Kaelyn había decidido darse un baño, en cuanto se levantó, la verdad se sentía descansada, y con muchas ganas de disfrutar a su hombre, ese que la tenía cada día más enamorada, su forma de ser, en cómo la trataba, como la cuidaba, la hacía sentir una mujer realmente perfecta y hermosa, sabía que no era perfecta, nunca había tenido problemas de baja autoestima, pero Andrew hacía que se sintiera una, especialmente e increíblemente hermosa. Busco un conjunto de lencería sexy, pero luego recordó que había comprado pijamas de encaje muy sexys cuando habían salido de compras, y la verdad no había estrenado muchas, por lo que uso uno, donde la parte de arriba era un bralettes negro de encaje, que iba a juego con un pequeño short de seda blanca con encaje negro, le gustó cómo se veía, antes de eso ponerse la pijama había humectado su piel con su crema favorita, coconut passion, su perfume era igual, había notado que Andrew le gustaba mucho, siempre aspiraba en su cuello, mientras dormían An
Kaelyn había dejado a Andrew en el aeropuerto, y luego se había ido a casa, Andrew le había dicho que se fuera a la casa de él, que ahora era de ambos, así él se sentiría más feliz y por supuesto ella lo complació, pero lo hizo por ella, porque podría sentirlo más de cerca, poder entrar a la habitación que compartían juntos oler su esencia, su perfume en toda la habitación, Kaelyn suspiró como si algo no estuviera bien, como si algo le faltara, en ese momento ella se dio cuenta de cuán enamorada estaba, él hombre no tenía ni tres horas de haberse ido y aún faltaba al menos 11 horas para poder hablar con él, quería verlo, aunque sea a través de una pantalla. Kaelyn miró el reloj que había en la mesita, eran las 6 de la tarde, miró a su alrededor y suspiró frustrada, buscó su celular y llamó a Callie. —Hola ricura, ¿cómo estás? — Kae sonrió al escucharla. —Hola cariño, ¿bien y tú? —Extrañándote, desde que estás enamorada del jefe, no te dejas ver — Kaelyn se carcajeó al oírla. —Cal
En cuanto llegaron al bar, Kaelyn y Callie gritaron de emoción al oír la música, ellas levantaron las manos y bailaban al son de la música, mientras caminaban a la zona VIP, Connor sonreía al verlas, eran preciosas y locas, pero una locura encantadora. En cuanto llegaron a su mesa de siempre se sorprendieron de ver a Max y Karina, casi haciéndolo en la mesa, al final ellos no los habían llamado, así que la verdad si que fue una sorpresa. Connor se aclaró divertido la garganta, haciendo que la pareja se separara extrañados, porque no esperaban a nadie, pero al ver a sus amigos, Max se sintió morir, en cuanto vio a Kaelyn, él seguía pensando en que en algún momento podría tener una oportunidad con ella, pero mientras esa oportunidad llegaba disfrutaba su vida sexual. —Vaya que sorpresa — dijo Max levantándose para saludar a sus dos mejores amigas, Karina también se levantó y los saludos, la verdad, les caía muy bien las chicas. —Sí, decidimos salir a disfrutar un rato, de hecho al l
Andrew, empezó su reunión dos horas después de haber llegado, y como se lo dijo su padre era una gran inversión, ya que el Jeque quería cinco aviones grandes comerciales, tres Jet privados. Era una venta donde ganarían muchos millones. —¿Qué tal son sus trenes? — Andrew sonrió. —Tremblay Gold Corporation, es la mejor empresa en Canadá, le aseguro que los trenes que hacemos son los mejores, creo que por algo nos contrato. —Tiene razón, me dijeron que eran los mejores, y he visto los trabajos que han hecho, y son grandiosos, ¿en cuanto estaría todo hecho?—Eso tardaría alrededor de 6 a 8 meses. — el hombre asintió. —Bien, el lunes por la tarde, quiero tener el contrato hecho, y les daré la mitad del dinero.—¿Hasta el lunes? — Andrew quería firmar ya e irse, pero el hombre había cambiado de parecer y quiso más de lo que decía el viejo contrato. —¿Hay algún problema? —Andrew negó con la cabeza, sabía que tenía que comportarse como un profesional. —No, ninguno, el lunes será. —Que
Kaelyn tragó en seco al ver cómo Andrew quedaba desnudo de la cintura para arriba, ese hombre la tenía loca. Era tan hermoso, sus ojos esa sonrisa, tan sensual que tenía. —Eres perfecto — dijo mirando su el torso desnudo de su hombre. — pero deberíamos hacerlo por una webcam. Kaelyn cortó la llamada y fue directo a su computadora, donde de inmediato prendió su cámara y su computadora, casi de inmediato una llamada entrante de Andrew apareció en la computadora y ella la aceptó con una sonrisa. —¿Qué tal si me dejas ver tu perfección? —Kaelyn sonrió al escucharlo y se quitó la toalla, que envolvía su cuerpo quedando completamente desnuda delante de él. —Diablos Kaelyn, eres simplemente deliciosa. — ella recostó su espalda al respaldo de la cama, mientras ella se abría de piernas para que Andrew pudiera ver todo su esplendor. — desearía estar ahí en este momento, pasar mi lengua por toda esa fruta tan deliciosa que tienes. — Kaelyn se pasó la mano muy suavemente por su vagina. En es
Andrew caminaba por la gran mansión del Jeque, todo a su alrededor gritaba dinero, los hombres y mujeres tenían trajes de miles de dólares, los hombres eran apuestos y las mujeres muy hermosas ¿es que acaso salían todos de un catálogo? —Hola, ¿Estás perdido? — una voz sensual llegó detrás de él, por lo que se giró suavemente, una hermosa rubia, con un cuerpo de infarto lo miraba con una hermosa sonrisa, estaba enamorado, pero no ciego. —Hola, no, solo observo el lugar — dijo educando. —¿De dónde eres?, tienes una voz muy sexy — Andrew sonrió al oírla. —Soy canadiense. —Vaya, yo he ido varias veces a Canadá, es un lugar hermoso. — Andrew asintió. — ¿Has venido solo? — la mujer se acercó a él muy lentamente, hasta quedar a pocos centímetros de él. —Sí — la mujer le sonrió, y colocó ambos brazos en su pecho. —¿Quieres que te haga compañía? — Andrew le sonrió derritiendo a la rubia, con esa sonrisa tan hermosa. —No, estoy muy bien solo — le dijo quitando las manos de su pecho, sua
Kaelyn en cuanto abrió los ojos había buscado alguna notificación de Andrew, y le gustó ver como la etiqueteba en las fotos que subía, sonrió como tonta, se veía increíblemente guapo, después de contestarle, decidió irse a bañar, debía reunirse Declan, puso los ojos en blanco a recordarlo. Decidió buscar ropa formal para trabajar. Bajó a desayunar, al parecer la feliz pareja aún no se habían levantado, por lo que ella buscó algo que hacerse, pero en eso llegó la Nana, —Buenos días cariño, ¿Qué haces despierta tan temprano un domingo? — Kaelyn suspiró frustrada, antes de hacer un puchero. —Debería de estar durmiendo todo el día, para que llegue rápido mañana y pueda ver a Andrew — la Nana ahora de ambos, sonrió al escucharla. —Estás muy enamorada — le dijo feliz de saber que al fin su pequeño Andrew sería feliz con alguien que realmente lo amaba. —Sí, estoy tan enamorada, Andrew me hace inmensamente feliz, no podría ni en mil años amar a alguien como lo amo a él. — Lo sé mi niña
—Espero que no te atrevas a jugar conmigo Lam, porque te puedo asegurar, que no te irá bien — Kaelyn se sentía impotente y frustrada, ella no deseaba dejar a Andrew, lo amaba demasiado y sabía que lo haría sufrir. —¿Cómo pretendes que voy a romper con tu hermano? Porque dudo que él me crea que ya lo lo amo, cuando hace un rato se lo dije. — la sonrisa de Declan era tan malvada que le dio escalofríos. —Ya tengo todo planeado, vas a sufrir un abuso y no lo vas a querer cerca, te quiero un apartamento sola, hablo muy enserio Kaelyn, le dices algo a mi amado hermano, lo voy a matar muy lentamente delante tuyo, y a ti te voy hacer sufrir tanto que vas a querer morirte. — con toda la rabia emanando de ella se levantó rápidamente y se fue encima de Declan, a quien lo agarró desprevenido y le dio unos buenos golpes que le rompió la nariz y el labio. Declan se enojó tanto que la golpeó por el rostro, no una, sino varias veces, en cuanto pudo recuperarse del aturdimiento, la golpeó hasta qu