Ethan se quedó en el principio de la escalera a las once de la noche, tres días después de que se había enterado de que Maya era su hija.Aún no había podido darle la cara, ya que se sentía un verdadero inútil como para sonreírle a su chica. Miró las escaleras por largo tiempo, y luego observó sus propias piernas.Ni siquiera sabía qué iba a hacer, o cómo se suponía que estimularían su columna para que diera pequeños pasos. Apretando con fuerza el pasamanos de su silla, se devolvió a su cuarto recordando cómo solía visitar la habitación de Briana y Maya cuando ellas dormían.Pasó un trago al llegar a su cama, no quería alguna ayuda y trató de hacer un esfuerzo con sus brazos para poder acostarse en ella. Sus brazos no pudieron contra todo el peso de sus piernas, y se desequilibró un poco, pero no se dejó caer del todo y se esforzó, aunque sea arrastras, de llevar todo su cuerpo a la cama.Las gotas de sudor inundaron su frente y se quedó mirando el techo pensando que no podía continua
Las terapias de Ethan comenzaron con vigor desde el mismo momento en que vio a su hija esforzarse por demostrarle que ella estaba tratando de caminar solo para que él la felicitara. Las inyecciones eran algo dolorosas, y además le causaban reacciones adversas que complicaban más sus días y su ánimo. Trataba de hacer ejercicios extra con un entrenador personal.Sin embargo, su hora favorita se resumía cuando Briana y Maya entraban en su panorama, aunque era el momento en que él estaba más indefenso. Sin silla de ruedas, a merced de las manos de los especialistas, y con la ropa pegada a su cuerpo, ante el sudor que lo invadía por el esfuerzo.Estaba llegando al punto límite de la impaciencia, cuando un día cotidiano donde Briana salió con Maya al pediatra, sintió como sus piernas respondieron al moviente y comenzó a sentir pequeños pinchazos en sus extremidades.—Esperen… —Dijo agitado—. Estoy… Sintiendo pinchazos… —los terapeutas hicieron una pausa y sonrieron.—Es mucho más de lo que
Ethan miró fijo a Briana y tomó el aliento, recordando su terapia anterior, y lo que había causado en él estos calambres por primera vez. El tener un hilo de esperanza, lo tenía aquí, entre nervioso y dudoso, pero necesitaba romper con todo lo que no servía ahora.Sencillamente, no quería pelear más.—Quiero que seamos amigos… —Briana sintió un poco de presión en el pecho y entre cerró los ojos.—¿Qué dices?—Es lo que has escuchado, quiero que, de ahora en adelante, seamos amigos… por supuesto, es una relación de amistad que tenemos que construir, porque hay algo muy carente aquí, y es la confianza. Tú no… confías en mí, y yo, lamentablemente, no lo hice en el pasado… y aún quedan grietas de ello.Briana sentía un poco de nervios por este cambio tan abrupto, e intentó decir cualquier cosa, pero antes, Ethan siguió:—Tengo que disculparme por todo lo que ha pasado, por mi estupidez y mi ceguera… pero principalmente, quiero pedirte perdón por lo que mi hermano te hizo.Y los ojos de Br
Briana entró al gimnasio junto a Ethan y se detuvo en el momento en que él dejó la silla de ruedas estática, y se fue a los pasamanos.—Ethan… ten cuidado… —Ella trató de ir a ayudarlo, pero Ethan alzó la mano.—Por favor… solo observa…Briana está nerviosa ante su maniobra por levantarse, y luego vio cómo con sus brazos fuertes se posicionó en las dos barandas, y trató de pararse firme. Ethan se quedó un momento quieto, y luego comenzó a dar el primer paso.—¿Qué? —ella susurró bajo—. Tú… —pero se quedó callada cuando él se esforzó por dar el segundo paso.Por supuesto, se ayudaba con sus brazos, pero que sus piernas reconocieran la orden, ya era mucho.—¡Dios mío…! —Briana se fue hacia su sitio extasiada y lo abrazó sin ningún aviso.Sus cuerpos chocaron al instante, y Ethan tuvo que utilizar las dos manos a los lados, para mantenerse equilibrado.—Lo siento… —y él sonrió.—No pasa nada, gracias por alegrarte…—Por supuesto, es… es grandioso… sé que pronto volverás a caminar.Ethan
—Ha sido una gran decisión, señorita Hansen, que vuelva con los niños es una gran noticia… —Briana estiró la mano hacia el director y sonrió.—Gracias, señor…Tomó un poco de aire y pensó que tenía razón. Esto aliviaría el estrés y, sobre todo, la tensión entre ella y Ethan.Ahora era diferente, no había peleas entre ellos, pero si mucho acercamiento que literalmente dejaba su corazón expuesto. Ethan era caballeroso, atento a sus necesidades y a las de Maya, y ahora se sentaba largas horas a compartir cualquier cosa que los uniera.Maya seguía avanzando en sus prácticas, pero ya no podía estar con ella y Ethan en sus terapias, porque ahora cumpliría un horario en la mañana. Y cuando recibió su nuevo horario, y la bienvenida nuevamente de todos sus colegas, Briana decidió utilizar el auto que Ethan había dispuesto para ella, y arrancó tomando la ruta del trabajo de Mat.Era más que necesario hablar con él.Ella se anunció en la entrada, y luego la dejaron entrar apuntando a su oficina
Ethan alzó la cabeza cuando la presencia de Briana apareció frente a él y sus invitados, y su sonrisa se amplió más.—Bienvenida a casa… —pero rápidamente se dio cuenta de que Briana estaba centrada en Maya, en las piernas de Kiara—. Briana… ellos son mis amigos… ¿Los recuerdas? —Explicó.La vio asentir un poco seria, y tensa.—Amigos… creo que queremos descansar un poco…—No… —Briana se adelantó—. Solo no esperaba visita… pero tomaré a Maya y…—No te preocupes… no queremos molestar… —Un amigo de Ethan dijo y ella se avergonzó.—No para nada… ¿Cómo ven a su corredor? —Briana intentó ser amigable y se acercó. Ethan le sonrió un poco, y ella, sin consultarlo, tomó a Maya para besar sus mejillas, y ni siquiera miró a Kiara.Fue a sentarse en el lado de Ethan y él le dio un beso en la mejilla en forma de saludo.—¿Todo bien? —Briana asintió con una sonrisa.—¿Cómo lo llevan? —ambos se giraron cuando la esposa de uno de sus amigos preguntó.—¿A qué te refieres? —Ethan inquirió.—Dijiste en
Una mañana en que irían a ver algunas casas, Briana se levantó de la cama, y lo primero que vio fue un ramo de rosas en su mesilla de noche, y fue imposible no sonreír cuando tomó la tarjeta. “Buenos días… a mi chica favorita, por favor, no se lo digas a Maya, será un secreto entre los dos” Briana se sentó aspirando el olor, y cerrando los ojos se sintió plena. Había pasado una semana desde el momento en que Ethan le pidió una oportunidad, y aunque ella había tratado de postergar el momento, hoy irían a ver las dichosas casas, a las que no quería elegir. Sin embargo, había un plan entre ellos de conquista extraordinaria. Casi todas las noches después de que Maya dormía se reunían abajo en el salón, tomaban una copa de vino, y hablaban por horas, sobre todo y nada. Maya estaba avanzado en sus pasos, al menos se quedaba de pie unos segundos, mientras Ethan estaba usando ahora unas muletas para avanzar con mayor rapidez, aunque siempre usaba la silla de ruedas para descansar. Ella s
—Quieres decir… ¿Qué se sabrá en parte que no hubo un accidente como tal?Ethan tomó el aliento.—Estos investigadores son profesionales, ellos harán una recreación con pruebas contundentes. Para adelantarte, hay mucho material en la casa como para dar un esquema completo de lo que pudo haber pasado, incluso… irán a la morgue donde tomaron las fotos de los cuerpos cuando sucedió el accidente.Briana se recostó en la silla, y sintió un poco el estómago revuelto.—Siento sacar esto a la luz… no quería hablar de ello ahora, pero mañana irá el abogado a casa, quizás a darnos un poco de adelantos, y no quería que te tomara desprevenida.Briana negó.—No te preocupes… también quiero saber y que todo esto ya salga de nuestras vidas… —Ethan asintió tomando su mano y la besó, y luego cambió la mirada para decirle:—Mañana comienza la rutina de tu colegio… y la fila de los padres divorciados…Briana sonrió.—¿Es lo único que piensas? —Ethan torció la boca echando hacia un lado la cabeza.—No es