Después de dos increíbles semanas de luna de miel, Alex y Rebecca regresan a casa, siendo recibidos calurosamente por la emocionante alegría de los hijos.– Estaba muriendo de ganas de verlos, mis amores. – Afirma Rebecca, abrazando tiernamente a los niños.– ¿Mamá, vamos a jugar? – Pide Olga, extendiendo los brazos hacia ella.– Vamos a jugar por la tarde, princesa. Deja que mamá descanse unos minutos. – Declara Alex, tomando cariñosamente a Olga en brazos, evitando que Rebecca la sostenga. – Rebecca, por favor, suéltalo, están pesados para que los cargues. – Reprende, observándola sostener a Nicolás en brazos.– Estoy embarazada, Alex, no enferma. Todavía puedo cargar a mis hijos. – Afirma, acomodándose en el sofá con Nicolás en brazos. – ¿Dieron mucho trabajo? – Pregunta, mirando a María y Henrique.– Claro que no, Rebecca. Son niños maravillosos. – Responde Henrique, con una sonrisa, mientras observa a Alex sentarse con Olga al lado de Rebecca.Rebecca y Alex se sumergen en una tar
El día amaneció soleado en Boston, señal del verano. Mientras algunos disfrutaban de sus esperadas vacaciones, Alex Shaw Baker continuaba con su rutina laboral, ocupándose del negocio familiar. Llevaba cinco años en este puesto. Inmerso en sus contratos, su atención se vio interrumpida por unos golpes en la puerta.- Adelante. - ordenó Alex.- Hola, mi amor, ¿estás a punto de terminar el trabajo? - pregunta Sophia al entrar en la habitación.- Sophia, ¿qué haces aquí?- Vaya, ¿qué es esta recepción? Pensé que te alegrarías de verme. - Murmura con voz socarrona.- ¿A qué has venido?- Alex, esta noche es la fiesta de tu familia. Vendrás conmigo, ¿verdad?- De ninguna manera iré a esa fiesta. ¿Por qué estamos discutiendo esto otra vez? ¿No he dejado claro que ya he tomado mi decisión?- Todavía puedes cambiar de opinión, Alex. Creo que es importante que vayamos a honrar a la familia Ramsey, y realmente quiero que vengas conmigo. Sería muy grosero de tu parte no ir.- ¿Cuál es tu problem
En Seattle, Rebecca Halgrave Jenkins está emocionada por regresar a casa después de un semestre intenso en su curso de Ingeniería Civil en el Massachusetts Institute of Technology. En el aeropuerto, fue recibida por sus padres y su novio, Peter O'Donnell.– Mi amor, qué bueno verte, estaba muriendo de ganas de verte. Cada semestre parece más largo a medida que pasa el tiempo, no aguanto estar lejos de ti. Tengo planes para esta noche. – Rebecca sonríe y besa a Peter.– También te extrañaba, papá y mamá, qué bueno que vinieron. Estoy ansiosa por comer la comida de mamá, los extrañaba.– Mi ángel, qué bueno tenerte en casa. Preparé tus platos favoritos, vamos, debes estar agotada. – Dice Martina abrazando a su hija.– Bienvenida de vuelta, princesa. – Dice Robert abrazando a su hija.– Gracias, papá. – Se dirigen al auto y conversan durante el trayecto hasta la mansión, al llegar van directo al comedor.– Entonces, Peter, ¿cómo van los negocios de la familia? He escuchado cosas maravill
Peter conduce hasta la casa de Melissa, una de las mejores amigas de Rebecca.– ¡Ah! No puedo creer que me hayas traído a ver a Mel. La extraño mucho, pero pensé que este tiempo sería solo para nosotros.– Tranquila, cariño, tendremos mucho tiempo para eso. Si no te trajera aquí, tu amiga me mataría. Vamos a entrar. – Al entrar a la sala, todos los presentes gritan "¡sorpresa!", asustando a Rebecca, quien no se lo esperaba.– ¡Ay, Dios mío, no lo puedo creer! ¡Ustedes son increíbles! – Dice ella con la mano en el pecho, recuperándose del susto, y saluda a cada uno de los presentes. Cuando ve a sus dos primas, solo les ofrece una sonrisa forzada y no se acerca.– Mira a mi hermosa universitaria, cómo te extraño, mi amor. Gradúate pronto, no aguanto estar lejos de ti y cuidar de este aquí. – Dice Melissa, mirando a Peter, quien le devuelve una sonrisa burlona. – Le da mucho trabajo, tiene a muchas mujeres babeando por él. – Ella se ríe a carcajadas y abraza a Rebecca.– ¡No puedo creer
Durante la madrugada en Seattle, Rebecca y Peter decidieron terminar la noche con amigos.- Amiga, gracias por todo. Te quiero y es genial estar de vuelta. ¿Qué te parece si salimos este fin de semana? ¡Solo nosotras, chicas!- ¡Buena idea! Estoy emocionada por ponernos al día. Ahora ve con tu novio. Parece que él tiene planes para ustedes.- ¿Qué planes? Deja de ser tan misteriosa. Sabes que no me gusta eso, ¿verdad? - Preguntó ella, curiosa.- Vamos, amiga. Es hora de divertirse. Sabes muy bien lo que ambos estuvieron planeando mientras estabas en el MIT y cambiaban mensajes atrevidos. ¡Apuesto a que él solo adelantó algunas cosas! - Melissa sonrió, observando la incomodidad de Rebecca. - Disfruta la noche, amiga. - Se aleja hacia los otros amigos, viendo a Peter acercarse.- ¿Lista, cariño? ¿Vamos? - Rebecca sonríe forzadamente y se dirige hacia él. Durante el trayecto hasta el apartamento de Peter, se siente aprensiva, sin estar segura si está lista para lo que está imaginando. Pe
En Boston, en la mansión de los Ramsey, la fiesta continúa en pleno apogeo.– Sabía que esta noche sería increíble, solo necesitabas relajarte y divertirte. Ven conmigo. – Bryan toma la mano de Sophia y la lleva a un lugar más privado. – Entonces, ¿qué te parece si disfrutamos un poco más? Apuesto a que puedo hacerte sentir aún más satisfecha y feliz que mi hermanito. – Sophia ya había bebido más de lo que debería. Sus inhibiciones habían desaparecido.– Bueno, Alex es muy bueno en lo que hace, estoy completamente satisfecha en ese aspecto, ¿crees que puedes satisfacerme aún más? Lo dudo.– ¿Por qué no lo pruebas entonces? Así verás de lo que soy capaz y que todo este tiempo has estado con el hermano equivocado.Sophia permanece en silencio, se levanta del sofá y se acerca a Bryan, parándose frente a él durante varios minutos, hasta que finalmente decide besarlo. El beso está lleno de deseo, como si esperara un toque de cariño. Bryan la lleva al piso de arriba, donde está su habitació
En el centro comercial, Rebecca, Susan y Melissa terminan sus compras y deciden hacer una pausa para tomar un tentempié. Sin embargo, mientras lo hacen, se cruzan con Samantha, Sabrina y sus amigas.- Increíble, ya veo a estas dos en el campus y ahora tengo que lidiar con ellas aquí también.- ¡Mira quién está aquí, mi encantadora primita! Papá te envió un beso. No podemos esperar al almuerzo del domingo, cuando tendremos a toda la familia junta.- Hola Samantha, envíale otro beso. Nos vemos el domingo. Ahora, nos vamos. - Samantha le quita la bolsa de las manos a Rebecca y empieza a examinarla. - Devuélvemelo, no es tuyo. Deja de hacer el idiota.- Mira a mi primita, ¿planeando dejar de ser una niña pequeña con esta lencería tan sexy? Ya era hora, ¿no? - Las amigas de Samantha se ríen de la vergüenza de Rebecca, excepto Susan y Melissa, que vuelven a quitarle la bolsa de las manos a Samantha.- Eres una idiota, Samantha. Deja en paz a tu prima. Supera tus celos de una vez por todas.
Alex está sentado en el bar del hotel, mirando su vaso de whisky durante varios minutos. Rebecca se acerca a la barra y le pide al camarero la bebida más fuerte disponible. Alex permanece inmóvil, sin siquiera mirar a su lado. Decidida a disfrutar la noche y olvidar por unas horas todo lo que había visto, Rebecca mira en dirección a Alex, quien sigue contemplando su bebida. Se acerca a él, coge el vaso y se bebe todo el whisky de un solo trago.– Dicen que cuando alguien observa un whisky durante tanto tiempo, es porque no tiene la intención de beberlo.– ¿Qué crees que estás haciendo? – Le pregunta él, sin apartar la mirada.– Solo ayudándote. Pero si quieres beber, puedo pagar una copa de whisky para ti. – Alex finalmente la mira, fijando sus ojos en ella durante varios segundos, lo que la hace sentir un poco intimidada por su expresión indescifrable.– ¿Pagar una bebida para mí? En el mejor de los casos, podrías devolverme la bebida que acabas de tomar. – Él le pide un whisky doble