"Welsey Moley."
No tenía ni la más mínima idea de por qué había dicho ese nombre, pero fue lo primero que llegó a mi cabeza en forma de recuerdo, que se pasaban como imágenes oscuras y poco visibles.
— ¿Qué hay en ese sitio? —murmuró.
Caminé por la habitación tratando de encontrar una respuesta, pero no la tenía. Simplemente quería ayudarlo, y como no recuerdo más que una fecha y mi nombre, forcé a mi mente a recordar algo y eso fue lo primero que llegó.
—Es como una especie de Motel desolado, puedes dejar el cadáver por allí sin que nadie más te vea, y fingir que estabas en busca de otro lugar para vivir. —Comenté.
Luego tomé asiento en su cama y noté como el chico frotaba su cara de una manera desesperada, por lo que veo aún no se acostumbra a verme, es más, creo que está empezando a creer que está loco.
— ¿Por qué me ayudas? —comentó mirando a un punto fijo en la pared.
—Porque... no sé, quizás no me agrada que ese hombre —señalé el cadáver— estuviese matando a diestra y siniestra, a gente inocente. —Falso, simplemente quería ayudarlo y nisiquiera sabía por qué, solo tenía ese extraño presentimiento muy dentro de mí.
—Muy bien, lo haré —suspiró profundo y tomó las llaves de su auto, de pronto ya se encontraba arrastrando el cuerpo fuera del lugar. — ¿Podrías ayudarme y decirme si hay personas afuera? —asentí.
Salí traspasando la pared, note que solo había dos chicas y estas se estaban marchando, al parecer la recepcionista había terminado su turno en el Hotel y era hora de marcharse. Dylan tiene mucha suerte de que este lugar esté mal ubicado, y de que tengan trabajadores tan ineficientes.
—No hay nadie en este momento —Sostenía el cuerpo envuelto en una sábana y colgando de su hombro. —Mejor apúrate antes de que alguien quiera ir a buscar comida china o algo más. —Dije, asintió y salió casi corriendo, al llegar afuera abrió el maletero de su auto y metió el cuerpo, se quitó la camisa y la arrojó dentro quedándose con una pequeña franelilla.
Me observó de arriba abajo como examinando algo, me hizo señas con la cabeza para que subiera, alcé una ceja y entré por el maletero del auto hasta llegar al asiento del copiloto, donde al verme ahogó un grito.
—Debes acostumbrarte, hasta ahora yo soy la única que sabe de esto y te puedo ayudar. —Asintió asustado y puso el auto en marcha, por el camino no hacía más que hablar consigo mismo. Lo podía notar porque fruncía el ceño varias veces y movía los labios como si susurrara.
—Creo que es aquí —comentó, luego de pasar por un camino lleno de árboles y completamente solo.
—Muévete y arrójalo al lago —señalé el pequeño precipicio que se podía ver, llevaba a un lago al final del camino, al otro lado noté las luces que decían Welsey Moley — así que aquí es.
Sal del auto y caminé hacia aquel lugar deshabitado, al parecer había pasado mucho tiempo desde que fue usado. Entré por una de las paredes y sentí un fuerte mareo, se hicieron paso en mi cabeza miles de recuerdos y en uno de ellos pude ver a un Dylan muy joven. Yo estaba allí o al menos eso creo, porque era como si estuviera viendo a las personas ir y venir desde una pequeña ranura, como hago siempre en la habitación de mi acompañante.
— ¿¡Angy!? —escuché que gritó el chico desde afuera y decidí volver, estaba parado frente a las luces del auto, mirando desesperado a los lados.
— ¿Buscas algo? —Murmuré cerca de su oreja, éste emitió un grito de terror y noté como temblaba. —Lo siento, sólo fui un momento al Motel a ver que había, pero parece abandonado desde hace mucho.
Subió al auto apurado, y dio marcha atrás. Subí y el arrancó a todo lo que da el motor. —Te vas a matar si sigues así y créeme, no debe ser agradable morir aquí.
—El Motel tiene siete años deshabitado, todo el mundo lo sabe. Desde que... —tenía una mirada melancólica y derramó varias lágrimas. —Hubo una masacre, un psicópata arremetió y aniquiló a su familia junto con varios inquilinos.
Supuse que alguno de los muertos ese día debía ser de su familia, ya que, él también se encontraba en una de mis vagos recuerdos.
—Ya veo, ¿Por qué crees que puedes verme? he estado mucho tiempo observándote, y sólo hasta esta noche es que me has logrado ver... —tragó grueso y estacionó justo frente al Hotel donde es residente, se frotó las manos nervioso y respiraba agitado.
—Hace mucho —su voz temblaba y se ahogaba con sus lágrimas, el pánico era algo tan obvio en él.
Hace mucho que te podía sentir, pero cada vez que veía a los lados no encontraba nada, eso de imaginarlo me aterraba, luego hoy comencé a sentir tu presencia aún más y creí que si me escondía en la cama te marcharías. Pero, como no se me dio, corrí lejos del lugar en busca de ayuda.
— ¿Y te tropezaste con el tipo enorme? —le dije y él asintió con un movimiento de cabeza.
—Yo me encontré por casualidad con él, le dije que alguien me seguía y me estaba vigilando, pero él comenzó a reír como loco, y me persiguió con el cuchillo en mano. —Bajó del auto y azotó la puerta, respiró profundo y caminó hasta dentro del Hotel.
Algo me estaba jalando dentro del Hotel, de pronto fui arrastrada hasta que llegué a mi habitación, me acostumbré tanto a la soledad y a las penumbras que ya no sentía ningún tipo de miedo, creo que traspasar las paredes y darme cuenta que no me puedo ver mi reflejo, me ha dejado claro que no seguía en el mundo de los vivos, pero no ver a ningún otro ser como yo, me punzaba la duda de
— ¿Qué soy en realidad?
Miré por la pared de la habitación para saber qué hacía Dylan, se encontraba envuelto en sus sábanas, mientras se abalanzaba de adelante hacia atrás murmurando cosas.
Me estoy volviendo loco, ya no sé ni quién soy.
Ahora hablo con la nada, hay Demonios observando y hablando, ella vive allí, siempre ha estado cerca de mí.
Me va a ver, me va a escuchar, ella sabe lo que hice, ella sabe quién soy...
"Comadreja asustada"Habían pasado ya tres días, Dylan no salía de su trance, por mucho bebió algo de agua, fue al baño y tomó su forma fetal en la cama, me estaba empezando a preocupar por él, así que decidí salir de mi habitación y caer en su cama.Él me miró espantado y se tapó la cara con una sábana—Vete. —Murmuró, no le hice caso y me acomodé en su cama.— ¿Por qué sigues aquí?, deberías haberte ido cuando sepulte el cadáver.—No lo sé, siempre he estado aquí. —Jugué con mis pies meciéndolos, él temblaba de miedo. —Si sigues así el próximo cadáver que sepulten será el tuyo —se levantó de la cama como si tuviera un resorte en la espalda y se tambaleó un poc
"No parecía real."Una noche Dylan era una persona valiente, y a la siguiente se volvía una comadreja asustada.Se encontraba metido entre sus sábanas, como se le hacía costumbre estos últimos días, yo en cambio, observando por la ventana de su habitación el amanecer, era algo hermoso desde allí, no recordaba la última vez que lo había visto, mucho menos desde un lugar donde se podían ver arbustos de gran magnitud.—Deberías venir a ver esto, son cosas que valen la pena —mi acompañante emitió un gruñido de molestia y siguió en lo suyo, "lamentarse", creí ver un reflejo y pensé por un momento que se trataba de una luciérnaga.—Oh, mira una lucier... —no terminé de completar la frase, porque la aparente luciérnaga que estaba viendo poseía piernas, ropa, bin
"¿Quién eres?"Era la única pregunta que resonaba en mi mente, y al parecer en toda la habitación.Tenía una sonrisa aterradora, con sus ojos parecía penetrar mi alma, o lo que sea donde coloque su mirada en estos momentos.—Mi error —su voz era áspera y rasposa, tanto que le podría hacer daño a quien lo escuchase. —Veo que Dylan no te ha hablado de mí —Dio una sonrisa mostrando sus dientes, sus ojos vagaron por la habitación mientras rascaba su cabeza con el cuchillo.—Marcus, mi nombre es Marcus. Tenía ya mucho tiempo observando en silencio pero debido a todo esto — señaló el lugar cubierto de sangre —me ha tocado salir a relucir preciosa.Traté de no fingir asco cuando me llamó preciosa, posé la mirada en esa zona vacía y normal de la habitación. &
"El terror..."Muy tarde me doy cuenta que no soy más que alguien que no existe en realidad, cuando me encuentro en medio del bosque. Pero es muy raro, por todo mi cuerpo vaga una feroz corriente que asoció como miedo, mis manos están heladas y mi respiración agitada; ese constante dolor en mi nuca me hace gruñir cada cierto tiempo.—No puedes huir por mucho tiempo —doy un paso adelante cuando escucho la voz de Dylan, giro para confirmar que el chico se encuentra sentado en una roca. —No costó mucho saber que terminarías aquí, así que salí por la ventana.Fruncí el ceño ante tales palabras, pero no por la duda del por qué me está siguiendo, si no, de cómo llegó al sitio tan rápido.— ¿Cómo has llegado antes que yo? —sus labios forman una fina línea y alza la ceja
"Tres extraños."Tres completos extraños se encontraban en la habitación la mañana del viernes, al parecer el chico los conocía porque no comento nada al respecto cuando entraron, cerraron la puerta tras ellos. Una chica y dos chicos, la chica tenía el cabello rubio, los ojos verdes olivo era de una estatura baja y tenía esa expresión de soy inofensiva hasta que dices algo que no me agrada.Uno de los chicos era castaño, de ojos rasgados y color café, al igual que la chica era de baja estatura, en su espalda; sobre unas correas de cuero llevaba consigo unas espadas largas y anchas, a lo lejos se podía notar el filo, podría estar segura que lo que tocaran seria picado sin ningún esfuerzo. El otro chico era un poco más alto que Dylan, tenía el cabello de color negro, ojos grises y el cuerpo muy bien formado, en sus manos solo traía una computad
"El recuerdo perdido"Eran las 03:30 am, Trisha McFire escuchó un sonido seco y ensordecedor fuera de su habitación, se encontraba comiendo su helado de mantecado para poder relajarse de su día estresante, lleno de cajas y clientes molestos.Una de las tantas malas mañas que había obtenido gracias a su trabajo nocturno en el bar de la ciudad, se levantó temblorosa y caminó con miedo hasta el pasillo, sacó su cabeza por el espacio entre la puerta y la pared, resopló fuerte y se armó de valor para caminar por ese sendero invadido por las penumbras.— ¡No!El grito lleno de pánico y súplica provenía del piso de arriba, enseguida su respiración se entrecortó y comenzó a sentir náuseas, el sudor se hizo presente y los dientes le tiritaban.El segundo grito fue aún más aterrador, estaba cargado
"Hora de la búsqueda"La habitación se había vuelto un basurero, los chicos dejaban los envases de comida por doquier, el ojos grises de doble personalidad se encontraba en un dilema dentro de sí, cada que sus amigos arrojaban algo Dylan hacía su aparición y lo recogía, cada que él lo recogía Marcus aparecía para arrojar más basura al suelo.— ¿Ya has encontrado algo? —preguntó Marcus mientras comía una de esas sopas instantáneas sentado en el suelo.Miguel suspiró pesado y negó, al parecer para este genio de la informática, que podía meterse en cada rincón del mundo donde se encontrará un aparato electrónico, no se le ha hecho nada fácil conseguir información sobre alguna banda de asesinos o secuestradores, ni siquiera sobre una chica con mi aspecto que no sea de pel&
"Plan Z, salvar tu vida"— ¿Dónde te habías metido chica? — Esa voz proviene de Poe, quien tomó asiento justo frente a mí en el suelo —caíste de cara cuando encontramos la información, Dylan no paraba de murmurar que te habíamos matado de manera indirecta. —Eso no tenía ningún sentido, pero conociendo a estos chicos serían capaces de matar a alguien en el otro lado del mundo, sin la necesidad de mover ni un solo músculo.—Soy un proyecto —murmuré, todos me miraron como si tuviera un cuerno saliendo de mi frente.— ¿De qué hablas Angy? — Dylan me ayudó a levantar y me arrojó a la cama, caí al lado de la laptop de Miguel. —caíste al suelo como si hubieras entrado en un coma muy raro. —Las otras tres personas asienten y me debato en si contarles o no.