Andrew la miraba aterrado, ella le había dicho que no iba a dejarlo, pero su mirada parecía que sí lo iba hacer. —No puedo creer por todo lo que pasó ella, fue algo muy cruel e injusto, acabaron con seres inocentes, Andrew, te amo, cariño, y eso no va a cambiar, pero, simplemente no puedo imaginar a ese hombre del que me hablas, eres tan diferente que aún me cuesta creerlo, pero, creo que Declan tiene más la culpa que tu. —él frunció el ceño. — si no hubiera insistido puede que siguieras con ella, o puede que no, pero estuviera viva, él no debía haberle pegado para sacarle el bebé, eso es muy cruel y despreciable, se que no querías que ella acabará así, también eres culpable Andrew, por seguirle el juego a tu hermano, pero haces la diferencia en que en los años que estuvieron la trataste con cariño, pero igual de puto por serle infiel, cariño, tienes cosas buenas y cosas malas, en cambio Declan solo jugó con ella, no la respetó, ni la quiso, la humilló y acabó con su vida, además que
Andrew iba para la oficina de Chase, habían llegado ayer por la tarde, y hoy muy temprano se habían incorporado al trabajo, odio tener que venir a trabajar y no poder estar con Kaelyn todo el día riendo, conversando, haciendo el amor. Cierto trabajaban juntos, pero, Kae era una mujer muy profesional, y aunque habían tenido sexo en la oficina, no era igual, a cuando estaban fuera del trabajo. En cuanto llegó a la oficina de Chase, saludó a la secretaria con un buenos días y entró sin tocar, siempre había sido así la confianza entre ambos. —Vaya, pero si es el hombre que nunca se iba a enamorar — Chase bromeó al verlo, recordando las palabras que Andrew le repitió más de una vez. —No había conocido a tu hija, así que no creía en el amor, ella me hace ver el mundo diferente, ella es la mujer de mi vida. — Chase sonrió al escucharlo, y ver cómo sus ojos brillaban, ¿cómo no pensó antes, en que estos dos serían el uno para el otro? —Me alegra oírte hablar así, en especial ver el amor qu
—Eso no puede ser cierto... —Tengo dos meses de embarazo, cuándo quieras puedes hacer una prueba de paternidad. — la seguridad con la que hablaba hizo temblar a Andrew, no podía ser verdad, él ni siquiera recordaba haber tenido sexo ella. —¿Qué quieres? ¿Millones? ¿Una casa? — la mirada de Alba no le gustó. —No quiero nada eso, quiero casarme contigo. —Jamás haría algo así, nunca. — Alba se levantó muy tranquila de su asiento. —Bien, no hay problema. — Andrew la miró confundido. —¿En serio? —Sí, porque mañana mismo voy a deshacerme de él — dijo tocando su vientre, Andrew sintió pánico. —No, no puedes hacer eso, Alba por favor, no me hagas esto, deja que te haga un examen para saber si es mío y luego decidimos qué hacer. — Alba lo miró con una sonrisa triunfal, Declan tenía razón. —Te doy una semana para que sepas que hacer, ya sabes cuál es mi condición, y todavía no puedes hacer una prueba, así que lo lamento por ti. — Andrew se levantó furioso. —No pienses que me vas a ha
En cuanto Susy llegó a presidencia, le extrañó no ver a Kaelyn, ella siempre estaba con una hermosa sonrisa atendiendo a los demás, ¿estaría en el baño? ¿O en la oficina del papasito del presidente? Sabía que Andrew no estaba porque ella lo había visto salir, por lo que sin importarle a ser descubierta se dirigió a la oficina de uno de los hombres más hermosos de la tierra. Abrió la puerta y asomó su cabeza, no pensaba entrar ahí. —Kaelyn, ¿estás ahí? — cómo no obtuvo respuesta cerró la puerta y mirando para los lados decidió ir a buscarla a los baños, en cuanto se encaminó hasta ahí vio un cuerpo desmayado en el piso, al ver que eran Kae corrió hasta llegar a ella y trató de animarla, pero nada la hacía reaccionar. Asustada, Susy llamó a dos de los oficiales, para que subieran ayudarla, porque sola no iba a poder cargarla, en cuestión de minutos llegaron y Susy dio órdenes de que la llevarán a la oficina y la acostara en el sillón que ahí tenía el jefe. Llena de nervios buscó el
Kaelyn no creía lo que acaba de escuchar, al igual que Chase que se fue directo al mini bar, y agarró la botella de tequila. —Necesito uno de estos y creo que ustedes también — Chase no dejaba de ver a su hija, quién seguía mirando a Andrew como si tuviera tres cabezas, pasaban los minutos y ella seguía sin decir nada. —Amor, por favor di algo. — Andrew no podía más con esa zozobra, estaba desesperado. —¿Qué has dicho? — él suspiró apunto de perder los estribos. —Kaelyn, cariño, escuchaste bien, y no creo que quieras que Andrew lo vuelva a repetir, vas hacer una madrastra hermosa — Kaelyn miró a su padre molesta, solo él era capaz de hacer chistes tan malos en momentos tan serios como este. Por su parte Andrew quiso reírse y darle la razón a su suegro, pero al ver la mirada de enojo de Kae prefirió omitir su comentario. —¿Está embarazada de ti? — Chase empezó a interrogarlo. —Eso dice ella, pero tengo que hacer una prueba de paternidad. Lo que más me molesta es que no recuerdo h
Andrew más que enojado, salió dolido ¿cómo había podido salir con semejante estupidez? En cuanto salió al subterráneo, se arrepintió de dejarla atrás, sabía que ella no debía haber dicho lo que dijo, pero se había disculpado de inmediato, por lo que él no debió salir así, hubiera aceptado su disculpa y dejado el tema por la paz, sabía que ella no lo había dicho en serio, esa mujer era la única que podía hacerlo como quería, la única que podía hacer tuviera cambios de humor en cuestión de segundos, la única que amaría toda la vida, sonrió mientras negaba con la cabeza, definitivamente esa mujer lo había cambiado, pensaba regresar a buscarla, pero justo vio que el ascensor ya venía para abajo, así que mejor la esperaría ahí. Kaelyn corrió al ascensor para alcanzar a Andrew, no quería discutir con él, ella sabía que no debió mencionar a Max, ¿pero como iba a decir que no habría sexo? ¿Acaso se había vuelto loco? Estaba tan sumida en su guerra interna, que no notó en que piso el ascensor
Apenas llegaron a casa, Andrew la llevó hasta el comedor, Kaelyn había decidido que quería pizza, por lo que de camino a la casa pasaron por lo que su mujer quería comer. —¿No hay nadie en casa? — preguntó Kaelyn al ver todo en silencio y Nana no había ido a recibirlos. —No, de hecho acá siempre estaban de dos a tres veces por semana, no me gusta ver tanta gente en mi casa, solo Nana, pero, como ahora vives conmigo, no han podido tener libre, así que cuando nos fuimos una semana, le di a la servidumbre quince días para que descansen y Nana debe andar en super o en el cine, o en algún lugar, ella sabe que es libre de salir donde quiera sin decirme. — Kae lo miró con un brillo especial en los ojos, por lo que lo abrazó y lo besó. —Me encanta que pienses tanto en los demás, y el hecho de que yo viva aquí, cosa que aún no pasa — Andrew levantó una ceja al escucharla — No tengo problema de hacer mis propias cosas, hasta de cocinar para nosotros, Andrew, aunque mi familia es adinerada, m
Kaelyn había decidido darse un baño, en cuanto se levantó, la verdad se sentía descansada, y con muchas ganas de disfrutar a su hombre, ese que la tenía cada día más enamorada, su forma de ser, en cómo la trataba, como la cuidaba, la hacía sentir una mujer realmente perfecta y hermosa, sabía que no era perfecta, nunca había tenido problemas de baja autoestima, pero Andrew hacía que se sintiera una, especialmente e increíblemente hermosa. Busco un conjunto de lencería sexy, pero luego recordó que había comprado pijamas de encaje muy sexys cuando habían salido de compras, y la verdad no había estrenado muchas, por lo que uso uno, donde la parte de arriba era un bralettes negro de encaje, que iba a juego con un pequeño short de seda blanca con encaje negro, le gustó cómo se veía, antes de eso ponerse la pijama había humectado su piel con su crema favorita, coconut passion, su perfume era igual, había notado que Andrew le gustaba mucho, siempre aspiraba en su cuello, mientras dormían An