El momento de incomodidad se hace evidente mientras las personas intercambian miradas entre ellas.– Señorita Curtis, has venido. – Afirmó Ryan, rompiendo el silencio. – Siéntate con nosotros.– Es un placer estar aquí. Gracias por la invitación. – Sonríe y, entre las sillas vacías, elige sentarse al lado de Alex, quien lanza una mirada nada amigable a Ryan.– Esta es la señorita Nicole Curtis. – Ryan la presenta. – Nicole, estos son Rebecca Jenkins y Benjamin Hooper.– Encantada de conocerlos. – Dice ella, sonriendo.– Encantados, señorita. No queremos interrumpirlos más. Vamos a nuestros lugares. Que tengan una buena cena. – Dice Rebecca.– ¿Por qué no se unen a nosotros?– No queremos molestar, será para la próxima vez. Gracias, Saulo.– Insistimos, Rebecca. – Responde él, ni siquiera mirando a Alex, pues es consciente de que debe estar mirándolo con enojo.– Por mí está bien. – Dice Benjamin, acomodándose al lado de Ryan y ofreciendo la silla junto a él a Rebecca, quien sonríe ama
Rebecca evita la mirada de Alex porque no está preparada para hablar del tema, sobre todo después de su última pelea.– ¿Va todo bien, Rebeca?– Por supuesto, solo son unos problemas que puedo solucionar yo sola, no te preocupes.– Parece que estás mintiendo. – exclama, arrebatándole el móvil de la mano.– Eh, Alex, devuélvemelo, no es asunto tuyo. – Dice ella, intentando coger el móvil, pero él la empuja.Alex mira los mensajes que siguen llegando, llenos de insultos y burlas, y frunce el ceño mientras los lee. Se fija en las pestañas abiertas y encuentra el enlace que Rebecca recibió de su tío, que lleva a una página web con fotos de ella. Alex se muerde la comisura del labio mientras lee la publicación.“Estudiante universitaria, financiada por su marido mayor, te invita a un taller:'Cómo conquistar a un hombre mayor y próspero.' Ven y aprende a ser, como ella, una traviesa nínfula mantenida por un hombre más experimentado y exitoso. No pierdas esta oportunidad, conoce a Rebecca Je
Alex lleva a Rebecca al mejor restaurante de la ciudad. La atmósfera entre ellos es agradable, y conversan animadamente mientras disfrutan de la cena.– Rebecca, viajaré mañana por la mañana por negocios y no volveré hasta el domingo. No sé exactamente a qué hora. ¿Te gustaría acompañarme en este viaje?– ¿Quiénes estarán presentes en este viaje?– Ryan, Saulo y la Srta. Curtis.– En ese caso, iré. – Alex sonríe al darse cuenta de que ella está celosa de Nicole.– ¿Qué pasa? ¿Por qué esa sonrisa en tu rostro? ¿Contento de que vaya contigo?– Claro, eso es exactamente. Será un placer tener tu compañía. – Responde él con una sonrisa sarcástica.– No me provoques, Sr. Baker, aún puedo cambiar de opinión.– Es un riesgo que tendré que correr. – Concluye, tomando su teléfono para enviar un mensaje a la secretaria del grupo."Srta. Harper, por favor, organiza otros pasaje para los próximos viajes y cambia el destino del vuelo del lunes para que regresemos directamente a Boston."– Dado que
En la noche del domingo, después de un día de merecido descanso, deciden salir a celebrar. Los hombres se encuentran en el hall del hotel, ansiosos por la llegada de Rebecca y Nicole.– Deja de babear, querido amigo. – Dice Saulo, con una sonrisa en el rostro.– No hay nada de malo, solo pienso que es una mujer muy hermosa. – Dice Ryan, un poco avergonzado, mientras admira a Nicole acercándose. No puede evitar desearla, especialmente en ese ajustado vestido blanco y escotado que resalta toda su belleza, con su larga cabellera negra y sus ojos castaños oscuros.– Buenas noches, caballeros. – Dice Nicole, deteniéndose frente a Alex e intentando llamar su atención.– Lo ha hecho muy bien, señorita Curtis, está deslumbrante. – Dice Ryan, sonriendo.– Hice lo mejor que pude, después de todo, no todos los días celebramos logros tan excelentes.Cuando Rebecca entra en el hall del hotel, observa lo cerca que está Nicole de Alex, y esto la incomoda, ya que desde que la conoció, notó su interés
Rebecca suspira, buscando tranquilizarse, aunque su enojo se transparenta. Firme, ella agarra el brazo de Nicole y la tira, alejándola de Alex.– Para ti, soy la Sra. Baker. Mantente lejos de él. Sé muy bien lo que estás haciendo. – Dice, mirándola fijamente.– Rebecca, por favor, cálmate, suelta a la señorita. ¿Y cómo voy al cuarto si me echaste? Solo me quedó beber, y eso es culpa tuya. ¿Por qué estás perdiendo los estribos?– Alex, levántate de inmediato y ven conmigo, o juro que te mato aquí mismo si no vienes. – Dice ella enojada. – Y en cuanto a ti, señorita, nunca permitas que te encuentre tan cerca de él nuevamente. No dudaré en tomar medidas drásticas, ¿entendido?– Sra. Baker, no está pasando absolutamente nada. Aun así, pido disculpas. – Responde Nicole, controlando la hostilidad que siente en ese momento.– No me dirijas la palabra, señorita. No me agradas. Alex, no lo repetiré, ¡vamos!– Está bien, Rebecca, llévame a dormir.– Alex, ahora no es hora de dormir. Ve a darte
En el Grupo Shaw, Nicolas acompaña a Rebecca hasta la sala de conferencias, donde desempeñará sus actividades.– Srta. Jenkins, permítame presentar. Estos son Carlos y Caio Deckert, y estos son Christian y Bryan Ramsey, nuestros nuevos socios. A partir de mañana, estarás trabajando con este joven aquí. – Dice Nicolas, señalando a Bryan, quien la observa con interés.– Un placer conocerlos, señores. – Dice ella, dirigiéndose a los Deckert.– Srta. Jenkins, ¿entonces fue por ellos que nos cambió? Aquella noche, ni siquiera tuvimos la oportunidad de conocernos debidamente.– Hola de nuevo, señores Ramsey. Me alegra verlos. Lo siento, tuve un compromiso temprano. – Dice ella con una sonrisa incómoda.– Sin problema, con tal de que me acompañe a tomar un café más tarde.– Bryan, no acoses a nuestras empleadas. No toleramos ese comportamiento en el grupo. – Advierte Nicolas.– Lo entiendo, me comportaré, Sr. Shaw. La Srta. Jenkins y yo somos amigos.Rebecca sonríe, visiblemente avergonzada,
La atmósfera en la sala de reuniones está tensa. Alex se acomoda en su lugar y coloca delicadamente un sobre sobre la mesa frente a él, mientras sigue las conversaciones aleatorias de los presentes.– Ahora, pasemos al debate del próximo tema. – dice Olga, captando la atención de todos. – ¿Qué planeas hacer con respecto a Sophia, Alex?– Entonces, ¿por qué siguen insistiendo en un matrimonio? Sr. Deckert, ya no tengo control sobre la empresa, Bryan es el nuevo CEO. ¿Por qué no permites que Sophia se case con él? Siempre ha sido un asunto de negocios.– ¿Cómo te atreves, muchacho? Si vuelves a faltarle el respeto a mi hija, te enseñaré una lección que nunca olvidarás.– Seamos honestos aquí, somos una familia ahora. No amo a Sophia y ella no me ama. No entiendo por qué seguimos con esto. ¿Por qué no asumes la verdad, Sophia, para que pueda liberarme de este asunto de una vez por todas? Ya me has causado suficientes problemas.– Alex, te estás volviendo insolente. Has perdido todo lo qu
Rebecca observa a Sophia, que solloza de tanto llorar. Aunque no comprende completamente la situación, Rebecca no puede evitar sentirse profundamente incómoda.– Permítanme presentar formalmente a ustedes. Esta es Rebecca Jenkins Baker, mi esposa. – Alex anuncia, volteándose hacia la pequeña audiencia. – Les pido disculpas por esta confusión. No tenía conocimiento de que ella estaba trabajando aquí. Discutiré esto más tarde con ella. Rebecca, por favor, pide disculpas a ellos. Como propietaria del grupo Wealth Technology, no deberías estar aquí.– Alex, no sé de qué estás hablando. No soy dueña de nada. No me disculparé. Tú me engañaste, eres tú quien debe disculparse.– Una vez que el grupo me pertenece y tú elegiste casarte conmigo, también eres la propietaria. Por lo tanto, pide disculpas a ellos.– No lo haré.– No lo repetiré, Rebecca. Házlo.– Está bien. Pido disculpas por cualquier cosa que pueda haber hecho, porque Alex me arrastró a esta situación. ¿Estás satisfecho ahora, ca