—¿No creo que? — le dijo enojada. —Kaelyn, amor, tú estás con tus amigos y yo con los míos, ¿tienes algún problema con eso? ¿O quieres que repita las mismas palabras que me dijiste antes de irte? — Su voz en ese momento era fría, se estaba empezando a molestar por la actitud de Kaelyn, ¿quién la entendía? Ella simplemente lo miró y tragó grueso, sabía que ella misma le había dicho que no podía decirle que hacer, así que lo mismo valía con él, pero se estaba muriendo de celos, Andrew había entrado a su corazón y tenía miedo de lo que estaba sintiendo, nunca antes le había pasado. —Wao, me encanta esta canción, ¿vamos a bailar cariño? — dijo Karina levantándose, su vestido negro tenía una gran escote tanto en la espalda como en el frente, donde se podía ver hasta su ombligo, sus zapatos de tacón la hacía ver súper alta, la maldita mujer tenía todo operado, pero se veía bien, Kaelyn quiso matarla con la mirada en ese momento. —Claro vamos — Andrew se levantó y Kaelyn se cruzó de brazo
—¿Cómo que se les escapó de su vista? — Declan estaba furioso—Tenía tres días de que no veíamos movimientos a dentro de la casa, pensamos que al principio que como estaba tan herida lo más seguro estaba descansando, pero nos pareció extraño, que ni las luces ni nada en ningún momento se encendieran, ni siquiera se veían sombras dentro de la casa, por eso entramos a revisar. —Son unos malditos incompetentes, ¿cómo es que ella se escapa y ustedes ni cuenta se dan? —Señor, con todo el debido respeto, le dije que debía matarla — Declan miró mal a Roger, ese hombre mil veces más frío y despiadado que Declan, pero al menos era leal. —Yo sé que ella no va a decir nada, o al menos eso espero, porque me preocupa que se haya ido y que ninguno de estos imbéciles se haya dado cuenta ¿para qué putas les pago? — Declan estaba histérico — Lo más seguro huyó por miedo a que me arrepintiera de haberle perdonado la vida. Pero en cualquier momento la voy a encontrar y voy hacerle una visita, más le
Un mes había pasado desde que Kaelyn se había muerto de los celos en el bar, era increíble como el plan de Andrew había dado resultado, de hecho, habían salido dos veces más en el transcurso de ese mes con todos los amigos reunidos, ambos empezaban a llevarse algo mejor, pero ese algo era porque Connor había empezado a llevarse de maravilla con Max, Callie con Karina, pero Andrew seguía sin soportar al amiguito ese, que quería comerse a Kaelyn con la mirada, mientras que Karina ya ni pelota le daba a la tal Karina, pero aún así Kaelyn le tenía celos. De sólo pensar que Andrew le había hecho tocar el cielo como lo había hecho con ella, se le revolvía el estómago, sabía que no tenía derecho a reclamar, pero no podía dejar de evitar sentirse malditamente celosa, lo que sentía por Andrew era único y especial. Ese mes juntos había sido increíble, Kaelyn prácticamente vivía con él, en el trabajo, era una mujer muy eficiente, Andrew estaba impresionado de la grandiosa mujer que era Kaelyn,
Sintió suaves besos en todo su rostro, que siguieron por su cuello y más abajo, sus pezones se pusieron duros, en cuanto sintieron esa boca y esa lengua que tan buena era haciendo cualquier cosa, por instinto llevó sus manos al cabello de Andrew. —Despierta dormilona, que tenemos que irnos. —Mmm — dijo apenas en un susurro Kae, cuando Andrew volvió a llevarse el pecho derecho a la boca — Ahh… —Eres exquisita cariño, te juro que te haría el amor ahora mismo. —No me molestaría — dijo con voz ronca por estar recién levantada y excitada. Andrew gruñó al oírla. —No me hagas esto cariño, debemos irnos, y si te hago mía ahora no saldremos, y mi sorpresa se irá a la mierda. — Kaelyn abrió los ojos, y vio que el sol no había salido aún, por lo que frunció el ceño. —¿Qué hora se supone que es? —Son las cuatro de la mañana — Kaelyn lo miró como si estuviera loco. —¿Las cuatro de la mañana? ¿Acaso estás loco? Andrew, me dormí hace dos horas, no quiero levantarme, quiero seguir durmiendo —
Kaelyn estiró la mano para encontrar a Andrew, pero no encontró nada, por lo que frunció el ceño aún con los ojos cerrados y siguió tanteando la cama, y al sentir frío, supo que él tenía rato levantado, por lo que un rápido movimiento se sentó y miró a su alrededor, por un momento se sintió perdida, luego recordó que estaba en un avión y sonrió como tonta, Andrew era único, especial y perfecto, ¿cómo podía haber olvidado la fecha en que celebraban su noviazgo? Debía de hacer algo por él, y tenía que ser perfecto como él. Se levantó de la cama totalmente desnuda, y buscó entre sus cosas algo que ponerse, pero recordó que no sabía dónde diablos iban, decidió por darse un pequeño, baño, ahí en la alturas, y volverse a poner su ropa deportiva, una vez lista, decidió buscar a Andrew, pero la alarma en su celular la detuvo. Era una alarma para sus pastillas anticonceptivas, se dirigió a su maleta, y por más que buscó no las encontró. —Mierda, olvidé traerlas, y no creo que Nana supiera q
—¡Oh por Dios! — Kaelyn no podía dejar de gritar de la emoción. — Juro que deseaba venir un día acá, pero aún no había podido. —Lo sé cariño — Kaelyn levantó una ceja, sin quitar la sonrisa de su rostro. —¿Y cómo es que lo sabes? —preguntó acercándose más a él. —Porque me interesas de verdad Kaelyn, además que tengo la suerte que mi suegro sea como un segundo padre para mí y de que me quiera tanto, le pregunté los lugares que has visitado, y cuáles querías conocer, y esta isla estaba entre tu lista, que por cierto has viajado mucho, tenías una lista muy larga y ya casi no quedan lugares. — Kaelyn le dio un pequeño beso. —Me gusta cumplir mis sueños, mis metas, los lugares que quiero conocer no se iban a quedar en una simple hoja. — Andrew la abrazó con pertenencia. —Eres increíble, vamos.. — la tomó de la mano y la llevó hasta el auto que los esperaba. Andrew había reservado un todo incluido, en una villa privada de lujo, en Kuramathi maldice, la hermosa villa, tenía una TV de p
Andrew la miraba con tanto amor que no sabía si podía ser verdad, en cuanto llegaron al a la villa privada no se habían soltado la mano en ningún momento, ambos observaban el lugar con melancolía, era su última noche ahí, en ese paraíso dónde había estado como si fuera una luna de miel, en cuanto entraron Andrew besó su cabeza. —¿Quieres algo antes de sentarnos a hablar? — preguntó él, ella asintió. —Sí, ¿qué tal una copa de vino? — Andrew le sonrió. —Bien, lo traeré enseguida. — él se dirigió hacia la cocina para servir unas copas de vino, mientras ella se quitó los zapatos, para ponerse lo más cómoda posible. —Toma — Andrew cada vez se sentía más nervioso. —Gracias, Andrew, quiero que te relajes, ¿estás muy tenso, estás seguro que deseas hablar conmigo?. —Es difícil Kae, tengo muchos años cargando con este peso y por supuesto que deseo hablar contigo, pero no puedo evitar sentir que voy a perderte. —No lo harás, cariño, te lo prometo. — Andrew la besó, como siempre lo hacía,
Andrew la miraba aterrado, ella le había dicho que no iba a dejarlo, pero su mirada parecía que sí lo iba hacer. —No puedo creer por todo lo que pasó ella, fue algo muy cruel e injusto, acabaron con seres inocentes, Andrew, te amo, cariño, y eso no va a cambiar, pero, simplemente no puedo imaginar a ese hombre del que me hablas, eres tan diferente que aún me cuesta creerlo, pero, creo que Declan tiene más la culpa que tu. —él frunció el ceño. — si no hubiera insistido puede que siguieras con ella, o puede que no, pero estuviera viva, él no debía haberle pegado para sacarle el bebé, eso es muy cruel y despreciable, se que no querías que ella acabará así, también eres culpable Andrew, por seguirle el juego a tu hermano, pero haces la diferencia en que en los años que estuvieron la trataste con cariño, pero igual de puto por serle infiel, cariño, tienes cosas buenas y cosas malas, en cambio Declan solo jugó con ella, no la respetó, ni la quiso, la humilló y acabó con su vida, además que