LUCIANA :
—Perfecto, estaré allá en media hora. Digo y cuelgo con una sonrisa maravillosa en el rostro. Salgo del baño y me comunico con mi hermano a través del link. —Tenemos que irnos, te espero en el auto. Digo y cierro el link. Cuándo llevo unos minutos en el auto llega mi hermano haciendo rabietas como niño pequeño. —Yo qué iba casi a llevármela y tú nada más… —Nuestra madre llamó Esteban. Digo y eso lo friza. —¿Qué dijo? ¿Nos descubrió? Pregunta adentrándose de copiloto en el auto. —Supongo que no… Pero te llamé porque ya encontraron a la rata. Hablo y los ojos de Esteban brillan. —Vamos allá Lucí ¿A quién estamos esperando? Dice emocionado y arranco a toda velocidad. —Otra cosa, debemos partir a Rusia la semana que viene. —¿Ma te lo pidió? Me pregunta. —Así es, nos tienen un encargo al parecer. Digo mientras trato de imaginar de qué se trata. En media hora llegamos a una vieja cabaña y mi hermanito y yo nos colocamos guantes y tomamos nuestras armas. —¿Lista para la diversión hermana? Me pregunta Esteban con una sonrisa de oreja a oreja. —Por supuesto. Digo y salgo del auto junto a él. Mis hombres hacen una reverencia cuándo me ven llegar, todos son lobos, entre ellos omegas y lobos exiliados de su tierra.—Sígame mi señora. Dice mi segundo al mando y lo seguimos. Al llegar a la cabaña bajamos unas escaleras hasta el sótano. Dos hombres que custodiaban una gran puerta negra lo abren para que pasemos. En medio de la habitación está la rata, ya golpeado y amarrado en una silla. —Pero miren… Sí, es el chico nuevo que necesitaba trabajo urgente. Digo tomando asiento en una silla qué parece un trono y mis hombres se colocan detrás de mí. El chico que le calculo unos treinta y cinco años me mira con burla. —Al parecer te subestimé ¿No es así?Dice mirándome a los ojos. —JAJAJA. Me río con ganas al ver su atrevimiento ¿Pero quién se cree que es? —Hermana, se ha atrevido a faltarte al respeto con solo mirarte a los ojos… ¿Le doy cariñitos? Dice mientras me hace ojitos. —Claro que sí, enséñale qué debe de respetar a tu hermana mayor. Digo y Esteban sonríe. Se acerca al hombre, saca sus garras y se los clava en el abdomen, rasgandolo, pero sin dañar su parte interna para no matarlo. —Qué rayos… AaahhGrita el hombre como niña y asustado de ver garras salir de una persona. —¿Qué clase de monstruo eres? Le dice a mi hermano y este solo sonríe de lado sacando las garras de su cuerpo y se acerca a mí con una sonrisa. —Te haré unas preguntas Josh y más te vale responder… ¿Para qué querías entrar a la base de datos? Bueno esa no es la pregunta ¿Quién te mandó a entrar en la base de datos? ¿Para quién trabajas?Le pregunto y se queda callado. —Esteban… ¿Me echas una mano? Le pregunto y asiente dirigiéndose al hombre con una daga. Empieza a hacer pequeños cortes profundos en la parte que más le duelen y solo escucho sus gritos que son música para mis oídos. Levanto mis manos y detengo toda sangre que sale de su cuerpo… Es el don de poder dominar el agua, gracias a mi madre soy la única que puedo dominar todos los elementos como ella. —¿Hablaras? Le pregunto y aún permanece callado. Así que me coloco de pies y camino hacía él. —No quiero seguir perdiendo el tiempo, bajen sus pantalones y ponerlo de pies. —Sí señora. Dicen mis hombres y hacen lo que les digo. Cuándo bajan sus pantalones. —También su bóxer. Digo con una sonrisa y el hombre me mira aterrado. Todos empiezan a reír incluyéndome cuándo vemos la pequeña cosita qué tiene. —¿Cuánto mide? ¿Tres centímetros? Me burlo y este me mira con odio. Tiendo mi mano y mis hombres me pasan una daga muy filosa. ¿—Qué vas hacer lunática? Pregunta con miedo en sus ojos. —¿No es obvio? Voy a cortarte esa pequeña cosa centímetro por centímetro, pero será rápido ya qué no es grande. Le digo con burla. —Sujetarlo fuerte. Digo y mis hombres hacen lo que le digo. Aún con el guante tomo su cosita con dos dedos y cuándo pego la daga qué hizo un pequeñito corte… —Hablaré, hablaré… Dice con el corazón latiendo a mil por segundos. —Habla. Digo mirándolo a los ojos. —Mario… Marío Vázquez me mandó… Dice casi temblando. —¿Mario Vázquez? —Sí, Sí… Quiere descubrir tus debilidades y con todo lo que cuentas… —Ya veo… No cortaré tu pirulin. Digo despegándome de él. —Matenlo. Hablo y Esteban y yo salimos y desde afuera podemos escuchar sus gritos por la sensibilidad de nuestros oídos. —Mario quiere ser hombre muerto. Dice mi hermano mientras entramos al auto. —Ese estúpido, no sabe con quién se está metiendo… Creo que debo de darle una lección ¿Qué dices? —Sí, pero luego de hacer todas las entregas, dejar todo listo e ir a Rusia. —Bueno, creo que tendré que esperar para ver ese idiota arrastrándose como la serpiente qué es. Digo mientras arranco hacía mí suit para descansarLUCÍANA:La entrega de mis mercancías salió todo a la perfección, mis clientes quedaron satisfechos y ya dejé todo listo y preparado. En estos momentos nos encontramos Esteban y yo abordando nuestro jet privado. —Lucía, ¿No te has puesto a pensar por qué los dos somos los únicos solteros de nuestra familia? Pregunta mi hermano mientras tomamos nuestros asientos y colocamos nuestros cinturones. —La verdad sí y pienso que es un golpe de suerte. Digo mientras sonrío. —Es enserio lo que digo, Iván ya tiene casi nietos, Luisa tiene muchos hijos ya grandes… Bueno y quizás sea entendible por que soy el más pequeño, pero tú… Tienes cincuenta y algo de años ¿No se supone que los gemelos encuentran a su mate al mismo tiempo? Habla Estaban pensativo. —Nuestros hermanos solo tienen suerte, mi padre duró más de cuatro siglos para encontrar a nuestra madre, así que me considero muy joven para esas cosas.—No tienes remedio…. ¿De verdad no quieres encontrar a tu mate?Me pregunta mirándome a
LUCIANA :Al otro día a primera hora ya estaba en el despacho de mis padres junto a Esteban, Iván, Luisa, Birk y mis padres. —Es tan lindo ver a mis hijos juntos después de un largo tiempo. Dice mi madre mientras entrelaza los dedos con mi padre y se miran con amor. —Por favor ma, no coman delante de los pobres. Hablo cruzándome de brazos y todos se ríen. —Bueno a lo que vinimos queridos hijos, Asher esposo mío e Iván, por favor explíquenle a mis dos criaturas solteras cuál será su siguiente encargo. Dice mi madre y nos mira a Esteban a mí. —¿Tiene que ser nosotros dos? Le pregunto. —Por supuesto, tu hermano Iván es el alfa y por lo tanto pasa la mayor parte del tiempo ocupado y tu otra hermana aquí, es la beta del alfa de los alfas y su tiempo es muy poco aparte de que ambos tienen familia… Sin embargo ustedes… —Sí ma, ya entendimos… Pero ¿Dónde quedan papi y tú? Interrumpe Esteban y mi madre lo mira muy mal. —Tú padre y yo nos iremos de vacaciones a México… Mientras vigi
Al abrir la puerta y entrar a una lujosa y elegante oficina mis ojos ven el hombre más guapo que mis ojos pueden ver… Carajo qué obra de arte. Pienso mientras relamo mis labios. El guapo y hermoso hombre levanta la mirada y me observa con esos bellos ojos azul oscuro. Observo su cabello castaño oscuro perfectamente peinado dándole un toque elegante. Mi mirada baja a sus labios algo fino, pero deseable… Como quisiera comérmelo. Pienso mientras siento el calor subir por en medio de mis muslos. —Señorita Moretti, ¿Por qué quiere este trabajo? Su gruesa y sensual voz me saca de mi ensoñamiento y puedo sentir como mi loba gruñe deseándolo. —No es nuestro mate Sacha para que te comportes de esa manera, controlate. Le hablo a través del link y miro al hermoso hombre que está frente mientras permanezco de pie. Entonces recobro la compostura, acomodo mis horribles gafas y pongo una cara muy triste. —Necesito el trabajo porque… Porque mi hermano menor y yo estamos pasando por muchas
LUCIANA :¿—Cómo te fue hermanita? Me pregunta Esteban mientras se come una funda de papas. Sólo ruedo los ojos y entro al viejo departamento quitando mis horribles gafas y los zapatos horrible de doña. —Creo que bién, supongo que van a llamarme. Digo mientras me dirijo al refrigerador para tomar una botella de agua. —¿Y tú? ¿Pudiste entrar a la empresa del imbécil de Mario? Le pregunto lanzándome al sofá. —Sí, me pusieron como seguridad… No puedo creer como he caído tan bajo. Dice con un suspiro pesado haciéndo un puchero. —Deja de quejarte, sólo es trabajo. —Lo sé… Pero aún así es raro. Dice y se sienta a mi lado encendiendo el televisor. ¿—Qué quieres ver? Me pregunta Esteban. —No se… Algo de acción y mucha sangre. Le respondo y el asiente buscando lo mejor para ver. Mientras veo la peli me quedo dormida y soy despertada por el insistente sonido de mi celular. Observo a mi hermano y este está roncando como camión. Así que tomo mi teléfono y sin ver la pantalla lo
LUCIANA :La diferencia de andar hermosa y de andar como doña era mucha… Por eso siempre he escuchado una frase que es cierto “El que no enseña no vende” Mientras voy en el bus, ni una sola mirada se dirige a mí… Es como si fuera la chica nerd invisible. Al llegar a mi parada me despido de Esteban y bajo para caminar unos cinco minutos. La gran empresa se deja ver y con un suspiro me dirijo a ella. Al llegar me dirijo a la recepcionista. —Buen día, disculpe ¿Dónde se encuentra la señorita Milena Joseph? Hablo mientras acomodo mis gafas. La recepcionista me mira de arriba abajo y hace una cara fea. —Tú debes de ser la nueva asistente ¿No es así? Me pregunta sin dejar de mirarme. —Así es. Finjo una sonrisa para no arrancarle la cabeza ¿Qué se cree esta estúpida plástica? —Él guardia de allá te guiará… Ahora largo de mi vista doña. Me dice con burla. Con un suspiro me dirijo hacía el guardia y este muy amable me guía a la oficina de Milena. Le agradezco y este se retira.
LUCIANA:Mi primer día de trabajo… ¡Qué pesadilla! Organizar, revisar, y colocar en otra parte los papeles que mi jefe debe de filmar es algo difícil… Aparte de que mi guapo jefe permanece como un témpano de hielo concentrado en su trabajo. La hora de comer llega y Milena entra a la oficina con comida en sus manos. —Oh, aún estás aquí Luciana… Ya puedes retirarte a comer o si gustas, puedes almorzar con nosotros.Dice, pero niego de inmediato. —Se lo agradezco Milena, pero bajaré a comer. Hablo mientras me coloco de pies y me retiro al comedor. Bajo por el ascensor y al salir no hay nadie en el piso… Supongo que deben de estar en el comedor. Al estar ahí muchos me miran de manera rara y otros sólo me ignoran. Me dirijo a buscar mi comida y para no llamar la atención tomo algo sencillo. —Disculpa… ¿Eres la nueva asistente? Me pregunta una rubia junto a otra castaña, ambas con el mismo cuerpo… Al parecer fueron hechas con el mismo molde… JEJEJE. —Así es. Finjo una sonrisa t
LUCIANA :Desde lejos se puede notar la incomodidad de mi guapo jefe y se despega de ella con el ceño fruncido. —Le pido que por favor mantenga la distancia de mí señorita Olivero. Dice con seriedad y sonrío victoriosa. —Oh lo siento, pero como ya le he dicho otras veces… Puede llamarme Mari. Dice con una sonrisa comiéndoselo con los ojos. Ambas mujeres dirigen su vista hacia mí y me miran con desagrado. —¿Quién es la señora? Pregunta la mujer mayor. —Es la asistente del joven Andrew. Contesta el tal Olivero. —Oh. Es lo único que dice la señora y se da la vuelta para entrar a la casa. En la mesa se encuentra un bufé con varios bocadillos qué ha simple vista se miran muy ricos… Pero gracias a que soy una poderosísima bruja puedo darme cuenta de que esos alimentos tienen algo extraño. —No permitas que esos imbéciles lastimen a nuestro hombre Luciana. Habla mi loba desesperada por tomar el control y despedazarlos. —No lo permitiré… Esos malditos han puesto una poción para
LUCIANA :Observo a todos los hombres y uno de ellos de inmediato se acerca y abre la puerta. —¿Se encuentra bien jefe? Le pregunta con preocupación y este solo asiente. Bajo del auto igual y miro a todos los hombres que están más que buenos… Rayos… ¿Acaso estaban escondidos todas estas delicias? —Señorita Moretti ¿Acaso es sorda? Me giro hacía mí jefe de inmediato. —Disculpe ¿Decía algo? Pregunto mientras quedo como estúpida. —Suba al auto. Dice señalándome una de las camionetas blindadas. El chico que le preguntó a mi jefe si se encuentra bien me abre la puerta con una sonrisa. —Por favor entre señorita Moretti. Dice y me derrito al ver la hermosa sonrisa de ese guapo chocolate. El chico es fuerte, con unos brazos de infarto, de piel morena y ojos grises, debajo de la camiseta se puede ver unos tatuajes muy notables. —Gracias. Le sonrío y no puedo evitar guiñarle un ojo… Controlate Luciana. Me recrimino mientras entro a la camioneta. Mi jefe me sigue con el ceño fru