— Señor Walsh realmente estoy muy agradecida con usted por cuidar de Lydia, iré a recogerla de inmediato. — Dijo Mia nerviosa, no quería hablar de lo sucedido. Pero Dante no dijo nada, en su lugar escuchó las risas alegres de los dos niños, parecían estar divirtiéndose.— Entonces, ¿Vendrás a recogerla? — Preguntó Dante luego de unos segundos y ella miró la hora, solo eran la una de la tarde, aún era muy temprano y ella no podía soportar interrumpir la diversión de su hija, ella nunca se había reído tanto. Sintió como la culpa la golpeaba con fuerza porque ella nunca había hecho verdaderamente feliz a su pequeña, no le había dado esa clase de alegría, se sentía como una madre inútil al no poder darle lo que su hija más, salvo por su trabajo para darle a Lydia lo que necesitaba no había hecho demasiado por ella y ahora incluso había perdido el trabajo. Sentía que no podía seguir, su vida era un gran fracaso, su niña no era feliz con ella, y la relación con su familia era un desastre
Finalmente Mandy levantó la cabeza. Si este hombre era mejor que Bruno, ¡Ella lo quería! Así podría darle una lección a Bruno y a Mia al mismo tiempo. — Está bien mamá, comenzaré a arreglarme. — Perfecto, te espero abajo. — Dijo Celia con una sonrisa antes de retirarse de la habitación.Mandy se levantó y tomó su teléfono, contactando a un conocido que tenía contactos con unos pandilleros, después de todo tenía que vengarse de la humillación que sufrió. — Quiero que envíes a unos pandilleros en busca de alguien, te enviaré la dirección en un momento, también transferiré el dinero a tu cuenta. — Espetó Mandy apenas la otra persona le atendió el teléfono. — ¿Qué quieres que hagan? — Preguntó el hombre al otro lado de la línea. — Pueden golpearla, humillarla e incluso divertirse con su cuerpo, no me importa, pero deben darle una buena lección, te enviaré una foto de ella. — Dijo Mandy con sus ojos llenos de malicia. — Eso suena divertido, entonces envíame eso y prepararé todo…...
— Katherine, ¿Qué estás haciendo? — Preguntó Dante molesto sin soltarla, protegiendo a Mia. Mia tocó su cara molesta, sintiéndose cansada de ser golpeada por los demás, pero de nuevo no podía hacer nada, porque todos tenían más poder que ella, solo podía respirar profundo y soportarlo. — Hermano ella es una perr… — Respondió Katherine mirando a Mia con rabia, mientras actuaba como una niña mimada. — Más te vale que cuides tus palabras, vamos arriba. — Dijo Dante dándole una mirada sería. — Pero hermano. — Intentó replicar Katherine antes de quedarse callada y dejarse llevar al ver que él estaba realmente molesto y apretó sus manos en puños culpando a Mia de que su hermano favorito quien siempre la había mimado se comportará tan frío con ella. Los niños que estaban llegando siendo sostenidos por el ama de llaves, al ser liberados cuando Dante se llevó a Katherine, corrieron de inmediato hacía Mia. — Mamá lo siento, no pude protegerte. Mi tía es demasiado cruel. Quería detenerla,
Dante la miraba tenso, sintiendo que ella solo quería escapar de él y Mia quiso tragarse la lengua de inmediato, arrepentida por no estar pendiente de lo que decia al estar perdida en sus pensamientos. — No, no, no, Sr. Walsh, lo entendió mal. No lo pensé de esa manera. Solo esperaba encontrar un lugar tranquilo. Después de sufrir tanto acoso por parte de mi familia. — Explicó Mia nerviosa, no quería que él malinterpretara las cosas. — Ya llegamos, señorita Miller. — Espetó Dante cuando el chófer se estacionó, en este momento tenía muchas cosas en mente, no quería hablar más debido a su molestia y Mia asintió tomando a Lydia en sus brazos para bajar del auto. — Gracias por traernos. — Susurró un poco incómoda antes de bajarse. Dante las miró entrar a la casa frunciendo el ceño y luego el chófer volvió a acelerar el auto para irse. Por la noche, Dante estaba solo en el escritorio de su oficina, mirando por la ventana, la imagen en su mente era la primera vez que la vio al abrir la
Carson empezó a sudar de los nervios al no saber que responder, si este hombre poderoso tenía interés en Mia no podía decirle que la echó simplemente hace unos años y que no ha vuelto a saber nada de ella.— ¿Mi otra hija le interesa? — Preguntó Carson queriendo cerciorarse de lo que había escuchado.— Si, ella salvó a mi hijo y me gustaría poder agradecérselo en persona, compensarla. — Respondió Dante sin dejar de evaluar las expresiones de Carson.— ¿Ella regresó? ¿Dónde… dónde la vio? — Tartamudeo Carson avergonzado, no podía creer que ni él mismo sabía del regreso de su hija a la ciudad y tenía que enterarse por alguien como Dante.Lo que no pasó desapercibido, era que su hija y esposa que estaban escuchando la conversación no parecían sorprendidas en absoluto.— La verdad es que no lo recuerdo con exactitud, si usted cómo su padre no sabe nada, ¿Cómo yo siendo un extraño podría saberlo? — Cuestionó Dante arqueando una ceja y la cara de Carson se puso completamente roja de la verg
El dinero que Dante le había pagado por su proyecto aún no se hacía efectivo y esto podría tardar unos días porque era un monto muy grande, por eso Carson aunque quería ayudar a Mia con más dinero, no podía hacerlo por ahora.— ¿Realmente eres mi padre? — Preguntó Mia sintiéndose desconsolada, no podía entender como él podía solo ver en beneficio de su madrastra y Mandy. — No me has buscado en todo este tiempo, ni siquiera has preguntado cómo estoy o como está mi hija, simplemente vienes a exigirme que me vaya por el bien de tu esposa e hija, ¿Cómo puedes ser tan cruel?Al decir estás palabras una gota de lágrima cayó por el rostro de Mia y la limpió con rabia, pensando en que ya no debería llorar por estás personas y no debería permitirse ilusionarse con el cariño de su padre.«Por la única persona que debo preocuparme es por Lydia, ella es mi única familia.» Pensó tratando de ignorar la tristeza y la rabia que la estaba embargando al ser golpeada de nuevo por la indiferencia de su p
Él tampoco tenía la culpa de lo sucedido esa noche, él no engañó a Mia ni la obligó, simplemente algunos hilos alrededor de los dos se movieron y las cosas terminaron sucediendo de esa manera y él no recordaba bien su rostro y a pesar de eso había intentado buscarla luego de que Liam le fue entregado, solo que no había podido dar con su paradero. Era muy difícil encontrar a alguien de quien no tenía ningún tipo de información ni sabía cuál era su nombre, pero ahora que la había encontrado él realmente quería hacerse responsable, incluso cuando lo que pasó no fue su culpa. Pese a su molestia, Dante respiró profundo y quiso intentar explicar. —Quiero ser responsable, de hecho he intentado arreglarlo, le he pedido que se case conmigo, pero Mia simplemente no quiere aceptar, por eso vine a hablar contigo, necesito que me ayudes, quiero que la convenzas para trabajar como niñera de un niño y así firmará un contrato anónimo por cinco años, si lo haces… — Explicó él e Isabel al escuchar
Mia sintió el dolor, quedándose aturdida por un instante, hasta que sintió que las manos del hombre empezaban a tocar su cuerpo con perversión, la avasalló el asco y el rechazo, intentando apartarlo. —Suéltame, déjame en paz. — Gritó con desesperación, moviéndose para que él no pudiera besarla, sin poder detener todas las lágrimas que no dejaban de salir de sus ojos, mientras su cuerpo no dejaba de temblar. Arrepintiéndose de haber regresado a esta ciudad dónde solo encontraba dolor y que ahora que solo pretendía irse con su hija, volvían a lastimarla y de la peor manera. Sentía repulsión e incluso quería vomitarle en la cara al hombre para que dejara de tocarla, no podía soportar que él la destruyera de esta forma y su corazón se llenó de rencor por lo que Mandy era capaz de mandar a que le hicieran.—Ya me hartaste, te voy a enseñar una lección, las perras cómo tú solo tienen que obedecer, así que quédate quieta, hoy vas a ser nuestra y luego de muchos más en los barrios bajos