si intentas tocar mi cabello nuevamente, destrozare tu lindo brazo.

Ella la suelta y más complacido por lo que vi me acerqué a ella para comenzar, cuando la rubia me vio detrás de ella, sus ojos se agradaron y salió despavorida del pasillo hasta desaparecer, ella se cruza de brazos y sonríe victoriosa por creer que la espantó hasta que sus ojos me vieron de pie a sus espaldas se dio cuenta de mi presencia.

—¿Lista para sufrir?.

Por un instant mis parras hicieron efecto en ella, pero luego se alejó de mí y se marchó y yo se lo permití ya que era parte del juego. Quería que pensara en mi, que tuviera presente mis palabras como una tortura a su diminuta mente.

Caminando hacia los baños vi que una chica de rizos hermosos salía del salón maldiciendo y cuando me ve sus ojos se iluminan, sentía a su alrededor que le gustaba así que sacaría provecho de eso. Sin decir nada la tomé de la mano y la lleve a los baños de chicos.

—Espera Ethan.. —su voz se oía avergonzada. —Primero deberíamos conocernos y..

—¿No hacemos eso?. —con dos de mis dedos tomé su barbilla inclinándola hacia arriba. —¿Qué tal si comenzamos?.

Ella abrió sus ojos cuando sintió una de mis manos subir por sus piernas mientras mi mi respiración en su cuello la hace temblar y la excita esperando que suceda más de lo que su cuerpo desea.

—Ethan..

Susurra mi nombre con un extasis que me incitó a alimentarme de ella y así fue, cubriendo su boca para calmar su voz mientras mis colmillos atraviesan su piel bruscamente ella forcejea pero luego se rinde y como una marioneta o una persona hechizada me invita a seguir tomando su sangre, dándole un pequeño regalo la hice disfrutar del placer con mis manos por varios minutos mientras era mi aperitivo hasta que escuche que saldría del baño, apresurandome salí para encontrarla a tiempo.

Sus ojos cafés me observan mientras pestañea varias veces y cuando se da cuenta de la chica a mis espaldas, su cara toma un color inusual, era casi roja. Al ver que estaba por marcharse la detuve y la arrojé al baño nuevamente.

—¿¡Pero que demonios sucede contigo?!.

—Shh!.. —mis manos se apoderan de su cuello imponiendo fuerza lentamente sobre el. —Es hora de empezar nuestro juego.

—¿Qué?.. Pero yo.. no te hecho nada.

Mis manos suben y con mis pulgares delineo sus hermosos labios rosados y tiernos, sonrío extasiado mientras disfruto de su nerviosismo por mi presencia, tenía miedo y era seguro que lo era.

Su cabello era como el suyo, su piel también, suave y tersa que no tenía un solo rasguño, su rostro con un poco de pecas era como tenerla en mis manos. Antes la hubiera abrazado y le hubiera dado todo mi amor. Pero ahora, disfrutaría de mi venganza con su hermosa hermana que no tiene idea de lo que le espera.

Alguien debe pagar por ella y quien mejor que linda hermanita, una tonta niña ingenua que vino a meterse a la boca del lobo al venir a mi territorio y lo mejor es que nadie podrá interferir porque yo soy el amo y señor de toda Italia.

Mis manos se convierten en garras, ella lo observa pero no demuestra ningún temor en sus ojos sólo sigue mis movimientos, al tener la garra en su mejilla ella me reta a marcar su rostro de diosa que solo es más que un disfraz.

Molesto por su mirada desafiante, la tomo de su nuca y la hago girar bruscamente, acorralada entre mi cuerpo y el lavabo la tomé del cabello inclinando su cabeza hacia atrás para sintiera dolor, sus dientes rechinar pero no veo miedo en su rostro y eso me cabrea.

<ALICIA>

No podía creer lo poco desgraciado que era Ethan, acaba de salir del baño de hombres con una chica y me tenía a mí acorralada en el baño de chicas sin escapatoria, estaba realmente molesta e indignada porque yo no seré el maldito juguete de un perro calenturiento.

Me observa fijamente, detalla cada facción de mi rostro con mucha curiosidad y atención, ni siquiera pronuncia una sola palabra, solo me mira buscando alguna emoción en mi cara y al no verla me hace girar bruscamente golepandome.

Mi cuerpo se encuentra acorralado entre el lavabo y su cuerpo, me sentía avergonzada de alguna forma ya que jamás en mi vida me habia encontrado en una posición como está, jamás. Y ahora un hombre lobo lo hizo y viendo hacia el espejo busca una expresión en mi rostro y molesto me toma del cabello inclinando mi cabeza hacia atrás.

Mi cara arde cuando logro verme en el espejo, estaba en una posición tan vergonzosa que forcejeo para librarme de él pero cuando presiona fuertemente su cuerpo contra el mío mientras gruñe por intentar huir, dejó de moverme porque su voz al fin habló.

—No me provoques niña o tendrás que pagar las consecuencias.

Sabía a lo que se estaba refiriendo por eso esta vez lo obedeci y deje de moverme ya que este idiota sería capaz de hacerlo y obligarme a cosas que no deseo aún hacer, ni siquiera con Aleck tuve la oportunidad de hacerlo.

No podía creer que yo me encontrara en esta situación tan bochornosa, ¿Cómo es que pude terminar con el el baño, por eso estoy mas que segura que me ha estado siguiendo y por eso fue la casualidad de que salió del baño en el momento justo que yo lo hice.

—Dime.. —mi vellos se erizan cuando su mano presiona sobre mi cintura. —Al ganador vez pensaste en que serias el juguete de un lobo.

—Yo.. no soy ..

—¿No eres que?.

Su aliento choca en mi cuello comenzando a preocuparme de pensar lo peor con sus intenciones contra mi. Nadie jamás logró intimidarme como lo estaba logrando él y ahora me veía estúpidamente vulnerable en sus manos.

—Qué pena que ahora estés en mis manos.

—¿Q-Que.. quieres decir?. —dije preocupada de lo que estuviera pensando en su cabeza. —Sueltame..

—¿Por qué habría de dejar a mi juguete?.

Rechino mis dientes cuando veo el color de sus ojos en el espejo, Asustada comienzo a forcejear nuevamente al darme cuenta de sus intenciones conmigo.

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