Uno de los trabajadores me abre la puerta y me bajo de mi lamborghini rojo, llamando la atención de algunas personas que rondaban alrededor del restaurante más caro de Italia.
Mis tacones aguja rojos resuenan por donde piso y mis caderas se mueven delicadamente mientras llevo un vestido negro, sin mangas, pegado como una segunda piel, un poco más arriba de mis rodillas.Me detengo en la recepción y la joven muy amable me pregunta si tengo preservación.—Sí, a nombre de Mario Vázquez.Hablo con mi acento ruso.—¿Usted es?Me pregunta la joven.—Lucíana Petrov—De acuerdo, el señor Vázquez la espera.Dice y otra joven me guía hacía dónde está Mario esperándome.Al llegar a la lujosa mesa con una maravillosa vista, Mario se coloca de pies y abre la silla para mí.—Gracias Mario.Le digo con una sonrisa y me siento.—Estás hermosa como siempre Luciana, tu belleza destaca en dónde quiera que vayas.—Lo sé, pero gracias.Digo y él mesero qué por cierto está muy guapo se para con una sonrisa mecánica para preguntarnos qué queremos de beber.—Yo quiero vino blanco y para ella…—D'Amalfi Limoncello Supreme, por favor.Hablo mientras le sonrío con amabilidad al mesero y este se retira.Mario me mira con el ceño fruncido y lo entiendo JAJAJA, he pedido la bebida más cara que hay.Cuándo nuestras bebidas llegan lo primero que hago es saborear mi bebida.—Mmm, Bevanda Delizioso (Bebida deliciosa)—Oh, veo que sabe hablar italiano.Dice Mario sonriendo.—Mi madre es italiana… ¿Para que me citaste aquí Mario?Hablo con la copa en mis manos mientras lo observo a los ojos.—Directa como siempre bella Luciana, eso me encanta de tí.Dice y ruedo los ojos dejando la copa en la mesa.—No puedo estar perdiendo el tiempo Mario, dime que es lo que quieres.Digo sin dejar de mirarlo, detesto que se hagan los importantes.—No tan rápido, primero ordenamos y luego te cuento ¿Sí?—Está bien.Digo mirando la carta para ver que voy a pedir, ya me ha dado hambre.—A tí nunca se te quita el hambre.Dice mi loba sacha a través del link.—JAJAJA, tienes razón querida Sacha, pero esta vez pediré lo mejor de este restaurante, ¿Qué dices?Le pregunto.—Estoy de acuerdo.Dice casi saltando de la alegría… Mi loba es igual que yo.El mesero llega y Mario es el primero en pedir.—Espagueti a la boloñesa y para mi acompañante ensalada vegetal.¿Ensalada? ¿Acaso está loco?Pienso mientras lo miro con el ceño fruncido.—Disculpa Mario, pero no como ensalada, a mi me trae una pizza napoletana y un extra grande de antipasto o plato mixto de embutidos y quesos.—¿Algo más señorita?Me pregunta el mesero con una sonrisa.—Sí, marisco a la crema… Eso es todo.Digo entregando la carta.El mesero se retira y Mario me mira con la boca abierta… Seguro pensando que no comeré todo eso.—Ahora sí, hablemos Mario y nada de ir por las ramas.Le advierto con mi rostro serio.—Quiero que unamos nuestros negocios Luciana, es una ventaja para ambos.Dice y alzo las cejas.—¿Estás hablando en serio Mario? Dime ¿Cómo piensas unirlo?Hablo sin dejar de mirar a este idiota.—Por supuesto que hablo en serio Luciana.Dice y toma mi mano entre las suyas.—Podemos unir nuestros negocios por medio del matrimonio.Dice y empiezo a reír mientras quito mis manos de las suyas.—Cómo me haces reír… ¿Qué estupidez es esta? Jajaja.Mario al ver que me burlo de él frunce el ceño.—Deberías de sentirte honrada por esta propuesta Luciana, ¿Crees que una mujer llegará lejos en la mafia? si no cuentas con la ayuda de un hombre pronto te destruirán como han hecho con algunas qué se creían hombres.Dice mirándome como un pedazo de carne… Odio este tipo de hombres… Y no es que sea feo, pues no. Tiene el cabello negro ojos azules, alto y cuerpo bien trabajado… Pero no es más que un imbécil.Le iba a contestar, pero nuestra orden llega llenando mi olfato con ricos olores.Sin pensar en nada más, empiezo a comer muy tranquila, tomándome mi tiempo en disfrutar cada porción de comida.Al terminar levanto mi mirada y limpio mis labios satisfecha de la rica comida.—Me niego a aceptar un matrimonio o unir nuestros negocios y no por que seas un hombre feo… Si no, por que tu personalidad es horrible aparte de que eres un imbécil, llevaré mi negocio a lo más alto y te tendré arrastrándote a mis pies, sólo para que veas que las mujeres estamos hechas para todo.Digo terminando mi vino.Saco mi bolso y le dejo pago sobre la mesa lo que consumí.—No te preocupes por mis gastos, tengo suficientes dinero para pagamerlos… Miserable.Digo al recordar su cara de espanto al pedir lo más caro… YY con eso me marcho.Muchos hombres voltean a mirarme y no puedo negar, soy hermosa.Tengo el cabello rojo hasta el inicio de mis nalgas, mido 1.68, mi cintura es estrecha y tengo grandes atributos por todas partes, nalgas, piernas y bustos.Mis ojos son una mezcla entre gris y verde… Lo sé algo raro, mis labios son carnosos y mi nariz pequeña y fina.Con seguridad mientras mis tacones resuenan camino hasta la puerta y el trabajador me entrega las llaves de mi auto.Me subo en él y coloco mi música favorita de Nathy peluso, mientras conduzco a toda velocidad.“Una perra (mmm) sorprendente (uh)Curvilínea y elocuenteMagnificamente colosalExtravagante y animal (ah)La que sabe se aprovechaA tu cucu yo le doy mechaQue te guste es normalMe buscaste, lo vi en tu historialNo puedo evitar ser maravillosaDame la golosina, que estoy golosa (prr)Soy un desayuno continental (mmm)Tienen que escucharme con delantalNene, tu novia se puso pegajosaVenime de frente, arreglamo' las cosa'Hago un delivery descomunalLadro que ladro, no tengo bozalLUCIANA:Manejo hasta llegar al hotel más lujoso de Italia. Me bajo de mi auto y observo todas las luces de la ciudad… Amo a italia. Subo el ascensor y llego a mi suite presidencial. —Hasta que por fin llegas Luciana. Dice mi hermanito tirado en el mueble comiendo no se que cosa. —¿Qué quieres estaban? Digo dejando el bolso de lado y me tiro al sofá. —Abrieron una nueva discoteca y tú y yo vamos a ir allá. Habla emocionado, pero ruedo los ojos. —Ve tú sólo, no quiero ir. Digo cerrando los ojos. —No quiero ir sólo, además debes cuidarme. Dice el rubio mirándome con una sonrisa… Es Igualito a mi madre hasta en los cabellos blancos qué tiene. —Eres bastante grande como para estar cuidándote, mi cuerpo joven necesita descanso. Hablo mientras suspiro. —Por favor, pero si tienes cincuenta años, no eres joven para nada. Dice burlándose y le lanzo uno de los cojines. —Es de mala educación mencionar la edad de una mujer estúpido. Digo y me coloco de pies para ir a bañarme e
LUCIANA :—Perfecto, estaré allá en media hora. Digo y cuelgo con una sonrisa maravillosa en el rostro. Salgo del baño y me comunico con mi hermano a través del link. —Tenemos que irnos, te espero en el auto. Digo y cierro el link. Cuándo llevo unos minutos en el auto llega mi hermano haciendo rabietas como niño pequeño. —Yo qué iba casi a llevármela y tú nada más… —Nuestra madre llamó Esteban. Digo y eso lo friza. —¿Qué dijo? ¿Nos descubrió? Pregunta adentrándose de copiloto en el auto. —Supongo que no… Pero te llamé porque ya encontraron a la rata. Hablo y los ojos de Esteban brillan. —Vamos allá Lucí ¿A quién estamos esperando? Dice emocionado y arranco a toda velocidad. —Otra cosa, debemos partir a Rusia la semana que viene. —¿Ma te lo pidió? Me pregunta. —Así es, nos tienen un encargo al parecer. Digo mientras trato de imaginar de qué se trata. En media hora llegamos a una vieja cabaña y mi hermanito y yo nos colocamos guantes y tomamos nuestras armas. —¿List
LUCÍANA:La entrega de mis mercancías salió todo a la perfección, mis clientes quedaron satisfechos y ya dejé todo listo y preparado. En estos momentos nos encontramos Esteban y yo abordando nuestro jet privado. —Lucía, ¿No te has puesto a pensar por qué los dos somos los únicos solteros de nuestra familia? Pregunta mi hermano mientras tomamos nuestros asientos y colocamos nuestros cinturones. —La verdad sí y pienso que es un golpe de suerte. Digo mientras sonrío. —Es enserio lo que digo, Iván ya tiene casi nietos, Luisa tiene muchos hijos ya grandes… Bueno y quizás sea entendible por que soy el más pequeño, pero tú… Tienes cincuenta y algo de años ¿No se supone que los gemelos encuentran a su mate al mismo tiempo? Habla Estaban pensativo. —Nuestros hermanos solo tienen suerte, mi padre duró más de cuatro siglos para encontrar a nuestra madre, así que me considero muy joven para esas cosas.—No tienes remedio…. ¿De verdad no quieres encontrar a tu mate?Me pregunta mirándome a
LUCIANA :Al otro día a primera hora ya estaba en el despacho de mis padres junto a Esteban, Iván, Luisa, Birk y mis padres. —Es tan lindo ver a mis hijos juntos después de un largo tiempo. Dice mi madre mientras entrelaza los dedos con mi padre y se miran con amor. —Por favor ma, no coman delante de los pobres. Hablo cruzándome de brazos y todos se ríen. —Bueno a lo que vinimos queridos hijos, Asher esposo mío e Iván, por favor explíquenle a mis dos criaturas solteras cuál será su siguiente encargo. Dice mi madre y nos mira a Esteban a mí. —¿Tiene que ser nosotros dos? Le pregunto. —Por supuesto, tu hermano Iván es el alfa y por lo tanto pasa la mayor parte del tiempo ocupado y tu otra hermana aquí, es la beta del alfa de los alfas y su tiempo es muy poco aparte de que ambos tienen familia… Sin embargo ustedes… —Sí ma, ya entendimos… Pero ¿Dónde quedan papi y tú? Interrumpe Esteban y mi madre lo mira muy mal. —Tú padre y yo nos iremos de vacaciones a México… Mientras vigi
Al abrir la puerta y entrar a una lujosa y elegante oficina mis ojos ven el hombre más guapo que mis ojos pueden ver… Carajo qué obra de arte. Pienso mientras relamo mis labios. El guapo y hermoso hombre levanta la mirada y me observa con esos bellos ojos azul oscuro. Observo su cabello castaño oscuro perfectamente peinado dándole un toque elegante. Mi mirada baja a sus labios algo fino, pero deseable… Como quisiera comérmelo. Pienso mientras siento el calor subir por en medio de mis muslos. —Señorita Moretti, ¿Por qué quiere este trabajo? Su gruesa y sensual voz me saca de mi ensoñamiento y puedo sentir como mi loba gruñe deseándolo. —No es nuestro mate Sacha para que te comportes de esa manera, controlate. Le hablo a través del link y miro al hermoso hombre que está frente mientras permanezco de pie. Entonces recobro la compostura, acomodo mis horribles gafas y pongo una cara muy triste. —Necesito el trabajo porque… Porque mi hermano menor y yo estamos pasando por muchas
LUCIANA :¿—Cómo te fue hermanita? Me pregunta Esteban mientras se come una funda de papas. Sólo ruedo los ojos y entro al viejo departamento quitando mis horribles gafas y los zapatos horrible de doña. —Creo que bién, supongo que van a llamarme. Digo mientras me dirijo al refrigerador para tomar una botella de agua. —¿Y tú? ¿Pudiste entrar a la empresa del imbécil de Mario? Le pregunto lanzándome al sofá. —Sí, me pusieron como seguridad… No puedo creer como he caído tan bajo. Dice con un suspiro pesado haciéndo un puchero. —Deja de quejarte, sólo es trabajo. —Lo sé… Pero aún así es raro. Dice y se sienta a mi lado encendiendo el televisor. ¿—Qué quieres ver? Me pregunta Esteban. —No se… Algo de acción y mucha sangre. Le respondo y el asiente buscando lo mejor para ver. Mientras veo la peli me quedo dormida y soy despertada por el insistente sonido de mi celular. Observo a mi hermano y este está roncando como camión. Así que tomo mi teléfono y sin ver la pantalla lo
LUCIANA :La diferencia de andar hermosa y de andar como doña era mucha… Por eso siempre he escuchado una frase que es cierto “El que no enseña no vende” Mientras voy en el bus, ni una sola mirada se dirige a mí… Es como si fuera la chica nerd invisible. Al llegar a mi parada me despido de Esteban y bajo para caminar unos cinco minutos. La gran empresa se deja ver y con un suspiro me dirijo a ella. Al llegar me dirijo a la recepcionista. —Buen día, disculpe ¿Dónde se encuentra la señorita Milena Joseph? Hablo mientras acomodo mis gafas. La recepcionista me mira de arriba abajo y hace una cara fea. —Tú debes de ser la nueva asistente ¿No es así? Me pregunta sin dejar de mirarme. —Así es. Finjo una sonrisa para no arrancarle la cabeza ¿Qué se cree esta estúpida plástica? —Él guardia de allá te guiará… Ahora largo de mi vista doña. Me dice con burla. Con un suspiro me dirijo hacía el guardia y este muy amable me guía a la oficina de Milena. Le agradezco y este se retira.
LUCIANA:Mi primer día de trabajo… ¡Qué pesadilla! Organizar, revisar, y colocar en otra parte los papeles que mi jefe debe de filmar es algo difícil… Aparte de que mi guapo jefe permanece como un témpano de hielo concentrado en su trabajo. La hora de comer llega y Milena entra a la oficina con comida en sus manos. —Oh, aún estás aquí Luciana… Ya puedes retirarte a comer o si gustas, puedes almorzar con nosotros.Dice, pero niego de inmediato. —Se lo agradezco Milena, pero bajaré a comer. Hablo mientras me coloco de pies y me retiro al comedor. Bajo por el ascensor y al salir no hay nadie en el piso… Supongo que deben de estar en el comedor. Al estar ahí muchos me miran de manera rara y otros sólo me ignoran. Me dirijo a buscar mi comida y para no llamar la atención tomo algo sencillo. —Disculpa… ¿Eres la nueva asistente? Me pregunta una rubia junto a otra castaña, ambas con el mismo cuerpo… Al parecer fueron hechas con el mismo molde… JEJEJE. —Así es. Finjo una sonrisa t