LUCIANA:
Manejo hasta llegar al hotel más lujoso de Italia. Me bajo de mi auto y observo todas las luces de la ciudad… Amo a italia. Subo el ascensor y llego a mi suite presidencial. —Hasta que por fin llegas Luciana. Dice mi hermanito tirado en el mueble comiendo no se que cosa. —¿Qué quieres estaban? Digo dejando el bolso de lado y me tiro al sofá. —Abrieron una nueva discoteca y tú y yo vamos a ir allá. Habla emocionado, pero ruedo los ojos. —Ve tú sólo, no quiero ir. Digo cerrando los ojos. —No quiero ir sólo, además debes cuidarme. Dice el rubio mirándome con una sonrisa… Es Igualito a mi madre hasta en los cabellos blancos qué tiene. —Eres bastante grande como para estar cuidándote, mi cuerpo joven necesita descanso. Hablo mientras suspiro. —Por favor, pero si tienes cincuenta años, no eres joven para nada. Dice burlándose y le lanzo uno de los cojines. —Es de mala educación mencionar la edad de una mujer estúpido. Digo y me coloco de pies para ir a bañarme e ir para la dichosa discoteca. Mi hermanito se emociona y se dirige a cambiarse. Ya lista me miro al espejo y sonrío… Sí, estoy hermosa. Llevo un lindo vestido negro con brillo pegado como una segunda piel, tacones aguja del mismo color y mi cabellera roja suelta… mis labios están de color rojo carmín y un maquillaje algo cargado. Luego de terminar mis últimos retoques me dirijo a la sala. Al llegar mi hermano se encuentra listo y todo guapo, lleva un pantalón fino de color negro, una camisa remangada por los codos y algunos botones abiertos qué dejan ver su cuerpo bién trabajado. Su cabello blanco lo lleva rebelde como siempre y me sonríe de lado con sus ojos verdes. —¿Estoy guapo verdad? Dice orgulloso de su belleza. —Sí lo estás ¿Hoy nos vamos de caza? Le pregunto sonriendo. —Por supuesto, apuesto que los hombres van a babear cuando te vean… Estoy orgulloso de tener una hermana tan guapa. Dice y me brinda su codo.—Seguro que sí, mientras nuestros mates aparecen tenemos que disfrutar la vida y el sexo… No puedo imaginarme estar atada a un hombre de por vida. Digo y un escalofrío recorre mi piel. —Igual yo, aún no quiero que mi mate aparezca, necesito probar diferentes víctimas… En el mundo hay demasiadas mujeres hermosas. Dice mi hermanito y así nos vamos a disfrutar en la nueva discoteca, tengo que mover este esqueleto y ver que me llevo esta noche. Mi hermano parquea frente a un lujoso edificio y sonríe emocionado. —¿Estás lista?. Me pregunta. —Siempre lo estoy. Digo con determinación y salimos del auto. Una enorme fila me hace fruncir el ceño y miro a mi hermano. —Esteban ¿Acaso piensas que haré esta larga fila? Le pregunto alzando las cejas. —Qué poca fe me tienes Luciana… El dueño es mi amigo y tengo estos boletos VIP, y te recuerdo que también eres una bruja con un chasquido de tus dedos mandas a todos a volar y podemos entrar de inmediato. Lo miro mal y sólo niega sonriendo me arrastra con él, luego pasa algunas palabras con el de seguridad y nos deja pasar de inmediato aún con las protestas y quejas de los otros. Al entrar, la música me aturde un poco, pero luego me acostumbro. Mi hermano y yo llegamos a una barra y pedimos nuestras bebidas. —Oye Luciana ¿Qué te parece la del vestido rojo y cabello negro? Me susurra mi hermano. Volteo a mirar quién es y la chica mira discretamente a mi hermano. —Es hermosa, tiene buen cuerpo y es humana. Hablo mientras observo a la chica y veo que su aura es de buena vibra. —¿Entonces?... —Dale duro contra el muro, pero sobre todo hazla disfrutar es lo más importante, recuerda eso. Le digo sin despegar los ojos de él. —Ya lo sé Luciana, no entiendo por qué repites lo mismo tanto. Dice, rueda los ojos y se marcha arreglando su camisa. Sonrío y permanezco tomando mientras observo discretamente. ¿—Estás sola? Escucho una voz grave qué me habla y me giro para ver al hermoso moreno qué no ha quitado los ojos encima de mí desde que entré. —Así es. Respondo con una sonrisa coqueta. —Él chico… —Es mi hermano. Digo señalando qué está con la chica de cabello negro. El moreno asiente y me come con la vista. —¿Quieres bailar? Me pregunta. —Me encantaría. Digo y nos adentramos en la pista de baile. Muevo mi esqueleto de manera sensual y mi acompañante no pierde el tiempo… El maldito es un experto. —Eres muy hermosa. Me susurra al oído. —Tú igual, eres muy guapo. Digo y miro esos carnosos labios rojos. Con sus manos me acerca a él y besa mis labios, mientras bailamos muy pegados rozando nuestros cuerpo. Sus manos se pasean por todo mi cuerpo y muerde mis labios. —Te deseo. Me susurra pegándome su amigo y sonrío relamiendo mis labios. Nos besamos con desespero, pero siento mi teléfono vibrar en mi pecho. Maldición… Creo que no podré tener mi polvo hoy. Me separo del moreno. —Lo siento, pero debo de atender una llamada, adiós y gracias por el baile. Digo y le muerdo los labios con sensualidad antes de marcharme. Camino hasta llegar a los baños y saco mi teléfono. Abro los ojos cuándo veo MAMI en la pantalla. Me entro en uno de los cubículos y contesto. —Hola ma ¿Cómo estás? Digo creando una barrera para que no se escuche nada de música. —¿Cómo estoy? Pero si ni siquiera me llamas hija ingrata, ¿Dónde está Esteban? —Está dormido. Hablo y ruego para que se lo crea. —De acuerdo, ya has pasado demasiado tiempo fuera de casa, debes de venir y tú y el otro mocoso, les tengo un encargo. Escucho su voz y suspiro. —Está bien Ma estaré allá en una semana, necesito hacer unas entregas antes. —Está bien, cuidate cariño, le das saludo al mocoso de Esteban. —Claro adiós. Digo y ella cuelga. Cielos, casi me atrapa. Digo y suspiro. En ese instante me entra otra llamada y es de uno de mis hombres. —Habla. Digo a través de la línea. —Mi señora, ya encontramos a la rata. —¿Enserio? —Así es, lo tenemos en el lugar de siempre. —Perfecto, estaré allá en media hora. Digo y cuelgo con una sonrisa maravillosa en el rostro.LUCIANA :—Perfecto, estaré allá en media hora. Digo y cuelgo con una sonrisa maravillosa en el rostro. Salgo del baño y me comunico con mi hermano a través del link. —Tenemos que irnos, te espero en el auto. Digo y cierro el link. Cuándo llevo unos minutos en el auto llega mi hermano haciendo rabietas como niño pequeño. —Yo qué iba casi a llevármela y tú nada más… —Nuestra madre llamó Esteban. Digo y eso lo friza. —¿Qué dijo? ¿Nos descubrió? Pregunta adentrándose de copiloto en el auto. —Supongo que no… Pero te llamé porque ya encontraron a la rata. Hablo y los ojos de Esteban brillan. —Vamos allá Lucí ¿A quién estamos esperando? Dice emocionado y arranco a toda velocidad. —Otra cosa, debemos partir a Rusia la semana que viene. —¿Ma te lo pidió? Me pregunta. —Así es, nos tienen un encargo al parecer. Digo mientras trato de imaginar de qué se trata. En media hora llegamos a una vieja cabaña y mi hermanito y yo nos colocamos guantes y tomamos nuestras armas. —¿List
LUCÍANA:La entrega de mis mercancías salió todo a la perfección, mis clientes quedaron satisfechos y ya dejé todo listo y preparado. En estos momentos nos encontramos Esteban y yo abordando nuestro jet privado. —Lucía, ¿No te has puesto a pensar por qué los dos somos los únicos solteros de nuestra familia? Pregunta mi hermano mientras tomamos nuestros asientos y colocamos nuestros cinturones. —La verdad sí y pienso que es un golpe de suerte. Digo mientras sonrío. —Es enserio lo que digo, Iván ya tiene casi nietos, Luisa tiene muchos hijos ya grandes… Bueno y quizás sea entendible por que soy el más pequeño, pero tú… Tienes cincuenta y algo de años ¿No se supone que los gemelos encuentran a su mate al mismo tiempo? Habla Estaban pensativo. —Nuestros hermanos solo tienen suerte, mi padre duró más de cuatro siglos para encontrar a nuestra madre, así que me considero muy joven para esas cosas.—No tienes remedio…. ¿De verdad no quieres encontrar a tu mate?Me pregunta mirándome a
LUCIANA :Al otro día a primera hora ya estaba en el despacho de mis padres junto a Esteban, Iván, Luisa, Birk y mis padres. —Es tan lindo ver a mis hijos juntos después de un largo tiempo. Dice mi madre mientras entrelaza los dedos con mi padre y se miran con amor. —Por favor ma, no coman delante de los pobres. Hablo cruzándome de brazos y todos se ríen. —Bueno a lo que vinimos queridos hijos, Asher esposo mío e Iván, por favor explíquenle a mis dos criaturas solteras cuál será su siguiente encargo. Dice mi madre y nos mira a Esteban a mí. —¿Tiene que ser nosotros dos? Le pregunto. —Por supuesto, tu hermano Iván es el alfa y por lo tanto pasa la mayor parte del tiempo ocupado y tu otra hermana aquí, es la beta del alfa de los alfas y su tiempo es muy poco aparte de que ambos tienen familia… Sin embargo ustedes… —Sí ma, ya entendimos… Pero ¿Dónde quedan papi y tú? Interrumpe Esteban y mi madre lo mira muy mal. —Tú padre y yo nos iremos de vacaciones a México… Mientras vigi
Al abrir la puerta y entrar a una lujosa y elegante oficina mis ojos ven el hombre más guapo que mis ojos pueden ver… Carajo qué obra de arte. Pienso mientras relamo mis labios. El guapo y hermoso hombre levanta la mirada y me observa con esos bellos ojos azul oscuro. Observo su cabello castaño oscuro perfectamente peinado dándole un toque elegante. Mi mirada baja a sus labios algo fino, pero deseable… Como quisiera comérmelo. Pienso mientras siento el calor subir por en medio de mis muslos. —Señorita Moretti, ¿Por qué quiere este trabajo? Su gruesa y sensual voz me saca de mi ensoñamiento y puedo sentir como mi loba gruñe deseándolo. —No es nuestro mate Sacha para que te comportes de esa manera, controlate. Le hablo a través del link y miro al hermoso hombre que está frente mientras permanezco de pie. Entonces recobro la compostura, acomodo mis horribles gafas y pongo una cara muy triste. —Necesito el trabajo porque… Porque mi hermano menor y yo estamos pasando por muchas
LUCIANA :¿—Cómo te fue hermanita? Me pregunta Esteban mientras se come una funda de papas. Sólo ruedo los ojos y entro al viejo departamento quitando mis horribles gafas y los zapatos horrible de doña. —Creo que bién, supongo que van a llamarme. Digo mientras me dirijo al refrigerador para tomar una botella de agua. —¿Y tú? ¿Pudiste entrar a la empresa del imbécil de Mario? Le pregunto lanzándome al sofá. —Sí, me pusieron como seguridad… No puedo creer como he caído tan bajo. Dice con un suspiro pesado haciéndo un puchero. —Deja de quejarte, sólo es trabajo. —Lo sé… Pero aún así es raro. Dice y se sienta a mi lado encendiendo el televisor. ¿—Qué quieres ver? Me pregunta Esteban. —No se… Algo de acción y mucha sangre. Le respondo y el asiente buscando lo mejor para ver. Mientras veo la peli me quedo dormida y soy despertada por el insistente sonido de mi celular. Observo a mi hermano y este está roncando como camión. Así que tomo mi teléfono y sin ver la pantalla lo
LUCIANA :La diferencia de andar hermosa y de andar como doña era mucha… Por eso siempre he escuchado una frase que es cierto “El que no enseña no vende” Mientras voy en el bus, ni una sola mirada se dirige a mí… Es como si fuera la chica nerd invisible. Al llegar a mi parada me despido de Esteban y bajo para caminar unos cinco minutos. La gran empresa se deja ver y con un suspiro me dirijo a ella. Al llegar me dirijo a la recepcionista. —Buen día, disculpe ¿Dónde se encuentra la señorita Milena Joseph? Hablo mientras acomodo mis gafas. La recepcionista me mira de arriba abajo y hace una cara fea. —Tú debes de ser la nueva asistente ¿No es así? Me pregunta sin dejar de mirarme. —Así es. Finjo una sonrisa para no arrancarle la cabeza ¿Qué se cree esta estúpida plástica? —Él guardia de allá te guiará… Ahora largo de mi vista doña. Me dice con burla. Con un suspiro me dirijo hacía el guardia y este muy amable me guía a la oficina de Milena. Le agradezco y este se retira.
LUCIANA:Mi primer día de trabajo… ¡Qué pesadilla! Organizar, revisar, y colocar en otra parte los papeles que mi jefe debe de filmar es algo difícil… Aparte de que mi guapo jefe permanece como un témpano de hielo concentrado en su trabajo. La hora de comer llega y Milena entra a la oficina con comida en sus manos. —Oh, aún estás aquí Luciana… Ya puedes retirarte a comer o si gustas, puedes almorzar con nosotros.Dice, pero niego de inmediato. —Se lo agradezco Milena, pero bajaré a comer. Hablo mientras me coloco de pies y me retiro al comedor. Bajo por el ascensor y al salir no hay nadie en el piso… Supongo que deben de estar en el comedor. Al estar ahí muchos me miran de manera rara y otros sólo me ignoran. Me dirijo a buscar mi comida y para no llamar la atención tomo algo sencillo. —Disculpa… ¿Eres la nueva asistente? Me pregunta una rubia junto a otra castaña, ambas con el mismo cuerpo… Al parecer fueron hechas con el mismo molde… JEJEJE. —Así es. Finjo una sonrisa t
LUCIANA :Desde lejos se puede notar la incomodidad de mi guapo jefe y se despega de ella con el ceño fruncido. —Le pido que por favor mantenga la distancia de mí señorita Olivero. Dice con seriedad y sonrío victoriosa. —Oh lo siento, pero como ya le he dicho otras veces… Puede llamarme Mari. Dice con una sonrisa comiéndoselo con los ojos. Ambas mujeres dirigen su vista hacia mí y me miran con desagrado. —¿Quién es la señora? Pregunta la mujer mayor. —Es la asistente del joven Andrew. Contesta el tal Olivero. —Oh. Es lo único que dice la señora y se da la vuelta para entrar a la casa. En la mesa se encuentra un bufé con varios bocadillos qué ha simple vista se miran muy ricos… Pero gracias a que soy una poderosísima bruja puedo darme cuenta de que esos alimentos tienen algo extraño. —No permitas que esos imbéciles lastimen a nuestro hombre Luciana. Habla mi loba desesperada por tomar el control y despedazarlos. —No lo permitiré… Esos malditos han puesto una poción para