Ethan miró a Briana por unos segundos, mientras la decepción de él mismo, la vergüenza y todos los sentimientos que tenía muy dentro, afloraron en un segundo.Había condenado a Briana de la forma más absurda solo por creer en las mentiras que escuchó toda la vida, le había hecho pasar penurias ante un abuso que ella nunca mereció, y, aun así, había jugado con su amor hacia Maya para retenerla a su lado.Lo que estaba pasando ahora, era solo una pequeña probada de la justicia que se estaba impartiendo por ser tan hijo de puta.Sintió la rojez en sus ojos, y como su alma se hizo pedazos. Ella estaba huyendo de él porque no soportaba que el mismo hermano de su abusador, pusiera las manos encima de él, quizás le recordaba a Eliot, y había aceptado su mierd@, solo por una chica, de la que ella ni siquiera debía hacerse cargo.Bajó la mirada mientras el silencio gobernó en la habitación, y únicamente pudo restregarse sus ojos nublados para mantener su inestabilidad fuera del alcance de todo
Briana llegó hasta su sitió viendo que Ethan estaba manipulando algo en la silla, pero su presencia le hizo levantar la cabeza.—¿Quieres que te ayude? —pero él negó rápidamente.—¿Viste a toda la gente que llegó conmigo…? Ellos se encargarán de todo de ahora en adelante… —Briana apretó su boca y pasó un trago.—Tenemos que hablar…—Sí… siéntate y comencemos.Briana parpadeó rápido ante su seriedad, su cambio y su mirada fría. Temía que Ethan dijera algo que la lastimara, pero lo que dijo a continuación, fue peor de lo que pensó.—Llamaré a mi abogado, quizás esté aquí por la tarde…—¿Qué? —Briana estaba sentada, pero quería levantarse y caminar para drenar su estrés, sin embargo, no se movió—. Ethan… tú no puedes… Maya…—Vas a quedarte con Maya, Briana… voy a ceder todos mis derechos de mi sobrina a ti… haré un papel legal, y bueno, tendrás su custodia… por las visitas de las personas que cumplen su rol y el papeleo, no te preocupes, mi abogado se encargará de todo, y Maya estará con
Briana lo vio salir del salón adaptándose a su silla de ruedas, y limpió sus lágrimas cuando estuvo sola. No era tan fácil como ella lo planeó, ni siquiera había podido decirle toda la verdad a Ethan, pero pensó en un plan mejor. Subió a la habitación de Maya sonriéndole, pero su estado de ánimo se arruinó cuando la chica dijo: —¡Ti! ¡Ti! —y sus labios vibraron para ir a abrazar… a su hija. Impartió muchos besos en su rostro y la sentó en sus piernas. —Eres mi hija, Maya… ¿Puedes creerlo? La niñera la miró un poco extrañada, pero en silencio salió de la habitación para darles privacidad. —Eres mi bebé… mi vida… esta es la explicación de cómo me enamoré de ti desde que estuviste en el vientre de… mi hermana, pero la verdad es que, eras mía… mía y… de Ethan… —Briana sonrió con los ojos nublados y Maya abrió la boca para aplaudir. —Bi… —Ella asintió. —Pero espero que pronto me digas ma… má… Maya le sonrió, y ella soltó el aire pensando cómo reaccionaría Ethan cuando lo supiera to
El abogado se quedó atónito con las palabras en la boca, y solo pudo removerse en el asiento para decir:—¿Puedo saber que lo lleva a cambiar de opinión? De hecho, ha construido mucho en este caso, y la visitadora social ha puesto puntos positivos para finalizar el proceso en unos meses…Ethan negó.—No tengo nada para decir… es una decisión tomada… —El abogado pasó un trago y abrió su maletín.—Entonces… ¿La señorita Briana tomará la tutela final? Sin embargo, debe saber que esto también le llevará un proceso, a ella la visitarán y…—Encárgate de todo… sus honorarios seguirán intactos…El abogado asintió lento y luego el hombre de seguridad tocó la puerta para informarle a Ethan que ya había pasado los diez minutos en que Briana se encontraba afuera esperando.Él pasó un trago grueso y asintió.—Hazla pasar…Briana miró al guardia cuando vino por ella, y luego le indicó que podía pasar.Ella apretó la carpeta en sus manos y caminó con el mentón elevado, no importaba lo que Ethan dije
Ethan se quedó en el principio de la escalera a las once de la noche, tres días después de que se había enterado de que Maya era su hija.Aún no había podido darle la cara, ya que se sentía un verdadero inútil como para sonreírle a su chica. Miró las escaleras por largo tiempo, y luego observó sus propias piernas.Ni siquiera sabía qué iba a hacer, o cómo se suponía que estimularían su columna para que diera pequeños pasos. Apretando con fuerza el pasamanos de su silla, se devolvió a su cuarto recordando cómo solía visitar la habitación de Briana y Maya cuando ellas dormían.Pasó un trago al llegar a su cama, no quería alguna ayuda y trató de hacer un esfuerzo con sus brazos para poder acostarse en ella. Sus brazos no pudieron contra todo el peso de sus piernas, y se desequilibró un poco, pero no se dejó caer del todo y se esforzó, aunque sea arrastras, de llevar todo su cuerpo a la cama.Las gotas de sudor inundaron su frente y se quedó mirando el techo pensando que no podía continua
Las terapias de Ethan comenzaron con vigor desde el mismo momento en que vio a su hija esforzarse por demostrarle que ella estaba tratando de caminar solo para que él la felicitara. Las inyecciones eran algo dolorosas, y además le causaban reacciones adversas que complicaban más sus días y su ánimo. Trataba de hacer ejercicios extra con un entrenador personal.Sin embargo, su hora favorita se resumía cuando Briana y Maya entraban en su panorama, aunque era el momento en que él estaba más indefenso. Sin silla de ruedas, a merced de las manos de los especialistas, y con la ropa pegada a su cuerpo, ante el sudor que lo invadía por el esfuerzo.Estaba llegando al punto límite de la impaciencia, cuando un día cotidiano donde Briana salió con Maya al pediatra, sintió como sus piernas respondieron al moviente y comenzó a sentir pequeños pinchazos en sus extremidades.—Esperen… —Dijo agitado—. Estoy… Sintiendo pinchazos… —los terapeutas hicieron una pausa y sonrieron.—Es mucho más de lo que
Ethan miró fijo a Briana y tomó el aliento, recordando su terapia anterior, y lo que había causado en él estos calambres por primera vez. El tener un hilo de esperanza, lo tenía aquí, entre nervioso y dudoso, pero necesitaba romper con todo lo que no servía ahora.Sencillamente, no quería pelear más.—Quiero que seamos amigos… —Briana sintió un poco de presión en el pecho y entre cerró los ojos.—¿Qué dices?—Es lo que has escuchado, quiero que, de ahora en adelante, seamos amigos… por supuesto, es una relación de amistad que tenemos que construir, porque hay algo muy carente aquí, y es la confianza. Tú no… confías en mí, y yo, lamentablemente, no lo hice en el pasado… y aún quedan grietas de ello.Briana sentía un poco de nervios por este cambio tan abrupto, e intentó decir cualquier cosa, pero antes, Ethan siguió:—Tengo que disculparme por todo lo que ha pasado, por mi estupidez y mi ceguera… pero principalmente, quiero pedirte perdón por lo que mi hermano te hizo.Y los ojos de Br
Briana entró al gimnasio junto a Ethan y se detuvo en el momento en que él dejó la silla de ruedas estática, y se fue a los pasamanos.—Ethan… ten cuidado… —Ella trató de ir a ayudarlo, pero Ethan alzó la mano.—Por favor… solo observa…Briana está nerviosa ante su maniobra por levantarse, y luego vio cómo con sus brazos fuertes se posicionó en las dos barandas, y trató de pararse firme. Ethan se quedó un momento quieto, y luego comenzó a dar el primer paso.—¿Qué? —ella susurró bajo—. Tú… —pero se quedó callada cuando él se esforzó por dar el segundo paso.Por supuesto, se ayudaba con sus brazos, pero que sus piernas reconocieran la orden, ya era mucho.—¡Dios mío…! —Briana se fue hacia su sitio extasiada y lo abrazó sin ningún aviso.Sus cuerpos chocaron al instante, y Ethan tuvo que utilizar las dos manos a los lados, para mantenerse equilibrado.—Lo siento… —y él sonrió.—No pasa nada, gracias por alegrarte…—Por supuesto, es… es grandioso… sé que pronto volverás a caminar.Ethan