Andrew había salido de la empresa hacía una semana y nadie sabía de él, su celular lo había apagado, y al parecer había sacado bastante dinero de un cajero a cien metro de la empresa y de ahí, nadie lo había visto, Kaelyn se sentía morir, ¿Y si le había pasado algo? ¿O si había atentado contra su vida? No, Andrew no sería capaz, de lo que sí estaba segura era que si algo malo le pasaba ella se moría, de nada le servía que ella se estuviera sacrificando, si al final, perdía lo que más amaba. Kaelyn observó por última vez la oficina con melancolía, quería ir a casa y olvidarse de todo, mañana se casaría o eso pensaría la gente, todo lo tenía bien planeado y una de esas cosas era un juez comprado, ni loca se casa con Declan, cuando ella llegara a ser la verdadera señora Tremblay sería porque ella se uniría para toda la vida con Andrew. Ya faltaba poco para que todo el teatro de Declan se viniera abajo, solo faltaba una pieza clave, una pieza por la que uno de sus aliados tuvo que salir
Kaelyn se miraba al espejo, con su vestido de novia, era muy sencillo pero bonito, ella nada más fue con su madre pidió un vestido de su talla y listo, ni siquiera se lo probó, su mamá se sorprendió pero no dijo nada. Unos golpes a la puerta la sacaron de sus pensamientos. —Adelante —Zac entró con una sonrisa. — ¿Dime que aceptó? — su hermano asintió. —Max dice que costó, pero que ya viene de camino, con su novio Alex. —¿Para cuándo estarán aquí? — preguntó ansiosa. —Llegan mañana por la noche, pero sabes que él no puede saber que están aquí. —Lo sé, no te preocupes, para eso ofrecí mi apartamento, ahí no podrá entrar nadie que no esté en la lista, estarán seguros. —Lo sé, ¿estás lista? ¿Estás segura? —Sí, ve a llamar a papá, quiero terminar con esto de una vez. —Kae, ¿le vas a decir del embarazo? — Kaelyn había pensado en decirlo, pero al final no lo hizo porque después su padre iba a pensar que por eso se casaba y no la dejaría hacerlo. —Aún no Zac, y tú tampoco puedes dec
Kaelyn estaba sola en una esquina mientras la familia Lam y Tremblay hablaba y se divertía, eran las seis de la tarde y la verdad deseaba irse a su habitación, por lo que se pudo de pie, no veía a Declan por ningún lado. —Hija, ¿podemos cortar el pastel? — Kaelyn rodó los ojos al escuchar a su madre, pero aceptó. —Bien, solo iré al baño. — ella fue en busca de un baño para poder refrescarse pero cuando iba llegando al de la cocina unos gemidos la hicieron detener, frunció el ceño y siguió los ruidos que provenían de un cuarto de servicio, donde mantenían todo lo de la casa. —¡Oh por Dios! Me encanta Declan — Kaelyn se tapó la boca al oír la voz de Alba. —Estoy llegando. —Yo también. —¡Malditos! —pensó, dio media vuelta para irse pero lo que escuchó la detuvieron. —Mejor de lo que podría hacértelo mi hermano. —Sabes que nunca he estado con Andrew, no puedo compararlos, pero deseo que Andrew esté en medio de mis piernas. —Pues seguirás soñando cariño, porque Andrew nunca estar
—¿Está segura que aquí estaremos bien? — Kaelyn miró a Elizabeth y le sonrió. —Tienes que estar tranquila, nadie va hacerte daño, aquí es seguro, y Declan no puede entrar aquí, además de que nadie sabe qué has regresado, no puedo dejar de agradecer todo lo que vas hacer. —No tiene porque el señor Andrew siempre ha sido un buen jefe, el único problema siempre ha sido la loca de Alba. —Kaelyn sonrió agradecida. —Espero que ya hoy se lo lleven preso, no soporto tener que verlo más. Ahora me voy debo ir al trabajo, en la despensa hay de todo para ti y Alex, no salgan y no le habrán la puerta a nadie, ¿está claro? —Muy claro. — Kaelyn salió de ahí para la oficina, espera hoy poder decirle la verdad a Andrew. … Andrew venía saliendo del elevador cuando recibió un golpe en todo su rostro, lo habían agarrado desprevenido. —¿Qué mierda te pasa imbécil? — dijo furioso al ver a su hermano. —¿Tienes el descaro de preguntar? ¿Porqué te llevaste a Kaelyn el sábado? — Andrew miró sonriente a
—Andrew, ¿me puedes decir a dónde vamos? Te recuerdo que hace un mes te dispararon, deberías estar descansando — Andrew puso los ojos en blanco pero le sonrió antes de darle un pequeño beso. —Ya sabrás — y tocando el vientre de tres meses que ya se empezaba a notar, le habló a sus bebés — Hola ahí adentro, ¿cómo están los bebés más hermosos del mundo? Papá los ama y los espera con ansia. Kaelyn sonrió al oírlo, a él le encantaba hablarle a sus hijos, a todo hora lo hacía, su vida había vuelto a la normalidad, se había ido a vivir definitivamente a la casa de Andrew, que ahora era su casa, Mila, la abrazó y lloraba mientras le pedía perdón por no haber ido con ella, Kaelyn le había dicho que eso fue lo mejor, porque al ver cómo había matado a dos mujeres inocentes, seguro hubiera hecho lo mismo con ella, y eso no iba a poder cargarlo en la conciencia ni soportarlo. Chase por su parte se había enojado por un muy corto tiempo con sus hijos por no confiar en él, Kaelyn le explicó que t
—¡Maldita sea!, ¿cómo es eso posible? —¿Puedes tranquilizarte hijo? Deja que tu hermano investigue, para eso él es el presidente de esta empresa. —¿Qué lo dejé? Ya a pasado 3 veces en los últimos dos meses, y recuerda que es el presidente porque yo renuncié a serlo, le cedí mi puesto para dejar un poco esta maldita rivalidad que a nada bueno nos ha llevado, pero escúchame muy bien padre, si otro contrato es cancelado voy a interferir y ya tu sabes como, esta empresa también es mía y no pienso permitir que por negligencia de la gente, nos vayamos a la quiebra. — dió media vuelta y salió de la oficina de su padre. —Andrew, espera… — Chase Lam uno de los mayores socios de la empresa quiso ir detrás de él, pero Demian Tremblay no lo permitió. —Déjalo Chase, sabes que mi hijo cuando se enoja no razona. —Lo sé — dijo este mirando todavía hacia la puerta. — Pero creo que Andrew tiene razón, estamos perdiendo clientes. Demian se frotó la cara con desespero, sabía que ambos estaban en lo
—No vuelvas a decir eso nunca más, sabes que no es verdad, que eso fue un maldito accidente. Andrew se echó a reír, pero su risa era sarcástica, miró a uno de sus grandes amigos. —Si fue un accidente, ¿por qué me siento tan culpable? Sabes de sobra que lo que pasó fue culpa de mi hermano y mía. —No pienso seguir hablando de lo mismo, algún día entrarás en razón y entenderás que eso fue un maldito accidente — dijo Chase realmente enojado, él sabía que Andrew nada tenía que ver con eso, pero al parecer el hombre no quería entrar en razón. —¿Me puedes decir porque permito que me hables en ese tono? —Porque he sido casi un segundo padre para ti. Ahora mejor cambiemos de tema. ¿Qué piensas hacer con los contratos que perdimos? —Declan es un incompetente, no está haciendo las cosas como debe de hacerlas un presidente. —En eso sí tienes razón, como también solo por esta vez, voy a decir que esto sí es culpa tuya, no debiste renunciar a ese puesto. — Andrew lo miraba enojado. —Era lo
—Me alegra haber cambiado de lugar — Connor veía alrededor muy entusiasmado al ver muchas mujeres hermosas. Andrew igual veía a su alrededor, el lugar era muy agradable. — ¿Quieres quitar esa cara de culo de una vez por todas? Así me espantaras a estas hermosuras.—Descuida que mi intención es poder quitarme el estrés que cargo, así que no voy a espantar a nadie. — Connor sabía que su amigo llevaba una gran cruz acuesta, y él deseaba que pudiera ser, quién realmente era, sin culpas ni nada. —Amigo, deberías empezar por dejar el pasado atrás, eres un gran hombre, y mereces más, mucho más de lo que recibes. — Andrew miró fijamente a su amigo y le sonrió. —Gracias, pero así estoy bien. — Connor era un gran amigo, había sido su mejor amigo desde los 6 años de edad, tenía casi toda una vida juntos, eran inseparables, eran más que amigos, eran hermanos, que aunque no tenían la misma sangre, podían comprenderse y apoyarse en todo, en la más mínima travesura, habían compartido, hasta las mu