Ronan y yo nos unimos en aquel inusual momento haciendo bromas y uno que otro chiste molestando a los demás, en algún punto de aquel encuentro el cuidador imagino lo tarde que era respecto al tiempo así que nos increpo diciendo.
—Ustedes chiquillos lo mejor que pueden hacer ahora es irse a dormir, mañana tendremos que salir muy temprano para poder llegar a la carretera y que ustedes puedan regresar al campus universitario.
Mary con cara de amargada expresó su disgusto.
Todo lo que mis ojos vislumbraban a la salida de aquel lugar provocaba gran curiosidad en mí, cada árbol, cada arbusto, cada fragmento de aquella casa me hacía pensar fervientemente en la posible vida y/o experiencias de mi madre dentro de aquel bosque y me perdí completamente ante la curiosidad misma que infringía en mi cada una de las partes que conforma aquel lugar.Una sonrisa tonta e inocente afloro desde mis labios, era bastante evidente que a pesar del mal rato que habíamos vivido yo me sentía enteramente feliz de estar allí, era inequívocamente el sentimiento exacto de encajar completamente en algo como cual pieza de un rompecabezas, valla que aquel lugar lo sentía tan mío como las venas mismas que recorren mi cuer
No puedo evitar concentrarme completamente en aquella imagen mía que se cierne ante aquel espejo, tras pensar algún tiempo lavo mis dientes y procuro cuidar cada espacio de mi dentadura, inmediatamente término entro a la ducha dejando caer de a poco aquel volumen de agua sobre mi cuerpo adolorido lavando así cada parte de él.No muy bien término de ducharme salgo de la regadera, me coloco una toalla para cubrir mi desnudez y nuevamente me dirijo hasta donde se encuentra aquel espejo.En la zona del lavado hay v
En su rostro se mostraba el hilo mismo de la duda y a pesar de ello, noquisoindagar más en aquel tema. —Necesitas algo tío Yin. —Necesitar como tal no, más bien vine a avisarte que William y Mary ya llegaron, los tres sabemos que tienes hambre pues ninguno hemos comido desde ayer así que vine a buscarte y no aceptare un no como respuesta. —No tengo hambre más bien quiero descansar, vallan ustedes. Dicho aquello me coloque de pie, me despedí de Yin y camine hombro con hombro conSeliet, yo por mi parte me encontraba sumamente nerviosa porque no sabía que era lo que me esperaba al llegar a aquel lugar. Salimos del parque, cruzamos hacia el otro lado de aquella calle que atraviesa el campus, subimos algunos escalones que conforman aquella no muy alta escalera y llegamos hasta el edificio principal, una vez allí nos dirigimos hasta la sala de reuniones donde se llevaría a cabo el consenso respecto a la situación de discordia presente entre Linda y yo. Ante mi pregunta el silencio reino, ni una sola palabra se escuchó en toda aquella sala, el pesar y las dudas se apoderaron de mí, junto al más grande descontento.No lo podía creer, me negaba rotundamente a aceptar que probablemente me encontraba frente a personas que de una manera u otra decidirían mi futuroy algo me decía que no sería de la mejor manera, puesactuaban como cuales seres comprados por medio del podermientras eran dirigidos por el más titiritero.Observe todo a mi alrededor,cada rostro,cada expresión hasta llegar&nCapítulo XCVII - Linda y sus artimañas
Capítulo XCVIII - Dudas, condena y silencio
Sorprendida giré mi cabeza de golpe, topándome con aquella mirada tan inusual e inquisidora que poseeSeliety en la que por primera vez leo leves rasgos de preocupación completamente visibles para mí, él se encontraba a pocos metros de mí con su brazo extendido encontrándose sus dedos levemente enrollados entre la tela de la blusa que yo portaba.—¿Porque me detienes?En su rostro no se formó ninguna expresión todo en el salvo sus ojos, era un enigma indescifrable pa
Aquella provocación echa por Jimmy me permitió llenarme aun más de valor y deje queOonase diera el placer que tanto añoraba a fin de cuentas él se lo había buscado.—Pero antes de darte aquella sorpresa contéstame algo, sabes qué similitud hay entre un idiota y un mentiroso.—No comprendo amor, a que viene tal pregunta.<
Todo se desmorono ante mí, ya no había nada que me atase a aquel sueño que una vez tuve y por el que por tanto tiempo luche, ante mis ojos lo acababa de perder simplemente ya no había salida alguna de aquel terrible embrollo. ¡Ring!, ¡ring!, ¡ring!.Se hizo eco el sonido de aquel móvil con aquel tono tan estridente mientras dejaba abandonado aquel zumbido tan molesto en mi cabeza, aquel sonido provenía desde el teléfono de Seliet quien sin mediar palabra se puso pie tras necesitar abandonar aquella sala marchándose sin decir ni una palabra y fue a sí que la soledad reclamo mi ser como suyo.Agache mi cabeza sintiendo