Así de fácil aquella conversación llego a su fin dejando tantos puntos sueltos tirados a la nada mientras en mi mente se formaba una conmoción de información la cual más tarde se volvería mucho peor.
Recorrimos aquella vía y por miedo ahora a las respuestas que probablemente él emitiría simplemente evite preguntar y solo me digne a observar el paisaje que se levantaba delante de mis ojos a todo lo ancho y largo de aquel camino, aunque pobre de señalizaciones se encontraba lo suficientemente iluminado como para notar cuales eran los árboles que allí se encontraban.
Probablemente el sintió mi incomodidad y mi silencio le provoco pesar p
De la nada y sin previo aviso empezó a andar cada vez más rápido como queriendo dejarme atrás, yo apretaba el paso para seguirle y así no perderle de vista pues era la única opción que tenía para salir de aquel lugar.Aumento más y más su paso hasta que llego aún punto en el cual dejo de verse como una simple caminata y corrió como nunca dejando varios metros de diferencia entre ambos, empecé a seguir igualmente su paso corriendo a toda velocidad tanto como pude, pero simplemente no podía alcanzarle.Tras algunos minutos empecé a reducir mi ma
Aquella imagen ante mí era completamente irreal, lleve mis manos hasta mis mejillas y golpeándome los cachetes con fuerza me infringídolor pues pensé que quizás aquello me sacaría de aquel trance haciéndome ver que era completamente un sueño, pero no, estaba muy alejada de la verdad. —Padre, madre... que hacen aquí como es posible queaparezcan dela nada, pero y los lobos donde están. Ellos sonrieron era evidente la confusión en mi rostro, mi madre pronunció. Empiezo a abrir mis ojos y lo primero que percibo dentro de mí es que hay un revoloteo de emociones sin fin en mi corazón, la tristeza, la alegría, la sensación de calidez tomaron todos los rincones. La imagen de mis padres dio un giro a todo lo que yo pensaba incluso a lo que yo pudiera anhelar en esta vida, haciéndome ver que no puedo solamente tirarme a llorar, por un momento pensé que lo que se alzaba ante mí era parte de un simple sueño, pero no fue así. Siento como mi cuerpo anda, pero no por mis propios medios más bien como si se encontrase flotando, andando, pero sin hacer el más mínimo movimiento, mi consciencia aun no logra interpretaCapítulo LXVI - El bosque (Las ruinas de nuestro hogar)
Empecé a caminar atravesando de seguido la brecha que había entre ellos tres acercándome cada vez más a ese lugar, Yin que se encontraba atento a mi reacción solo me observaba confuso desde donde se encontraba.Se escucho decir.—Sucede algo Hope.Y como si fuera una respuestaautomáticadije.
Y fue tras aquellas palabras que todo empezo a tomar sentido pues ya no solo habían sido mis padres quienes me habían llamado meramente en mis sueños por aquel nombre si no que Yin quien se encontraba frente a mí, nuevamente hacía uso de aquel apelativo. Ronanquien se encontraba un poco apartado de nosotros dijo. —¿Qué acabas de decir? Porque la llamasOona. Nosotros solos loobservábamosmientras entre ellos surgía aquella conversación, Yin sin titubear dijo. 
El dolor de cabeza no había pasado por completo y la sensación de malestar aún estaba presente en mí, y como si de un simple humo se tratase vi desaparecer aRonany el miedo se apodero demí. Transcurrieron unos cuantos segundos, la calma se apodero del lugar, hasta ese momento no había nada que diera notar peligro alguno en aquella zona, todos se acomodaron distantes pensando y analizando la situación que minutos anteriores había surgido, yo desde donde me encontraba y mientras mantenía el silencio pose mis ojos en el pequeño ramo de rosas que anteriormente había tomado en mano y que tras caer al suelo de rodillas había dejado abandonado.
Hay se encontraba a unos pocos metros de nosotros el culpable de todas mis desgracias, quien por auto considerarse superior me ha arrebatado gran parte de mí y de lo que conforma lo más importante ´´mi familia´´.Desde la oscuridad puedo sentir como innumerables bestias nos rodean acorralándonos cada vez más dentro de su aterrador juego.—¿Qué demonios quieres Claus? Con una expresión un tantosarcásticaexclamó. —Si así te mantienes lejos deRonan, aun con el dolor de mi alma, si te prefiero tres metros bajo tierra. De los cuerpos de Yin, Mary y William podía sentirse como de ellos brotaba el enojo, la noche se encontraba fresca, pero para sorpresa mía desde ellos había empezado a brotar un calor inusual y la mano de Yin y mía las cuales aún se mantenían unidas habían empezado a emanar sudor.Último capítuloCapítulo LXXI - Vivir o morir