Espero que les guste este capítulo, recuerda que tu like y tu comentario es importante para mí. Un fuerte abrazo.
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Aquel contacto entre ellos, fue tan íntimo que Santino estaba completamente desconcertado. «¡Nunca entenderé a las mujeres!», pensó. —El vino ya llegó a nuestra mesa —dijo Gia, alejándose un poco y sintiéndose un poco satisfecha, porque fuera hombre o mujer con quién hablaba Santino. Se enteró de que estaba de viaje con su esposa—. Se está calentando, sería una gran pérdida si no lo tomamos seguida. —Sí, tienes razón —concluyó él. Caminaron con el paso sincronizado, hasta llegar a su mesa. Efectivamente, la botella de vino estaba esperándolos dentro de una hiela. ¿Qué le prometía esa noche?, realmente no o sabía. Pero después de la breve conversación tan absurda con Fabiola y hacerle ver, una vez más, que entre ellos solo podría existir una relación de amigos, lo dejó aliviado. De manera inmediata, Santino llenó sus copas. —Propongo un brindis —sugirió Gia alzando su copa. —¿Por qué brindamos? —preguntó Santino
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Ella debería ser más pudorosa, debería tener al menos los cinco sentidos bien puestos. «Mañana me avergonzaré de esto, y le echaré la culpa al vino», fue lo que se dijo. Sentir la manera en que la lengua se anudaba con la suya, el sabor dulzón del vino en Santino, combinado con el de la fresa en ella. Fue algo que le hizo sentirse mareada, por la necesidad de más. Gimió en su boca anhelante, no tenía fuerzas para seguir negando que quería todo lo que tuvo con él de regreso. Cuando terminó de ponerse en ahorcajadas sobre Santino, sentir el calor de su virilidad en su núcleo. Su sexo comenzó a palpitar con anticipación, pero las cosas quedaron solo ahí porque él rompió el beso. —¡No! —exclamó tomándola firmemente por los hombros—. No creo que en este momento, esto sea lo correcto. Gia estrechó los ojos hacia él, y en ese momento el ambiente se caldeó más de lo que estaba, pues ambos tenían los ojos brillantes por
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━—Sí, lo sé… —se estaba quemando viva, y él todavía le estaba cuestionando, tenía que actuar, le abrazó con sus piernas de nuevo. Jadeó cuando escuchó a Santino gruñir, y luego verlo relamerse los labios. —¿Estás segura? —¡POR DIOS! —exclamó con desespero— Sí, ¿quieres que te suplique que me toques? —chilló—. Entonces lo haré, ya no hay dudas. Sentirte de esta forma… es lo quiero y necesito. —¡Joder! Cada palabra que has dicho, te las recordaré toda la jodida noche, porque estaré enterrado dentro de ti. —Entonces no pierdas más tiempo —ella dijo pasando la mano por su pecho, que ya tenía una fina patina de sudor, y con la mirada hambrienta de deseo agregó—: Te deseo tanto, que duele. ¡No! Era obvio que Gia no tenía idea de lo que había dicho, la necesidad de hacerla suya iba a acabar en ese momento con su cordura. Ella emitió un grito de sorpresa, cuando Santino la cubrió una vez con su cuerpo, la lujuria estaba
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━«¡¿De qué diablos habla este hombre?!», se preguntó. —¿Es que te has vuelto loco? —el asombro estaba en su voz. Pero Santino no le dio ninguna respuesta, se dispuso a acariciar su abertura femenina con sus labios. —¡Ahhh! —gimió de nuevoÉl atacó de nuevo el nudo de nervios, dándole golpecitos con su malvada y adiestrada lengua, los necesarios para hacerla estremecer. No había duda de que necesitaba más, porque de nuevo añadió dos dedos dentro de su ser, al mismo tiempo. —¡Oh, Santino! Se ponía cada vez más duro, al escuchar la manera que pronunciaba su nombre. Temía que su control desapareciera de golpe, y todavía no la tenía de la forma que quería y necesitaba: decadente. Estaba dispuesto a lograrlo, se consideraba un hombre paciente. Con la mano libre levantó uno de sus muslos, para ponerlo sobre su hombro. De esa forma podía profundizar sus caricias letales con la lengua, al mismo tiempo que lo hacía con sus d
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Gia no quería abrir los ojos, estaba muy a gusto en donde estaba. Sentía un delicioso calor en su espalda. Pensaba cambiar la posición, casi comenzaba a moverse perezosamente, pero se detuvo en seco cuando sintió que una mano sostenía de manera posesiva uno de sus pechos. Su respiración comenzó a agitarse; ya que a su mente llegaron algunos flashes de las imágenes de lo que había sucedido. Trató de mantenerse inmóvil, en ese instante mucho menos quería abrir los ojos. «¡YO LO SEDUJE!», fue lo único que se dijo de manera nerviosa. Los recuerdos llegaron uno tras otro, fue ella quien lo besó, fue ella quien le pidió ser follada hasta la muerte. Casi gimió de horror, cuando su cuerpo vibró. La imagen de apenas unas horas antes, toda somnolienta. Santino la había girado sobre sus manos y rodillas. Luego de dejar dulces besos regados por su cuello, la tomó desde atrás. Suspiró, porque por alguna extraña razón quería s
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Envuelta en aquella nube de pasión, acarició la longitud de la gran erección que se apoyaba sobre su vientre como una flecha. No pudo evitar dar un paso hacia atrás para observar detenidamente. Entre más se acercaba a ver, lo tocaba. Pues no aguantaba la tentación de hacerlo. Casi se corre ahí mismo cuando de los labios de Santino brotó un siseo. Estaba segura de que él estaba en la misma onda de necesidad que ella. Su vientre se contrajo una vez más, reclamando ser llenada por él. La intención de Santino era volverla completamente loca de lujuria, por esa razón empezó a acariciarla suavemente. Sus toques eran ligeros, los justos para volverla hambrienta por y para él. Y eso Gia lo sabía, lo más extraño era que estaba conforme con su actitud. Ella respondía de la misma forma que sentía sus dedos sobre su cuerpo. Era cierto que se sentía un poco torpe, puesto que nunca se había comportado de esa manera tan lanzada con
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━De nuevo la besó, y con la mano la acariciaba desde sus pechos, pasando por su estómago, cuando llego a su bajo vientre. Gia no puedo evitar susurrar en sus labios su nombre, al mismo tiempo que se ponía de puntillas y arqueaba su cuerpo en busca de su toque. —No tienes idea de que lo que me hace verte de esta manera —pasó su lengua por su labio inferior—, saber que estás encendida de deseo por mí. Fue dejando un reguero de besos, mientras se deslizaba. Hasta quedar de rodillas, y poniendo la frente sobre su vientre. Puso las manos sobre sus caderas y las amasó. Luego con el dedo índice acarició su entrada femenina. Utilizó el dedo pulgar para comprobar su humedad, pues estaba tan resbaladiza, y Santino sabía que no era por el agua precisamente. De nuevo ella impulsó sus caderas. —Gía, si no te quedas quieta… —le iba a regañar. —Tú eres el culpable… solo tú —manifestó ella, volviéndose a impulsar. —No —respondi
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Habían pasado cinco días, después de aquella noche, entre risas, alcohol, caricias y sexo, Gia y Santino había expresado todo lo que sentían, y habían decidido intentarlo una vez más. Prometieron, durante lo que quedaba del viaje, no recordar el inicio de su relación, ya que ambos pensaban que lo mejor era terminar de pasar la página en cuanto a ese evento. Gia se sentía completamente diferente, se sentía completa. No quedaba rastro de aquella chica melancólica, que se sentaba en el balcón de su apartamento en New York a mirar el atardecer, acompañada de una botella de vino. Añorando desesperadamente ser envuelta por los brazos y el calor de su esposo. Por su parte, Santino en los tres años de ausencia de Gia. De manera forzosa se había obligado a respirar profundo de nuevo, cuadrar los hombros y salir adelante. Pues estaba acostumbrado a que le faltara el aire cuando estaba al lado de ella. Se había dedicado a exp