"Somos de sangre"
Miguel.
Mika Wood y Dylan Wood en el mismo lugar, solo nos dice una cosa: "Habrá muertes y sangre por todos lados".
—Miguel, suéltame de una vez o terminare por volarte la cabeza a ti.
La voz amenazante de Marcus eriza cada vello de mi piel, pero aun así no soy capaz de soltarlo, si lo libero ambos harán de este sitio un peor campo de batalla que antes era.
—Lo siento, pero necesito que te tranquilices o no salvaremos a la amiga de Dylan a tiempo. —Como si fuera un sedante para él relajó sus músculos y bajo el cuchillo.
— ¿Qué haces aquí, Mika?
Poe llega hasta nosotros junto a Galatea, lo ve de pies a cabeza tratando de analizar lo mismo que yo, ¿Qué hace el hermano menor de Dylan en un lugar como este?
—La verdad, es algo tonto
"Te encontré, no te dejare partir"Mika.Hay cadáveres esparcidos por todo el lugar, el grupo de mi hermano mayor camina libre, registrando el pequeño espacio donde suponen deben estar las chicas.La puerta número uno que antes tenía a Paula y Rosa huele muy mal, los cuerpos inertes de ambas están sobre las camillas y parecen tener varias semanas así.—No me había dado cuenta de esto antes.Murmuré más para mí que para alguien más. Galatea, tiene una herida de bala en el brazo izquierdo y lucha
"Mucho más que una vida normal"La boca me sabe a metal por la sangre, estoy consciente de que no me encuentro ya en la habitación abandonada en medio del bosque. Todo a mi alrededor es de un color oscuro, las paredes están desgastadas por el tiempo, al fondo se encuentra una pequeña cocina y a un lado supongo el baño.—Te dignas a despertar, ya era hora.Alzó un poco mi cabeza en busca del famoso dueño de la voz, al cual noto en el fondo de la habitación entre las sombras sentado. Sus ojos negros brillan en la oscuridad y por lo poco que puedo ver a través de la negrura del lugar, lleva ropa negra y juega con su dedo medio golpeando
"Verdades a la luz"Me removí en el lugar donde yacía sentada, cuando la luz de la habitación se encendió y Marcus, aún sorprendido se levantó y tomó asiento donde estuvo en el principio.—Supongo que ya arreglaron sus problemas, ¿no? —La rubia contoneaba sus caderas con una cierta apariencia felina, causando una oleada de calor en el aire que antes era frío y tenebroso.—Galatea —comenté atontada por la situación y me senté derecha, en espera de cualquier ataque de su parte, tomó asiento en una esquina y observó mi rostro con aire divertido.
Primer libro de la Saga: Sombras de la Esquizofrenia.Dylan es un chico común con un enorme problema, sufre de alucinaciones que le hacen ver e imaginar cosas donde no las hay, tiene unos amigos bastante peculiares, siempre están para él cuando más les necesita, pero con una condición "Siempre habrá sangre, acción y locuras de por medio".Tienen formas muy diferentes de ver la vida, cuando se unen son como una bomba de tiempo, ¿Cómo no? Si al unir una rubia que ama los calibres 45, un hacker que sabe hasta cuándo respiras, y un castaño que al desenfundar sus espadas, es incluso capaz de cortar el aire que respira; ellos son una buena elección para acabar con el mundo, mientras da
"Desperté."Para mí aún era 11 de abril de un año que ya no recuerdo, al igual que muchas otras cosas.Me levanté y observé todo a mí alrededor, estaba oscuro, olía a carne podrida y el piso estaba cubierto de una especie de líquido negro, que se pegaba a mis pies solamente con el mínimo contacto. Sentí un dolor indescriptible en mi cabeza, la sujete tan fuerte que comencé a pensar que en cualquier momento estallaría, solté gruñidos, grité y lloré en aquel lugar gobernado por las penumbras.No tenía ni la más mínima idea de dónde estaba, o qué hacía en aquel lugar; solamente podía estar muy cons
"Welsey Moley."No tenía ni la más mínima idea de por qué había dicho ese nombre, pero fue lo primero que llegó a mi cabeza en forma de recuerdo, que se pasaban como imágenes oscuras y poco visibles.— ¿Qué hay en ese sitio? —murmuró.Caminé por la habitación tratando de encontrar una respuesta, pero no la tenía. Simplemente quería ayudarlo, y como no recuerdo más que una fecha y mi nombre, forcé a mi mente a recordar algo y eso fue lo primero que llegó.—Es como una especie de Motel desolado, puedes dejar el cad&aac
"Comadreja asustada"Habían pasado ya tres días, Dylan no salía de su trance, por mucho bebió algo de agua, fue al baño y tomó su forma fetal en la cama, me estaba empezando a preocupar por él, así que decidí salir de mi habitación y caer en su cama.Él me miró espantado y se tapó la cara con una sábana—Vete. —Murmuró, no le hice caso y me acomodé en su cama.— ¿Por qué sigues aquí?, deberías haberte ido cuando sepulte el cadáver.—No lo sé, siempre he estado aquí. —Jugué con mis pies meciéndolos, él temblaba de miedo. —Si sigues así el próximo cadáver que sepulten será el tuyo —se levantó de la cama como si tuviera un resorte en la espalda y se tambaleó un poc
"No parecía real."Una noche Dylan era una persona valiente, y a la siguiente se volvía una comadreja asustada.Se encontraba metido entre sus sábanas, como se le hacía costumbre estos últimos días, yo en cambio, observando por la ventana de su habitación el amanecer, era algo hermoso desde allí, no recordaba la última vez que lo había visto, mucho menos desde un lugar donde se podían ver arbustos de gran magnitud.—Deberías venir a ver esto, son cosas que valen la pena —mi acompañante emitió un gruñido de molestia y siguió en lo suyo, "lamentarse", creí ver un reflejo y pensé por un momento que se trataba de una luciérnaga.—Oh, mira una lucier... —no terminé de completar la frase, porque la aparente luciérnaga que estaba viendo poseía piernas, ropa, bin