Alex regresa a casa, cansado y buscando relajarse. Se dirige a la ducha, dejando que el agua caiga sobre él durante un largo período. Al salir, regresa a la habitación y se acuesta en la cama, que parece extrañamente amplia, intensificando la sensación de vacío que lo abruma. Con el celular en la mano, toma la decisión de llamar a Rebecca.– No puede esperar, ¿verdad? – Dice, riendo al ver la llamada. Ella se levanta y pone música alta. – Hola. – Contesta, casi gritando.– ¿Dónde estás? – Pregunta mientras se acomoda en la cama.– ¿Puedes repetirlo? No puedo oírte, la música está muy alta. – Dice, con una risa contenida.– Rebecca, ¿dónde estás? – Insiste, irritado.– Sr. Baker, ¿eres tú? ¡No estoy escuchando bien! – Provoca, en un intento de irritarlo aún más. – Ya voy, déjame terminar aquí. – Susurra, como si estuviera hablando con alguien, aumentando el tono de diversión en su voz.– Rebecca, no me hagas ir a Nueva York a esta hora, ¡maldita sea! ¿Dónde estás?– Lo siento, no puedo
La sala de reuniones está inmersa en un silencio absoluto, y todos notan cuánto está estresado y malhumorado Alex. Sus ojos escanean a cada ejecutivo presente, quienes evitan su mirada.– Es por eso que el grupo Shaw está por delante de nosotros, porque esta empresa está llena de aficionados. – Critica Alex, su voz cargada de frustración. – ¿Por qué ninguna de las propuestas menciona al grupo Holding Prime Work o a Techwave? Todas las empresas tienen su precio. ¿Alguien puede explicarme por qué no están considerando esa posibilidad?– ¿Puedo presentar mi propuesta, Sr. Baker? – Pregunta Nicole Curtis, una joven ejecutiva del grupo, rompiendo el silencio.– ¿Por qué no lo hizo antes? Debería haberlo hecho en lugar de esperar a que yo me quejara de las propuestas ya presentadas. – Reprende Alex, manteniendo su mirada fija en ella.– Mis disculpas, Sr. Baker.– Entonces, ¿qué está esperando? Haga su presentación. Mi tiempo no es infinito.Ryan y Saulo miran a Nicole, quien se siente incó
El momento de incomodidad se hace evidente mientras las personas intercambian miradas entre ellas.– Señorita Curtis, has venido. – Afirmó Ryan, rompiendo el silencio. – Siéntate con nosotros.– Es un placer estar aquí. Gracias por la invitación. – Sonríe y, entre las sillas vacías, elige sentarse al lado de Alex, quien lanza una mirada nada amigable a Ryan.– Esta es la señorita Nicole Curtis. – Ryan la presenta. – Nicole, estos son Rebecca Jenkins y Benjamin Hooper.– Encantada de conocerlos. – Dice ella, sonriendo.– Encantados, señorita. No queremos interrumpirlos más. Vamos a nuestros lugares. Que tengan una buena cena. – Dice Rebecca.– ¿Por qué no se unen a nosotros?– No queremos molestar, será para la próxima vez. Gracias, Saulo.– Insistimos, Rebecca. – Responde él, ni siquiera mirando a Alex, pues es consciente de que debe estar mirándolo con enojo.– Por mí está bien. – Dice Benjamin, acomodándose al lado de Ryan y ofreciendo la silla junto a él a Rebecca, quien sonríe ama
Rebecca evita la mirada de Alex porque no está preparada para hablar del tema, sobre todo después de su última pelea.– ¿Va todo bien, Rebeca?– Por supuesto, solo son unos problemas que puedo solucionar yo sola, no te preocupes.– Parece que estás mintiendo. – exclama, arrebatándole el móvil de la mano.– Eh, Alex, devuélvemelo, no es asunto tuyo. – Dice ella, intentando coger el móvil, pero él la empuja.Alex mira los mensajes que siguen llegando, llenos de insultos y burlas, y frunce el ceño mientras los lee. Se fija en las pestañas abiertas y encuentra el enlace que Rebecca recibió de su tío, que lleva a una página web con fotos de ella. Alex se muerde la comisura del labio mientras lee la publicación.“Estudiante universitaria, financiada por su marido mayor, te invita a un taller:'Cómo conquistar a un hombre mayor y próspero.' Ven y aprende a ser, como ella, una traviesa nínfula mantenida por un hombre más experimentado y exitoso. No pierdas esta oportunidad, conoce a Rebecca Je
Alex lleva a Rebecca al mejor restaurante de la ciudad. La atmósfera entre ellos es agradable, y conversan animadamente mientras disfrutan de la cena.– Rebecca, viajaré mañana por la mañana por negocios y no volveré hasta el domingo. No sé exactamente a qué hora. ¿Te gustaría acompañarme en este viaje?– ¿Quiénes estarán presentes en este viaje?– Ryan, Saulo y la Srta. Curtis.– En ese caso, iré. – Alex sonríe al darse cuenta de que ella está celosa de Nicole.– ¿Qué pasa? ¿Por qué esa sonrisa en tu rostro? ¿Contento de que vaya contigo?– Claro, eso es exactamente. Será un placer tener tu compañía. – Responde él con una sonrisa sarcástica.– No me provoques, Sr. Baker, aún puedo cambiar de opinión.– Es un riesgo que tendré que correr. – Concluye, tomando su teléfono para enviar un mensaje a la secretaria del grupo."Srta. Harper, por favor, organiza otros pasaje para los próximos viajes y cambia el destino del vuelo del lunes para que regresemos directamente a Boston."– Dado que
En la noche del domingo, después de un día de merecido descanso, deciden salir a celebrar. Los hombres se encuentran en el hall del hotel, ansiosos por la llegada de Rebecca y Nicole.– Deja de babear, querido amigo. – Dice Saulo, con una sonrisa en el rostro.– No hay nada de malo, solo pienso que es una mujer muy hermosa. – Dice Ryan, un poco avergonzado, mientras admira a Nicole acercándose. No puede evitar desearla, especialmente en ese ajustado vestido blanco y escotado que resalta toda su belleza, con su larga cabellera negra y sus ojos castaños oscuros.– Buenas noches, caballeros. – Dice Nicole, deteniéndose frente a Alex e intentando llamar su atención.– Lo ha hecho muy bien, señorita Curtis, está deslumbrante. – Dice Ryan, sonriendo.– Hice lo mejor que pude, después de todo, no todos los días celebramos logros tan excelentes.Cuando Rebecca entra en el hall del hotel, observa lo cerca que está Nicole de Alex, y esto la incomoda, ya que desde que la conoció, notó su interés
Rebecca suspira, buscando tranquilizarse, aunque su enojo se transparenta. Firme, ella agarra el brazo de Nicole y la tira, alejándola de Alex.– Para ti, soy la Sra. Baker. Mantente lejos de él. Sé muy bien lo que estás haciendo. – Dice, mirándola fijamente.– Rebecca, por favor, cálmate, suelta a la señorita. ¿Y cómo voy al cuarto si me echaste? Solo me quedó beber, y eso es culpa tuya. ¿Por qué estás perdiendo los estribos?– Alex, levántate de inmediato y ven conmigo, o juro que te mato aquí mismo si no vienes. – Dice ella enojada. – Y en cuanto a ti, señorita, nunca permitas que te encuentre tan cerca de él nuevamente. No dudaré en tomar medidas drásticas, ¿entendido?– Sra. Baker, no está pasando absolutamente nada. Aun así, pido disculpas. – Responde Nicole, controlando la hostilidad que siente en ese momento.– No me dirijas la palabra, señorita. No me agradas. Alex, no lo repetiré, ¡vamos!– Está bien, Rebecca, llévame a dormir.– Alex, ahora no es hora de dormir. Ve a darte
En el Grupo Shaw, Nicolas acompaña a Rebecca hasta la sala de conferencias, donde desempeñará sus actividades.– Srta. Jenkins, permítame presentar. Estos son Carlos y Caio Deckert, y estos son Christian y Bryan Ramsey, nuestros nuevos socios. A partir de mañana, estarás trabajando con este joven aquí. – Dice Nicolas, señalando a Bryan, quien la observa con interés.– Un placer conocerlos, señores. – Dice ella, dirigiéndose a los Deckert.– Srta. Jenkins, ¿entonces fue por ellos que nos cambió? Aquella noche, ni siquiera tuvimos la oportunidad de conocernos debidamente.– Hola de nuevo, señores Ramsey. Me alegra verlos. Lo siento, tuve un compromiso temprano. – Dice ella con una sonrisa incómoda.– Sin problema, con tal de que me acompañe a tomar un café más tarde.– Bryan, no acoses a nuestras empleadas. No toleramos ese comportamiento en el grupo. – Advierte Nicolas.– Lo entiendo, me comportaré, Sr. Shaw. La Srta. Jenkins y yo somos amigos.Rebecca sonríe, visiblemente avergonzada,