NICOLÁS COOPER.

Entro a la casa y veo como todo esta en orden y también veo como Leon esta en la mesa del comedor tomandose un cafe y leyendo un libro.

—Hola.

—Hola.

Cierro la puerta y me desato la corbata rápidamente.

—¿En dónde esta mi melodía?

—Esta en la habitación durmiendo —me contesta—. Deberías dejarla descansar por lo menos un día, se ve mal.

—Es normal —le digo—. Es humana y las humanas se cansan demasiado rápido.

—¿No te da vergüenza?

—¿Qué debería de darme vergüenza?

—Tu comportamiento hacia ella —me contesta—. Me ha dicho que todas las veces que lo han hecho ella no ha querido pero que tú las has forzado.

—Soy un licántropo y ella es mi mate, no sé porque te sorprendes —le comento—. Además, ella lo disfruta.

—Porque tú la drogas —me dice—. Si no lo hicieras, ella no lo disfrutaría.

—Si no lo hiciera, ella igualmente lo disfrutaría —le digo—. No tengo que drogarla para que lo haga.

—¿En serio? —me pregunta sarcásticamente—. Porque no lo parece.

—Esta marcada, tiene una par