LUCIANA :¿—Cómo te fue hermanita? Me pregunta Esteban mientras se come una funda de papas. Sólo ruedo los ojos y entro al viejo departamento quitando mis horribles gafas y los zapatos horrible de doña. —Creo que bién, supongo que van a llamarme. Digo mientras me dirijo al refrigerador para tomar una botella de agua. —¿Y tú? ¿Pudiste entrar a la empresa del imbécil de Mario? Le pregunto lanzándome al sofá. —Sí, me pusieron como seguridad… No puedo creer como he caído tan bajo. Dice con un suspiro pesado haciéndo un puchero. —Deja de quejarte, sólo es trabajo. —Lo sé… Pero aún así es raro. Dice y se sienta a mi lado encendiendo el televisor. ¿—Qué quieres ver? Me pregunta Esteban. —No se… Algo de acción y mucha sangre. Le respondo y el asiente buscando lo mejor para ver. Mientras veo la peli me quedo dormida y soy despertada por el insistente sonido de mi celular. Observo a mi hermano y este está roncando como camión. Así que tomo mi teléfono y sin ver la pantalla lo
LUCIANA :La diferencia de andar hermosa y de andar como doña era mucha… Por eso siempre he escuchado una frase que es cierto “El que no enseña no vende” Mientras voy en el bus, ni una sola mirada se dirige a mí… Es como si fuera la chica nerd invisible. Al llegar a mi parada me despido de Esteban y bajo para caminar unos cinco minutos. La gran empresa se deja ver y con un suspiro me dirijo a ella. Al llegar me dirijo a la recepcionista. —Buen día, disculpe ¿Dónde se encuentra la señorita Milena Joseph? Hablo mientras acomodo mis gafas. La recepcionista me mira de arriba abajo y hace una cara fea. —Tú debes de ser la nueva asistente ¿No es así? Me pregunta sin dejar de mirarme. —Así es. Finjo una sonrisa para no arrancarle la cabeza ¿Qué se cree esta estúpida plástica? —Él guardia de allá te guiará… Ahora largo de mi vista doña. Me dice con burla. Con un suspiro me dirijo hacía el guardia y este muy amable me guía a la oficina de Milena. Le agradezco y este se retira.
LUCIANA:Mi primer día de trabajo… ¡Qué pesadilla! Organizar, revisar, y colocar en otra parte los papeles que mi jefe debe de filmar es algo difícil… Aparte de que mi guapo jefe permanece como un témpano de hielo concentrado en su trabajo. La hora de comer llega y Milena entra a la oficina con comida en sus manos. —Oh, aún estás aquí Luciana… Ya puedes retirarte a comer o si gustas, puedes almorzar con nosotros.Dice, pero niego de inmediato. —Se lo agradezco Milena, pero bajaré a comer. Hablo mientras me coloco de pies y me retiro al comedor. Bajo por el ascensor y al salir no hay nadie en el piso… Supongo que deben de estar en el comedor. Al estar ahí muchos me miran de manera rara y otros sólo me ignoran. Me dirijo a buscar mi comida y para no llamar la atención tomo algo sencillo. —Disculpa… ¿Eres la nueva asistente? Me pregunta una rubia junto a otra castaña, ambas con el mismo cuerpo… Al parecer fueron hechas con el mismo molde… JEJEJE. —Así es. Finjo una sonrisa t
LUCIANA :Desde lejos se puede notar la incomodidad de mi guapo jefe y se despega de ella con el ceño fruncido. —Le pido que por favor mantenga la distancia de mí señorita Olivero. Dice con seriedad y sonrío victoriosa. —Oh lo siento, pero como ya le he dicho otras veces… Puede llamarme Mari. Dice con una sonrisa comiéndoselo con los ojos. Ambas mujeres dirigen su vista hacia mí y me miran con desagrado. —¿Quién es la señora? Pregunta la mujer mayor. —Es la asistente del joven Andrew. Contesta el tal Olivero. —Oh. Es lo único que dice la señora y se da la vuelta para entrar a la casa. En la mesa se encuentra un bufé con varios bocadillos qué ha simple vista se miran muy ricos… Pero gracias a que soy una poderosísima bruja puedo darme cuenta de que esos alimentos tienen algo extraño. —No permitas que esos imbéciles lastimen a nuestro hombre Luciana. Habla mi loba desesperada por tomar el control y despedazarlos. —No lo permitiré… Esos malditos han puesto una poción para
LUCIANA :Observo a todos los hombres y uno de ellos de inmediato se acerca y abre la puerta. —¿Se encuentra bien jefe? Le pregunta con preocupación y este solo asiente. Bajo del auto igual y miro a todos los hombres que están más que buenos… Rayos… ¿Acaso estaban escondidos todas estas delicias? —Señorita Moretti ¿Acaso es sorda? Me giro hacía mí jefe de inmediato. —Disculpe ¿Decía algo? Pregunto mientras quedo como estúpida. —Suba al auto. Dice señalándome una de las camionetas blindadas. El chico que le preguntó a mi jefe si se encuentra bien me abre la puerta con una sonrisa. —Por favor entre señorita Moretti. Dice y me derrito al ver la hermosa sonrisa de ese guapo chocolate. El chico es fuerte, con unos brazos de infarto, de piel morena y ojos grises, debajo de la camiseta se puede ver unos tatuajes muy notables. —Gracias. Le sonrío y no puedo evitar guiñarle un ojo… Controlate Luciana. Me recrimino mientras entro a la camioneta. Mi jefe me sigue con el ceño fru
LUCIANA :Regreso hacía dónde está Milena y ella muy amable me lleva a una habitación. —Te quedarás aquí esta noche, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme. Me dice Milena con amabilidad. —Muchas gracias Milena. Le sonrío. —No es nada… Te traeré una muda de ropa de las mías… Aunque tienes más cuerpo que yo, supongo que te van a servir. Dice mientras me mira de arriba abajo y yo asiento quedándome sola en la habitación. Unos diez minutos más tarde llega Milena con varias mudas de ropas. —Nunca he usado ninguna de estas… Estoy segura de que te van a servir. Dice entregándome todas las ropas. —Gracias de nuevo Milena. Digo tomándo la ropa y la coloco encima de la cama. —Ya te dije que no es nada… Cuándo te duches y te cambies ven a la cocina para que cenes… supongo que debes de tener hambre. —Oh, está bien. Hablo y ella se marcha de la habitación. Con un suspiro observo toda la habitación para ver si no hay cámaras ocultas o algún micrófono. Al ver que no hay n
ANDREW JOSEPH :Para nada me estaba gustando la atención que le estaba dando Robert a Luciana… No entiendo por que me estaba incomodando tanto. De manera discreta presto atención a cada uno de sus movimientos y puedo jurar que vi sus ojos volverse blancos por breves segundos. Cuándo la miré cerrar sus ojos y que iba a caer de una menera rápida qué hasta a mi, me dejó sorprendido la retuve en mis brazos. —Robert llama al doctor rápido. Dice Milena y la cargo entre mis brazos para llevarla a la habitación. —Estába bién… ¿Qué le habrá pasado? Pregunta Milena con preocupación mientras nos dirigimos a la habitación. Al entrar en ella. —Milena… Dile a Robert qué no llame al doctor y cierra la puerta con seguro… —Pero… ¿Por qué? ¿Estás loco Andrew? ¿Acaso no vez que la chica está inconsciente? Habla Milena con el ceño fruncido y mirándome mal. —Milena… Hazme caso esta vez ¿Sí? Hablo mientras acuesto a Luciana en la cama. —Dime ¿Por qué tengo que hacerte caso? Estás mal Andrew.
LUCIANA:Salgo de mi habitación siguiendo las indicaciones de Milena y subo unas largas escaleras que de no haber sido por mi fuerza lobuna… llegó sin aire.Una enorme puerta se encuentra al fondo y respiro profundo antes de tocar. Varios segundos después la puerta es abierta y de ella sale mi jefe secándose los cabellos con una toalla y su enorme pecho marcado desnudo. Al verlo puedo sentir como mi magia lo quiere cerca y hago un esfuerzo sobre-humano para no lanzarme en sus brazos. —¿Se le ofrece algo señorita Moretti? Me pregunta mirándome a los ojos. —Amm, bueno… Quería agradecerle por haber cuidado de mi anoche… y preguntarle… ¿Hice algo extraño mientras estaba dormida? Mi jefe se quita del medio de la puerta y me hace una seña con su cabeza para que entre. —Tome asiento señorita Moretti. Dice mientras entra por una puerta qué supongo es el baño. Me siento en un elegante mueble de color gris y observo la habitación qué es muy hermosa. Tiene una cama muy elegante y grand