NICOLÁS COOPER.

Veo a mi melodía dormir tranquilamente en la cama del hospital.

Alguien toca la puerta de la habitación y tras decir "adelante", Michael entra a ella.

—¿Cómo está? —me pregunta cerrando la puerta—. El doctor me dijo que la tuvieron que dormir porque se alteró mucho.

—Está bien —le respondo—. No la sedaron mucho, así que en cualquier momento puede despertar.

Él asiente y se queda parado en una esquina de la habitación.

—¿Ya sanaste?

—Sí —me responde—. Termine de sanar completamente hace unas horas.

—Qué bueno.

Nos quedamos en silencio.

—Vuelvo pronto —me levanto del sofá—. Necesito checar cuando estarán los resultados de los análisis.

Estoy a punto de salir de la habitación cuando la voz de Michael me interrumpe.

—¿Qué va a pasar si sus hormonas también están alteradas porque está embarazada?

Lo volteo a ver.

—¿Cómo que qué va a pasar? —le pregunto—. Si ella está embarazada, vamos a formar una familia.

—¿Y en serio crees que va a aceptar?

—Lo tiene que hacer quiera o no